viernes, 8 de marzo de 2024

RESTAURANTE "CENTRO" EN Aranguren y Neuquén




Nueva York en Caballito. El restaurante Art déco que cautiva con su diseño
En una de las ochavas más llamativas de Caballito el chef Fernando Golabek fundó Centro, su proyecto gastronómico. Con fuertes influencias internacionales y estilo propio la propuesta conjuga arquitectura y cocina.
Carolina Cerimedo
Aunque al pensar en Art déco lo primero que se nos viene a la cabeza es Manhattan con su famosísimo Chrysler o el Empire State, este estilo caló hondo en Buenos Aires. Desde el premiado Kavanagh al Mercado del Progreso, el Obelisco y el Teatro Opera, sus reminiscencias invaden las construcciones porteñas. Su énfasis en una funcionalidad elegante hizo que este particular movimiento se extendiera no solo a edificios públicos sino también a cientos de viviendas que le dieron su impronta rioplatense. La clave de su éxito estuvo en la reducción de lo ornamental, un recurso que también motiva la cocina de Fernando Golabek. No sobran adornos: el producto, de estación y orgánico, es el rey.
El letrero en neón y chapa genera un punto focal llamativo.
Con esta premisa, luego de trabajar en España con Martín Berasategui (su restaurant hoy tiene tres estrellas Michelin), el chef oriundo de Quilmes regresó a su país para fundar su propio restaurante en el centro geográfico de Buenos Aires. Más precisamente en la planta baja de un edificio art decó de 1940, en Aranguren y Neuquén. “La idea fue combinar el interiorismo con la gastronomía. En Centro armonizamos los platos con los vinos, los cócteles y el espacio que se armó. Los colores son muy de la zona, muy de Caballito. La madera, la luz baja, la sensación de relax e intimidad y la música de fondo (ponemos mucho jazz) te pueden hacer sentir en Nueva York”, sostiene el chef.
Después de trabajar con el chef Martín Berasategui en España Fernando Golabek se animó a apostar por Buenos AIres con una propuesta diferente.
Conservar la arquitectura y los verdaderos sabores
El art decó nació en Francia en el período de entreguerras y se exportó al mundo con la Feria de Arte Decorativo de París en 1925. Llegó a Buenos Aires vía Estados Unidos por influencias de la gran manzana que tomaron nuestros arquitectos. De esta fusión surgió un estilo propio que se plasmó en construcciones y detalles originales como esta ochava única. Para la arquitecta Vanessa Protti, quien comandó la reforma junto al arquitecto Ivan Brizuela, los aspectos a destacar del art decó son “las formas geométricas elegantes, lineales, a menudo rectangulares, dispuestas y divididas por elementos curvos; la simetría y las fachadas monolíticas”.
Además de la fachada se mantuvo la herrería original.
"La esquina curva de Centro es una joyita a preservar, ya que no es habitual encontrarla en la trama urbana de Buenos Aires. Indudablemente, es una tarea importante de arquitectos e inversores trabajar para su conservación y puesta en valor."
Arq. Vanesa Protti, responsable de la reforma
Hoy, de la cocina de Centro, se despachan platos ligeros con productos frescos de temporada. La carta de verano reúne las experiencias internacionales de Fernando con los mejores ingredientes de su Argentina. Comida de estación con reminiscencias de acá, de allá y de más allá en una esquina porteña donde confluyen influencias culturales. Tartar de res con papines crocantes y tortilla santiagueña, paté de ave con hojas amargas y chutney de la casa y mbejú con vegetales, labneh y guasacaca venezolana son parte de la carta de este chef que durante décadas trabajó con cocineros de todo el mundo y regresó a su tierra a integrar lo aprendido.
La carta de Centro ofrece platos con influencias internacionales elaborados con productos de estación, maridados con cócteles del mundo y una nutrida carta de vinos
Recuperar y actualizar
Tradición con un toque de modernidad. Eso es lo que hace Fernando en la cocina y eso es lo que guió la revitalización del espacio. Todo el proyecto se pensó en forma conjunta, la culinaria, la arquitectura y la gráfica, a fin de que cada decisión reforzará y acompañara una identidad única. “Tanto los colores, los materiales, los elementos de arquigrafía como backlights y letras corpóreas hasta el menú, fueron elegidos como parte de un todo”, detalla Vanesa. Su desafío estuvo en respetar la estética original del edificio sin dejar de aportar elementos nuevos y funcionales.
El despacho del take away, otro ángulo maravilloso

El proyecto buscó revitalizar una de las ochavas más encantadoras. Preservar el espíritu original, con la sumatoria de elementos modernos y funcionales que lo refrescan con actualidad.
Antes y después
“Vimos una esquina con un enorme potencial, irrepetible, en un edificio con muchísima arquitectura y diseño. A partir de allí, empezamos a crear el concepto”, explica Fernando. Antes de la obra, en la esquina funcionaba un café de barrio con una propuesta muy diferente. “La arquitecta que lideró la reforma logró potenciar lo que más nos gustó: la curvatura de la ochava, la luz y el mármol color verde de la barra”, asegura el chef.
La fachada del edificio antes y después de la reforma.
La base original del local se unificó para lograr mayor amplitud y fluidez. “Del local existente se mantuvo la ubicación original de cocina, baños y barra. Pero se retiró un divisor vidriado que había en el centro del salón para unificar y generar un espacio continuo. Para lograr eso también agregamos ventanas guillotina en herrería en los vanos que daban a la calle” explica Vanesa. La puerta de acceso se diseñó con una estética antigua que contagia un encanto histórico.
Imposible pasar por Aranguren y Neuquén sin reparar en la barra del restaurant.

La barra tiene un rol principal ya que nuclea gran parte del servicio del restaurant y es desde donde se tiene una visión general del salón y del acceso.
Se mandaron a fabricar exclusivamente mosaicos graníticos en tono verde: “Es un solado que funciona muy bien para espacios de alto tránsito y a la vez tiene algo de clásico que lo vuelve atemporal”, describe Vanesa. Mármol carrara para la barra y mármol verde oriental para la mesa comunitaria y las mesadas de los baños dan un acabado sofisticado.
Los mosaicos de granito verdes se hicieron a pedido.
La paleta de colores está dominada por el verde, que remite a la época del edificio y evoca frescura y serenidad. Se lo trabajó en diferentes tonalidades, más claro en las aberturas y más fuerte en los azulejos de la barra
La madera petiribi tostado se eligió para sumar calidez en la barra y los revestimientos de las columnas, más un revestimiento ranurado simil madera para generar textura en muros. Azulejos verdes y blancos completan la paleta de materialidades del salón comedor. El mobiliario repite la premisa de conjugar lo clásico y lo moderno, lo que da como resultado una ambientación ecléctica.
La circularidad es la cuestión
La forma circular del espacio se resaltó con un banco corrido que toma toda la curva de la esquina. También se destacó con la distribución radial de mesas y sillas. “La reforzamos añadiendo lámparas globo, una mesa comunitaria redonda, el revestimiento curvo de madera sobre las columnas originalmente rectangulares, el saliente backlight del acceso que es también una esfera”, precisa la arquitecta.
Las columnas, originalmente rectas, se revistieron en madera en forma curva.Gentileza Centro
En el exterior, se sumaron artefactos en forma circular, se mantuvieron las rejas de herrería artística originales y se le dio mucha importancia al letrero en neón y chapa, localizado en la punta de la ochava a fin de generar un punto focal llamativo. Cuando cae la noche, la palabra Centro se ilumina en un aguamarina en sintonía con el color de las persianas del edificio que lo alberga. Y con el pasto de la plazoleta que escolta la ochava, un espacio verde recientemente ganado al borde de su terraza.
El Gobierno de la ciudad generó una plazoleta a continuación de la vereda del restaurante, algo que le da un aspecto aún más único
"El público está muy contento y se hizo habitué. Hay mucha gente de la zona que viene seguido porque no hay nada similar, en cuanto a nivel gastronómico y ambientación. Al no tener nada así, es como que revalorizamos Caballito."
Fernando Golabek, chef de Centro

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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