domingo, 3 de septiembre de 2023

INSATISFACCIÓN CORPORAL Y UNA ENORME PENA POR UN ASESINO SUELTO


Insatisfacción corporal. El mandato que puede ser trágico
La muerte de Silvina Luna no solo conmociona, sino que impulsa la reflexión sobre las imposiciones sociales de modelos de belleza
Evangelina HimitianLa modelo y actriz murió anteayer a los 43 años
Su historia duele desde todos los ángulos que se la mire. La muerte de Silvina Luna, después de meses de permanecer internada con fallas renales por haber recibido grandes cantidades de metacrilato en los glúteos, generó tanto tristeza como enojo e impotencia. Quedó en claro en la puerta de la casa del médico Aníbal Lotocki, donde hubo personas que se juntaron ayer a expresar su indignación. Pero también en las redes sociales y en la conversación cotidiana: desde que se conoció la noticia fue tema obligado. Como si no lográramos metabolizar el trauma de lo que ocurrió. Y así fue apareciendo esa reflexión agridulce sobre hasta dónde puede llegar el mandato social del cuerpo perfecto, que no engorda, no envejece, no decae, no tiene pelos, siempre huele bien y al que no se le corre el maquillaje.
Surgieron algunas reflexiones interesantes que no deberían pasarse por alto, sobre los rígidos estándares de belleza que abrazamos los argentinos, sobre esa perenne sensación de insatisfacción corporal a la que nos exponemos, sobre todo las mujeres, y sobre ese taladro interior que es la autopercepción negativa: el caldo de cultivo necesario para que florezcan los trastornos alimentarios o para caer en manos de quienes venden productos y tratamientos estéticos que no son seguros y que prometen lo que jamás dan: el cuerpo perfecto. O, mejor dicho, la percepción de que se tiene un cuerpo perfecto y que eso es el pasaporte para la felicidad, algo que jamás llega.
¿Qué lecciones o reflexiones deja la muerte de Silvina Luna? Muchas. Las que más sonaron en las últimas horas son algunas de las frases que dijo Luna en los últimos meses, cuando se mostró a cara lavada y salió a contestarles a quienes, incluso en su calvario, se atrevían a criticarla en sus redes sociales, diciéndole que estaba gorda o preguntándole qué le había pasado en la cara.
“No se habla del cuerpo del otro”, se cansó de repetir en esos videos. También recordó: “¿Qué me pasó? La vida misma. Tengo 42 años, algunos se quedaron con la imagen de los 20”, dijo. “La enseñanza que tuve es que buscando mi valía en lo exterior tomé una decisión, de la que hoy me hago cargo de las consecuencias. Cuando leo esto me encantaría regalarles que puedan verse al interior, que la valía no está en si tenés la cara más redonda, si estás más flaca o más gorda. No se opina de los cuerpos de los otros, de la cara, de la ropa. Siento compasión por esas personas, que proyectan en uno que le saca lo peor, la ira, la envidia, el enojo. Ojalá que puedan evolucionar y ver las cosas de otra manera”, publicó en uno de sus últimos reels.
“Estamos entre los países del mundo con mayor malestar corporal o infelicidad corporal, como lo llamamos ahora –dice la médica Mónica Katz, especialista en trastornos de la alimentación–. Por otro lado, hemos construido como sociedad global, pero sobre todo en nuestro país, un ideal estético con eje en la delgadez. Pero ese modelo que anhelamos es mortífero para el cuerpo y la mente. Y, sin embargo, lo aceptamos”, cuestiona Katz.
“Tenemos que empezar a desarmar ciertos mandatos naturalizados que tenemos y que nos han llevado a la sociedad que hoy somos. Decimos que la belleza está en la mirada. El problema entonces está en cómo estamos mirando. Hay una cultura de la delgadez obligatoria, de un modelo único de cuerpo, una cultura gordofóbica, racista, sexista, gerontofóbica. Hay un solo tipo de cuerpo validado y debe ser delgado y siempre joven. Y si no, está validado que lo avergoncemos. Eso es terrible”, asegura Mercedes Estuch, representante en Argentina de la organización internacional Anybody, activismo contra el odio corporal.
“Esta es una reflexión que la propia Silvina Luna instaló en los últimos meses con sus videos. ¿Qué es lo que estamos dispuestos a hacer en nuestros cuerpos y qué hábitos estamos dispuestos a adoptar para cumplir con ciertas expectativas o estándares de belleza? Esta es una problemática que afecta a miles de personas todos los días y que muchas veces termina en casos lamentables, como puede ser la muerte, pero que en el día a día mortifica, porque se reproducen presiones sociales para que las personas sintamos que tenemos que tener un determinado cuerpo”, apunta Estuch.
“Hay una problemática social y naturalizada de insatisfacción corporal. Y frente a esta insatisfacción corporal, lo que se genera es una industria que nos vende productos, tratamientos, ejercicios para supuestamente alcanzar eso que aún no alcanzamos. Esa es la problemática. Que la industria de la belleza nos necesita insatisfechas con nosotras mismas. Nos sentimos mal porque se nos presentan ciertos ideales y estándares de belleza y de cuerpo inalcanzables y la única respuesta que estamos dando es un mercado que nos da productos para alcanzarlos. Es hora de que lo cuestionemos”, asegura Estuch.
“La búsqueda de la belleza por el ser humano es tan antigua como la humanidad. Hasta en el mundo animal existe esa búsqueda para lograr una atracción. El problema es cuando eso se exacerba. Se genera una adicción a la búsqueda de la perfección”, apunta Edgardo Bisquert, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper). “Esto es algo que tiene que identificar un cirujano plástico en la primera consulta. Si la cirugía o el tratamiento no se justifica porque el paciente no lo necesita, no se debe hacer. Esto es tan importante como que el profesional que haga la cirugía o el tratamiento sea certificado, que sea realmente un especialista, que esté actualizado y que haga los tratamientos en un lugar correcto”, agrega.
Otro de los debates pendientes que deja el caso de Silvina Luna, dice Bisquert, es el control efectivo por parte de las autoridades del ejercicio de las especialidades médicas: “En la Argentina no hay una ley de especialidades. La que hay solo dice cuáles existen, pero no limita las incumbencias de cada uno. Como médico está habilitado para hacer lo que quiere, por ejemplo, hacer una cirugía cardiovascular. Eso debe cambiar”, asegura.
“Regulación estricta”
Recibir pacientes con consecuencias por tratamientos como los que recibió Luna, advierten los cirujanos, es más frecuente de lo que se cree. “La aplicación de metacrilato está prohibida, pero es una práctica habitual. Es muy alarmante la cantidad. La mayoría son, por supuesto, médicos truchos o no médicos o gente que simplemente lo hace sin ser médico. Son falsos cirujanos plásticos. Desde hace muchos años se advierte desde la Sacper. Pero, lamentablemente, la gente siguió y sigue optando por tratamientos como estos”, lamenta la médica Mónica Milito, especialista en cirugía plástica y reparadora, miembro de la Sacper.
“Es tristísimo lo que pasó. Tiene que haber una regulación más estricta para que no pase, concientización pública para que los pacientes están al tanto de los riesgos de estos productos. Y una responsabilidad profesional de los médicos y de quienes hacen estética de qué productos y en qué cantidades se pueden usar. Esto debería haber cambiado hace tiempo”, reclama el cirujano plástico Michael Guibert.
“Recibimos muchos pacientes que se sometieron a tratamientos como el que recibió Silvina Luna, algunos muy preocupados llegan para removerlos. Otros nos dicen: ‘No sé cómo llegué a este punto de someterme a un tratamiento así’. Uno les explica que no es tanto su responsabilidad como la del profesional. Pero siempre la recomendación es que se certifique que el profesional está habilitado para hacerlo y que usa materiales autorizados. Aunque sean tratamientos no invasivos, supuestamente”, dice. Y agrega: “Todos los pacientes tienen el derecho de querer cambiar, modificar o mejorar su imagen corporal. El problema viene de la mano del precio de los productos importados, mucha gente termina usando materiales no aptos porque son más económicos”, explica.
La mayoría de los pacientes, dicen los cirujanos, llegan pidiendo un cambio en su imagen, pero que sea algo natural, que no se vea artificial o estandarizado. “Es parte de los nuevos mandatos que se instalan. Que aunque sea artificial, se vea natural. Lo mismo que la modificación del discurso acerca de la imagen corporal, en la que se dice que es una cuestión de salud. Es la manera políticamente correcta para estos tiempos de sancionar a quien tiene sobrepeso. Y en lo que resulta es que nadie, de ninguna forma se siente a gusto con su cuerpo. Ni siquiera las modelos, las actrices, siempre hay algo que falta para la perfección. Y así se refuerza ese discurso que cala hondo en la insatisfacción corporal. Las mujeres, digo así, porque somos las que más sufrimos esta forma de violencia simbólica, vivimos corriendo una carrera para pertenecer y alcanzar esa zanahoria que es el cuerpo perfecto que no existe, pero que hace mucho daño”, asegura Cande Yathe, activista que impulsa la cuenta @Bellamente, desde donde se impulsan la conversación sobre exigencias estéticas y su impacto en la salud, a la que Silvina Luna seguía desde hacía tres años.
“A raíz del caso de Silvina Luna, muchas personas de nuestra comunidad nos contaron situaciones que están padeciendo en esa búsqueda de la belleza. Parecen increíbles: de mujeres con cáncer en las uñas por hacerse las semipermanentes; internación con suero por deshidratación en una cama solar; ceguera por depilación facial; reacciones alérgicas por alisados; problemas en el sistema inmunológico por usar polvos para adelgazar. Y la reflexión es hasta dónde ese ideal de belleza nos tiene que seguir castigando de esta forma. ¿Por qué tenemos que tener las uñas perfectas siempre y que si lavamos los platos no se nos note porque se sale el esmalte? ¿Por qué es pecado que el pelo tenga frizz? Cuando era chica había una frase que se repetía mucho en mi casa y con ella crecimos muchas mujeres: ‘Muerta antes que sencilla’. Ahora toma otro significado trágico. Ojalá estemos a tiempo de reflexionar y parar esta rueda”, dice Yathe.

Un fiscal pidió una autopsia exhaustiva
El planteo fue de Abraldes, que representó al Ministerio Público en el juicio contra Lotocki


Para conocer la causa y diagnóstico de muerte de Silvina Luna, el fiscal general Sandro Abraldes, que representó al Ministerio Público en el juicio donde fue condenado el médico Aníbal Lotocki por el delito de lesiones graves, solicitó que el Servicio de Tanatología del Cuerpo Médico Forense realice la autopsia del cuerpo de la actriz.
Así lo informaron ayer a la nacion calificadas fuentes judiciales. En su presentación ante el juez Carlos Rengel Mirat, que estuvo a cargo del juicio en el que Lotocki fue condenado por lesiones graves, Abraldes solicitó que se verifiquen varios procedimientos, entre ellos “el establecimiento de la causa y diagnóstico de muerte y la determinación de procedimientos médicos o quirúrgicos previos tendientes a la modificación corporal (estético)”. También se pidió la “verificación sobre la presencia de sustancias extrañas o ajenas al organismo que pudieran haberse introducido con motivo de los procedimientos señalados en el punto anterior, con indicación de las regiones o partes corporales de hallazgo” y “la especial exploración de la zona glútea, cuádriceps, isquiotibiales y muslos”, así como “la detección de polímeros o metacrilato”.
Si bien el fiscal hizo la presentación ante Rengel Mirat, el dictamen, en principio, sería resuelto por el juez Luis Schelgel, que en junio pasado procesó a Lotocki por homicidio simple con dolo eventual de Rodolfo Zárate, fallecido en abril de 2021, a los 50 años, después de haber sido sometido a una dermolipoctomía programada, una cirugía que consiste en la remoción de tejidos en distintas partes del cuerpo.
El pedido de Abraldes llegó al juzgado de Schelgel después de que el abogado Fernando Burlando, representante de Luna, denunciara a Lotocki. Si bien la presentación de Burlando recayó en el Juzgado en lo Criminal y Correccional porteño N° 36, a cargo de Alejandro Ferro, la denuncia fue remitida a Schelgel, que tiene el expediente en trámite contra Lotocki.


“Dejó todo preparado por si le pasaba algo”
Así lo dijeron periodistas de televisión sobre las decisiones legales que había tomado hace tiempo

Silvina Luna tenía muchas ganas de vivir. Así se lo había confesado a Ángel de Brito durante la última nota que dio, en LAM, antes de ser internada en el Hospital Italiano, pero también sabía que la muerte era una posibilidad certera. Por eso, durante el último tiempo, la modelo y actriz buscó poner los papeles en orden, traspasar todos sus bienes y no dejar ningún detalle librado al azar. “No quería dejarle un peso o una mochila a su hermano”, aseguró Paula Varela en Socios del espectáculo.
“Me contaba gente cercana, íntima, que estuvo ayer [por el jueves] en la clínica, que si bien ella tenía ganas de vivir y trabajó un montón con distintas terapias y cosas, también sabía que esto podía pasar y se preparó de alguna manera”, explicó la periodista.
“Todos sus bienes –ella tiene dos o tres propiedades– ya en vida los tiene donados a su hermano Ezequiel. Dejó preparado todo por si a ella le pasaba algo, su hermano no tuviese que estar haciendo trámites ni nada burocrático”, aclaró Varela.
“Me preguntaba si tal vez esta decisión rápida de su abogado [Fernando] Burlando de pedir la autopsia, de plantear esto del homicidio y demás, no tiene que ver con algo también hablado con Silvina. ‘Te pasa algo, ¿cómo querés que accione? ¿Qué pasa con esto? ¿Cómo sigue tu causa?’. Es duro, pero son cosas con las que ella se enfrentó en vida”, completó la periodista televisiva.
Consultada por Rodrigo Lussich, Varela reafirmó la idea de que Luna sabía de la gravedad de su cuadro: “Era consciente de lo que le estaba pasando. Sabía que podía haber una finitud. Obviamente que quería vivir y trabajaba con eso”.
Varela reconoció que la modelo “también sabía, con la mente en frío, que tenía que solucionar temas”. “No quería dejarle al hermano ningún peso, ninguna mochila. Obviamente, el hermano lo sabe. Y dejó todo listo, todo preparado por si esto pasaba”, amplió.
“Hace un año que los médicos ya sabían [sobre la frágil condición de salud de Silvina Luna] y alertaban que el cuadro era realmente grave”, cerró Varela.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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