domingo, 28 de enero de 2024

EL ESCENARIO, FMI Y REPUNTE


Entre fuertes dudas, Milei enfrenta un trimestre clave para la inflación y el dólar
José Luis BreaMilei y los funcionarios con más poder de su gobierno: Posse, Caputo y su hermana Karina
El gobierno de Javier Milei transita un trimestre que puede ser de oro o de plomo, según el resultado al final del recorrido. No solo en el plano político, en el que hasta ayer apostaba a (casi) todo o nada en el Congreso y la Justicia con la ley ómnibus y el megadecreto de desregulación, sino también a nivel económico y social. En estos primeros meses de gestión está en juego la sujeción de variables claves que, si se fueran de cauce, comprometerían la estabilidad económica. En ese sentido, el sorpresivo anuncio, anoche, del ministro Luis Caputo de que el Gobierno retiró el paquete fiscal incluido en ley de bases, suma incertidumbre donde ya había bastante.
Hay coincidencia entre los economistas: para el gobierno libertario es clave bajar la inflación rápidamente para no perder la ganancia en materia de competitividad que permitió la fuerte devaluación de diciembre. La Fundación Capital, por ejemplo, advirtió en su último informe que la posibilidad de sostenerlas mi nid evaluaciones del 2% mensual del tipo de cambio oficiales“limitada ”, no genera confianza y plantea la duda sobre cuándo y cómo se saldrá de este esquema y si esa salida será exitosa o desencadenará una carrera inflacionaria aún mayor que la actual.
En la Fundación Mediterránea también ponen en duda el régimen ideado por el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. “Si el deslizamiento del dólar oficial del 2% mensual no logra anclar las expectativas, no es una opción acelerar la devaluación y dejar el resto del programa tal cual está; no se puede confíar todavía en una única ancla cambiaria y monetaria para hacer aterrizar las expectativas de inflación”, advierten.
Consultado por la nacion, un expresidente del Banco Central coincide en parte en que existen estos riesgos, pero cree que hay margen para manejar la situación. “La hiperinflación no se da por exceso de pesos, sino por la caída en la demanda de dinero. Es cuando la gente sale a comprar dólares o cualquier cosa para sacarse los pesos de encima. Eso pudo haber pasado en diciembre, pero no sucedió. El disparador de este tipo de comportamiento siempre es político. Hoy todavía hay incertidumbre política y el Gobierno no puede ir a todo o nada; debe buscar consensos”, recomienda. Y agrega que si bien aún hay riesgos, vienen manejando muy bien la situación y han despejado el riesgo hiperinflacionario; es un tema que se tiene que ir viendo todos los días”.
El exbanquero central ve puntos de contacto entre la actual situación y la de fines de los 80, principios de los 90. “A veces no alcanza con una sola devaluación y no la podés hacer toda junta porque aumenta mucho la pobreza; aún falta corregir algunos precios relativos, como las tarifas, por eso necesitás un clima recesivo para que esa corrección no se vaya a precios de golpe”, explica, y recuerda que “en 1989-1991 se necesitaron varias devaluaciones antes de anunciar la convertibilidad”.
Milei también necesita un triunfo rápido en materia inflacionaria para moderar la caída de ingresos de la población, un factor de alto impacto en el ánimo social. Hace unos días declaró que repetir en enero el índice de precios de diciembre (25,5%) sería otro “éxito” (ya había calificado de esa manera al número del mes pasado) y demostraría que el problema está en el largo camino hacia la solución. ¿En el intento de manejar las expectativas vale todo? “No cantes gloria hasta el final de la victoria”, dice un viejo refrán español.
Según un informe de Eseade, el salario real es una de las variables más sensibles para el ánimo de la gente. “La tolerancia de la ciudadanía a la pérdida de poder adquisitivo será un determinante clave en el humor social y si el golpe al bolsillo es fuerte la ciudadanía podría poner en un segundo plano si es herencia o no”, advierte Iván Cachanosky, autor del paper. Cachanosky escribió, junto a Emilio Ocampo, frustrado verdugo del Banco Central, el libro Dolarización: una solución para la Argentina, que hasta meses antes de las elecciones era la Biblia para el núcleo duro mileísta.
“Yo creo que nadie mensura la caída del ingreso real como factor de convivencia social. Que, por ejemplo, a Belocopitt [Claudio, dueño de Swiss Medical] lo insulten en su propio restaurante [por los aumentos de las cuotas de las prepagas] es un síntoma de algo más profundo. Sin paz social no hay estabilidad macroeconómica”, interpreta un exfuncionario de la anterior administración. Su receta es la más invocada de la historia argentina, aunque nunca fue puesta en práctica, ni siquiera por su propio gobierno: el famoso “acuerdo de unidad nacional”.
Lo cierto es que, más allá de los diagnósticos, la administración kirchnerista le entregó el mando a Milei con un punto de partida muy bajo: en noviembre el salario volvió a perder contra la inflación y en 11 meses de 2023 quedó rezagado en casi 30 puntos porcentuales respecto del índice de precios, como informó ayer el Indec. Todo hace prever que los ingresos seguirán deteriorándose. Las familias deberán afrontar más gastos en tarifas de luz y gas, transporte, medicina privada, colegios y servicios en general. La clase media deberá ajustarse o ir hacia su propio “déficit fiscal”.
Milei aún goza del crédito que le dieron las urnas, pero sabe que el tiempo le juega en contra. En la vereda de enfrente también. Lo demostró el tempranero paro general de la CGT a solo 44 días de la asunafirma ción presidencial, un récord en 40 años de democracia, con el plus de llegar tras cuatro años de silencio ante el gobierno amigo de Alberto Fernández, “el presidente de las tres copas”, que dejó la inflación en torno del 200% anual. El exmandatario podrá sumar un trofeo a los tres que se atribuía (Copa América, Finalissima y Mundial de Qatar) y celebrar el campeonato mundial de inflación 2023, logrado tras una reñida final con El Líbano.
La extemporánea medida de fuerza puede haber sido el primer ensayo de una renovada alianza entre CGT, organizaciones sociales y parte del peronismo. Hay versiones de que estarían conformando mesas de trabajo para esbozar un “plan alternativo” en caso de que el programa de Milei fracase. Un intendente del conurbano del PJ confirma que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, les pidió a los jefes comunales armar mesas intersectoriales con sindicatos y organizaciones sociales para monitorear la situación en la provincia, aunque aclara que llevar eso al nivel del partido “ya sería otro tema” y recuerda que el peronismo hoy está fragmentado y con su presidente viviendo en España. Otra fuente de ese espacio niega una eventual interpretación conspirativa: “No hay margen para boludeces así”.
Al igual que sucede con el precio del dólar oficial, algunos fijan la vista en marzo como fecha clave para monitorear la situación social en el conurbano, donde la pobreza se siente con fuerza. “Hay un poco más de demanda alimentaria y de atención en hospitales, pero no tiene las características extremas que algunos plantean”, el intendente consultado. Pero advierte: “Sí se ha cortado la asistencia nacional y el parate de la obra pública afecta bastante el empleo; a partir de febrero o marzo se va a sentir qué impacto tiene esto en el territorio”.
Lo que preocupa al FMI
Es algo que también inquieta al FMI, que planteó el tema en sus encuentros recientes con Milei y sus funcionarios. Tanto la misión que visitó el país para negociar un nuevo acuerdo, como la directora del organismo, Kristalina Georgieva, desde Davos, señalaron públicamente la necesidad de que el Gobierno refuerce la ayuda social a los sectores vulnerables. La otra gran preocupación del Fondo era que haya consenso político. Son temas que el board volverá a repasar el miércoles próximo cuando se reúna para tratar el caso argentino. Lo hará en un nuevo escenario, distinto al que encontró la misión cuando estuvo en Buenos Aires. El retiro del paquete fiscal de la ley ómnibus introduce ahora nuevas incógnitas sobre el futuro. Tanto el Fondo como los mercados y los analistas creían que era lo más importante de la norma.
Caputo prometió anoche mantener el objetivo de déficit cero, pero dio pocas pistas de cómo lo logará. “Evaluaremos nuevas medidas y trataremos de consensuarlas con los gobernadores”, dijo. Y dejó un velado mensaje a los mandatarios: no podemos gastar más de lo que se recauda.
La importancia de la viabilidad política ya había sido advertida por un informe de Consultatio previo a la asunción del libertario. Allí se recordaba que “varios programas de estabilización ortodoxos del pasado fracasaron por estar basados únicamente en el ajuste fiscal y monetario”, lo que derivó en la “incapacidad de lidiar con la inercia inflacionaria y la recesión derivada de la licuación de los salarios reales y la suba del desempleo, que los volvió insustentables”. Y recordó que “los planes de estabilización exitosos en bajar la inflación de los años 80 combinaron tanto elementos de ortodoxia económica como herramientas de desagio, acuerdos de precios y salarios y otras políticas de ingreso para volver el ajuste macro más sostenible políticamente”.
Lo que termine sucediendo con la ley de bases, o lo que quede de ella, definirá el carácter y el tono de la experiencia libertaria de aquí en más.
Para la Fundación Capital, el esquema cambiario “no genera confianza”
Hay expectativa por la evolución de la situación política y del humor social
La suerte final de la ley de bases definirá el tono del Gobierno de aquí en adelante

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El FMI trata el acuerdo y se allanaría el camino al desembolso
Se confirmó que el board lo evaluará el próximo miércoles
Rafael Mathus Ruiz
WASHINGTON.– El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá el próximo miércoles 31 de enero para decidir si libera un giro por alrededor de US$4700 millones para la Argentina, en el marco del actual programa económico, que sufrió un giro drástico con la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada.
“Luego del acuerdo con el FMI a nivel de staff, en el marco de la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas, el boarddel organismo se reunirá el próximo miércoles 31 de enero para tratar el caso de Argentina”, indicaron desde el Ministerio de Economía.
Una vez aprobado el nuevo acuerdo, el Gobierno podrá disponer del nuevo desembolso para afrontar pagos del adeuda sin su mar presión al dólar, incluidos los últimos vencimientos con el Fondo–U S $1950 millonesa fin de este mes –, y también la devolución de un crédito puente por casi US$1000 millones que obtuvo con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para poder afrontar los pagos de diciembre ante la escasez de reservas.
El Gobierno y el Fondo alcanzaron un nuevo acuerdo técnico a principios de enero para reflotar el programa firmado durante la administración Fernández y despejar el camino para liberar el nuevo giro y apuntalar el plan del presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para comenzar a estabilizar la economía.
El Fondo dijo después que “espera” que el gobierno de Javier Milei construya el respaldo político necesario para aprobar la ley ómnibus en el Congreso. Esa era una iniciativa crucial para el éxito del nuevo acuerdo con el organismo por el capítulo fiscal, que Caputo anunció ayer que será quitado del proyecto de ley ante la oposición que generó en el parlamento y entre los gobernadores.
El Gobierno llega a la nueva discusión en el board del FMI con buenas señales de respaldo internacional. El programa de Milei está mucho más alineado con el consenso en Washington respecto de qué debe hacerse para encarrilar la economía, y el gobierno de Joe Biden ya ofreció una señal de respaldo al nuevo plan. Estados Unidos es el principal accionista del FMI y su apoyo y el del resto de sus socios en el G7 es indispensable para conseguir cualquier aprobación por parte del board.
El nuevo acuerdo contempla un ajuste “ambicioso”, en las palabras del FMI, para llegar a un superávit fiscal primario del 2% para este año –que llevaría al equilibrio fiscal, o déficit fiscal cero, una vez computados los gastos de la deuda– junto con una acumulación de reservas netas de US$10.000 millones.
El plan de “shock” de Milei enfrenta grandes desafíos y el Gobierno todavía debe reunir el respaldo necesario en el Congreso para aprobar la ley ómnibus, que incluye medidas claves para llegar al equilibrio fiscal. Más allá del apoyo, en Estados Unidos hay inquietud sobre la situación social en Argentina y la tolerancia social al costo que acarreará el ajuste.

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El BCRA acumula reservas y caen los dólares libres por el “efecto Bopreal”
La tenencia bruta de la entidad superó los US$25.000 millones por primera vez en más de tres meses; el blue, en baja
Javier BlancoEl BCRA lleva una racha de compras de 31 jornadas
El Banco Central (BCRA) cerró otra semana –la séptima consecutiva– a plena compra de reservas, tras alzarse ayer con otros US$117 millones por sus intervenciones sobre el mercado y captar US$802 millones en la semana por esta vía.
Gracias a estos sostenidos ingresos, que suman US$3032 millones en lo que va del mes y llegan a los US$5928 millones si se toma desde el cambio de gobierno, las reservas brutas o totales volvieron a superar la cota de los US$25.000 millones, luego de mantenerse por debajo de este nivel desde el 17 de octubre y tras haber tocado un piso de US$20.920 millones el 12 de diciembre.
La entidad a cargo de Santiago Bausili se quedó con poco más del 46% de los US$254,15 millones negociados en el segmento de contado, en una rueda en la que volvió a convalidar otra suba de apenas $0,50 para el dólar mayorista (cerró a $820,50/823,50 para compra y venta, respectivamente).
De este modo, avanzó $3,80 en la semana, “apenas por encima de los $3,70 que alcanzó la corrección mostrada en la semana pasada”, señaló Gustavo Quintana, de PR Cambios.
La racha de compras del BCRA, que se extendió por 31 jornadas, ya es la más significativa de los últimos 21 años. Lo que resta saber es cómo continuar dado que se mantiene una continua apreciación del tipo de cambio real (llega al 23% luego de la última fuerte devaluación) que puede llegar a afectar la oferta (más aún si se confirma un alza en las retenciones) y llega el tiempo en que más importadores irán teniendo acceso al mercado.
Por lo pronto, ayer los operadores dieron cuenta de otra jornada cambiaria muy tranquila, en la que se destacaba la nueva baja de los dólares financieros, “tras la exitosa licitación del Bopreal Serie 1, con un récord de participación de 690 empresas que se adjudicaron un total de US$2454 millones”, recordó Nicolás Merino, de ABC Mercado de Cambios, junto a la decisión oficial de flexibilizar el acceso al mercado (aunque en cuotas) para las mypymes con deuda importadora.
El analista destaca que esa adjudicación le permitirá al BCRA “absorber contra la entrega de títulos casi $2 billones en los próximos días (cifra equivalente a un 20% de la base Monetamia), lo que le quitará presión al dólar CCL, que venía siendo más demandado en las últimas ruedas por algunos importadores, ayudando a reimpulsar la brecha”.
Retroceden los financieros
El impacto de esa operación, que ya se había comenzado a notar anteayer, se confirmó en la víspera al anotarse los dólares financieros nuevas bajas que llegaron al 3,9% en el caso del dólar Contado con Liquidación (CCL), con lo que se alejaron de los récords nominales alcanzados a comienzos de semana.
Por caso el dólar MEP, que surge de la compra y posterior venta de bonos AL30 cerró a $1192,26, con una caída diaria del 3% y un repliegue que llega al 5,4% (de 64,7 en los últimos cinco días).
Algo similar se registró con el CCL que clausuró la jornada a $1231,51 (-3,9%) y cedió de ese modo 6% en la semana, aunque buena parte de ese recorrido lo tuvo en las últimas dos ruedas.
Sin el “soporte” de ambos, también mostró debilidad el dólar paralelo o blue que cayó 2% en la jornada y cerró ofrecido a $1220.
Volviendo a la compra de dólares, la consistente seguidilla actual aún no alcanza para rescatar a las reservas de la zona de grave crisis en que las hundió la administración Fernández. Hay que recordar que esa gestión dejó a la entidad con una tenencia neta negativa por US$11.500 millones, aún luego de haber dejado impagas importaciones aprobadas por el propio Gobierno por US$51.100 millones, según mostró el reempadronamiento de estos compromisos cerrado esta semana.
Pero se trata de ingresos que sin duda ayudan para ir logrando una sostenida recomposición de esa tenencia, que ahora se ubica en torno a -US$7100 millones, según el promedio de estimaciones privadas.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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