Diputados claves piden limitar las facultades para Milei
El oficialismo necesita el apoyo de Pro, la UCR y Hacemos para aprobarla
Delfina Celichini
José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, junto a la diputada libertaria Lilia Lemoine
La Cámara de Diputados, en un plenario de comisiones, iniciará hoy la discusión del proyecto de ley ómnibus del Gobierno, que contempla una amplia desregulación de la economía y del Estado. Las bancadas de Pro, la UCR y Hacemos condicionaron su apoyo a limitar la delegación de facultades especiales al Poder Ejecutivo, en especial en materia de jubilaciones y privatizaciones. El oficialismo aseguró ayer que en el Gobierno “ganó la racionalidad” y aceptará propuestas de cambios.
El megaproyecto de ley enviado por el presidente Javier Milei al Congreso tendrá este martes un primer abordaje en la Cámara de Diputados. Tras los cuestionamientos públicos que ya realizó un sector de la oposición que se mostró dispuesta a acompañar la iniciativa si se aceptan cambios, en el oficialismo aseguran que están “abiertos a recibir modificaciones”. Así, la intransigencia que expuso la semana pasada un sector del Gobierno ante las trabas legislativas penduló hacia una posición de mayor pragmatismo.
“Ganó la racionalidad. Hay cosas que se van a aceptar para mejorar las propuestas”, confiaron cerca del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien tiene el desafío de buscar los consensos necesarios para lograr que el proyecto “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” obtenga la media sanción y esté en condiciones de convertirse en ley.
El debate comenzará hoy durante el plenario entre Legislación General; Asuntos Constitucionales; y Presupuesto y Hacienda, convocado para las 14, donde se buscará apurar el tratamiento del megaproyecto del Ejecutivo.
Los funcionarios que asistirán serán el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, para explicar la reforma del Estado; y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, para brindar detalles sobre los cambios en la Justicia. En tanto, se espera que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro; y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; asistan mañana y el jueves de esta semana.
La intención del oficialismo es cerrar la discusión del proyecto de ley “ómnibus” en comisiones la semana que viene y llevar al recinto un dictamen que tenga el aval de 129 diputados el jueves 25 de enero. El tiempo no está a su favor: las sesiones extraordinarias fueron convocadas por el Gobierno solo hasta el 31 de este mes.
Con el foco puesto en ser una “oposición responsable” que no obstruya la gobernabilidad, las bancadas Pro, UCR y Hacemos Coalición Federal apuestan a discutir el contenido del mamotreto de 664 artículos entre los que se plantean, entre otras, reformas políticas, penales, tributarias, energéticas y administrativas. El aumento de las retenciones, la suspensión de la fórmula de movilidad jubilatoria, la delegación de facultades al Ejecutivo y la privatización de empresas públicas son los puntos que les resultan controversiales y en los que pretenden introducir modificaciones.
Este mosaico de 97 legisladores “dialoguistas” será la llave del quorum para los libertarios, que suman 40 voluntades con los bloques aliados. No obstante, su acompañamiento estará atado al nivel de plasticidad del Gobierno para aceptar los cambios que planteen durante las reuniones previstas para las próximas semanas.
“Estamos abiertos al diálogo, a las sugerencias y todo aquel que pueda aportar a que la ley mejore en torno a los objetivos de la libertad será escuchado; no se negocia el contenido de la ley y no va a haber modificaciones de ninguna índole, excepto que esa sugerencia venga acompañada de una mejora”, precisó ayer por la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.
Los bloques
Los legisladores de Pro son quienes más cerca se encuentran de las medidas propuestas por el Poder Ejecutivo. Con referentes de su espacio en la actual administración, coinciden en una gran parte del compendio de reformas, aunque ponen reparos sobre temas que les resultan incómodos.
La suba de las retenciones para los productos de las economías regionales así como el aumento de la alícuota para los derivados de la soja hacen ruido dentro del espacio liderado por Cristian Ritondo. Lo mismo ocurre con la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria, a través de la que se le podría otorgar al Poder Ejecutivo discrecionalidad para hacer “aumentos periódicos atendiendo prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos”. Otro aspecto que genera incomodidad es la intención de Milei que el Congreso le delegue facultades en la mayoría de las áreas de la administración de gobierno. “En términos generales estamos de acuerdo, pero va a haber otros donde vamos a hacer sugerencias de cambios”, expresó el diputado bonaerense Alejandro Finocchiaro (Pro) en declaraciones a la radio Futurock. bloque radical, por su parte, le entregó el viernes un “semáforo” de los temas que aborda el proyecto de “ley de bases” al equipo del presidente de la Cámara baja. Según precisaron en la bancada comandada por el cordobés Rodrigo De Loredo, entre los temas en rojo se encuentran los tres que objetan en Pro así como el paquete de privatizaciones de las empresas públicas. En amarillo se destacó, entre otras medidas, el blanqueo, la reforma de las competencias de la Oficina Anticorrupción y la transferencia de las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad al Tesoro. “Tenemos que encontrar un bien común denominador entre las posiciones de los distintos bloques para llegar a un dictamen”, destacó Alejandro Cacace, secretario parlamentario de la UCR.
En línea con estas objeciones está la bancada que conduce Miguel Ángel Pichetto, compuesta por 23 diputados que fueron parte de Juntos por el Cambio. Además de Emilio Monzó, Nicolás Massot y Margarita Stolbizer (GEN), en este espacio gravitan los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes llevan sus demandas locales y pelean por los intereses de sus provincias, tal como sucedió la semana pasada con las modificaciones al capítulo sobre la Ley de Pesca. Tras reunirse con Francos, cinco mandatarios patagónicos, entre los que se encontraba Torres, lograron retrotraer cambios en la regulación de la actividad pesquera que proponía el megaproyecto de ley.
Por su parte, tanto el bloque de Unión por la Patria (UP), de 102 diputados, como el del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), de cinco, se encaminan a su rechazo en pleno. Como primera objeción, la bancada que conduce el santafesino Germán Martínez (UxP) solicitó al oficialismo que la totalidad del Gabinete asista de manera presencial a los plenarios convocados para esta semana. “El problema no es que si se aprueban el mega-DNU y la ley ómnibus va a ser derrotado el peronismo. El que va a ser derrotado es el pueblo argentino, con sus 47 millones de habitantes”, sostuvo Martínez sobre los alcances de las iniciativas impulsadas por Milei.
La Cámara de Diputados, en un plenario de comisiones, iniciará hoy la discusión del proyecto de ley ómnibus del Gobierno, que contempla una amplia desregulación de la economía y del Estado. Las bancadas de Pro, la UCR y Hacemos condicionaron su apoyo a limitar la delegación de facultades especiales al Poder Ejecutivo, en especial en materia de jubilaciones y privatizaciones. El oficialismo aseguró ayer que en el Gobierno “ganó la racionalidad” y aceptará propuestas de cambios.
El megaproyecto de ley enviado por el presidente Javier Milei al Congreso tendrá este martes un primer abordaje en la Cámara de Diputados. Tras los cuestionamientos públicos que ya realizó un sector de la oposición que se mostró dispuesta a acompañar la iniciativa si se aceptan cambios, en el oficialismo aseguran que están “abiertos a recibir modificaciones”. Así, la intransigencia que expuso la semana pasada un sector del Gobierno ante las trabas legislativas penduló hacia una posición de mayor pragmatismo.
“Ganó la racionalidad. Hay cosas que se van a aceptar para mejorar las propuestas”, confiaron cerca del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien tiene el desafío de buscar los consensos necesarios para lograr que el proyecto “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” obtenga la media sanción y esté en condiciones de convertirse en ley.
El debate comenzará hoy durante el plenario entre Legislación General; Asuntos Constitucionales; y Presupuesto y Hacienda, convocado para las 14, donde se buscará apurar el tratamiento del megaproyecto del Ejecutivo.
Los funcionarios que asistirán serán el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, para explicar la reforma del Estado; y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, para brindar detalles sobre los cambios en la Justicia. En tanto, se espera que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Guillermo Francos; el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro; y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; asistan mañana y el jueves de esta semana.
La intención del oficialismo es cerrar la discusión del proyecto de ley “ómnibus” en comisiones la semana que viene y llevar al recinto un dictamen que tenga el aval de 129 diputados el jueves 25 de enero. El tiempo no está a su favor: las sesiones extraordinarias fueron convocadas por el Gobierno solo hasta el 31 de este mes.
Con el foco puesto en ser una “oposición responsable” que no obstruya la gobernabilidad, las bancadas Pro, UCR y Hacemos Coalición Federal apuestan a discutir el contenido del mamotreto de 664 artículos entre los que se plantean, entre otras, reformas políticas, penales, tributarias, energéticas y administrativas. El aumento de las retenciones, la suspensión de la fórmula de movilidad jubilatoria, la delegación de facultades al Ejecutivo y la privatización de empresas públicas son los puntos que les resultan controversiales y en los que pretenden introducir modificaciones.
Este mosaico de 97 legisladores “dialoguistas” será la llave del quorum para los libertarios, que suman 40 voluntades con los bloques aliados. No obstante, su acompañamiento estará atado al nivel de plasticidad del Gobierno para aceptar los cambios que planteen durante las reuniones previstas para las próximas semanas.
“Estamos abiertos al diálogo, a las sugerencias y todo aquel que pueda aportar a que la ley mejore en torno a los objetivos de la libertad será escuchado; no se negocia el contenido de la ley y no va a haber modificaciones de ninguna índole, excepto que esa sugerencia venga acompañada de una mejora”, precisó ayer por la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.
Los bloques
Los legisladores de Pro son quienes más cerca se encuentran de las medidas propuestas por el Poder Ejecutivo. Con referentes de su espacio en la actual administración, coinciden en una gran parte del compendio de reformas, aunque ponen reparos sobre temas que les resultan incómodos.
La suba de las retenciones para los productos de las economías regionales así como el aumento de la alícuota para los derivados de la soja hacen ruido dentro del espacio liderado por Cristian Ritondo. Lo mismo ocurre con la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria, a través de la que se le podría otorgar al Poder Ejecutivo discrecionalidad para hacer “aumentos periódicos atendiendo prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos”. Otro aspecto que genera incomodidad es la intención de Milei que el Congreso le delegue facultades en la mayoría de las áreas de la administración de gobierno. “En términos generales estamos de acuerdo, pero va a haber otros donde vamos a hacer sugerencias de cambios”, expresó el diputado bonaerense Alejandro Finocchiaro (Pro) en declaraciones a la radio Futurock. bloque radical, por su parte, le entregó el viernes un “semáforo” de los temas que aborda el proyecto de “ley de bases” al equipo del presidente de la Cámara baja. Según precisaron en la bancada comandada por el cordobés Rodrigo De Loredo, entre los temas en rojo se encuentran los tres que objetan en Pro así como el paquete de privatizaciones de las empresas públicas. En amarillo se destacó, entre otras medidas, el blanqueo, la reforma de las competencias de la Oficina Anticorrupción y la transferencia de las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad al Tesoro. “Tenemos que encontrar un bien común denominador entre las posiciones de los distintos bloques para llegar a un dictamen”, destacó Alejandro Cacace, secretario parlamentario de la UCR.
En línea con estas objeciones está la bancada que conduce Miguel Ángel Pichetto, compuesta por 23 diputados que fueron parte de Juntos por el Cambio. Además de Emilio Monzó, Nicolás Massot y Margarita Stolbizer (GEN), en este espacio gravitan los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quienes llevan sus demandas locales y pelean por los intereses de sus provincias, tal como sucedió la semana pasada con las modificaciones al capítulo sobre la Ley de Pesca. Tras reunirse con Francos, cinco mandatarios patagónicos, entre los que se encontraba Torres, lograron retrotraer cambios en la regulación de la actividad pesquera que proponía el megaproyecto de ley.
Por su parte, tanto el bloque de Unión por la Patria (UP), de 102 diputados, como el del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), de cinco, se encaminan a su rechazo en pleno. Como primera objeción, la bancada que conduce el santafesino Germán Martínez (UxP) solicitó al oficialismo que la totalidad del Gabinete asista de manera presencial a los plenarios convocados para esta semana. “El problema no es que si se aprueban el mega-DNU y la ley ómnibus va a ser derrotado el peronismo. El que va a ser derrotado es el pueblo argentino, con sus 47 millones de habitantes”, sostuvo Martínez sobre los alcances de las iniciativas impulsadas por Milei.
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