El Gobierno eliminó un requisito para operaciones de comercio exterior
La AFIP y la Secretaría de Comercio no evaluarán la Capacidad Económica Financiera (CEF), algo muy criticado por las empresas
Sofía DiamanteBuscan darles a las empresas una mayor libertad para hacer compras en el exterior
El Gobierno eliminó una restricción clave que limitaba los permisos de importaciones. Se trata del sistema conocido como Capacidad Económica Financiera (CEF), que era un requisito que pedía la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) al momento de generar la declaración. Lo oficializó ayer a través de la resolución conjunta 5478 de la AFIP y la Secretaría de Comercio.
“Se elimina el mecanismo sistémico que calculaba la Capacidad Económica Financiera (CEF) de los contribuyentes, y que se utilizaba para restringir y limitar las operaciones de comercio exterior. En línea con la eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y las Licencias No Automáticas, la eliminación de la CEF busca facilitar y dar certidumbre a los importadores y fabricantes locales para tener un acceso a sus insumos”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo.
“De esta manera, la medida otorgará mayor libertad para importar e impedirá que exista arbitrariedad de parte del Estado a la hora de intervenir en el proceso de compras en el exterior. El sistema CEF constituía una enorme barrera a la hora de importar, analizando un gran número de variables atinentes a la situación financiera de las empresas que no guardan relación con el nuevo sistema declarativo”, agregó el funcionario.
El CEF había nacido en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri. Es un sistema con el cual la AFIP les pide datos a los contribuyentes sobre su condición y actividad económica, patrimonial y financiera. El objetivo inicial era detectar simulaciones de situaciones fiscales o patrimoniales distintas a las reales. Sin embargo, durante el gobierno de Alberto Fernández se utilizó para limitar los permisos de importación.
El sistema CEF de la AFIP, de hecho, está vigente desde la época del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI). Sobrevivió luego durante el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y la actual gestión económica lo mantuvo cuando creó el nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), el 22 de diciembre pasado.
Sin embargo, en el suplemento publicado ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno modificó la resolución que había creado el SEDI para eliminar el sistema de CEF. “Que a fin de avanzar en el proceso de normalización y facilitación del comercio exterior, resulta oportuno y conveniente sustituir las disposiciones del artículo 4º de la citada Resolución General Conjunta N° 5466 (...), en tanto el Sistema de Capacidad Económica Financiera (...) no resultando necesario en la instancia de análisis de las declaraciones efectuadas en el SEDI”, dice la publicación.
La continuidad del CEF con la creación de “las SEDI” había desatado la queja de varios importadores. Sobre todo porque la fuerte devaluación complicó el cupo máximo permitido de cada contribuyente.
La gestión económica de Sergio Massa había aumentado en agosto pasado los requisitos que se pedían en el sistema CEF para limitar al máximo las importaciones. De hecho, si bien el objetivo de la AFIP era monitorear que las operaciones que realizan los contribuyentes se ajusten a su capacidad económica financiera, el sistema preguntaba a las empresas exportadoras si tenían divisas pendientes para liquidar. De ser así, no podían acceder al mercado único de cambios por ese monto.
El CEF es una especie de perfil individual de gestión de riesgo que se actualiza mensualmente con un cupo (un importe determinado) sobre la base de una fórmula de la AFIP. Esa fórmula no se transparenta y sirvió principalmente para obstaculizar a las empresas. Esta vara fue determinante a la hora de acceder a las SIRA que aprobaba la Secretaría de Comercio durante la gestión anterior. Por eso, el objetivo del nuevo subsecretario de Comercio Exterior, Esteban Marzorati, es quitarlo.
El sistema CEF había nacido en la presidencia de Mauricio Macri
Alberto Fernández lo utilizó para limitar los permisos de importación
Empresas obligadas
Si bien el Gobierno normalizó el acceso a importaciones desde el 13 de diciembre pasado, obligó a las empresas a esperar 30 días antes de poder comprar divisas en el mercado único y libre de cambios (MULC). Además, el acceso tampoco es total, sino de manera escalonada: el 25% a los 30 días de ingresada la mercadería a la Aduana; 25% a los 60 días; 25% a los 90 días, y el resto a los 120 días.
Los pagos podrán ser inmediatos solo para las compras al exterior de hidrocarburos y derivados y energía eléctrica. En tanto, luego de 30 días corridos, podrían liberarse la totalidad de los pagos de productos farmacéuticos o insumos para esta industria y fertilizantes o productos fitosanitarios
El Gobierno eliminó una restricción clave que limitaba los permisos de importaciones. Se trata del sistema conocido como Capacidad Económica Financiera (CEF), que era un requisito que pedía la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) al momento de generar la declaración. Lo oficializó ayer a través de la resolución conjunta 5478 de la AFIP y la Secretaría de Comercio.
“Se elimina el mecanismo sistémico que calculaba la Capacidad Económica Financiera (CEF) de los contribuyentes, y que se utilizaba para restringir y limitar las operaciones de comercio exterior. En línea con la eliminación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y las Licencias No Automáticas, la eliminación de la CEF busca facilitar y dar certidumbre a los importadores y fabricantes locales para tener un acceso a sus insumos”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo.
“De esta manera, la medida otorgará mayor libertad para importar e impedirá que exista arbitrariedad de parte del Estado a la hora de intervenir en el proceso de compras en el exterior. El sistema CEF constituía una enorme barrera a la hora de importar, analizando un gran número de variables atinentes a la situación financiera de las empresas que no guardan relación con el nuevo sistema declarativo”, agregó el funcionario.
El CEF había nacido en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri. Es un sistema con el cual la AFIP les pide datos a los contribuyentes sobre su condición y actividad económica, patrimonial y financiera. El objetivo inicial era detectar simulaciones de situaciones fiscales o patrimoniales distintas a las reales. Sin embargo, durante el gobierno de Alberto Fernández se utilizó para limitar los permisos de importación.
El sistema CEF de la AFIP, de hecho, está vigente desde la época del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI). Sobrevivió luego durante el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y la actual gestión económica lo mantuvo cuando creó el nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), el 22 de diciembre pasado.
Sin embargo, en el suplemento publicado ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno modificó la resolución que había creado el SEDI para eliminar el sistema de CEF. “Que a fin de avanzar en el proceso de normalización y facilitación del comercio exterior, resulta oportuno y conveniente sustituir las disposiciones del artículo 4º de la citada Resolución General Conjunta N° 5466 (...), en tanto el Sistema de Capacidad Económica Financiera (...) no resultando necesario en la instancia de análisis de las declaraciones efectuadas en el SEDI”, dice la publicación.
La continuidad del CEF con la creación de “las SEDI” había desatado la queja de varios importadores. Sobre todo porque la fuerte devaluación complicó el cupo máximo permitido de cada contribuyente.
La gestión económica de Sergio Massa había aumentado en agosto pasado los requisitos que se pedían en el sistema CEF para limitar al máximo las importaciones. De hecho, si bien el objetivo de la AFIP era monitorear que las operaciones que realizan los contribuyentes se ajusten a su capacidad económica financiera, el sistema preguntaba a las empresas exportadoras si tenían divisas pendientes para liquidar. De ser así, no podían acceder al mercado único de cambios por ese monto.
El CEF es una especie de perfil individual de gestión de riesgo que se actualiza mensualmente con un cupo (un importe determinado) sobre la base de una fórmula de la AFIP. Esa fórmula no se transparenta y sirvió principalmente para obstaculizar a las empresas. Esta vara fue determinante a la hora de acceder a las SIRA que aprobaba la Secretaría de Comercio durante la gestión anterior. Por eso, el objetivo del nuevo subsecretario de Comercio Exterior, Esteban Marzorati, es quitarlo.
El sistema CEF había nacido en la presidencia de Mauricio Macri
Alberto Fernández lo utilizó para limitar los permisos de importación
Empresas obligadas
Si bien el Gobierno normalizó el acceso a importaciones desde el 13 de diciembre pasado, obligó a las empresas a esperar 30 días antes de poder comprar divisas en el mercado único y libre de cambios (MULC). Además, el acceso tampoco es total, sino de manera escalonada: el 25% a los 30 días de ingresada la mercadería a la Aduana; 25% a los 60 días; 25% a los 90 días, y el resto a los 120 días.
Los pagos podrán ser inmediatos solo para las compras al exterior de hidrocarburos y derivados y energía eléctrica. En tanto, luego de 30 días corridos, podrían liberarse la totalidad de los pagos de productos farmacéuticos o insumos para esta industria y fertilizantes o productos fitosanitarios
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Expectativas por la nueva licitación del bono importador
La brecha cambiaria podría darle atractivo; la deuda comercial con el exterior, ya en US$21.000 millones
Melisa ReinholdSantiago Bausili, presidente del Banco Central
Esta semana, el Banco Central (BCRA) va por la revancha y llevará adelante la tercera licitación de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre, más conocidos como Bopreal. Tras el fracaso que significaron las primeras dos subastas, las cuales tuvieron una baja participación por parte de los importadores, los analistas del mercado consideran que en esta ocasión el recalentamiento de la brecha cambiaria podría jugar a favor del Gobierno.
El Bopreal se lanzó a finales de diciembre con el objetivo de normalizar la deuda que la entidad monetaria tiene con los importadores. “Son los instrumentos ideados y ofrecidos por el BCRA para ofrecer una solución lo más ordenada, transparente, indiscriminada y efectiva posible ante el histórico crecimiento de deudas comerciales con el exterior surgidas a raíz del retraso cambiario y la consecuente falta de divisas que torna inviable la posibilidad de hacer frente a dichas obligaciones en forma inmediata”, explica la página oficial de la entidad que preside Santiago Bausili.
Sin embargo, en la primera licitación se recibieron 34 ofertas que fueron adjudicadas por un total de US$68 millones frente a los US$750 millones que se ofrecieron en la Serie 1 (una adhesión del 9%). A la segunda subasta le fue incluso peor, ya que solo captó US$57 millones (7,6% del monto ofrecido). Entre ayer y hoy se llevará adelante la tercera licitación de la Serie 1, instrumento que será ofrecido dos veces por semana hasta finales de enero.
Para intentara traerlos pesos de los importadores, la Serie 1 del Bopreal vence en octubre de 2027 y, aunque es la serie más larga, también paga la mayor tasa de interés (5% anual). Además, es elegible para el pago de impuestos, no paga alícuota por el impuesto PAIS y autoriza excepcionalmente al acceso al mercado de cambios a partir de febrero para el pago de importaciones de bienes y servicios por hasta el 5% del valor total de los títulos Bopreal adquiridos (si la participación fue de al menos del 50% de la deuda), características solo válidas para las suscripciones que se realicen este mes.
“Aún sin precio de mercado, los bids [ofertas] se ubican entre US$60 y US$70. Considerando una brecha que en el corto plazo posiblemente vaya en aumento, creemos que hay valor en este bono: la magnitud de la brecha es clave en el atractivo del bono, puesto que permite ganar el diferencial entre el dólar oficial al que se ingresa en la licitación y el contado con liquidación (CCL)”, señalaron desde Invertir en Bolsa (Grupo IEB).
Esto sucede porque el importador puede suscribirse al bono, luego darse vuelta y venderlo en el mercado secundario al dólar contado con liquidación. De esta manera, se esquiva el cepo cambiario, que prevé que las empresas que operen dólares financieros no podrán acceder al mercado único y libre de cambios (MULC) por los próximos 90 días, según explicó Fermín Ezequiel López, portfolio manager de Cocos Capital. A mayor brecha, más atractiva se vuelve la operación.
“Distante está el escenario hace dos semanas, donde la brecha llegaba a ubicarse en torno al 12%, generando que el CCL spot quede muy por debajo del tipo de cambio implícito resultante de licitar y vender contra cable, lo cual generó una escasa demanda en las licitaciones. Hoy, con una brecha por encima del 40% (con un CCL spot cerca de $1200), la historia es diferente. Si bien al mercado le cuesta pricear estos bonos con poco volumen y puntas muy separadas, se puede aproximar a un tipo de cambio implícito entre $1250-1350, haciendo más interesante la chance de generar CCL sin afectar la restricción cruzada vigente para importadores de MULC/CCL”, completó López.
Mientras tanto, el Gobierno extendió esta semana la inscripción del Padrón de Deuda Comercial por importaciones con proveedores del exterior hasta el próximo 24 de enero. Según informó ayer la Secretaría de Comercio, el monto registrado hasta el momento es de US$21.000 millones.
Se trata de un registro de inscripción para todas aquellas compañías que, habiendo realizado operaciones e importaciones de bienes o servicios hasta el 13 de diciembre, no accedieron al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para cancelar la totalidad de las obligaciones. “Hay que recordar que los inscriptos en el padrón podrán optar por las series 2 y 3 de Bopreal, que permiten al BCRA refinanciar la deuda a menor plazo que la Serie 1. Habrá que monitorear si surgen noticias positivas en las próximas licitaciones”, señalaron desde Delphos Investment.
Esta semana, el Banco Central (BCRA) va por la revancha y llevará adelante la tercera licitación de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre, más conocidos como Bopreal. Tras el fracaso que significaron las primeras dos subastas, las cuales tuvieron una baja participación por parte de los importadores, los analistas del mercado consideran que en esta ocasión el recalentamiento de la brecha cambiaria podría jugar a favor del Gobierno.
El Bopreal se lanzó a finales de diciembre con el objetivo de normalizar la deuda que la entidad monetaria tiene con los importadores. “Son los instrumentos ideados y ofrecidos por el BCRA para ofrecer una solución lo más ordenada, transparente, indiscriminada y efectiva posible ante el histórico crecimiento de deudas comerciales con el exterior surgidas a raíz del retraso cambiario y la consecuente falta de divisas que torna inviable la posibilidad de hacer frente a dichas obligaciones en forma inmediata”, explica la página oficial de la entidad que preside Santiago Bausili.
Sin embargo, en la primera licitación se recibieron 34 ofertas que fueron adjudicadas por un total de US$68 millones frente a los US$750 millones que se ofrecieron en la Serie 1 (una adhesión del 9%). A la segunda subasta le fue incluso peor, ya que solo captó US$57 millones (7,6% del monto ofrecido). Entre ayer y hoy se llevará adelante la tercera licitación de la Serie 1, instrumento que será ofrecido dos veces por semana hasta finales de enero.
Para intentara traerlos pesos de los importadores, la Serie 1 del Bopreal vence en octubre de 2027 y, aunque es la serie más larga, también paga la mayor tasa de interés (5% anual). Además, es elegible para el pago de impuestos, no paga alícuota por el impuesto PAIS y autoriza excepcionalmente al acceso al mercado de cambios a partir de febrero para el pago de importaciones de bienes y servicios por hasta el 5% del valor total de los títulos Bopreal adquiridos (si la participación fue de al menos del 50% de la deuda), características solo válidas para las suscripciones que se realicen este mes.
“Aún sin precio de mercado, los bids [ofertas] se ubican entre US$60 y US$70. Considerando una brecha que en el corto plazo posiblemente vaya en aumento, creemos que hay valor en este bono: la magnitud de la brecha es clave en el atractivo del bono, puesto que permite ganar el diferencial entre el dólar oficial al que se ingresa en la licitación y el contado con liquidación (CCL)”, señalaron desde Invertir en Bolsa (Grupo IEB).
Esto sucede porque el importador puede suscribirse al bono, luego darse vuelta y venderlo en el mercado secundario al dólar contado con liquidación. De esta manera, se esquiva el cepo cambiario, que prevé que las empresas que operen dólares financieros no podrán acceder al mercado único y libre de cambios (MULC) por los próximos 90 días, según explicó Fermín Ezequiel López, portfolio manager de Cocos Capital. A mayor brecha, más atractiva se vuelve la operación.
“Distante está el escenario hace dos semanas, donde la brecha llegaba a ubicarse en torno al 12%, generando que el CCL spot quede muy por debajo del tipo de cambio implícito resultante de licitar y vender contra cable, lo cual generó una escasa demanda en las licitaciones. Hoy, con una brecha por encima del 40% (con un CCL spot cerca de $1200), la historia es diferente. Si bien al mercado le cuesta pricear estos bonos con poco volumen y puntas muy separadas, se puede aproximar a un tipo de cambio implícito entre $1250-1350, haciendo más interesante la chance de generar CCL sin afectar la restricción cruzada vigente para importadores de MULC/CCL”, completó López.
Mientras tanto, el Gobierno extendió esta semana la inscripción del Padrón de Deuda Comercial por importaciones con proveedores del exterior hasta el próximo 24 de enero. Según informó ayer la Secretaría de Comercio, el monto registrado hasta el momento es de US$21.000 millones.
Se trata de un registro de inscripción para todas aquellas compañías que, habiendo realizado operaciones e importaciones de bienes o servicios hasta el 13 de diciembre, no accedieron al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para cancelar la totalidad de las obligaciones. “Hay que recordar que los inscriptos en el padrón podrán optar por las series 2 y 3 de Bopreal, que permiten al BCRA refinanciar la deuda a menor plazo que la Serie 1. Habrá que monitorear si surgen noticias positivas en las próximas licitaciones”, señalaron desde Delphos Investment.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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