lunes, 25 de marzo de 2024

EL EQUILIBRIO FISCAL Y EL ESCENARIO DIPLOMÁTICO


Por efecto de la inflación, las jubilaciones perdieron 34%
Además del efecto de la inflación, el presupuesto mostró en los primeros 100 días de gobierno una fuerte caída y subejecuciones en programas de las áreas de Educación y Salud 
Laura Serra | Ilustración Alfredo SabatJavier Milei
El “efecto licuadora”, que explica la reducción del gasto público por la inflación, ayudó al Gobierno a eliminar el déficit. El sector que más contribuyó al ajuste del gasto fueron las jubilaciones y pensiones, que tuvieron una caída en términos reales del 34,8% respecto del mismo bimestre de 2023, según el último informe de la asociación argentina de presupuesto. El segundo puesto lo ocupan los subsidios energéticos.
El “efecto licuadora”, fenómeno que se explica por el impacto que la alta inflación tiene sobre el gasto, ha sido hasta ahora el principal aliado del Gobierno en el ajuste de las cuentas públicas. Si el ministro de Economía, Luis Caputo, pudo exhibir superávits financieros en los dos primeros meses del año se lo debe, en gran medida, a la licuación de los ingresos de jubilados y empleados públicos y de las transferencias corrientes, entre ellas subsidios y programas sociales.
El sector que más contribuyó al ajuste del gasto fueron las jubilaciones y pensiones, ya que las prestaciones a la seguridad social, que concentran el 43% del gasto primario, tuvieron una caída en términos reales del 34,8% respecto del mismo bimestre del año pasado según consigna el último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). El segundo puesto lo ocupan los subsidios energéticos, seguidos por los gastos de capital y, en cuarto lugar, los programas sociales, consigna la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El desfase entre la fórmula actual de movilidad -que combina la variación salarial y la recaudación de la Anses- y el alza inflacionaria de los primeros meses del año explican la caída en los haberes de los jubilados y pensionados en este primer bimestre del año. El impacto fue mayor en los haberes superiores a la mínima (a los que el Gobierno no benefició con bonos): según la OPC, sufrieron una reducción real del 43,0% interanual. Menor fue la pérdida de los haberes mínimos (-27,8%), ya que el cobro del bono amortiguó el golpe.
El Gobierno anunció que a partir del mes próximo los ingresos jubilatorios serán actualizados con el índice de inflación, con un incremento adicional único -en abril- del 12,8% en compensación por lo perdido por la inflación de enero (que trepó al 20,6%). En la Cámara de Diputados la oposición insistirá en subir el porcentaje de compensación.
La decisión del Gobierno de pisar las transferencias corrientes para financiar los subsidios a la energía también fue clave en la caída del gasto. Durante el primer bimestre la caída fue del 60,1% en términos reales respecto de igual período del año pasado, señala la ASAP, lo que provocó que las distribuidoras eléctricas presentaran esquemas tarifarios con aumentos significativos que varían según el nivel de consumo y la segmentación de los usuarios.
Tercero en el orden de aporte a la reducción del gasto, los gastos de capital también sufrieron una fuerte retracción en estos dos primeros meses del año. Según la OPC fue del 82,4% básicamente porque se redujeron a cero las transferencias de capital a empresas públicas: son los casos de Enarsa, AYSA, Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles y Arsat. También se paralizó el giro de recursos a las provincias para la realización de obras públicas como de inversiones directas en proyectos viales y equipamiento educativo.
En su informe, la ASAP detalla cómo impactó en las provincias el cierre del grifo de fondos para obras públicas. Provincias que solían ser las más beneficiadas en el reparto durante los gobiernos kirchneristas ahora son las más castigadas por el recorte: La Rioja (-99,8%); Santa Cruz (-98,4%); Formosa (-96,6%); Misiones (-96,3%), y Santiago del Estero (-94%) pueden dar fe de ello, aunque en general todos los distritos experimentaron el rigor de la motosierra.
El ajuste en los programas sociafuerte les cobró como principal víctima el Potenciar Trabajo: el gobierno de Javier Milei, de la mano de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció su disolución tras denunciar serias irregularidades en la intermediación de movimientos sociales en la gestión de la asistencia.
El reemplazo de este plan por otros dos programas -Volver al Trabajo, en el que se agrupará alrededor de un millón de personas, y el Programa de Acompañamiento Social, con alrededor de 200.000 personas- vino de la mano de una caída presupuestaria, casi el 40% real interanual, explicado mayormente por la pérdida de poder de compra de las prestaciones, señala la OPC.
La caída también alcanzó a las Becas Progresar (-32,0% a/a real); al programa Atención Médica a los beneficiarios de pensiones no contributivas (-41,4% a/a real), y al Programa Acompañar (-64,8% a/a real), este último destinado a mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género.
A la hora de analizar la ejecución del presupuesto destinado a la promoción y la asistencia social, llama la atención la fuerte subejecución de numerosas partidas, que ya están desactualizadas en términos nominales. Son los casos del Plan Nacional de Primera Infancia que, con 9200 millones de presupuesto, solo se ejecutó el 2%. O el programa para la Integración para personas con Discapacidad (2,6% de ejecución).
Este freno puso en alerta a los responsables de Desarrollo Social de un amplio grupo de provincias –en su mayoría opositoras– que, en un documento, expresaron su preocupación por la situación social en sus distritos e insistir con su reclamo por la restitución de la asistencia social por parte de la Nación.
En Educación la subejecución es también llamativa. La destinada a Infraestructura y Mantenimiento Escolar, por caso, apenas si ejecutó el 0,82% de sus casi $63,7 mil millones previstos para este año. El programa destinado al Fortalecimiento de Jardines de Infantes apenas si gastó el 0,99% de su partida. También el programa Conectar Igualdad padece el rigor del ajuste: solo se gastó el 5,34% de su presupuesto.
El Gobierno anunció que a partir del mes próximo los ingresos jubilatorios serán actualizados con el índice de inflación, con un incremento adicional único -en abril- del 12,8%
El área sanitaria
En el rubro Salud todas las partidas destinadas a mejorar la infraestructura están paralizadas, mientras que programas claves, como Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica y Prevención y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles presentan ejecuciones mínimas: 11,3% y 0,74%, respectivamente.
Si de ejecución del gasto se habla, tanto la ASAP como la OPC señalan el fuerte ritmo en la ejecución del gasto que se observó durante el primer bimestre del año. Al último día de febrero alcanzó del 24%, siendo el valor más alto de la serie 20152024, señala la ASAP. Esto se explica por el reducido monto del crédito
Se descuenta que durante el segundo semestre el Gobierno se verá obligado a aumentar el gasto presupuestario para actualizar el monto de las partidas sujetas al ritmo inflacionario total ya que el presupuesto 2023 fue prorrogado y el Gobierno decidió no aumentar sus partidas.
De un total de 16 jurisdicciones (9 ministerios más 7 jurisdicciones con la misma jerarquía presupuestaria), 5 de ellas ejecutaron su presupuesto en un porcentaje superior al promedio: los servicios de la deuda pública (55,5%); el Poder Judicial y el Ministerio Público (con 29,9% de ejecución respectivamente); el Ministerio de Defensa (26%) y el Ministerio de Seguridad (25,8%). En contrapartida, las más retrasadas en la ejecución de sus partidas son el Ministerio de Economía (8,2%) y el Ministerio del Interior (8,5%).
Se descuenta que durante el segundo semestre el Gobierno se verá obligado a aumentar el gasto presupuestario para actualizar el monto de aquellas partidas que necesariamente están sujetas al ritmo inflacionario, como las prestaciones previsionales o las remuneraciones al sector público. En el Congreso la oposición espera que dicha ampliación presupuestaria sea por ley, aunque todos los gobiernos anteriores -y difícilmente el de Milei sea la excepción- optaron por la vía expeditiva de un decreto de necesidad y urgencia

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Decisiones en la intimidad del poder
La intimidad de Olivos, donde el Presidente prepara 3000 nuevas medidas y define el futuro del cepo; los cambios de formas y de fondo; su mesa chica y el armado silencioso de “el jefe”
José Del RioJavier Milei
La biblioteca del presidente Javier Milei en la quinta de olivos no tiene eufemismos. Los aparatos estatales nos aplastan, El capitalismo no es el problema, es la solución, El estado: la lógica del poder político y La fatal ignorancia son solo algunos de los libros que nutren los estantes que montó en la residencia a pocos días de asumir. la estética libertaria asoma por todos y cada uno de los espacios y se trata no solo de una cuestión de formas, sino de fondo.
Un pasillo que cuenta con más de seis cuadros con su esfinge dibujada por sus fans, leones y hasta un cuadro de Conan, su mastín inglés que falleció en 2017, le dan el marco al living. Quienes habitan allí desde hace tiempo parecen acostumbrarse a esta nueva lógica de poder. “Ya no hay asesores ni ejércitos de analistas de focus groups, tampoco se reciben multitudes ni rotan personajes tan disímiles como durante la época de Alberto Fernández y su mujer, Fabiola”, relata alguien que trabaja desde hace años en la residencia. Pero eso no implica que allí no habite el poder real. Todo lo contrario. Es el lugar elegido por el Presidente para sus encuentros más íntimos, para su análisis y cálculos matemáticos de la actualidad y hasta para elaborar los diagramas que luego presentará a su mesa chica en Balcarce 50.
Cada mañana repite una rutina a rajatabla. Poco después de las seis comienza el día saludando a Murray, Milton, Robert y Lucas, sus “hijos de cuatro patas”, como suele describirlos. Maneja el carro de golf que lo traslada desde su residencia hasta los caniles especialmente preparados y juega con ellos, que están cuidadosamente separados tras haber perdido el espíritu de manada. Es su cable a tierra en medio de la actualidad frenética.
Atrás quedaron los días en los que Dylan, la mascota de Alberto Fernández, se había convertido en celebrity y no solo paseaba libremente sino que tenía su propia cuenta de Instagram que fue abandonada en agosto de 2023 cuando el personaje perdió toda su popularidad al igual que su amo.
En el medio del verde y con el silencio de una quinta habitada al mínimo, el Presidente traza los que serán sus próximos pasos al frente del gobierno y es habitual que se reúna uno a uno con economistas a los que respeta. El foco que lo desvela está puesto en tres áreas principales que son espejo de las preocupaciones de los argentinos, según todas las encuestas de opinión pública: la economía, la inseguridad y la contención social. Tal como lo hizo en campaña, no trabaja con un analista propio, sino que toma la temperatura de la suma de las mediciones y es el promedio de los últimos datos lo que lo tiene exultante por estos días. “El 70% de los argentinos confían en que la inflación va a bajar y lo hacen sabiendo que su situación económica particular está hoy peor”, le comentó a una persona de confianza la semana pasada. También notó una mejora sustancial en lo que la opinión pública ve de su política de seguridad. Esas compulsas le resultan clave al momento de afirmar quiénes “no la ven” y quiénes sí. Es en la misma línea de lo que su ministro de Economía, Luis Caputo, reflejó en el encuentro del Cicyp: “la gobernabilidad es la gente y no los políticos”.
Al igual que sus diálogos en X adonde tiene dos horarios bien marcados para la interacción y lee la mayor parte de los comentarios de sus 2,7 millones de seguidores. Un momentum para su catarata comunicacional suele ser poco después de las 8 cuando aprovecha su desayuno –café negro y dos barras proteicas de frutilla de Ena Sport, la compañía familiar argentina liderada por Martín Fidani– para contestar mensajes en las redes sociales, retuitear y disparar sus conceptos, también al cerrar el día. “Es donde más cómodo me siento porque hablo sin intermediarios y la gente me entiende, comenta y me escucha. Los políticos sienten profunda envidia porque no saben ni pueden hacerlo ni tienen esa relación porque basaron su track record en mentir”, le afirmó hace pocos días a Fátima Florez, su pareja, mientras desayunaban. Los juegos de probabilidades también están a la orden del día en la toma de decisiones como también lo está un esquema de diagramas de escenarios que él dibuja de puño y letra y donde entran el decreto de necesidad y urgencia, la ley ómnibus y hasta la salida del cepo. El Presidente baraja su propio “por sí o por no” y qué implica cada uno de esos caminos en materia de implementación o de conflicto. De hecho, es justamente con esa lógica que no está apurado por salir del cepo, aunque sí está decidido a hacerlo. “Muchos economistas nos dicen que debería ser ya, que es el momento y demás, pero a nosotros nos da una probabilidad de éxito del 60% y una de no éxito del 40% y no estamos dispuestos a correr ese riesgo. Lo haremos, sin duda, pero cuando ese porcentaje de éxito de ocurrencia sea mayor aún”, le explicó el Presidente a un importante directivo en una reunión que mantuvo a puertas cerradas esta semana. Si bien la convocatoria al Pacto de Mayo continúa vigente, en el gobierno libertario son bastante escépticos sobre la ayuda potencial que pueda darles la política tradicional. Por eso trazan puertas adentro una lógica de viabilidad de cuestiones que dependen directamente del Ejecutivo y las separan de aquellas para las que será necesario tener más fuerza propia en el ámbito legislativo.
Próximos pasos
“La salida del cepo será un minuto antes de la competencia de monedas. Pero para eso todavía falta. La baja de impuestos también está en el norte pero no para el cortísimo plazo”, agregó a su gabinete. La lógica de las reuniones con su equipo también son distintas respecto de otras presidencias: se trata de encuentros sin los tradicionales carteles de protocolo y en los que casual o causalmente nadie tiene la silla asegurada. La confidencialidad de lo conversado es para los libertarios una obligación. Quien no la cumpla podrá recibir el tradicional “afuera” en tiempo real y sin preaviso. Milei también mantiene una lógica de comunicación uno a uno. Varias veces por día habla con Caputo, a quien define como “un genio de las finanzas”, con Patricia Bullrich, “con quien nos entendemos perfectamente”, y con Sandra Pettovello, quien además de ser amiga personal del Presidente lidera una de las áreas más sensibles y la que tiene “billetera” en un país “sin plata”. Con el resto del equipo hay encuentros de gabinete y reuniones pero no varias comunicaciones diarias como con esta tríada que es el core de la primera etapa de gobierno. La lectura de hecho es política. Si la economía va bien, mejora la seguridad y la contención social se vuelve realidad, la elección de 2025 le dará marco a una mayor fortaleza en el Congreso en la que ya está trabajando “el jefe”, su hermana y Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
Las prioridades de Caputo, en tanto, están claras. Después de celebrar salir indemne de lo que describen como “la peor herencia de la historia”, destacó en Cicyp que en el primer bimestre tuvo superávit financiero, el primero desde 2011, y la tendencia a la baja de la inflación tras el pico de diciembre. La otra cuestión por la que festeja es la estabilidad cambiaria, aunque miran de reojo el devenir de la actividad y la recaudación. El Presidente no cree que sea necesaria una nueva devaluación y se enoja con aquellos que se la piden. “¿Por qué habría de hacerlo con la brecha que hoy tenemos y con los más de US$10.500 millones que ya recompró el Banco Central?”, se le escuchó hace pocos días en un tono más vehemente que lo habitual. Es que varios de los bancos y analistas habían vaticinado un dólar a $2000, $4000 u $8000 e incluso algunos de sus asesores que recuerdan la convertibilidad se lo recomiendan. Pero está convencido de que eso no será necesario. Además, dijo en una reunión esta semana que tal como afirmó Caputo, la base monetaria se redujo un 38% gracias a una tasa real muy negativa y planea seguir por el mismo rumbo.
Respecto de la inflación son optimistas en olivos. Aseguran que va camino a un dígito y en baja genuina, pero que marzo es todavía un mes complejo para pronósticos dada su estacionalidad. De ahí la demora en los incrementos de la tarifa de gas, que pasaron a abril.
Los próximos pasos no suponen momentos de mayor calma. Tiene listo un paquete con otras 3000 medidas que se incorporarán a las 1000 ya enviadas. no parece importar demasiado que de las primeras hubo tantas marchas y contramarchas porque en lo profundo del Gobierno buscan librar una doble batalla. La primera, más visible, es la de su aprobación –muy compleja con su nivel de representación en el legislativo– y la segunda, que está debajo de las napas, es la de instalar socialmente nuevos ejes de debate sobre cuestiones que parecían innombrables. Ese punto es central para descubrir la nueva lógica de liderazgo. “Todo lo que pueda privatizar lo vamos a privatizar y todo aquello que no sea una reforma estructural en la que el Congreso siempre es imprescindible lo haremos sin prisa pero sin pausa”, agregó el Presidente a una persona de su confianza mientras recorría el verde de olivos, donde crecen las ovejas Malevo y Argentina que llegaron de la mano de Alberto Fernández, los conejos que están desde la gestión de Mauricio Macri y la por ahora deshabitada cancha de fútbol en la que los cambiemitas dirimían pospartido el devenir nacional. El silencio aparece como su aliado principal también para las noches de ópera.
El Presidente habla en Olivos con economistas a los que respeta Caputo, Bullrich y Pettovello integran el círculo de comunicación diaria
Belgrano y Alberdi
Mientras los hábitos empiezan a acentuarse, también lo hacen las decisiones. Si bien no está apurado por salir del cepo, sabe que eso será imprescindible para la recuperación económica más fuerte. El Banco Central, en tanto, continúa contra reloj con la impresión de los dos nuevos billetes de $ 10.000 y de $ 20.000 que llegarán en junio. El primero tendrá la efigie del general Manuel Belgrano, abogado de profesión, vocal de la Primera Junta de gobierno y militar a cargo del Ejército del norte junto a María Remedios del Valle, que fue nombrada capitana por el creador de la bandera. En tanto, para el de mayor denominación el elegido es Juan Bautista Alberdi. El abogado, pensador e intelectual asociado a la Confederación Argentina posterior a la batalla de Caseros, fue una de las inspiraciones para la Constitución de 1853 que el actual presidente suele citar como referencia y que, no por casualidad, fue el primer libro en acomodar en su nueva biblioteca. Justo al lado de un armario lleno de gorras con inscripciones que supone de época: una dice “las fuerzas del cielo” y la otra, que regala a sus detractores, “no la ven”


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