sábado, 9 de marzo de 2024

EL ESCENARIO , 0PINIÓN Y AL MÁRGEN DE LA SEMANA


La desconfianza de Milei
El Presidente es escéptico del Pacto de Mayo porque cree que la política le va a “mover el arco”; las lecciones de Cristina Kirchner y Macri
Maia JastreblanskyJavier Milei, el 1° de marzo, cuando abrió las sesiones en el congreso

Javier Milei desconfía del diálogo que se inauguró para llegar al Pacto de Mayo. En la intimidad, dice que el experimento refundacional que impulsó desde el atril en el Congreso tiene más chances de fracaso que de éxito. Él quiere la epopeya de arrastrar a buena parte del arco político a sus ideas, pero pronostica que gobernadores y diputados “le van a volver a correr el arco”. Cerca de él dicen que si lo quieren arrastrar a la menesunda del toma y daca -que él tanto detesta-, todo terminará como en febrero. En la nada.
En contraste con el escepticismo presidencial, el ministro del interior, Guillermo Francos, está revitalizado por el desafío. El funcionario entiende que llegó su momento y quiere demostrar que va a poder ofrendarle a Milei las reformas que hasta ahora los libertarios solo tienen escritas en papel. “Está en un muy buen momento”, describieron cerca suyo.
Lo otro que entusiasma a Francos es que, esta vez, tiene otros “fierros”. Ahora, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, está sentado en la cabecera de la mesa de negociación. Con la primera ley ómnibus, el ministro del interior era enviado a dialogar con la política, pero no podía decidir sobre el texto. Debía darse vuelta para llevar los planteos al ala técnica de Balcarce 50, siempre más intransigente. Que el ministro coordinador, que hasta ahora no estrenó su voz en público, participe del proceso fortalece el nuevo ensayo. “Es clave que los que escriben las reformas se involucren en todo el proceso creativo”, sintetizó un importante colaborador del Gobierno.
Los gobernadores venían reclamando trato con la cúpula del gabinete y con Luis Caputo, que tiene la última palabra sobre la caja. El ministro de Economía no pudo estar en la primera reunión con Posse y Francos por una cuestión de agenda, pero envió al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, que tiene todos los números en la cabeza.
Al tanto del reclamo federal, Milei les encargó a sus tres ministros que pavimenten el sendero al Pacto de Mayo. Su estratega, el asesor Santiago Caputo, que pensó con el Presidente toda la jugada para barnizar de patriotismo las reformas libertarias, no participó del encuentro con los gobernadores en un repliegue táctico. El kingmaker de Milei, de todos modos, custodiará que en todo momento se respete el espíritu ultraliberal.
Con el camino que hizo en estos 90 días, Milei viene demostrando que, en términos de eficacia política, aprende de los aciertos de Cristina Kirchner y de los errores de Mauricio Macri. La hipótesis es avalada por figuras importantes del primer anillo presidencial. De la expresidenta, el líder libertario toma la importancia del relato granítico, la reivindicación de lo ideológico, la interpelación a la juventud y la construcción del líder que redobla la apuesta. Como dijo días atrás Javier Grosman, realizador estético del kirchnerismo: “Una pulsión por construir una épica de la solidez”.
Si Milei hoy advierte que acelera “siempre”, en los tiempos del kirchnerismo se decía que “los pingüinos no caminan para atrás”. Eso explica, por ejemplo, que el Gobierno haya avanzado el lunes con la licencia de los trabajadores de Télam, el vallado de su sede y la baja de su página web, aun sin tener en claro en términos legales y técnicos lo que hará con la agencia de noticias. El objetivo, en el fondo, fue mostrar que el Presidente hace lo que dice.
En el caso de Macri, en cambio, Milei toma la lección del gradualismo versus el shock y apuesta todo a lo segundo. Y algo más: con el anuncio del Pacto de Mayo, el Presidente amalgamó al ala política con su mesa técnica y con su asesor estratégico. Al menos hoy –y a pesar de que puedan tener diferencias– todos están trabajando juntos. La gestión de Cambiemos estuvo marcada a fuego por los constantes tironeos entre lospor entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña, y ministro del interior, Rogelio Frigerio. El actual gobernador de Entre Ríos había intentado impulsar un acuerdo federal de diez puntos en el ocaso de la gestión macrista, casi en soledad. En la Casa Rosada dicen que el gran acuerdo nacional que ellos lanzaron es lo mismo que viene reclamando el resto de la política desde “hace 30 años”.
Pese a que Milei estrenó la temporada de la política con mayúsculas, los libertarios todavía son novatos en la materia. Hay al menos tres líneas distintas trabajando desde la sede de gobierno. La de Francos es la institucional y se completa con el secretario del interior, Lisandro Catalán, mano derecha de extrema confianza del ministro y alguien que estuvo muy activo en los días previos al Pacto de Mayo sondeando voluntades en las provincias.
El área de Posse, hasta este viernes, solo contaba con el secretapara rio de Relaciones Parlamentarias, Omar de Marchi, como operador político. El mendocino, que saltó de Pro a las huestes libertarias, era el único de la Jefatura de Gabinete con interlocución asidua con legisladores y gobernadores.
Posse, en cambio, se había dedicado a diseñar el organigrama libertario, con el objetivo de comprimir estructuras, achicar gastos y simplificar procesos. Ganó poder interno con la absorción del área de Telecomunicaciones y algunas sociedades del Estado que antes estaban en el ex Ministerio de infraestructura. Pero no se había visto cara a cara con la gran política nacional. Ayer estrenó ese rol con los gobernadores. Y en los próximos meses deberá enfrentar las luces públicas cuando presente el informe de gestión en el Congreso.
“Nicolás puede parecer parco, pero es bueno hablando”, aseguró un libertario que lo trató.
La tercera pata política de la Casa Rosada es la de Karina Milei con su flamante mano derecha en la secretaría general de la Presidencia, Eduardo “Lule” Menem. Asesor en el Congreso desde hace 40 años, toda su vida estuvo en las bambalinas del clan familiar. Pero hoy tiene como misión ayudar a la hermana del jefe del Estado en el armado nacional de La Libertad Avanza. “Es el nuevo Kikuchi”, describe un dirigente libertario en alusión al trabajo que en 2023 hizo el senador provincial Carlos Kikuchi. Él fue quien armó la estructura partidaria en todo el país, pero luego terminó mal con los hermanos Milei.
Aunque también está trabajando el 25 de Mayo, Lule tiene un ojo puesto en 2025. Ese interés por el armado de la escuadra libertaria se dejó ver esta semana cuando Ramiro Marra –a quien la hermana del Presidente le hizo la cruz– fue desplazado como jefe del bloque de La Libertad Avanza en la Legislatura porteña. En su lugar fue nombrada María del Pilar Ramírez, muy cercana a la secretaria general de la Presidencia, que logró el apoyo de seis de los nueve legisladores de su bloque.
Dentro de las deudas en materia política que tienen los libertarios, internamente genera impaciencia la cuestión de los nombramientos en organismos como el PAMI o la Anses, que tienen delegaciones en todo el país. Todos los gobiernos usaron esas oficinas como un método de pago político o de llegada directa a las provincias. En un momento de recortes de personal, un nombramiento masivo de tropa propia en el territorio sería problemático, más aún cuando la gestión actual se jacta de ser distinta al resto.
Pero, más allá de los asuntos internos, para la Libertad Avanza 2025 tiene estampado un gran signo de interrogación y es la relación con Pro. “Tratar de hacer territorio cuando no se sabe cuál va a ser nuestra relación con ellos es muy difícil”, razonó un referente libertario. Milei ya pasó el mensaje a los suyos. Les pidió que se “lleven bien” con el macrismo en los territorios porque serán “aliados”. El Presidente cita como ejemplo de asuntos a resolver lo que ocurre en Mar del Plata, donde la diputada Juliana Santillán confronta con el intendente de Pro, Guillermo Montenegro. Él quiere que esos ruidos se apaguen.
El Presidente apunta a un cambio en la composición de las cámaras en las elecciones legislativas que lo pueda sacar de la situación de debilidad parlamentaria. Es que, aunque hoy toda la atención esté puesta en el “gran acuerdo nacional” de mayo, el Presidente tiene un “plan C” para impulsar sus reformas.

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Hacia una agenda cambiaria superadora

Rodolfo Santangelo El autor es economista, presidente de Macroview

Dólar a 1000, olor a atraso cambiario, BCRA que acumula reservas, actividad que se desploma, ¿cómo sigue la película? Un viejo adagio entre operadores de mercado dice: en el corto plazo prestar atención a lo que hacen los (buenos) traders, que saben leer tendencias y flujos de dinero; en el largo plazo ver qué piensan los (buenos) macroeconomistas, que miran el equilibrio general. Esta tensión entre traders y macroeconomistas viene al caso para entender el modelo cambiario implementado desde el 10 de diciembre.
Sorprende que un gobierno que intenta cambiar todo de raíz y que sigue prometiendo eliminar el cepo y hasta dolarizar por ahora sigue con un esquema más propio de Massa que de Hayek. Lejos de ser una crítica, es una muy buena señal estar operando con este pragmatismo porque reconoce que uno de los tantos errores de diseño del programa de diciembre de 2015 fue la muy mala salida del cepo, financiada con ingreso de capitales golondrinas, lo que sembró las bases del colapso posterior.
El esquema elegido es (cortoplacistamente) ingenioso. Permitió simultáneamente acumular reservas en un período estacional que no suele ser el mejor, bajar la brecha y hasta febrero mantener el tipo de cambio exportador en un nivel competitivo. El esquema blend 80/20 por el cual exportadores pueden vender 20% de sus divisas en el mercado alternativo es la causa excluyente por la cual el valor real del dólar libre es casi la mitad del que había en octubre. La baja de la brecha es bienvenida siempre que sea con mecanismos sostenibles. El problema del blend es que es pan para hoy y hambre para mañana.
Si a las reservas del BCRA van a ir solo 0,80 de las expo, en algún momento la sangría de reservas va a volver. Hasta ahora no ocurrió, porque las importaciones “nuevas” posdiciembre tampoco tienen acceso pleno al mercado oficial. En el primer trimestre podrán pagar apenas 40% del monto importado (que además es muy bajo por la recesión), siendo el restante 60% nueva deuda importadora impaga. Si el apagón importador de 2023 (y parte de 2022) fue una nefasta herencia del gobierno anterior (la solución Bopreal tiene beneficios y costos), no se entiende cómo este nuevo stock de deuda impaga no sea considerado lo mismo. Se puede simular un primer semestre del año donde el BCRA compre unos 9000/10.000 de dólares (muy buen dato) que no de casualidad se parezca a unos US$9000 millones de nueva deuda importadora impaga. Y, simultáneamente, los exportadores habrán (mal) vendido unos US$8000 millones en la alcantarilla de los mercados alternativos.
El pequeño problema de este esquema ingenioso es que es insostenible. Porque cuando en la segunda mitad del año los pagos de importaciones sean iguales a las importaciones, el 80% de las expo serán menores al 100% de las impo. Salvo un improbable ingreso de capitales neto, la acumulación de reservas (que aún son negativas en términos netos) se habrá terminado. El FMI se avivó también y exige que el blend (preferential export scheme) acabe el 30 de junio. Ahí surgen las preguntas: eliminar el blend ¿significará revaluar el tipo de cambio nominal del exportador o deberá ser acompañado con un “saltito” compensador? Cuando los exportadores no vendan más dólares en el MEP, sino todo al oficial ¿qué pasará con la brecha?
Ante estas dudas, donde a la larga el macroeconomista tendrá razón, seguro la pregunta es cuándo empezar. Quizás (solo quizás) haber elegido este esquema de trader en diciembre fue una buena idea. Pero se hace absolutamente necesaria una agenda cambiaria superadora que empalme. Y que no es la frase remanida salir del cepo y unificar.
No habrá que caer en el error de persistir en un crawling peg al 2% cuando todavía los melones no están del todo acomodados y la inflación inercial residual todavía va a ser elevada, aun cuando baje a un dígito mensual. No es tarde pero si en marzo y abril sigue el crawl al 2% mensual habrá olor a atraso cambiario. Encarar la agenda cambiaria con un innecesario atraso cambiario sería el peor punto de partida.
La macroeconomía reclama la eliminación del blend cuanto antes mejor y compensada con un saltito que neutralice la revaluación. El trader sabe que es una operación riesgosa que debe ser cuidadosamente implementada y comunicada. El acceso al mercado de las importaciones nuevas debiera ser acelerado y hasta liberado también a la brevedad. Hoy los precios de los productos “importables” incluyen una prima de riesgo al no haber acceso fluido al mercado cambiario.
El tipo de cambio alternativo (MEP/CCL) debe aún encontrar un nivel de equilibrio en un mercado con regulaciones de la CNV más lógicas rumbo a una liberación total. Dos regulaciones habrá algún día que eliminar: la que prohíbe el acceso al MULC a empresas que hayan comprado dólares MEP y la que dificulta pagar importaciones viejas con dólares MEP.
Un objetivo permanente de cualquier agenda superadora es que el Banco Central continúe acumulando reservas hasta equilibrar activos y pasivos en dólares para tener reservas netas cero y luego genuinamente positivas. Fiscalmente será necesario ir obteniendo recursos (más ingresos y/o menos gastos) para compensar la futura reducción y eliminación del impuesto PAIS, necesaria para equilibrar el precio relativo entre bienes exportables e importables.
El último escalón de este proceso cambiario (entendido como una parte de un programa macroeconómico más integral) sería que la unificación del tipo de cambio recién se logre cuando el valor del dólar MEP converja (para abajo) a un valor del dólar comercial ubicado en niveles competitivos. Para ello es clave que la baja del MEP/CCL esté basada en una recuperación genuina en la confianza de la moneda y no en ventas artificiales de exportadores que en una visión macroeconómica significa tirar dólares por la alcantarilla.
Siempre hemos pensado que la liberación y unificación cambiaria debe ser la “frutilla de la torta”, el último paso de graduación una vez que los fund amentals macro económicos estén asentados. Simultáneamente puede “reemplazarse” la innecesaria dolarización con una economía bimonetaria donde un peso estable “conviva” (antes que compita) con el dólar para darles libertad y seguridad a los argentinos que tienen dólares para que los pongan a trabajar y a invertir. Es parte de la larga maratón que ha comenzado

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Visibilizar impuestos que inflan costos y precios
Néstor O. Scibona nestorscibona@gmail.com


La Argentina ostenta dos récords de los que nadie podría enorgullecerse: es el país con mayor inflación del mundo y también el de mayor carga tributaria; en ambos casos, seguido por venezuela.
No es de extrañar, si se considera que la proliferación y/o suba de impuestos es la contracara del aumento del gasto público consolidado (Nación, provincias y municipios), que pasó de 26,6% del PBI en 2004 a 46,2% en 2015 y –con altibajos– se mantuvo por encima del 40% en los últimos años.
otro problema es que el conjunto de 148 impuestos nacionales y provinciales, tasas municipales, cargas y otras contribuciones (según el último relevamiento del Iaraf) inflan costos y precios, pero la mayoría de ellos son desconocidos por el grueso de los consumidores finales que los pagan con cada compra, excepto el IVA de 21% si piden factura.
Muchos impuestos no se ven, pero se sienten. Solo excepcionalmente en unos pocos sectores, que se cuentan con los dedos de una mano (servicios públicos, financieros y transporte aéreo), las facturas o tickets incluyen el detalle de la carga tributaria que eleva el precio final. Así, uno puede enterarse de que el pago de una factura de electricidad o gas en el AMBA incluye entre 27% y 32% de impuestos y tasas varias que los municipios usan como vehículo de recaudación sin contraprestación alguna. En los resúmenes de tarjetas de crédito, la combinación de IVA, impuesto PAIS y percepciones de Ingresos Brutos (II.BB.) en la CABA puede encarecer hasta 35% el costo de la comisión bancaria. Y si compran un pasaje aéreo al exterior, los argentinos deben pagar una decena de impuestos, percepciones y tasas específicas, que casi duplican (48%) la tarifa básica del vuelo.
Otro caso son los autos 0 kilómetros fabricados en el país (solo tres modelos tienen actualmente un precio de lista inferior al equivalente de 20.000 dólares), donde la carga impositiva se eleva a casi 55% repartida entre 9 impuestos, aranceles y tasas, sin contar gastos de patentamiento e impuestos sobre los seguros, con la cual se podrían comprar dos unidades en otros países. La diferencia va al Estado nacional, provincial y municipal.
En productos de consumo masivo –aun recibiendo el ticket– pocos saben que cuando compran una gaseosa en botella de litro y medio, también el 48% del precio al público corresponde a impuestos (IVA, Ganancias, Internos, Seguridad Social e II.BB.); en vinos de gama media (750 ml) llegan a 43,3%; en tetrabrik de un litro, a 43,1%, y en un kilo de yerba mate, a 39,5%, según datos de la CAME. En alimentos, el consumidor paga un promedio de casi 42% del precio en impuestos. Y si una cadena de producción tiene cuatro eslabones, solo la aplicación de II.BB. encarece el producto un 20%, que se traslada al consumidor final, sin contar tasas municipales muchas veces absurdas.
Frente a este desconocimiento casi generalizado y de larga data, un avance es la reciente presentación en el Congreso del proyecto de ley de transparencia fiscal al consumidor, elaborado por el diputado Sergio Capozzi (Prorío Negro) con la adhesión de 15 integrantes del bloque y el apoyo de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor, a cargo de Fernando Blanco Muiño. De ser sancionada, dispone que 180 días después de su publicación todos los comprobantes y/o facturas emitidos en el territorio nacional deberán detallar de manera explícita y desglosada cada carga impositiva, independientemente de su jurisdicción.
El detalle abarca a todas las obligaciones tributarias impuestas por autoridades nacionales, provinciales y municipales incluyendo, pero no limitándose, a los impuestos al valor agregado, a ingresos brutos, tasas municipales y cualquier otro gravamen que afecte la transacción comercial. También deroga un artículo de la ley del IVA incorporado en 1997 que estableció sanciones y multas a quienes discriminen el gravamen en las facturas, como complemento de la prohibición dispuesta por ley de 1973 y que con el correr del tiempo pasaron a resultar verdaderamente insólitas.
Paralelamente, incorpora a la ley de defensa del consumidor (24.240) un inciso sobre concientización y un artículo según el cual las facturas, tickets y comprobantes equivalentes emitidos a consumidores
Un proyecto de ley busca que se informen todos los tributos en los tickets de compra
finales por bienes y servicios en todo el territorio nacional deberán contener información del valor aproximado correspondiente a los tributos federales, provinciales o de la CABA y municipales que tengan incidencia en la formación de los respectivos precios de venta. Incluye IVA; impuestos internos; créditos y débitos bancarios; PAIS; derechos y aranceles a la importación; Ingresos Brutos; tasas municipales, y todo otro tributo indirecto con incidencia en precios. Esta información deberá constar en una sección de “información al consumidor”.
Además, establece que en la publicidad de las prestaciones o servicios de cualquier tipo en los tres niveles del Estado que sean de libre acceso o atención por parte de los ciudadanos no podrá utilizarse la palabra “gratuito” y se deberá aclarar que son solventados con los tributos de los contribuyentes.
En realidad, el nuevo proyecto –de 9 artículos– es una versión ampliada y mejorada de la sección (VII) que había sido incluida en el texto original de la ley ómnibus y no prosperó debido a la negativa de legisladores de varias provincias a visibilizar las cargas tributarias provinciales y municipales. De ahí que Capozzi optó por transformarla en una ley específica en defensa de los consumidores.
Según explica, esta característica la diferencia de las leyes que establecen cambios tributarios y requieren la adhesión de las provincias para ser aplicadas. A modo de ejemplo, señala que la ley de etiquetado frontal consiguió el voto mayoritario del Congreso para incluir contenidos no saludables de azúcar, sodio, grasas y calorías en alimentos envasados; pero muy pocos legisladores se ocupan del contenido excesivo de impuestos para que los consumidores puedan comprarlos. “Cada argentino dedica 7 de los 12 meses del año a pagar impuestos”, completa.
Para su elaboración, el diputado barilochense realizó una ronda de consultas con numerosas ONG, y principalmente con lógica, que preside el abogado y contador Martín olivero Vila y está dedicada a crear conciencia fiscal. Esta organización cobró notoriedad en diciembre de 2022 cuando la selección argentina de fútbol obtuvo la tercera Copa del Mundo en Qatar y, frente a un cartel publicitario luminoso frente al obelisco que celebraba el campeonato, hizo instalar otro similar con la leyenda “Argentina, campeón mundial de impuestos”.
olivero Vila se inspira en el modelo de la ONG brasileña IBPT (Instituto Brasileño de Planeamiento Tributario), que, a través de un intenso trabajo de divulgación, promovió la sanción de una ley que desde 2012 (gobierno de Dilma Rousseff) obliga a exponer en los tickets todos los impuestos que inciden sobre el precio final. Allí se dividen 8 impuestos federales, provinciales y municipales y a partir de la nueva legislación incluyen la discriminación de cada uno, su jurisdicción y su impacto en el precios de cada transacción.
Los impulsores del proyecto descartan que los futuros tickets tengan una longitud desmesurada (tipo rollo de papel) ya que, a los efectos de crear conciencia, la información puede agruparse por jurisdicción e impacto fiscal, sin necesidad de ser excesivamente minuciosa.
Probablemente, el mayor problema esté en convencer a los legisladores de que deberían aprobarlo y son quienes en definitiva votan por la creación de impuestos. Salvo escasas excepciones, no para mejorar la economía sino sus propios ingresos con el dinero de los contribuyentes, como acaba de demostrarlo esta semana el controvertido intento de aumentar sus dietas en 30% sin previo aviso.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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