viernes, 15 de marzo de 2024

INFLACIÓN, INDUSTRIA Y SUPER, IMPORTAR


Los precios de los alimentos, el dólar y las importaciones, la trastienda de otra reunión
Los representantes de la industria visitaron ayer al secretario de Comercio, Pablo Lavigne; los números detrás de la obsesión oficial
Francisco Jueguen
Caputo, en una reunión esta semana con supermercados
El encuentro reservado fue ayer en la Secretaría de Comercio y se trató del corolario de las reuniones que el ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo en los últimos días con empresas de consumo masivo y alimentos, y con los supermercados.
Pablo Lavigne, el secretario de Comercio, recibió a Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). El timing no fue casual: el Gobierno había anunciado anteayer que, por el precio de los alimentos, abriría las importaciones y rebajaría impuestos a esos productos provenientes del exterior. La idea es hacerlos competir con los fabricados localmente. Los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) pusieron el grito en el cielo una vez difundida la novedad: la entidad es dirigida por Funes de Rioja.
En esa circularidad, los temas se repitieron: los precios de los alimentos fijados en los últimos tres meses, las expectativas y actualidad del dólar, y las amenazas oficiales de abrir fronteras a una industria que –se queja– tiene una fuerte presión impositiva. “Fue un buen diálogo”, contaron a la nacion. Dijeron que el objetivo del ministro de Economía es bajar las expectativas de un dólar a $1300 o $1500, con las que se formaron aumentos de precios luego de la devaluación y el sincera miento( la quita de los programas delk ir ch nerismo ). De hecho, Caputo ya les había dicho a los fabricantes que lo lógico era un dólar a $900, que se ubica en una convergencia entre los “libres” y el oficial.
“Es el sector que más le impacta a la gente”, contaron en el quinto piso del Palacio de Hacienda a la nacion. Allí creen que algunos precios en los supermercados “son ridículos” para la situación actual. Citan el café, el arroz o los pañales, entre otros. “Los productores lo reconocen. No hay misterio”, alegan además en Economía.
En su encuentro de todos los martes, la cúpula de la UIA manifestó su “preocupación” por el “trato desigual” para la industria local. “Mientras los productores nacionales deben pagar en cuatro cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días”, se escribió en la minuta oficial.
Antes de que se conociera la inflación de febrero, que fue del 13,2% (una desaceleración por debajo de lo esperado por el mercado), desde Economía habían adelantado que el Banco Central reducirá el plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal. Pasarán de un es quema de pago en cuatro cuota sal os 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días. Además, se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos.
“¿Qué está viendo el Gobierno?”, es la pregunta si el capítulo de alimentos estuvo el mes pasado por debajo del índice general (13,2% del promedio contra el 11,9%)? El economista Amílcar Collante encontró una respuesta: entre diciembre de 2019 y noviembre de 2023, los precios de la ropa se multiplicaron por 13,7; los de restaurantes y hoteles, por 12,8; los alimentos y bebidas, por 11,6; los de recreación y cultura, por 10,8; los de equipamiento y mantenimiento del hogar, por 10,7. El nivel general, por 10,3. Estuvieron por debajo de la inflación promedio salud, bebidas alcohólicas y tabaco, transporte, bienes y servicios varios, educación, comunicación, y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. “Antes de lanzar un programa de estabilización que derrumbe la tasa de inflación hay que alinear los precios relativos”, escribió. “Los precios que crecieron por debajo del IPC-general deberían aumentar por encima del IPC estos meses”, analizó. Entre diciembre de 2023 –cuando asumió Javier Milei y devaluó– y febrero, los precios que más subieron fueron bienes y servicios varios, transporte, salud, comunicación, o sea, los más retrasados. El único que en el último trimestre subió más de la media y que no estaba retrasado es alimentos. En la industria recuerdan que el Indec no solo mide lo que pasa en las góndolas, sino también con los frescos: carne, frutas o verduras. Y recuerdan el impacto de la sequía, a pesar de la lluvia de bronca oficial y la ansiedad por el dato de marzo.

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Un clásico de los 90: se reaviva la disputa entre la industria y los súper
El Gobierno busca cambiar la política de ofertas para que las estadísticas muestren una desaceleración
Alfredo Sainz
La polémica por las promociones del tipo 3x2 y el anuncio oficial de que se iba a facilitar la importación de productos de la canasta básica revivieron un clásico de la economía de la década del 90: la pelea entre la industria de alimentos y los supermercados.
Apenas 24 horas después de que se anunciara la medida para impulsar las importaciones de un puñado de productos de la canasta básica (banana, papas, carne de cerdo, café, atún, cacao, insecticidas, champús y pañales), el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró en las redes sociales la promoción que lanzó la cadena de supermercados Jumbo, que priorizaba en sus comunicaciones los descuentos por unidad en lugar de las promociones por las compras en volumen, como el 3x2 en vinos o gaseosas (que en los hechos significa un ahorro del 33% en cada botella), o el descuento del “70% en la segunda unidad” (es decir, un 35% menos por producto).
“Jumbo cambiando la modalidad de sus promociones”, publicó Caputo, junto a tres emoticones de aplausos y una serie de fotos que muestran los cambios en la manera de comunicar las promociones en supermercados Vea y Disco, las otras dos cadenas que controla el grupo Cencosud.
Detrás de esta cruzada contra las promos se esconde el malestar oficial contra la política de precios que vienen aplicando desde hace años los supermercados y la industria. Si hay que marcar un punto de inflexión es el corralito de 2001. En ese momento, los bancos cerraron acuerdos puntuales con distintas cadenas de supermercados para ofrecer descuentos del 20% o 30% con el pago con sus tarjetas de débito.
Con el paso del tiempo, las promos fueron virando de los acuerdos con los bancos a la búsqueda de volúmenes y así se popularizaron los descuentos en las compras de más de una unidad. El problema para el Gobierno es que el Indec registra el precio que efectivamente paga el consumidor –y por lo tanto, toma en cuenta todas las ofertas especiales que se hacen en una categoría–, pero no considera los descuentos en la segunda o tercera unidad, que volvieron con mucha fuerza tras el fogonazo de aumentos de diciembre último.
La otra acción que queda fuera del radar del Indec son los descuentos que se aplican para los consumidores que utilizan un determinado medio de pago (por ejemplo, los clientes de un banco o de una billetera virtual, como Cuenta DNI o Mercado Pago).

Ahora, el gran interrogante que se abre en materia de consumo masivo es cómo reaccionará la industria, ante los reclamos de Caputo y el anuncio de apertura de las importaciones. En las últimas 24 horas hubo una mínima señal favorable para el Gobierno. Un bot muy popular en la red social X que releva los precios de la plataforma online de un supermercado dio cuenta ayer de una pequeña baja (0,5%) en la medición que realiza todos los días. Su relevamiento no se realiza con una canasta ponderada –es decir, que pesa lo mismo la carne que un producto suntuario como una cápsula de café–, pero podría significar que los fabricantes están dispuestos a avanzar con una rebaja tradicional de sus listas de precios en vez de priorizar la política de promociones.
Para tener un dato más certero, sin embargo, habrá que esperar unas horas más. El momento de la verdad se conocerá a partir del viernes a la mañana, cuando las grandes cadenas de supermercados empiecen a informar sus descuentos del fin de semana. En ese momento, los consumidores tendrán un panorama más amplio y descubrirán si efectivamente volvieron los descuentos tradicionales –que toma en cuenta el Indec– o siguen las promos del tipo 3x2 que obligan a los clientes hacer cuentas frente a la góndola para conocer cuánto están pagando realmente por un producto.

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El listado de productos a importar
Ignacio Grimaldi
Tras un día de reuniones “internas” contra reloj, la Secretaría de Comercio terminó anoche de confeccionar el listado de productos de la canasta básica que podrán importarse más fácilmente.
Según el documento al que tuvo acceso 33 ítems fueron incluidos: carnes, pescados, lácteos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, aceites, cervezas, bebidas sin alcohol, máquinas de espuma de afeitar, papel higiénico, pastas dentales y medicamentos de venta al por menor, entre otros.
Los importadores de estos productos gozarán de beneficios en el esquema de pagos que se reducirá de 4 a 1 cuota; el plazo será de 30 días, y se suspenderá el cobro del IVA adicional e impuesto a las ganancias.
Una fuente del Ministerio de Economía al tanto de la confección del listado aseguró a que hoy se conocerá la nacion el impacto fiscal de la medida con la que el Gobierno intenta frenar aumentos de precios.
El dato curioso es que no todos los productos incluidos en la lista registraron subas por encima de la inflación promedio acumulada en el año. Según el Indec, la suma a febrero registró 36,6%. En idéntico período, y tal como muestran los informes del mismo organismo estadístico, todos los aumentos de precios de los cortes de carne que mide (asado, carne picada, paleta, cuadril, nalga) estuvieron por debajo de la inflación, con excepción de las hamburguesas congeladas y las salchichas.
Misma situación se registra en casos puntuales dentro del conjunto de las verduras y hortalizas. Mientras que el precio de la lechuga aumentó 142,1%, la batata y el del tomate redondo, llamativamente, bajaron un 2,3% y 10,3%, tal como consigna el Indec. Otros productos incluidos en el programa, en tanto, superaron a la inflación acumulada hasta febrero. La suba del café molido fue del 90,4%, del champú, 84,5%, y el precio de los pañales descartables ascendió 88%.
Según el comunicado oficial, facilitar la importación de productos de la canasta básica tiene como objetivo “mejorar la competencia y apuntalar la baja de la inflación”. Sin embargo, la iniciativa recibió críticas de la Unión Industrial Argentina (UIA). En una carta, la entidad fabril que conduce Daniel Funes de Rioja expresó que “afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país”.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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