El bitcoin superó la barrera de los US$61.000 y ya se habla de un nuevo boom
La moneda digital alcanzó valores que no se observaban desde 2021, una tendencia que también se refleja en el ethereum
Melisa ReinholdLos inversores ya están hablando de la posibilidad de un nuevo “veranito cripto”
Luego de dos años negativos para la industria de las criptomonedas, en el último mes se conocieron algunas noticias positivas para el mercado que terminaron por impulsar el precio de las principales monedas digitales. Ayer, tanto el bitcoin como el ethereum volvieron a registrar valores que no se observaban desde 2021 y que entusiasman a los inversores sobre la llegada de un “veranito cripto”.
El bitcoin, la moneda digital más popular del mundo, alcanzó ayer los US$61.022. Se trata de una suba de US$4337 durante el período de las últimas 24 horas, equivalente a un avance porcentual del 6,2%. En el último mes trepó un 45,4%, y un 161% desde finales de febrero del año pasado.
La última vez que se había visto un valor similar fue en diciembre de 2021, luego de haber tocado un pico histórico de US$68.789 en noviembre de ese mismo año. Sin embargo, desde ese entonces el precio de esta moneda digital se derrumbó y en noviembre de 2022 tocó piso en torno a los US$16.195, luego de que la industria sufriera fuertes sacudones con el colapso de la moneda Terra/Luna y el juicio a la plataforma cripto FTX por fraude y lavado de dinero.
“Tras el mercado bajista de 2022, caracterizado por una pérdida de confianza en el ecosistema, 2023 fue un año de recuperación a nivel mundial para el mercado cripto. Desde enero a diciembre aumentaron sostenidamente la capitalización de mercado y el volumen procesado. A comienzos de 2024 nos encontrábamos un 40% por debajo del máximo histórico, alcanzado en noviembre de 2021”, comparó un informe elaborado por la billetera cripto Lemon.
El optimismo cripto también se ve reflejado en ether (criptomoneda creada por la plataforma Ethereum), puesto que ayer alcanzó los US$3338, unos US$85 más que hace 24 horas (+2,7%). Se trata de un avance del 46,82% en dólares desde que empezó febrero. En este caso, es el valor más elevado desde abril de 2022, aunque todavía parece lejos de su máximo histórico, cuando alcanzó una cotización de US$4891 en noviembre de 2021.
Para Andrés Salcedo, head of Crypto en Bitso, hay tres factores fundamentales que explican el porqué del revivir de la demanda por el bitcoin. En primer lugar, en abril de este año se llevará adelante el cuarto halving, un acontecimiento preprogramado que ocurre cada 210.000 bloques minados (aproximadamente cada cuatro años). Esto reducirá a la mitad las recompensas en bitcoin que reciben los mineros por verificar transacciones, un hecho que fue diseñado desde la concepción de la moneda digital para proteger su valor y asegurar su escasez a lo largo del tiempo, replicando el suministro limitado de metales preciosos como el oro.
“En abril de 2024, el suministro de bitcoin ya habrá llegado al 93,75% de su máximo. Ese poco más de 6% restante se emitirá lentamente durante los próximos 80 años. La política monetaria controlada y transparente de bitcoin, así como su acceso libre y global, lo posicionan como una de las mejores reservas de valor a largo plazo”, consideraron desde Lemon.
Otro impulso
En segundo lugar, Salcedo comentó que otra noticia que impulsó a las criptomonedas fue la aprobación del fondo cotizado en la bolsa de acciones (ETF), que sigue el precio del bitcoin. Tras mucha expectativa, este instrumento vio la luz a mediados de enero último y permitió que los inversores institucionales puedan invertir en este segmento.
“La capitalización de mercado del ETF de bitcoin (más de US$39.000 millones) ya superó la del ETF de la plata (más de US$12.000 millones) y solo se encuentra por debajo del ETF del oro (alrededor de US$97.000 millones en Estados Unidos)”, comparó el head of Crypto en Bitso.
Por último, el analista señaló que otro factor que explica la suba de la criptomoneda son los ciclos del precio del bitcoin. Los mismos han mostrado un comportamiento consistente con períodos de crecimiento sostenido y durante los cuales alcanzaron sus máximos históricos para después nivelarse una vez cumplidos. “Dichos ciclos siempre han empezado con el halving”, agregó.
“Más allá de las particularidades del ecosistema cripto, 2024 y 2025 pueden ser años favorables para el mercado financiero en general. ¿Por qué? Porque se espera una disminución en las tasas de interés establecidas por la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos. Un contexto macroeconómico favorable con acceso a financiamiento, sumado al halving de bitcoin, podrían no solo afectar positivamente el precio de la criptomoneda, sino también impulsar todo el ecosistema”, cerró Lemon.
EL DÓLAR BLUE CAYÓ $25 Y TOCÓ VALORES DE ENERO
El dólar blue se negoció ayer a $1045, lo que re presentó una baja de $25 frente al cierre previo (-2,3%). Al observar el recorrido que hizo en los últimos 28 días, acumuló una fuerte caída de $150 (-12,5%), que lo llevó a tocar la cotización más baja desde el 5 de enero pasado.
Esta tendencia también se observó entre los tipos de cambio financieros. El dólar ME P( AL 30) cotizó a $1030,57. Fueron $23,45 menos que en la jornada previa (-2,2%) y acumuló un retroceso de $149,5 en el mes (-14,5%). El dólar contado con liquidación (CCL) con Cedear apareció en las pantallas del mercado de capitales a $1071,57, por lo que cedió $15,6 frente al cierre del martes (-1,4%). En febrero, sumó una caída de $177,4 (-16,5%), a pesar de que la inflación proyectada por las consultoras económicas es del 15%.
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El alivio en las reservas impulsa los depósitos y los créditos en dólares
Muestran un repunte desde niveles muy bajos; ya superan los US$16.000 millones
Javier Blanco
La tranquilidad que provoca la sostenida compra de reservas que lleva adelante el Banco Central (BCRA), que ayer se alzó por intervenciones sobre el mercado cambiario oficial con otros US$104 millones y cerrará un febrero récord, comenzó a generar todo un círculo virtuoso en lo que podría definirse como el “mundo dólar” del sistema financiero local.
Por primera vez en largos meses comenzaron a mostrar una tendencia a la recuperación tanto los depósitos privados en dólares como los créditos a privados en dólares, aunque partiendo de niveles históricamente muy bajos por razones obvias.
Las cifras oficiales muestran que el stock de colocaciones privadas en moneda extranjera ya superó los US$16.050 millones, con lo que alcanzó el mayor nivel desde comienzos de abril del año pasado. Incluso esa tendencia se mantuvo firme superado el fin de año, momento en que estas imposiciones suelen trepar fuerte (medidas punta a punta lo hicieron en US$1604 millones en diciembre último) por las excepciones que derivan de tenerlas en el sistema para la “foto” al 31 de diciembre, que se considera para las declaraciones juradas impositivas. De hecho, aumentaron en unos US$224 millones más en enero y siguen creciendo a un ritmo similar este mes, según las proyecciones.
En el caso de los créditos se acercan ya a los US$4000 millones (estaban en US$3961 millones al 22 de este mes), nivel que no mostraban desde fines de abril del año pasado y tras recuperarse a un ritmo promedio del 10% mensual en el primer bimestre.
Además, “el crecimiento ha venido dado por el rubro documentos, que suele estar principalmente explicado por la prefinanciación de exportaciones”, explicaron ante la consulta de desde Banco Credicoop, con fuerte exposición hacia pymes.
De este modo queda a la vista en este caso un cambio de “motor” (más vinculado a la actividad exportadora), ya que éste era un stock que antes se veía sostenido por las financiaciones de consumos en dólares realizados con las tarjetas de crédito.
“Sin duda la cartera de prefinanciaciones se volcó al dólar porque los exportadores perciben un dólar relativamente competitivo y esperamos que esa demanda se vaya incrementado”, apuntaron desde una entidad privada de capital extranjero fuerte en operaciones de comercio exterior.
Efecto balsámico
Aunque sostenidas en parte gracias a las restricciones aún vigentes de hecho a parte de la demanda importadora (en enero sólo se pagaron el 23% de las compras de bienes al exterior y se mantienen freezadas parte de las remesas así como los pagos de dividendos y utilidades no giradas al exterior en los últimos años), el efecto balsámico derivado de la recompra sostenida de reservas sobre el mercado es innegable.
Hay que considerar que, aunque el BCRA ya recuperó por esta vía US$2500 millones este mes y US$8667 millones desde el cambio de Gobierno, no pudo aún rescatar de la “zona roja” su tenencia neta o propia de reservas, que se mantiene negativa en unos US$4500 millones, según estimaciones de mercado.
Aun así la percepción cada vez más extendida entre depositantes e inversores es que los mayores peligros van quedando cada vez más atrás, coinciden en el mercado, lo que le da al subsistema dolarizado de los bancos la posibilidad de volver a pensar en “hacer negocios”.
El panorama surge de las consultas realizadas por con otras entidades. Aunque, en este caso, en todas ellas pidieron responder off de record y coincidieron en describir el mismo panorama. “En depósitos en dólares ya estamos un 30% arriba de la previa a las elecciones de octubre. Es una tendencia que no cambió tras el tradicional ‘pico’ de diciembre. Y en los préstamos se está empezando a mover la rueda”, dijeron desde una entidad privada líder.
“Es notable el repunte que muestran las consultas y pedidos de asistencia financiera en dólares de algunas empresas para financiar sus exportaciones”, dijeron desde otra entidad.
“Si lo pensás, es natural por el fuerte freno en la demanda local y la necesidad cada vez más acuciante de colocar saldos en mercados del exterior que se empiezan a sentir en no pocos rubros. Y es una demanda que, por ahora, se puede atender sin problemas porque hay una elevada liquidez en dólares en el sistema ya no solo estabilizada (al cortarse la sangría de depósitos), sino con tendencia al alza”, confió un ejecutivo de otro banco privado, en este caso, con fuerte inserción en el interior del país.
La regeneración progresiva de la intermediación financiera en el “mundo dólar” del sistema financiero local no es un dato menor dado que los bancos, en los últimos años, también se habían acostumbrado a vivir de “rentas del Estado”. De hecho en los últimos seis años los ingresos más estables y sostenidos que registraron provinieron de las compras realizadas de Lebac o Leliq, o de bonos del Tesoro Nacional, lo que les fue particularmente ganancioso durante 2023.
En los bancos aseguran que una prueba de la voluntad que pondrán para ir recuperando la actividad crediticia con vistas a una economía que, en pos de una recuperación, recostará su esfuerzo sobre el sector externo, se podrá ver en ExpoAgro. “No sería raro que haya presencia récord del sector y una oferta de líneas en pesos y dólares como no se ha visto en los últimos años. Estamos trabajando en ello y sabemos que otros competidores también”, confiaron en otra entidad
La tranquilidad que provoca la sostenida compra de reservas que lleva adelante el Banco Central (BCRA), que ayer se alzó por intervenciones sobre el mercado cambiario oficial con otros US$104 millones y cerrará un febrero récord, comenzó a generar todo un círculo virtuoso en lo que podría definirse como el “mundo dólar” del sistema financiero local.
Por primera vez en largos meses comenzaron a mostrar una tendencia a la recuperación tanto los depósitos privados en dólares como los créditos a privados en dólares, aunque partiendo de niveles históricamente muy bajos por razones obvias.
Las cifras oficiales muestran que el stock de colocaciones privadas en moneda extranjera ya superó los US$16.050 millones, con lo que alcanzó el mayor nivel desde comienzos de abril del año pasado. Incluso esa tendencia se mantuvo firme superado el fin de año, momento en que estas imposiciones suelen trepar fuerte (medidas punta a punta lo hicieron en US$1604 millones en diciembre último) por las excepciones que derivan de tenerlas en el sistema para la “foto” al 31 de diciembre, que se considera para las declaraciones juradas impositivas. De hecho, aumentaron en unos US$224 millones más en enero y siguen creciendo a un ritmo similar este mes, según las proyecciones.
En el caso de los créditos se acercan ya a los US$4000 millones (estaban en US$3961 millones al 22 de este mes), nivel que no mostraban desde fines de abril del año pasado y tras recuperarse a un ritmo promedio del 10% mensual en el primer bimestre.
Además, “el crecimiento ha venido dado por el rubro documentos, que suele estar principalmente explicado por la prefinanciación de exportaciones”, explicaron ante la consulta de desde Banco Credicoop, con fuerte exposición hacia pymes.
De este modo queda a la vista en este caso un cambio de “motor” (más vinculado a la actividad exportadora), ya que éste era un stock que antes se veía sostenido por las financiaciones de consumos en dólares realizados con las tarjetas de crédito.
“Sin duda la cartera de prefinanciaciones se volcó al dólar porque los exportadores perciben un dólar relativamente competitivo y esperamos que esa demanda se vaya incrementado”, apuntaron desde una entidad privada de capital extranjero fuerte en operaciones de comercio exterior.
Efecto balsámico
Aunque sostenidas en parte gracias a las restricciones aún vigentes de hecho a parte de la demanda importadora (en enero sólo se pagaron el 23% de las compras de bienes al exterior y se mantienen freezadas parte de las remesas así como los pagos de dividendos y utilidades no giradas al exterior en los últimos años), el efecto balsámico derivado de la recompra sostenida de reservas sobre el mercado es innegable.
Hay que considerar que, aunque el BCRA ya recuperó por esta vía US$2500 millones este mes y US$8667 millones desde el cambio de Gobierno, no pudo aún rescatar de la “zona roja” su tenencia neta o propia de reservas, que se mantiene negativa en unos US$4500 millones, según estimaciones de mercado.
Aun así la percepción cada vez más extendida entre depositantes e inversores es que los mayores peligros van quedando cada vez más atrás, coinciden en el mercado, lo que le da al subsistema dolarizado de los bancos la posibilidad de volver a pensar en “hacer negocios”.
El panorama surge de las consultas realizadas por con otras entidades. Aunque, en este caso, en todas ellas pidieron responder off de record y coincidieron en describir el mismo panorama. “En depósitos en dólares ya estamos un 30% arriba de la previa a las elecciones de octubre. Es una tendencia que no cambió tras el tradicional ‘pico’ de diciembre. Y en los préstamos se está empezando a mover la rueda”, dijeron desde una entidad privada líder.
“Es notable el repunte que muestran las consultas y pedidos de asistencia financiera en dólares de algunas empresas para financiar sus exportaciones”, dijeron desde otra entidad.
“Si lo pensás, es natural por el fuerte freno en la demanda local y la necesidad cada vez más acuciante de colocar saldos en mercados del exterior que se empiezan a sentir en no pocos rubros. Y es una demanda que, por ahora, se puede atender sin problemas porque hay una elevada liquidez en dólares en el sistema ya no solo estabilizada (al cortarse la sangría de depósitos), sino con tendencia al alza”, confió un ejecutivo de otro banco privado, en este caso, con fuerte inserción en el interior del país.
La regeneración progresiva de la intermediación financiera en el “mundo dólar” del sistema financiero local no es un dato menor dado que los bancos, en los últimos años, también se habían acostumbrado a vivir de “rentas del Estado”. De hecho en los últimos seis años los ingresos más estables y sostenidos que registraron provinieron de las compras realizadas de Lebac o Leliq, o de bonos del Tesoro Nacional, lo que les fue particularmente ganancioso durante 2023.
En los bancos aseguran que una prueba de la voluntad que pondrán para ir recuperando la actividad crediticia con vistas a una economía que, en pos de una recuperación, recostará su esfuerzo sobre el sector externo, se podrá ver en ExpoAgro. “No sería raro que haya presencia récord del sector y una oferta de líneas en pesos y dólares como no se ha visto en los últimos años. Estamos trabajando en ello y sabemos que otros competidores también”, confiaron en otra entidad
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Pragmatismo, aquí y ahora. ¿Adecuación o piedra libre?
Juan Carlos de Pablo
Las políticas económicas “pragmáticas”, como las reformas “integrales” y los cambios “estructurales”, lucen muy atractivas para quienes prefieren la música a la letra; pero desde el punto de vista práctico, pueden resultar parte de la solución o del problema. A la luz de recientes recomendaciones, vale la pena analizar la cuestión del pragmatismo.
La relación entre la teoría y las doctrinas económicas, por una parte, y la política económica, por la otra, no es única. Si meto en una computadora las obras completas de Friedrich von Hayek y Ludwig von Mises, y les agrego los objetivos de la política económica, no salen ni el DNU 70/23 ni el proyecto de ley ómnibus. En este sentido, el pragmatismo es fundamental, porque posibilita pasar de los primeros principios a las decisiones concretas a la luz de las circunstancias políticas y económicas, y las enseñanzas de la historia.
Pero el pragmatismo es un inconveniente cuando genera inconsistencia temporal, idea por la cual en 2004 Finn Kydland y Edward Prescott recibieron el Premio Nobel en Economía. Al respecto reproduzco el inmejorable ejemplo que Guillermo Calvo publicó en Mercado, el 8 de noviembre de 1979, para ilustrar los límites del pragmatismo. En sus palabras: “Un padre quiere que su hijo estudie economía; al hijo la economía no le interesa nada, pero quiere fumar. Para que el hijo estudie, el padre le hace la siguiente propuesta: si aprobás la materia, te dejo fumar. Para poder lograr su objetivo, el hijo estudia como un loco y obtiene la calificación máxima. Habiendo logrado su objetivo, el padre, pensando en la salud de su hijo, no lo deja fumar. ¿Cuántas materias aprobará el hijo con este método? Solo una”.
¿Qué cabe esperar en el nombre del pragmatismo aquí y ahora? Que el presidente Milei vuelva a la carga con el proyecto de ley ómnibus –vía una o varias iniciativas–, pero teniendo en cuenta las objeciones válidas que se le hicieron a partir del funcionamiento concreto de ciertos mercados.
¿Qué no cabe esperar por parte del titular del Poder Ejecutivo nacional? Que en función de las presiones afloje en materia fiscal y monetaria. Porque a la luz de las pocas herramientas con las que cuenta, y teniendo en consideración sus pronunciamientos anteriores, aflojar en las referidas materias implicaría convertirse en un pato rengo al comienzo de su período presidencial. Esto no es pragmatismo, sino suicidio.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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