lunes, 11 de marzo de 2024

LA NEGOCIACIÓN CON LAS PROVINCIAS Y POSSE EL ELEGIDO


Tras el giro oficial, los gobernadores se disponen a pelear por el reparto de fondos
Tienen vocación de apoyar la nueva versión de la ley ómnibus en el Congreso, pero reclaman que la Casa Rosada evalúe alternativas a la restitución del impuesto a las ganancias; reclamos por las deudas
Matías Moreno
Los gobernadores se quedaron con un sabor agridulce tras la cumbre del viernes en la Casa Rosada. Si bien celebran el cese al fuego que anunció Javier Milei ante la Asamblea Legislativa para reflotar la ley ómnibus en el Congreso y lucen expectantes ante la apertura al diálogo para acordar políticas de Estado, los caciques se fueron de la reunión con dudas respecto de la chance de que el Gobierno los compense en el corto plazo por los recortes de fondos que sufrieron por el ajuste fiscal que dispuso Milei o les dé respuestas inmediatas a sus reclamos por las deudas que tiene la Nación con las provincias.
La mayoría de los mandatarios, sobre todo el grupo de los dialoguistas, quedaron satisfechos con la reedición de la “Ley de bases”. Intuyen que el Gobierno finalmente apeló al pragmatismo y acotó los temas del proyecto con el objetivo asegurarse los votos y evitar una nueva derrota. Atentos al termómetro social, aventuran que la mayoría de los capítulos que incluyó Milei en la nueva ley ómnibus podrían ser convalidados en el recinto de Diputados, el escenario más complicado que enfrenta el oficialismo por la fragmentación de las fuerzas opositoras. Especulan que deben darle más pronto que tarde un instrumento a Milei y no pagar un eventual costo político si la crisis se profundiza.
Pese a las incipientes señales de entendimiento sobre el corazón de la nueva “Ley de bases”, el nudo de la discusión entre Milei y las provincias sigue siendo la cuestión fiscal. Un grupo de gobernadores que podrían cooperar con la Casa Rosada –que incluye a los patagónicos, Martín Llaryora (Córdoba) o Maximiliano Pullaro (Santa Fe)– se resisten a avalar la reinstauración de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, que se eliminó por la reforma de Sergio Massa.
Por eso, piden que el Presidente evalúe otras alternativas para morigerar el impacto del ajuste. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, buscó dilatar esa instancia. Remarcó que el Gobierno requiere actuar con premura para obtener el aval del Congreso a las reformas incluidas en la ley ómnibus y que el resto de la discusión sobre la distribución de los fondos entre la Nación y las provincias se dará a lo largo del trayecto hasta el Pacto de Mayo. Dicho de otro modo: Posse dejó en claro que Milei ofrece la reversión de Ganancias como único alivio. A cambio, pide comprometer a los gobernadores con el apoyo a la ley ómnibus. Los emisarios de Milei deslizaron que un debate profundo sobre un nuevo pacto fiscal demandará tiempo.
El Presidente y los gobernadores juegan una carrera contra el tiempo. Mientras Milei requiere para la pelota para sortear marzo y abril, los meses que se aventuran más críticos para su administración por los efectos de la recesión, y exhibir a la ciudadanía la luz al final del túnel con la reducción de la inflación a un dígito, los mandatarios están urgidos por atender sus necesidades financieras, ya que deben pagar los sueldos de estatales, docentes y policías en sus distritos.
En ese marco, los gobernadores alzaron la voz durante las cuatro horas de reunión para reclamar por los recortes que sufren en sus arcas. Los patagónicos pusieran el grito en el cielo cuando escucharon que el Ejecutivo planeaba llevar el mínimo no imponible a un millón y medio de pesos. “No se puede admitir bajo ningún punto de vista”, remarcó Alberto Weretilneck (Río Negro), en diálogo con Radio Mitre. El asunto divide aguas entre los gobernadores: “Es una medida que genera descontento en este contexto. ¿Vale la pena pagar el costo político cuando el aporte se va a licuar por la inflación?”, especulan cerca de un gobernador de la UCR.
En las últimas horas Ignacio Torres (Chubut) impulsó la idea de separar el remanente de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) e incorporarlo a la masa coparticipable para compensar a las provincias. Por su parte, en medio de la cumbre con Posse, Rogelio Frigerio (Entre Ríos) pidió que el Gobierno pague las deudas por las actualizaciones del consenso fiscal firmado en 2017. Durante la cumbre, Carlos Guberman, secretario de Hacienda, anticipó que la Nación asumirá ese compromiso y que girarán esos fondos. En cambio, Posse puso reparos respecto de la chance de que la Casa Rosada pague deudas con provincias como Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos por las cajas jubilatorias. El jefe de Gabinete remarcó que Milei había decidido iniciar una serie de auditorías y advirtió: “Hay muchas provincias que se creen acreedoras y en realidad son deudoras”. La frase irritó a los mandatarios.
La Casa Rosada también buscó desactivar la batería de reclamos de los mandatarios en torno a eliminación del Fondo Nacional de incentivo docente –Posse descartó revisar esa medida, pero ratificó que mantendrán el financiamiento para el plan Jornada Extendida– o del Fondo de Transporte. Los caciques pusieron reparos frente a la idea del Gobierno de eliminar los subsidios a las empresas de transporte del interior y canalizar la ayuda social a través de la SUBE. Gerardo Zamora (Santiago del Estero) se mostró enfático a la hora de advertir sobre las dificultades para implementar esa medida en distritos del interior, donde la tarjeta no está habilitada. El Ejecutivo prometió agilizar esos trámites.
Posse y Guillermo Francos, ministro del Interior, anunciaron que conformarán dos comisiones para negociar la ley ómnibus y el Pacto de Mayo. La comisión económica, que integrarán Luis Caputo junto con los ministros de Hacienda de todas las provincias, estará destinada a estudiar la letra chica de las reformas o un nuevo esquema de coparticipación de impuestos. Los gobernadores están ansiosos por discutirlo, pero vislumbran que será difícil lograr un consenso político para rediscutir el reparto de la masa de fondos coparticipables

Así será la nueva ley de bases
Emergencias

El Gobierno propuso sostener la declaración de la emergenciaenmateriaadministrativa, económica, financiera y energética por un año.

Reforma del Estado

En este capítulo, el Gobierno incluye la delegación de facultades, la disolución de organismos y fondos fiduciarios, y las privatizaciones de 13 empresas del Estado.

Contratos

El nuevo proyecto dispone la renegociación o disolución de contratos y habilitar los acuerdos transaccionales.

Jubilaciones

Se propone actualizar los haberes por IPC desde abril más un 10%.

Desregulaciones

El Gobierno quiere sostener el capítulo que desregula la actividad privada. También propone un “blanqueo laboral” y un régimen para grandes inversiones.

Energía

Se sostiene el capítulo de la “Ley de bases” con la ley de hidrocarburos, gas natural y transición energética.

Paquete fiscal

Dentro de este capítulo, el Gobierno propone sostener la moratoria impositiva, la modificación de impuestos al tabaco y los cambios al monotributo.

Impuesto a las ganancias El Gobierno propone restituir la cuarta categoría del gravamen y eliminar algunas de las actuales exenciones.


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Posse, el elegido de Milei para tratar de enderezar el rumbo con las provincias
El jefe de Gabinete encabezó la reunión con los gobernadores; de perfil bajo, crece su poder dentro de la gestión libertaria
Cecilia Devanna
El reloj marcaba las 15.13 del último viernes cuando Nicolás Posse abrió la reunión que volvió a llevar a los gobernadores a la Casa Rosada. En el Salón Eva Perón, se sentó en la cabecera de la larga mesa que albergó durante casi cuatro horas a 19 mandatarios, cuatro vices y al jefe de gobierno porteño. Los saludó con los buenos modos que cuentan que lo caracterizan.
Todos ellos, además de Guillermo Francos y cuatro funcionarios nacionales, escucharon la voz de Posse, que es un verdadero misterio aún para la gran mayoría. El jefe de ministros nunca, en los tres meses de administración libertaria, habló en público. En tanto, esta semana la expectativa estuvo en que asistiera al Congreso, donde la oposición reclama con intensidad su presencia alrededor del tema DNU, algo que por ahora no está en sus planes.
El cada vez más poderoso jefe de Gabinete fue el elegido del presidente Javier Milei para iniciar el diálogo hacia el Pacto de Mayo y, en lo inmediato, avanzar en la aprobación de la “Ley de bases”, herramienta fundamental para los objetivos de la administración libertaria. La participación de Posse, de extrema confianza de Milei, con quien se conoce desde tiempos de Corporación América, es un cambio sustancial con lo que pasó en la primera etapa de las negociaciones, en que, si bien Posse las siguió de cerca, no fue protagonista directo de las idas y venidas que marcaron aquellos días.
Tampoco, más allá de eso, había tenido trato con la mayoría de los mandatarios provinciales, algo que llevan adelante Francos y, también, el mendocino Omar de Marchi, titular de la Secretaría de Relaciones Parlamentarias, que depende de la Jefatura de Gabinete. Además, en las reuniones con gobernadores siempre estuvo el segundo de Posse, José “Cochi” Rolandi, quien asistió a la reunión, al igual que secretario de Interior, Lisandro Catalán, y el de Hacienda, Carlos Guberman.
Por aquellos días de negociaciones quien encabezó las conversaciones con los mandatarios provinciales fue Francos, que el viernes flanqueó a Posse sentado a un costado. Francos, de larga trayectoria política, tiene buen vínculo con los gobernadores, con quienes incluso resaltan en la Casa Rosada que ni siquiera dejó de tenerlo en los momentos más difíciles de la relación del Ejecutivo con las provincias, tras la caída de la ley ómnibus.
En la previa Francos, si bien tenía línea política, no podía decidir sobre el texto, por lo que cada punto que se conversaba entre él y lo gobernadores debía ser charlado a posteriori en la Casa Rosada. La situación fue una manta corta que, sumada a otros factores, terminó desembocando en las diferencias que llevaron, en la primera semana de febrero, al fracaso del proyecto.
En la Casa Rosada admiten ahora que la situación es “diferente” y está “más ordenada”. En esa línea enmarcan el desembarco de Posse al frente de las negociaciones, no como un reemplazo de Francos, sino como un complemento. “El vínculo con los gobernadores sigue siendo de Francos”, dicen en el primer piso de la sede de gobierno. “Encabeza Nicolás porque es el funcionario de más alto rango, es la dinámica de la nueva etapa de trabajo, pero quien sigue teniendo el vínculo directo y la diaria con los gobernadores es Guillermo”, coinciden los consultados. La sintonía entre ambos, afirman, “estuvo siempre, pese a las cosas que se dijeron”, en referencia a trascendidos sobre diferencias en diciembre pasado. “Se ven a diario acá y se llevan bárbaro”, agregan, y describen que fue una “decisión del Gobierno de poner juntos al jefe de Gabinete y los dos principales ministros en el tema: Francos y Luis (Caputo)”.
Caputo no estuvo este viernes por un viaje a República Dominicana, pero está previsto que se sume en lo sucesivo. En la conferencia de prensa que siguió a la reunión, Posse se sentó en primera fila para seguir de cerca y asentir a las declaraciones de Francos, que habló con la prensa junto a los gobernadores Osvaldo Jaldo y Rogelio Frigerio.
“Es todo distinto porque ya se demostró que la política no quiso implementar los cambios; quedó en evidencia la vieja política”, dicen en la Casa Rosada sobre los cambios que se dieron entre ambas instancias. Y agregan: “Pero se dieron cuenta de que los cambios se van a hacer igual”. Tras eso hacen alusión al buen clima que se vivió con los gobernadores pese a las diferencias. “Fue un buen clima, distendido, incluso hubo risas”, aseguran, y en eso le asignan a Posse un punto a favor.
Hasta ahora Posse, si bien siempre había seguido de cerca los vaivenes de las negociaciones que marcaron buena parte de estos primeros meses de gestión, estuvo orientado a otras tareas más específicas al interior del Gobierno. Se encargó de buena parte del planeamiento y el organigrama del Estado, en el que casi con obsesión buscó reducir áreas, achicar gastos y personal. A él tendrán que entregar en breve, los responsables de cada área, informes sobre la cantidad de trabajadores que tienen en sus órbitas y de cuáles no pueden prescindir.
En paralelo Posse sumó cada vez más poder. El jefe de Gabinete presidirá la tutela de los derechos de las acciones de organismos estatales como Corredores Viales SA, Agua y Saneamientos SA (AYSA) y la Administración General de Puertos (AGP). A lo que se suma que en enero ya se había anunciado que tendría en su órbita la privatización de las empresas estatales.

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