jueves, 14 de marzo de 2024

ROSARIO


Pullaro, un gobernador en sus horas más críticas por el desafío del crimen organizado
El gobernador se instaló en Rosario, ante la espiral de violencia en las calles; su diálogo con el Gobierno, y pedidos a Macri y Kicillof
Matías Moreno
ROSARIO.– El gobernador Maximiliano Pullaro atraviesa el momento más crítico de su gestión. A tres meses de la toma de posesión en la Casa Gris, enfrenta un reto mayúsculo: sostener su plan contra el narco y no ser avasallado por el crimen. Después de 24 horas de incertidumbre, Pullaro busca mantener el pulso tras la espiral de violencia y miedo que desató en las calles de Rosario su cruzada contra los integrantes de las bandas que están alojados en las unidades penales de Piñero y Coronda, que incluyó requisas “a lo Bukele”.
La feroz respuesta de los clanes de sicarios a la nueva doctrina del Servicio Penitenciario puso en el centro del ring a Pullaro, una de las figuras emergentes de la Unión Cívica Radical (UCR), quien se alzó con una victoria aplastante en las elecciones del año pasado con el 60% de los votos y desbancó del poder al peronismo en Santa Fe. Son días críticos, en los que pone en juego el crédito político que obtuvo en las urnas. Sin embargo, el gobernador radical envía señales de que está dispuesto a resistir.
Bajo fuego, Pullaro transmite a su círculo íntimo que no piensa titubear ni cambiar la estrategia de seguridad: se prepara para amortiguar los golpes y redoblar la ofensiva contra el crimen organizado. Siente que cuenta con apoyo popular para dar una “pelea colectiva” contra el narcotráfico. “Vamos a tomar medidas más contundentes. La batalla es de la sociedad de bien contra un régimen mafioso”, dicen en la mesa chica de Pullaro.
Pese a que en la Casa Gris esperan una nueva escalada de violencia en las calles y sospechan que los clanes decidieron actuar como un ejército coordinado, Pullaro no está dispuesto a abrir ningún tipo de negociación con los narcos, tras la seguidilla de asesinatos de dos taxistas, un chofer de colectivo y un playero de una estación de servicio. “Ni pacto ni acuerdo: no se negocia con la mafia ni la ranchada”, advierten en el círculo de confianza del gobernador.
Convencido de que los grupos narcos buscan “sembrar terror” en la sociedad con el fin de quebrar su decisión y forzarlo a negociar para mejorar las condiciones de los presos en los penales –donde hubo estrictos operativos y controles para evitar el “delivery” y restringir las visitas de los narcos–, Pullaro se aferra al discurso de mano dura. Confirmó que está a favor de la idea del Gobierno de que los militares intervengan en el combate contra el narcotráfico.
A sabiendas de que lidia con un reto enorme, Pullaro suspendió su agenda y se instaló en Rosario. Retomó su rutina habitual de aquellos días en que era ministro de Seguridad durante el mandato del socialista Miguel Lifschitz, uno de sus mentores políticos. Se mantiene recluido en su despacho del primer piso de la sede del gobierno de Santa Fe en esta ciudad, con sus colaboradores más estrechos. A ese edificio, que está rodeado por policías, también se trasladaron la vicegobernadora Gisela Scaglia, referente de Pro, y ministros. Principal blanco de las amenazas de muerte de las bandas narcos, Pullaro evita salir a la calle. Se mueve dentro de la sede gubernamental, entre su oficina y lo que sus asesores denominan el “ojo”, una sala de situación donde funciona el centro de monitoreo del Ministerio de Seguridad, a cargo de Pablo Coccoccioni.
Vínculo con Milei y Bullrich
Pullaro camina con pies de plomo frente a una nueva crisis de seguridad en Rosario, donde el narco desafía a las fuerzas federales y al Estado. En el entorno del gobernador se preparan para una larga disputa. Les inquieta el supuesto accionar coordinado entre las bandas que hasta hace poco peleaban por el territorio, pero lo asocian a un signo de debilidad frente a la nueva doctrina de seguridad, que incluye estrictos controles en los penales provinciales. Ahora se alistan para lanzar un duro plan de desarme.
Aliado de Martín Lousteau, jefe de la UCR y uno de los opositores más críticos del presidente Javier Milei, Pullaro pretende preservar los vínculos con la Casa Rosada. Pese a que se enfrentó al líder libertario por las retenciones, necesita que el Presidente respalde con efectivos y recursos materiales la pelea contra el narcotráfico. Pullaro compartió con Bullrich y el intendente local, Pablo Javkin, la conferencia de prensa en la que se puso en marcha el comité de crisis para poner fin a la sangría en Rosario.
Pese a los gestos de cordialidad ante la opinión pública para sortear la crisis de seguridad, Pullaro marcó con sutileza sus diferencias con el estilo de la ministra. Por caso, no asistió al acto que armó la funcionaria a la vera de la ruta 9 para darles la “bienvenida” a los gendarmes.
Mientras los estrategas de comunicación de Pullaro optaron por dosificar las apariciones de funcionarios, Bullrich pasó a la acción e intentó mostrarse hiperactiva durante su estadía en Rosario para sacar rédito político del desembarco de las fuerzas federales. No solo prometió mano dura contra los narcos en las redes sociales, sino que recorrió barrios y acompañó a los prefectos en los controles nocturnos.
Pullaro ya había deslizado diferencias con el gobierno de los libertarios cuando Bullrich promocionó la reducción del 57% de los homicidios en Rosario en los últimos dos meses, uno de los logros que presentó Milei ante la Asamblea Legislativa. Bullrich atribuyó el éxito a la mano dura y el “plan Bandera” –cuenta con asistencia de la Nación–, pero los radicales de Santa Fe preferían ser más cautos. El nudo de la discusión entre Pullaro y el tándem MileiBullrich es por los recursos.
Pullaro recibió en las últimas horas el respaldo de casi todo el arco político. Desde Florencia Carignano, una de las espadas legislativas de La Cámpora, hasta su antecesor, Omar Perotti, le transmitieron en las últimas horas su apoyo. No es casual que los funcionarios de Santa Fe apunten contra la gestión de Aníbal Fernández, por la escasa atención a la problemática de la narcocriminalidad durante la gestión del Frente de Todos.
El mandatario llamó a dos pesos pesados del mapa político para pedirles asistencia: el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. Los dos prometieron ayudar con recursos, como patrulleros. Pero las conversaciones están más avanzadas con la Ciudad. Y la vicepresidenta Victoria Villarruel se interiorizó sobre la situación.

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Detuvieron a dos sospechosos por el homicidio del playero
Los jóvenes, de 19 años, quedaron a disposición del fiscal que investiga el asesinato de Bruno Bussanich
Bruno Bussanich
La Policía de Santa Fe detuvo ayer a dos sospechosos de haber participado en el plan criminal que derivó en el homicidio de Bruno Bussanich, el playero de una estación de servicio de Rosario ejecutado el pasado fin de semana por un sicario. Aún no se sabe si uno de ellos es el sicario encapuchado que disparó a quemarropa y desató una ola de terror que arrasó a la ciudad y jaqueó a las autoridades.
Según informaron a la nacion fuentes oficiales, los dos sospechosos, ambos de 19 años, quedaron a disposición del fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación por el crimen que derivó en la puesta en marcha del Comité de Crisis.
“Fueron trasladados a la Unidad Especial Asuntos Internos en calidad de demorados, identificados dactilarmente y serán sometidos a peritajes scopométricos y fotográficos”, explicaron los voceros consultados.
Tras el homicidio de Bussanich, de 25 años, asesinado de tres disparos mientras trabajaba en una estación de servicio situada en Mendoza al 7600, en la zona oeste de Rosario, la Justicia solicitó a la población colaboración para identificar al autor del crimen.
“La identidad de aquellas personas que aporten información será preservada durante y después de finalizada la investigación”, enfatizaron las autoridades judiciales el domingo a la tarde.
Un par de horas después se sumó el ofrecimiento de una recompensa monetaria para aquellas personas que puedan aportar datos que permitan dar con el paradero del sicario y sus cómplices, que escaparon de la escena del crimen en un Fiat Duna rojo que más tarde apareció incendiado.
“Ofrecimiento de recompensa de $10.000.000 para quienes puedan identificar a la persona que se ve en las imágenes, sindicada como el autor del hecho de homicidio ocurrido el 9/3/24 en Mendoza al 7600, de Rosario, donde resultó víctima Bruno Nicolás Bussanich. La identidad de aquellas personas que aporten información será preservada durante y después de finalizada la investigación”, reza el texto del comunicado oficial.
Antenoche, en el contexto de la investigación del homicidio de Bussanich, hubo nueve allanamientos simultáneos en los que terminaron arrestados los dos jóvenes sospechosos.
“En uno de los procedimientos, las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe detuvieron a Tiago Andrés P., de 19 años, y secuestraron teléfonos celulares y prendas de vestir de interés para la investigación”, explicaron fuentes de la causa.
El otro sospechoso detenido fue identificado como Tiziano Uriel C., también de 19 años. En su poder se secuestraron dos teléfonos celulares que serán sometidos a una serie de peritajes. “En los demás procedimientos se incautaron más dispositivos electrónicos”, explicaron los voceros.
Las detenciones se suman a las que fueron efectuadas anteayer, en la que fueron demoradas tres personas al cabo de diez allanamientos en la ciudad de Rosario y en Granadero Baigorria.
“Como resultado de las medidas ordenadas por la Fiscalía de Homicidios Dolosos, los efectivos detuvieron dos hombres y una mujer, todos mayores de edad, y secuestraron 54 teléfonos celulares, dos motos, 51 municiones de distintos calibres, 267.770 pesos, una balanza de precisión, 14 chips de telefonía, dos cargadores 9mm y una patente de moto con captura activa”, detallaron las fuentes de seguridad de la provincia.
Tras el homicidio del playero, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, sostuvo: “[A los asesinos] los vamos a capturar y van a pasar toda su vida pudriéndose en la cárcel”.
Pullaro también se refería a los sicarios que la semana pasada ultimaron a los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano y a Marcos Daloia, chofer de la línea K de trolebús, crímenes que conmocionaron Rosario y que son investigados en conjunto ante la posibilidad de que formen parte de un plan orquestado para generar terror.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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