Trump, perros robots y una foto de familia disfuncional, perlas del encuentro de la UIA
Pese a que hubo un intento de aplacarla, la tensión entre la entidad fabril y el Gobierno por el rumbo oficial se sintió en la conferencia
Francisco Jueguen
“Vamos a hacer una foto de familia... pero del panel”, pidió Daniel Funes de Rioja emulando alguna de sus pasadas participaciones como chairman del B-20 (el grupo de negocios del G-20). Es que cierto aire de tensión había envuelto las primeras horas del encuentro industrial luego de los faltazos de Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. El pedido del directivo llegó al cierre del panel en el que él y Martín Rappallini, presidente de la conferencia industrial de este año y dueño de Cerámica Alberdi, habían interrogado al único funcionario del Gobierno presente en la reunión, el secretario de Coordinación de la Producción, Juan Pazo.
“Esto no está vaciado”, dijo Funes de Rioja, y raudamente pidió al secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne; el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento, Marcos Ayerra, y al subsecretario de Comercio Interior, Esteban Marzorati, que subieran al escenario –aunque no participaran de ningún panel– para engrosar esa foto familiar.
Pero ni esa imagen –que duró breves segundos porque los funcionarios huyeron sin intercambiar palabras con los empresarios que se agolparon para saludarlos– ni los aplausos a Pazo luego de que anunciara que enviará un proyecto de “mini-RIGI” al Congreso en los próximos días disolvieron la tensión y la sensación de que el Gobierno había vaciado el encuentro en el Centro de Convenciones de porteño. No pocos describieron en los pasillos que este año la conferencia se había sentido “un poco larga” sin funcionarios, incluso pese a los perros robots que bailoteaban por la antesala.
Al inicio, el clima no podía estar más cargado. Se había formado un cóctel del enojo de Caputo y Milei –y el faltazo al encuentro– por la minuta de una reunión en la UIA que alertaba por un tipo de cambio atrasado y la baja de impuestos a las importaciones vía courier; la decisión de Donald Trump de imponer aranceles a los productos de México, Canadá y China, y un duro cruce de la diputada de Pro Daiana Fernández Molero –exasesora de Mike Braun en Comercio durante el macrismo– para defender la política de apertura oficial y cuestionar los dichos del sociólogo y exfuncionario del gobierno pasado Daniel Schteingart, en un programa radial. Esos posteos fueron viralizados por parte del Ministerio de Economía. Con fastidio, Schteingart pululaba por el Centro de Convenciones. También, la exsecretaria de Comercio Interior Paula Español, algo más alegre. “Trump es pro-Español”, bromeó. Pero quizá lo que más bronca haya generado fueron los insultos en la red social X del diputado José Luis Espert. “Caraduras. Siempre lo mismo. Siempre les falta algo para competir”, les espetó el economista, y cerró: “Váyanse a cagar”.
“Somos nosotros, los empresarios que generamos empleo y pagamos impuestos, quienes sostenemos el Estado. Queremos respeto”, dijo Rappallini al cierre de su discurso de apertura. Entonces el candidato a conducir la futura UIA citó las palabras del Presidente. No sería la última cita oficial. “Estamos de acuerdo con el Presidente en que el sector privado es el motor para el crecimiento del país. Y el sector privado somos nosotros, es con nosotros”, dijo.
Ya en la antesala, un industrial agarraba un sándwich en el coffee break mientras analizaba los anuncios de Trump. “Vamos a contracorriente del mundo. Si nos abrimos así nos van a matar. Nos vamos a terminar reconvirtiendo a distribuidores”, dijo el empresario, que tiene fábricas en cuatro
Los empresarios advierten por la apertura antes de bajar el costo local
países y que declaró pagar la mitad de costo laboral e impositivo en ellos. “Si ponía la guita en otro país, tendría diez veces más. Lo de la macro está perfecto, pero hay poco de micro. Y si quieren disciplinar con las importaciones para bajar precios, cuidado, porque hay gente a la que no le da el pedal para aguantar”, agregó.
El mundo de la fabricación argentina de electrodomésticos cuestionaba en los pasillos la baja del costo para importar tras la eliminación de reglamentos técnicos. Citaba un informe de la Cámara Argentina de Industria de Refrigeración y Aire Acondicionado que estimaba, por caso, que un 43,7% de lo que paga el consumidor por una heladera fabricada en la Argentina son impuestos.
El economista y director ejecutivo de UIA, Diego Coatz, situó a la Argentina última en la tabla clasificatoria de la competitividad al analizar la estabilidad económica, el financiamiento, la carga tributaria, la producción, la logística y la infraestructura, y la innovación, y 14 indicadores comparados, en un intento de explicar cómo cerrar la brecha de productividad (dentro de la fábrica) y competitividad (fuera de la fábrica).
“El dólar es un subsidio a la importación”, criticó un hombre de la siderurgia preocupado por China. El economista Martín Rapetti afirmaba en los pasillos que si se mantienen el tipo de cambio, la inflación cayendo y una recuperación económica, era difícil no pensar en una corrección cambiaria por el déficit en cuenta corriente. Hoy el puente son el blanqueo y el carry. “A este tipo de cambio, la economía argentina no puede vivir sin cepo”, alertó el experto.
Pazo pidió no minimizar lo hecho en la macro y reafirmó que se irá hacia una apertura económica. Agregó que el 80% de las importaciones son insumos y bienes de capital, y celebró la normalización del comercio (eliminación de SIRA, licencias no automáticas y el acceso al mercado de cambios). “Todo se hará sin descuidar el equilibrio fiscal”, dijo el funcionario. “Que levante la mano si en diciembre alguno podía hacer un presupuesto”, dijo sobre la herencia y la actual normalización de la brecha cambiaria y la baja de inflación. Presentó el proyecto del “mini-RIGI” y se llevó un aplauso. “Tenemos que aprender a competir. Soy de un sector que no está acostumbrado”, dijo el empresario del mundo de la ropa. Afuera, un cónclave de empresarios textiles ofendidos decían que el 60% de la ropa más el contrabando vienen de afuera. “Esto es como la películaTiburón.Ya sabemos todos cómo termina”, dijo uno de ellos sobre el atraso cambiario y luego de contar que ya había perdido un mercado de exportación. “La preocupación central es la apertura comercial en medio de una recesión y con costos que subieron en dólares”, contó un hombre de una firma alimentaria.
En su discurso final, Funes reconoció las políticas de reordenamiento del Gobierno. Pidió baja de impuestos, crédito, mejoras en la conectividad ei nfraestructura,y un ecosistema laboral nuevo, y alertó por el impacto del plan de estabilización en el consumo. “Queremos y podemos competir, pero en igualdad de condiciones”, dijo. Negó que buscaran proteccionismo. Y cerró citando a Caputo horas atrás: “Tenemos que nivelarles la cancha a los empresarios para que puedan competir en condiciones justas”.
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Electricidad: los grandes usuarios piden definiciones sobre el plan de contingencia
Se prevé que estos clientes pagarán un precio más bajo si consumen menos o si usan el servicio fuera del horario pico
Gabriela Origlia
CÓRDOBA.– “En el verano nos vamos a tener que arreglar con la oferta que tenemos”, dijo la secretaria de Energía, María Tettamanti el miércoles de la semana pasada, en su primera aparición luego de la publicación del decreto que extendió la emergencia del sector energético nacional.
Todavía no está en marcha el registro en el que los grandes usuarios mayoristas (GUMA) deben anotarse para acceder a energía a menor costo, por consumir menos o por hacerlo fuera de los horarios pico. El mecanismo fue creado por el “plan de contingencia y previsión”, que se oficializó hace casi dos meses.
El plan fue diseñado durante la gestión de Eduardo Rodríguez Chirillo, antecesor de Tettamanti. Allí se determinó que se instrumente un mecanismo de gestión de demanda de los GUMA, “voluntario, programado y remunerado”, que permitirá “contar con oferta de reducción de carga a precio”. Es decir, las empresas y usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) podrán acceder al beneficio de menores precios si reducen su consumo de energía.
El precio máximo para la energía asociada a una oferta de reducción de la carga es, según lo establecido, será de Us$350 por megavatio/ hora (MW/hora). El valor es casi una conversión de lo que cuesta despachar con gasoil un MW/hora, para lo cual se requieren unos 400 litros de combustible.
El punto clave todavía no definido es cómo se va a compensar a las empresas. “Falta que terminen de explicar el procedimiento; que den los detalles de lo que diseñaron”, indicó una fuente empresaria en diálogo .
La secretaría de Energía no respondió la consulta de este medio al momento de la publicación de esta nota. Una posibilidad es que se descuente el monto retribuido de la siguiente factura, pero los grandes usuarios aún desconocen cómo se definirá el mecanismo.
La decisión oficial implica maximizar la importación de energía desde Brasil y
Todavía no está en marcha el registro de los grandes usuarios mayoristas
En las empresas señalan que faltan datos sobre la implementación de plan oficial
Paraguay. Además, habrá un incentivo extra a los generadores para que usen equipamientos que, con tarifa normal, no son puestos en funcionamiento.
La próxima semana hay reuniones en Cammesa y también otras de las distribuidoras más grandes del país (Edenor, Edesur, EPEC de Córdoba y EPE de santa Fe). Al amparo del plan se creó un Comité de seguimiento de su puesta en marcha, integrado por un representante de la secretaría, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) –en el cual asumió recientemente Osvaldo Rolando–, de los generadores, de los transportistas, de los distribuidores y de los GUMA.
Las entidades empresarias de las diferentes provincias vienen manteniendo reuniones con las compañías eléctricas locales, para conocer el contexto en el que se moverán. Respecto de la preparación para emergencias con generadores, ocurre que las pequeñas y medianas empresas no tienen grupos electrógenos para producir, sino solamente para proveerse una iluminación de emergencia.
“si ya el costo de la tarifa impacta sobre la ecuación general –dice José Manuali, integrante del departamento de Energía de la Unión Industrial de Córdoba (UIC)–, con un equipo generador se multiplica por cinco el costo energético”. En la provincia, la suba de las tarifas para el sector entre enero y octubre acumula 290% en la comparación interanual.
Problemas heredados
Emilio Apud, exsecretario de Energía, indicó que “no está muy claro el panorama” respecto del plan de contingencia, en un escenario en el cual hay subinversión heredada en la generación, el transporte y la distribución.
En el primer caso, enfatizó que “ante la menor falla de las usinas de generación no hay reservas”. Y añadió: “La capacidad instalada es de 40.000 MW, pero hay entre 29.000 y 30.000 funcionando; no existe el 10% o 15% de reserva que siempre hay en el mundo”.
En materia de transporte, Apud calificó la situación como “más difusa” y sostuvo que “hay algo de mantenimiento preventivo, pero lo cierto es que no tiene las protecciones necesarias para evitar colapsos como el del Día del Padre de 2017”.
según su análisis, el segmento de la distribución es el “más vulnerable, en especial donde hay mucha concentración de demanda residencial”.
Apuntó, además, que las compañías Edenor y Edesur están haciendo tareas para que, si hay cortes, sean de la menor duración posible, “alistando cuadrillas y contando con unidades móviles de generadores”.
“Vamos a hacer una foto de familia... pero del panel”, pidió Daniel Funes de Rioja emulando alguna de sus pasadas participaciones como chairman del B-20 (el grupo de negocios del G-20). Es que cierto aire de tensión había envuelto las primeras horas del encuentro industrial luego de los faltazos de Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. El pedido del directivo llegó al cierre del panel en el que él y Martín Rappallini, presidente de la conferencia industrial de este año y dueño de Cerámica Alberdi, habían interrogado al único funcionario del Gobierno presente en la reunión, el secretario de Coordinación de la Producción, Juan Pazo.
“Esto no está vaciado”, dijo Funes de Rioja, y raudamente pidió al secretario de Comercio e Industria, Pablo Lavigne; el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento, Marcos Ayerra, y al subsecretario de Comercio Interior, Esteban Marzorati, que subieran al escenario –aunque no participaran de ningún panel– para engrosar esa foto familiar.
Pero ni esa imagen –que duró breves segundos porque los funcionarios huyeron sin intercambiar palabras con los empresarios que se agolparon para saludarlos– ni los aplausos a Pazo luego de que anunciara que enviará un proyecto de “mini-RIGI” al Congreso en los próximos días disolvieron la tensión y la sensación de que el Gobierno había vaciado el encuentro en el Centro de Convenciones de porteño. No pocos describieron en los pasillos que este año la conferencia se había sentido “un poco larga” sin funcionarios, incluso pese a los perros robots que bailoteaban por la antesala.
Al inicio, el clima no podía estar más cargado. Se había formado un cóctel del enojo de Caputo y Milei –y el faltazo al encuentro– por la minuta de una reunión en la UIA que alertaba por un tipo de cambio atrasado y la baja de impuestos a las importaciones vía courier; la decisión de Donald Trump de imponer aranceles a los productos de México, Canadá y China, y un duro cruce de la diputada de Pro Daiana Fernández Molero –exasesora de Mike Braun en Comercio durante el macrismo– para defender la política de apertura oficial y cuestionar los dichos del sociólogo y exfuncionario del gobierno pasado Daniel Schteingart, en un programa radial. Esos posteos fueron viralizados por parte del Ministerio de Economía. Con fastidio, Schteingart pululaba por el Centro de Convenciones. También, la exsecretaria de Comercio Interior Paula Español, algo más alegre. “Trump es pro-Español”, bromeó. Pero quizá lo que más bronca haya generado fueron los insultos en la red social X del diputado José Luis Espert. “Caraduras. Siempre lo mismo. Siempre les falta algo para competir”, les espetó el economista, y cerró: “Váyanse a cagar”.
“Somos nosotros, los empresarios que generamos empleo y pagamos impuestos, quienes sostenemos el Estado. Queremos respeto”, dijo Rappallini al cierre de su discurso de apertura. Entonces el candidato a conducir la futura UIA citó las palabras del Presidente. No sería la última cita oficial. “Estamos de acuerdo con el Presidente en que el sector privado es el motor para el crecimiento del país. Y el sector privado somos nosotros, es con nosotros”, dijo.
Ya en la antesala, un industrial agarraba un sándwich en el coffee break mientras analizaba los anuncios de Trump. “Vamos a contracorriente del mundo. Si nos abrimos así nos van a matar. Nos vamos a terminar reconvirtiendo a distribuidores”, dijo el empresario, que tiene fábricas en cuatro
Los empresarios advierten por la apertura antes de bajar el costo local
países y que declaró pagar la mitad de costo laboral e impositivo en ellos. “Si ponía la guita en otro país, tendría diez veces más. Lo de la macro está perfecto, pero hay poco de micro. Y si quieren disciplinar con las importaciones para bajar precios, cuidado, porque hay gente a la que no le da el pedal para aguantar”, agregó.
El mundo de la fabricación argentina de electrodomésticos cuestionaba en los pasillos la baja del costo para importar tras la eliminación de reglamentos técnicos. Citaba un informe de la Cámara Argentina de Industria de Refrigeración y Aire Acondicionado que estimaba, por caso, que un 43,7% de lo que paga el consumidor por una heladera fabricada en la Argentina son impuestos.
El economista y director ejecutivo de UIA, Diego Coatz, situó a la Argentina última en la tabla clasificatoria de la competitividad al analizar la estabilidad económica, el financiamiento, la carga tributaria, la producción, la logística y la infraestructura, y la innovación, y 14 indicadores comparados, en un intento de explicar cómo cerrar la brecha de productividad (dentro de la fábrica) y competitividad (fuera de la fábrica).
“El dólar es un subsidio a la importación”, criticó un hombre de la siderurgia preocupado por China. El economista Martín Rapetti afirmaba en los pasillos que si se mantienen el tipo de cambio, la inflación cayendo y una recuperación económica, era difícil no pensar en una corrección cambiaria por el déficit en cuenta corriente. Hoy el puente son el blanqueo y el carry. “A este tipo de cambio, la economía argentina no puede vivir sin cepo”, alertó el experto.
Pazo pidió no minimizar lo hecho en la macro y reafirmó que se irá hacia una apertura económica. Agregó que el 80% de las importaciones son insumos y bienes de capital, y celebró la normalización del comercio (eliminación de SIRA, licencias no automáticas y el acceso al mercado de cambios). “Todo se hará sin descuidar el equilibrio fiscal”, dijo el funcionario. “Que levante la mano si en diciembre alguno podía hacer un presupuesto”, dijo sobre la herencia y la actual normalización de la brecha cambiaria y la baja de inflación. Presentó el proyecto del “mini-RIGI” y se llevó un aplauso. “Tenemos que aprender a competir. Soy de un sector que no está acostumbrado”, dijo el empresario del mundo de la ropa. Afuera, un cónclave de empresarios textiles ofendidos decían que el 60% de la ropa más el contrabando vienen de afuera. “Esto es como la películaTiburón.Ya sabemos todos cómo termina”, dijo uno de ellos sobre el atraso cambiario y luego de contar que ya había perdido un mercado de exportación. “La preocupación central es la apertura comercial en medio de una recesión y con costos que subieron en dólares”, contó un hombre de una firma alimentaria.
En su discurso final, Funes reconoció las políticas de reordenamiento del Gobierno. Pidió baja de impuestos, crédito, mejoras en la conectividad ei nfraestructura,y un ecosistema laboral nuevo, y alertó por el impacto del plan de estabilización en el consumo. “Queremos y podemos competir, pero en igualdad de condiciones”, dijo. Negó que buscaran proteccionismo. Y cerró citando a Caputo horas atrás: “Tenemos que nivelarles la cancha a los empresarios para que puedan competir en condiciones justas”.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Electricidad: los grandes usuarios piden definiciones sobre el plan de contingencia
Se prevé que estos clientes pagarán un precio más bajo si consumen menos o si usan el servicio fuera del horario pico
Gabriela Origlia
CÓRDOBA.– “En el verano nos vamos a tener que arreglar con la oferta que tenemos”, dijo la secretaria de Energía, María Tettamanti el miércoles de la semana pasada, en su primera aparición luego de la publicación del decreto que extendió la emergencia del sector energético nacional.
Todavía no está en marcha el registro en el que los grandes usuarios mayoristas (GUMA) deben anotarse para acceder a energía a menor costo, por consumir menos o por hacerlo fuera de los horarios pico. El mecanismo fue creado por el “plan de contingencia y previsión”, que se oficializó hace casi dos meses.
El plan fue diseñado durante la gestión de Eduardo Rodríguez Chirillo, antecesor de Tettamanti. Allí se determinó que se instrumente un mecanismo de gestión de demanda de los GUMA, “voluntario, programado y remunerado”, que permitirá “contar con oferta de reducción de carga a precio”. Es decir, las empresas y usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) podrán acceder al beneficio de menores precios si reducen su consumo de energía.
El precio máximo para la energía asociada a una oferta de reducción de la carga es, según lo establecido, será de Us$350 por megavatio/ hora (MW/hora). El valor es casi una conversión de lo que cuesta despachar con gasoil un MW/hora, para lo cual se requieren unos 400 litros de combustible.
El punto clave todavía no definido es cómo se va a compensar a las empresas. “Falta que terminen de explicar el procedimiento; que den los detalles de lo que diseñaron”, indicó una fuente empresaria en diálogo .
La secretaría de Energía no respondió la consulta de este medio al momento de la publicación de esta nota. Una posibilidad es que se descuente el monto retribuido de la siguiente factura, pero los grandes usuarios aún desconocen cómo se definirá el mecanismo.
La decisión oficial implica maximizar la importación de energía desde Brasil y
Todavía no está en marcha el registro de los grandes usuarios mayoristas
En las empresas señalan que faltan datos sobre la implementación de plan oficial
Paraguay. Además, habrá un incentivo extra a los generadores para que usen equipamientos que, con tarifa normal, no son puestos en funcionamiento.
La próxima semana hay reuniones en Cammesa y también otras de las distribuidoras más grandes del país (Edenor, Edesur, EPEC de Córdoba y EPE de santa Fe). Al amparo del plan se creó un Comité de seguimiento de su puesta en marcha, integrado por un representante de la secretaría, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) –en el cual asumió recientemente Osvaldo Rolando–, de los generadores, de los transportistas, de los distribuidores y de los GUMA.
Las entidades empresarias de las diferentes provincias vienen manteniendo reuniones con las compañías eléctricas locales, para conocer el contexto en el que se moverán. Respecto de la preparación para emergencias con generadores, ocurre que las pequeñas y medianas empresas no tienen grupos electrógenos para producir, sino solamente para proveerse una iluminación de emergencia.
“si ya el costo de la tarifa impacta sobre la ecuación general –dice José Manuali, integrante del departamento de Energía de la Unión Industrial de Córdoba (UIC)–, con un equipo generador se multiplica por cinco el costo energético”. En la provincia, la suba de las tarifas para el sector entre enero y octubre acumula 290% en la comparación interanual.
Problemas heredados
Emilio Apud, exsecretario de Energía, indicó que “no está muy claro el panorama” respecto del plan de contingencia, en un escenario en el cual hay subinversión heredada en la generación, el transporte y la distribución.
En el primer caso, enfatizó que “ante la menor falla de las usinas de generación no hay reservas”. Y añadió: “La capacidad instalada es de 40.000 MW, pero hay entre 29.000 y 30.000 funcionando; no existe el 10% o 15% de reserva que siempre hay en el mundo”.
En materia de transporte, Apud calificó la situación como “más difusa” y sostuvo que “hay algo de mantenimiento preventivo, pero lo cierto es que no tiene las protecciones necesarias para evitar colapsos como el del Día del Padre de 2017”.
según su análisis, el segmento de la distribución es el “más vulnerable, en especial donde hay mucha concentración de demanda residencial”.
Apuntó, además, que las compañías Edenor y Edesur están haciendo tareas para que, si hay cortes, sean de la menor duración posible, “alistando cuadrillas y contando con unidades móviles de generadores”.
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