jueves, 28 de noviembre de 2024

LA ARGENTINA, ESPERANZA Y CENTENARIA BIBLIOTECA PARA CIEGOS




“Rumbo y fe”
Diego Garazzi
El momento del despegue es uno de los más riesgosos en la aviación. Cada una de las tres velocidades del proceso tiene su criticidad particular. De 0 a 100 km/h se presta atención al instrumental para verificar si no existen fallas menores que hagan preferible abortar el procedimiento. Entre 100 y 200 km/h se suman chequeos más complejos que advierten de la necesidad de desistir o no del despegue para evitar riesgos ciertos de colisión. Alcanzada la “V1” (velocidad de 240 km/h aproximadamente), el piloto debe iniciar las maniobras de despegue y ascenso.
Si decidiera frenar a esa velocidad no podría evitar estrellarse contra los límites de la pista. Debe orientar el avión hacia su destino y confiar en su experiencia, en el procedimiento y en el instrumental que le brinda información. En la jerga aeronáutica, los pilotos recitan un mantra que grafica el momento exacto del traspaso del control humano al control divino una vez alcanzada V1, cuando ya no hay vuelta atrás: “Rumbo y fe”.
Javier Milei inició su presidencia directamente en V1. Apenas asumió, aceleró de tal manera que todo el instrumental vetusto con el que los políticos midieron sus acciones infaustas durante tantas décadas fue reemplazado por solo dos relojes que se miran con obsesión y que proyectan dos objetivos: bajar la inflación y alcanzar el déficit fiscal cero. Decidió un rumbo claro, alcanzó la velocidad de despegue e invocó a las fuerzas del cielo. Rumbo y fe.
Es cierto que focalizar en solo dos variables (inflación y déficit cero) desatiende una inmensa cantidad de dificultades sociales que los ciudadanos viven en carne propia, todos los días. Y también es cierto que es tarea de la oposición advertir al gobierno sobre los problemas que pueden derivarse de un despegue impulsivo y vertiginoso como el propuesto por el Gobierno en un país oxidado como la Argentina, arruinado por políticas y políticos equivocados.
La oposición, entonces, tiene la obligación de activar esas alarmas de manera confiable y desinteresada, sin que parezcan reclamos obsoletos para obtener un rédito político mezquino. Deben parecer –y ser– sinceras y efectivas correcciones necesarias para mejorar el despegue. Ciclópea tarea para una oposición aún atónita y disgregada por la vorágine presidencial y el apoyo popular al firme camino trazado por el Presidente.
El tablero de control del avión presidencial en el que los 47 millones de argentinos estamos embarcados, tiene como botones principales las redes sociales, ejes del humor comunitario que moldea el discurso flamígero del Presidente. Este es el campo de la batalla cultural que el Gobierno libra principalmente en la red social X (¡cómo se extraña llamarla “Twitter”!). Es fascinante el nivel máximo jamás alcanzado por la libertad de opinión en esa red social, con reserva de los desafueros que se cometen en el anonimato. Pero opinión no es información. La libertad de expresión jamás debe ser censurada, pero no debe confundirse con la libertad de información, clave en cualquier orden democrático.
En conexión con lo anterior, en septiembre de 2024, el diario El
País y SER de España publicaron un informe titulado “El ‘desorden democrático’ de España” (https://ep00.epimg.net/infografias/encuestas40db/2024/09barometro/2024_09_barometro_democracia.pdf), donde queda plasmado que las redes sociales son por lejos los vectores preferidos para la divulgación de las noticias falsas, y que X es el canal predilecto para difundirlas.
La información genuina nace del ejercicio profesional del periodismo con parámetros de calidad y rigurosidad que el Gobierno debería apoyar como un valor democrático irrenunciable, en lugar de pretender esmerilarlos continuamente, agitando a su tropa contra medios y periodistas con ataques constantes, verbales y económicos.
Los medios ejercen de señalización objetiva y fiable. Como amante de los datos, el Presidente debería fomentar el desarrollo y la viabilidad de medios de comunicación profesionales y no combatirlos con ánimo de exterminio.
Aunque en los últimos meses el cielo aparece despejado, el Gobierno, y fundamentalmente el Presidente, crea sus propios focos de tormenta, sus enemigos, como si necesitara pegarle a alguien siempre, insultar, descalificar con soberbia, agredir para constituirse como ser. Los caminos del diálogo armonioso y constructivo lo desequilibran, el punto más endeble de nuestro comandante de a bordo.
Como a toda acción le corresponde una consecuencia, esas tormentas “a la carta” han dejado secuelas en el fuselaje del Gobierno que se perciben en cada decisión que debe someterse al Congreso, cuyos integrantes son denigrados de manera alevosa. El respeto al prójimo y el consenso son kriptonita para el Gobierno.
Tal vez, en verdad, aún no hayamos alcanzado V1, la velocidad de despegue, la que no permite ya atender alarmas y corregir errores. Tal vez estemos a tiempo de atemperar las enormes diferencias que dividen a la sociedad y ecualizar mejor aquellas variables que por el momento han sido dejadas de lado por el Gobierno para atender las urgencias derivadas de un ciclo político precedente de destrucción social y cultural nunca visto. Tal vez tengamos la chance de fijar la brújula de nuestro crecimiento y desarrollo como sociedad, fundándonos en los principios de verdadera libertad, unión, respeto y colaboración, y podamos experimentar, finalmente, un despegue vigoroso, definitivo y total. Está en nuestras manos. Rumbo y fe


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El sentido cristiano de la paz
Antonio Boggiano

Estas líneas van dirigidas a todo lector, creyente o no, en la esperanza de la comprensión de lo siguiente. Basta el ejemplo de San Pablo: somos hijos de la permanente conversión. A punto tal que se puede decir que todo hijo de la resurrección es también hijo de la conversión, pues esta es inherente a la condición humana. Tanto el caso de la conversión a la fe como el caso de la lucha por guardar la fe contra la duda, el descreimiento, el escepticismo o la incredulidad. Por eso, a un género amplísimo de destinatarios va dirigida esta nota: a los convertidos a la fe, cuanto a la guarda de la ya adquirida.
La ejemplar vida de San Pablo puede servir de arquetipo de lo que aquí se intenta definir, esto es, que no hay resurrección sin la permanente lucha por la conversión. Los hijos de la resurrección son hijos de Dios y, por consiguiente, hijos del permanente acercamiento al modelo de Cristo, Dios de la paz. Modelo abierto a la fe de todo hombre, para que pueda llegar a la dignidad de ser hijo de Dios.
Cabe insistir en la idea de la conversión como presupuesto de la dignidad de los hijos de la resurrección; esta conversión obliga y compromete a todo hombre, tanto de fe, como no creyente o agnóstico. La conversión es presupuesto necesario y esencial de la resurrección. El ejemplo de la conversión de San Pablo es una muestra necesaria de la resurrección a la que alude Lucas en palabras de Nuestro Señor (Lc. 20, 36).
La conversión está abierta de este modo a todo hombre a quien va dirigida la palabra de Dios. La conversión paulina es modelo del oyente de la palabra, cuya difusión se alcanza por el afán apostólico por la paz. Resurrección y conversión constituyen la síntesis de la lucha por la defensa pacífica y respetuosa de la fe. El hombre de hoy bien puede encontrar en la palabra de Dios el sentido la plenitud de la vida, que consiste en la resurrección de la carne, aspecto esencial de la fe católica. Así pues, la propagación de la fe, en el magisterio de la Iglesia, tiende a la conversión de todo hombre a fin de alcanzar la promesa dirigida a los hijos de la resurrección.
La conversión y la consiguiente resurrección son coadyuvantes para garantizar la paz necesaria entre todos los hombres y solucionar los conflictos armados que buscan un fin puramente mundano, o un fin de paraíso inexistente.

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Centenaria biblioteca para ciegos
El maestro no vidente Juan Lorenzo y González llegaba en 1887 desde España y fue el primero en intentar sistematizar la enseñanza a personas ciegas en el país. Lo reemplazó el italiano Francisco Gatti, quien fundó la escuela que dio origen al Instituto Nacional de Ciegos en una vieja casona en Monserrat. Cuesta imaginar cuán difícil era por aquel entonces que las personas no videntes tuvieran acceso a la más mínima información básica para formarse tanto como para afianzar su autonomía cotidiana.
En 1913, el médico Luis Agote creó la Institución Argentina de Ciegos, a la que se sumó el oftalmólogo Pedro Lagleyze –fundador de la Sociedad de Oftalmología de Buenos Aires–, y que dio lugar en 1939 al Patronato Nacional de Ciegos. Las clases de braille para internados en establecimientos de asistencia pública arrancaron en 1925 y dos años después se compró la primera imprenta braille a Alemania. La primera revista de interés general en braille se llamó Hacia la Luz.
La casa del oftalmólogo Agustín Rebuffo fue la primera sede de la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC). Julián Baquero, poeta y violinista ciego; Alberto Larrán de Vere, periodista, y la profesora de braille María C. Marchi fundaron junto al dueño de casa aquella institución que este año cumple una centuria. Su misión era promover el acceso a la información para personas con discapacidad visual a través de actividades culturales, educativas y recreativas. Tuvo distintas locaciones. La propiedad que ocupa desde 2014 en Almagro, sobre un lote de la quinta de Peluffo, fue declarada patrimonio urbano por la Legislatura porteña. El acervo bibliográfico en braille es no solo el más antiguo de Latinoamérica, sino también uno de los más importantes de la Argentina: unas 3000 obras a disposición de los socios en la sede o por envíos postales y 1400 grabadas en audio. La BAC recibe un subsidio de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares y brinda servicios variados, entre ellos, la plataforma de préstamo de audiolibros desde su página web y la tienda que concentra desde pizarras y bastones a juegos adaptados, y mucho más.
Con el lema “Ayuda a todo ciego en toda forma”, la BAC agrupa hoy a 250 socios con una activa comisión directiva ad honorem de 12 miembros. Convoca permanentemente a voluntarios para que puedan colaborar como guías en paseos, orientando en los encuentros o realizando trámites administrativos o en la web para quienes tienen dificultades.
La BAC es un lugar de pertenencia para muchas personas ciegas. Cumple con creces su cometido de acercar la cultura y la educación a quienes están privados de la vista. Los cien años transcurridos dan cuenta de un largo camino de esfuerzo y dedicación dirigido a promover el acceso a la cultura y a la igualdad de oportunidades; un desafío que hoy celebran y que los impulsa a seguir trabajando sin descanso en la promoción de la inclusión de las personas con discapacidad visual.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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