lunes, 17 de agosto de 2020

LA PÁGINA DEL DR. JUAN CARLOS DE PABLO,


La estadística es útil en manos idóneas
Los datos pueden ayudar en economía, pero siempre que sean interpretados de forma adecuada, dice De Pablo.
Juan Carlos de Pablo: "Estamos empantanados mal"
Juan Carlos de Pablo
Preguntas a Raúl Pedro Mentz
Economista 1932-2018
Raúl Pedro Mentz, economista
Se recibió en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán y desde muy joven tuvo interés por la estadística. Hizo un máster en Harvard y un doctorado en Stanford.
Qué pensaría usted si yo le dijera que en la Argentina, entre abril y mayo pasados, el producto bruto interno (PBI) real aumentó 214%? Que seguramente apreté la tecla equivocada en mi calculadora, o que desayuné con whisky. Nada de eso. Apliqué el mismo método con el cual, hace unos días, nos enteramos de que en los Estados Unidos, entre el primer y el segundo trimestre de 2020, el PBI real cayó 32,9%. Ambos datos invitan a ignorar las estadísticas, cuando lo que hay que hacer es interpretarlas con cuidado.
Para que nos ayudara a hacerlo conversé con el argentino Raúl Pedro Mentz (1932-2018), quien estudió en la Universidad Nacional de Tucumán, en Harvard y en Stanford. En la UNT fue profesor de estadística inferencial, director del Instituto de Investigaciones Estadísticas, director de la maestría de estadística aplicada y codirector del doctorado en estadística. El posgrado que creó en 1983 todavía está vigente. Por todo lo cual es merecidamente calificado como la “pata estadística” de la prestigiosa facultad de ciencias económicas de esa universidad. Presidió la Sociedad Argentina de Estadística, fue vicepresidente del Instituto Internacional de Estadística y vicepresidente primero del Instituto Interamericano de Estadística. Publicó sus trabajos en las principales revistas técnicas. En el plano personal, “pocas personas conocieron tanto, a tan corta edad, sobre la vida y obra de Jorge Luis Borges, como quienes compartimos desde pequeños los almuerzos y cenas con mi abuelo”, afirmó J. Ricardo Acosta.
–Se dice que las estadísticas, como las bikinis, lo que muestran es importante, pero lo que ocultan es esencial. Además de gracioso, ¿eso es cierto?
–Sí, pero hay que evitar los extremos. A los estadisticomaníacos hay que repetirles lo que usted acaba de decir, mientras que a los estadisticofóbicos hay que decirles que lo que unas y otras ocultan es esencial, pero que lo que muestran es importante.
–¿Qué les diría usted a quienes afirman: “Entre los números y la gente, me quedo con la gente”?
–Con el mayor de los respetos, que no digan estupideces. Es más: les diría que la próxima vez que visiten a su médico, con los resultados de sus exámenes de sangre, orina, etcétera, cuando el facultativo comience a mirar “sus números”, que lo interrumpan y le digan eso. Verán como los mirará, pensando si ustedes están bien de la cabeza. Yo no me haría operar por un cirujano que no mire mis números, aunque tampoco por otro que solo mire mis números.
–¿Quiénes deberían saber lo esencial del análisis estadístico?
–Todos; la estadística descriptiva tiene que formar parte de la formación de cualquier estudiante secundario. Por lo demás, partiendo de ejemplos la materia puede ser muy atractiva. En cuanto a su utilidad, piense hoy en un infectólogo. Entre otras cosas, mejor que sepa qué son los promedios y los desvíos alrededor de ellos; que distinga entre posibilidad y probabilidad; que conozca la relación entre universo y muestras; que sepa cómo operar con el denominado error muestral, y que, al verificar hipótesis, conozca el esquema error tipo I, error tipo II.
–¿Para qué sirven las estadísticas económicas?
–Para saber si lo que nos ocurre a cada uno de nosotros, solo nos ocurre a nosotros. Nadie tiene que consultar al Indec para saber si está ocupado o fabricando más o menos que antes. Quien perdió su empleo, si según el Indec la tasa de desocupación está cayendo, se sentirá mal en el plano personal, pero con grandes expectativas de conseguir otro trabajo; mientras que si la tasa de desocupación está aumentando, entenderá que el problema no es personal, pero que no será fácil volver a trabajar.
–¿Por qué no hay que pedirles a las estimaciones estadísticas, más de lo que pueden dar?
–Porque en la práctica existen problemas conceptuales y de estimación. ¿Debe la producción de drogas de uso no medicinal ser incluida en el cálculo del PBI? La pregunta vale porque todos miramos las estimaciones para saber si la economía está mejor o no. Por lo demás, en nuestro país, con por lo menos la tercera parte de la economía operando informalmente, estimar con decimales es casi un chiste.
–La cuarentena agrava las dificultades.
–Efectivamente. No estamos enfrentando problemas de dibujos, como ocurrió a partir de 2007, pero cabe preguntar: ¿cuál es el precio de las entradas al cine en el cálculo de los precios al consumidor, si los cines están cerrados? Por lo demás, ¿es lo mismo que los encuestadores trabajen de manera presencial que remota? Por eso, prestémosle particular atención al rubro de alimentos y bebidas, porque en ese caso sí se están realizando transacciones.
–¿Cuánto cayó el PBI real de los Estados Unidos, ajustado por estacionalidad, entre el primer y el segundo trimestres de 2020, 9,5% o 32,9%?
–Ahora pasamos de la confección de las estadísticas a su presentación. En Estados Unidos acostumbran anualizar las estimaciones. Uso un ejemplo: el velocímetro del auto no indica cuántos kilómetros usted recorrerá durante la próxima hora, sino a qué distancia de donde está en este momento usted estará dentro de una hora si durante los próximos 60 minutos mantiene la velocidad a la cual está manejando en este instante. Anualizar la variación trimestral del PBI, como anualizar la variación mensual de los índices de precios, es un artificio, no un pronóstico.
–¿Para qué sirve?
–Para comparar. Si yo le pregunto: ¿qué es mejor, que el PBI de un país crezca 10% acumulativo durante un par de años, o 21% a lo largo de dos años?, para responder usted tiene que anualizar. La respuesta es que es lo mismo. Cualquier cuadro internacional, basado en estadísticas nacionales referidas a períodos distintos, inevitablemente tiene que anualizar, trimestralizar o mensualizar la información.
–Me saca de quicio que en los gráficos que presentan series de tiempo, el eje vertical no mida la variable considerada sobre la base de una escala logarítmica.
–Comparto su preocupación. Si a lo largo del tiempo una variable adopta los siguientes valores: 1, 2, 4, 8, etcétera, a simple vista el valor de cada período duplica el del período anterior. Un gráfico a escala natural muestra que las curvas se empinan cada vez más, mientras que un gráfico a escala semilogarítmica mostraría que la pendiente de la curva, la que muestra la tasa porcentual de crecimiento, es constante, y esa es la realidad. De gráficos mal construidos surgen diagnósticos equivocados y de estos, decisiones que son costosas en términos de vidas, problemas económicos, etcétera.
–Los cuadros son más precisos.
–Sí, pero por aquello de que una imagen vale más que 1000 palabras, los gráficos trasmiten mejor la idea central; aunque a mí también me gusta echarle una mirada al cuadro que generó el gráfico.
–Recordado Pedro, muchas gracias.

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