A la espera de un acuerdo que se demora, el Gobierno le paga con yuanes al FMI
Sin dólares, también usará DEG para saldar hoy un vencimiento de US$2700 millones
Francisco JueguenMassa, ayer, en la inauguración de una empresa de aceite de soja
Sin un acuerdo técnico que todavía se demora, y con escasas reservas en el Banco Central, el Gobierno decidió pagarle hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de US$2700 millones con yuanes y con DEG (la moneda del propio organismo de crédito) para evitar un atraso.
Para enmarcar el ritmo de las complejas negociaciones, el Ministerio de Economía, que dirige Sergio Massa, negocia con el FMI la redacción de un comunicado que lleve tranquilidad al mercado.
En el Palacio de Hacienda estimaron otra vez que están cerca de cerrar un acuerdo a nivel del staff, que será por seis meses. El ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo gestiona un adelanto de dólares que atenúe el riesgo de una corrida cambiaria en plena campaña electoral. Pretende que el organismo desembolse los giros previstos entre junio y diciembre, que sumarían US$10.600 millones.
Llamadas, zooms, mensajes de texto que van y vienen hasta bien entrada la madrugada. Esa es la vida de Leonardo Madcur, jefe de asesores del Ministerio de Economía, y de Luis Cubeddu, el jefe de la misión ante la Argentina del Fondo Monetario Internacional (FMI), en las últimas semanas. Esa dinámica frenética se mantuvo en estas horas sin algunas definiciones claves a la vista. En principio, sí habría una foto similar a la del 12 de septiembre pasado.
En aquel entonces, el ministro de Economía, Sergio Massa, se había reunido en Washington con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. Los equipos técnicos no habían logrado llegar a un acuerdo aún y lo que se trabajó fue un comunicado de prensa para enmarcar el ritmo de las negociaciones. Una semana después se logró el staff level agreement con el Fondo. Esa es la esperanza oficial hoy.
En estas horas, en el Ministerio de Economía se negocia con intensidad, tensión y contra reloj, sobre todo ahora que Massa es candidato y necesita blindar las elecciones de una corrida cambiaria. Pese a que el ministro y su viceministro, Gabriel Rubinstein, habían hablado de un acuerdo con el organismo en esta semana, todavía se trabaja –y con fricciones– en un comunicado de prensa que enmarque una decisión ya tomada: hoy se hará el pago de un vencimiento por US$2700 millones.
Irónicamente, no se usarán dólares, un bien escasísimo en el Banco Central (BCRA). La oposición estima que las reservas netas son negativas en US$2000 millones. La entidad que dirige Miguel Pesce sigue perdiendo, incluso yuanes.
Fuentes oficiales confirmaron que se utilizarán 1700 millones de DEG (derechos especiales de giro, la moneda del Fondo) y que el resto se pagará en yuanes “de libre disponibilidad” aportados por el Banco Popular de China. Dijeron que serán devueltos al país oriental apenas el Fondo haga el desembolso de 3000 millones de DEG previstos por la demorada quinta revisión del acuerdo.
Massa logró ampliar el uso de yuanes en su viaje a China semanas atrás. Pese a la polémica con la oposición, en Economía afirman que pueden comprar dólares con parte de ese swap (US$10.000 millones). Nunca se aclaró el costo de esa operación. El gobierno chino dejó incluso en claro que prefería que esas divisas se usaran para el comercio exterior con ese país.
El cierre a nivel de staff del programa de facilidades extendidas (EFF, según las siglas en inglés) se demorará todavía unos días más, confirmaron fuentes oficiales, y llegaría la semana que viene, dicen ahora, “con un acuerdo semestral”. Massa busca un adelanto de los desembolsos que deberían hacerse entre junio y diciembre, unos US$10.600 millones. Además, se había hablado de un giro extra de US$1800 millones de los fondos previstos para 2024. En Washington consideraron optimista esa posibilidad.
Para eso, incluso, se había prometido un anticipo del pago de los vencimientos de la semana pasada como un“gesto” al directorio del organismo. No se pudo avanzar en ese camino y finalmente el bundle (la consolidaciónde pagos de la semana pasada) será hoy. Si la Argentina no abonara, entraría en una situación de arrears (atrasos) con el organismo.
El comunicado con la trayectoria que siguen las negociaciones –comentaron fuentes del Ministerio de Economía– se sigue trabajando y podría publicarse hoy. No está confirmado todavía, lo que demuestra lo complejas que son las tratativas con el Fondo. En el Tesoro de Estados Unidos hay resistencias con la Argentina, que Massa busca ablandar a través de la Casa Blanca.
“Esta semana habrá grandes avances con el Fondo”, había dicho Rubinstein el lunes pasado, luego de un encuentro ampliado del equipo económico. Días atrás, en la conferencia anual de la Cámara de la Construcción, Massa había anticipado un acuerdo con el Fondo en “las próximas horas”. Sin embargo, ese acuerdo con el staff está todavía demorado. Y el desembolso de junio o los anticipos del año solo llegarían cuando se haya alcanzado un acuerdo técnico primero con el staff y luego una aprobación del directorio del FMI, que, por lo menos, tardaría en llegar unos 15 días luego del staff level agreement.
Entre las piedras en el camino de las negociaciones aparecen el monto y el uso de los desembolsos del Fondo. Economía había dejado entrever que ya tenía luz verde para usar parte de los adelantos que negocia para ampliar créditos presupuestarios en medio de la caída de ingresos por la sequía que sufre el país. Implícitamente, significa que puede vender esos dólares en el mercado cambiario para intervenir. Sin embargo, esas divisas deberían ser destinadas al pago de la deuda. Los desembolsos del organismo, de hecho, están calzados con los vencimientos de deuda.
El temor del Fondo es que Massa use indiscriminadamente los dólares del organismo en la campaña, que ahora lo tiene como candidato. La posibilidad que barajaban en Economía era tener adelantos de fondos en dos tramos: junio y septiembre. Sin embargo, el primer desembolso ya no llegaría este mes. Los dos tramos indican condicionalidades. Para destrabar el segundo, el Ministerio de Economía debería acatar los compromisos que dejará plasmados en el acuerdo.
Además, el FMI considera que, para blindar sus dólares, el Gobierno necesita ajustar los precios relativos, o sea, devaluar. Economía, en cambio, se niega a esa posibilidad. Massa y Cristina Kirchner sienten que una devaluación con los actuales niveles de inflación puede descontrolar aún más la nominalidad de la economía. Los negociadores del Palacio de Hacienda, en cambio, vienen prometiendo una devaluación fiscal, lo que implica la suba de impuestos a la importación de algunos bienes y servicios. Para los especialistas, eso también impactará en los precios y es probable que acentúe la desaceleración de la actividad económica, que, pese a que creció en el primer trimestre, caería por los efectos de la dura seca en el campo.
Sin un acuerdo técnico que todavía se demora, y con escasas reservas en el Banco Central, el Gobierno decidió pagarle hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de US$2700 millones con yuanes y con DEG (la moneda del propio organismo de crédito) para evitar un atraso.
Para enmarcar el ritmo de las complejas negociaciones, el Ministerio de Economía, que dirige Sergio Massa, negocia con el FMI la redacción de un comunicado que lleve tranquilidad al mercado.
En el Palacio de Hacienda estimaron otra vez que están cerca de cerrar un acuerdo a nivel del staff, que será por seis meses. El ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo gestiona un adelanto de dólares que atenúe el riesgo de una corrida cambiaria en plena campaña electoral. Pretende que el organismo desembolse los giros previstos entre junio y diciembre, que sumarían US$10.600 millones.
Llamadas, zooms, mensajes de texto que van y vienen hasta bien entrada la madrugada. Esa es la vida de Leonardo Madcur, jefe de asesores del Ministerio de Economía, y de Luis Cubeddu, el jefe de la misión ante la Argentina del Fondo Monetario Internacional (FMI), en las últimas semanas. Esa dinámica frenética se mantuvo en estas horas sin algunas definiciones claves a la vista. En principio, sí habría una foto similar a la del 12 de septiembre pasado.
En aquel entonces, el ministro de Economía, Sergio Massa, se había reunido en Washington con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. Los equipos técnicos no habían logrado llegar a un acuerdo aún y lo que se trabajó fue un comunicado de prensa para enmarcar el ritmo de las negociaciones. Una semana después se logró el staff level agreement con el Fondo. Esa es la esperanza oficial hoy.
En estas horas, en el Ministerio de Economía se negocia con intensidad, tensión y contra reloj, sobre todo ahora que Massa es candidato y necesita blindar las elecciones de una corrida cambiaria. Pese a que el ministro y su viceministro, Gabriel Rubinstein, habían hablado de un acuerdo con el organismo en esta semana, todavía se trabaja –y con fricciones– en un comunicado de prensa que enmarque una decisión ya tomada: hoy se hará el pago de un vencimiento por US$2700 millones.
Irónicamente, no se usarán dólares, un bien escasísimo en el Banco Central (BCRA). La oposición estima que las reservas netas son negativas en US$2000 millones. La entidad que dirige Miguel Pesce sigue perdiendo, incluso yuanes.
Fuentes oficiales confirmaron que se utilizarán 1700 millones de DEG (derechos especiales de giro, la moneda del Fondo) y que el resto se pagará en yuanes “de libre disponibilidad” aportados por el Banco Popular de China. Dijeron que serán devueltos al país oriental apenas el Fondo haga el desembolso de 3000 millones de DEG previstos por la demorada quinta revisión del acuerdo.
Massa logró ampliar el uso de yuanes en su viaje a China semanas atrás. Pese a la polémica con la oposición, en Economía afirman que pueden comprar dólares con parte de ese swap (US$10.000 millones). Nunca se aclaró el costo de esa operación. El gobierno chino dejó incluso en claro que prefería que esas divisas se usaran para el comercio exterior con ese país.
El cierre a nivel de staff del programa de facilidades extendidas (EFF, según las siglas en inglés) se demorará todavía unos días más, confirmaron fuentes oficiales, y llegaría la semana que viene, dicen ahora, “con un acuerdo semestral”. Massa busca un adelanto de los desembolsos que deberían hacerse entre junio y diciembre, unos US$10.600 millones. Además, se había hablado de un giro extra de US$1800 millones de los fondos previstos para 2024. En Washington consideraron optimista esa posibilidad.
Para eso, incluso, se había prometido un anticipo del pago de los vencimientos de la semana pasada como un“gesto” al directorio del organismo. No se pudo avanzar en ese camino y finalmente el bundle (la consolidaciónde pagos de la semana pasada) será hoy. Si la Argentina no abonara, entraría en una situación de arrears (atrasos) con el organismo.
El comunicado con la trayectoria que siguen las negociaciones –comentaron fuentes del Ministerio de Economía– se sigue trabajando y podría publicarse hoy. No está confirmado todavía, lo que demuestra lo complejas que son las tratativas con el Fondo. En el Tesoro de Estados Unidos hay resistencias con la Argentina, que Massa busca ablandar a través de la Casa Blanca.
“Esta semana habrá grandes avances con el Fondo”, había dicho Rubinstein el lunes pasado, luego de un encuentro ampliado del equipo económico. Días atrás, en la conferencia anual de la Cámara de la Construcción, Massa había anticipado un acuerdo con el Fondo en “las próximas horas”. Sin embargo, ese acuerdo con el staff está todavía demorado. Y el desembolso de junio o los anticipos del año solo llegarían cuando se haya alcanzado un acuerdo técnico primero con el staff y luego una aprobación del directorio del FMI, que, por lo menos, tardaría en llegar unos 15 días luego del staff level agreement.
Entre las piedras en el camino de las negociaciones aparecen el monto y el uso de los desembolsos del Fondo. Economía había dejado entrever que ya tenía luz verde para usar parte de los adelantos que negocia para ampliar créditos presupuestarios en medio de la caída de ingresos por la sequía que sufre el país. Implícitamente, significa que puede vender esos dólares en el mercado cambiario para intervenir. Sin embargo, esas divisas deberían ser destinadas al pago de la deuda. Los desembolsos del organismo, de hecho, están calzados con los vencimientos de deuda.
El temor del Fondo es que Massa use indiscriminadamente los dólares del organismo en la campaña, que ahora lo tiene como candidato. La posibilidad que barajaban en Economía era tener adelantos de fondos en dos tramos: junio y septiembre. Sin embargo, el primer desembolso ya no llegaría este mes. Los dos tramos indican condicionalidades. Para destrabar el segundo, el Ministerio de Economía debería acatar los compromisos que dejará plasmados en el acuerdo.
Además, el FMI considera que, para blindar sus dólares, el Gobierno necesita ajustar los precios relativos, o sea, devaluar. Economía, en cambio, se niega a esa posibilidad. Massa y Cristina Kirchner sienten que una devaluación con los actuales niveles de inflación puede descontrolar aún más la nominalidad de la economía. Los negociadores del Palacio de Hacienda, en cambio, vienen prometiendo una devaluación fiscal, lo que implica la suba de impuestos a la importación de algunos bienes y servicios. Para los especialistas, eso también impactará en los precios y es probable que acentúe la desaceleración de la actividad económica, que, pese a que creció en el primer trimestre, caería por los efectos de la dura seca en el campo.
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