Se volvió a descontrolar el mercado del dólar: el blue llegó al récord de los $800
También subieron los financieros, pese a que se intensificó la intervención oficialLA
Melisa Reinhold El CCL libre apareció en las pantallas a $822,23
Los dólares libres anotaron ayer la cuarta rueda consecutiva al alza y marcaron nuevos récords en términos nominales. Con la vista puesta en las elecciones del 22 de octubre, la City porteña asiste a un fuerte rebrote de la demanda.
El dólar blue se vendió ayer por primera vez a $800 en las “cuevas” y entre los “arbolitos” del microcentro, lo que representó un aumento de $10 frente al cierre anterior y de $65 en el mes. Marcó así un nuevo valor máximo luego de los $790 que había alcanzado el jueves.
En tanto, el contado con liquidación (CCL) “libre” cotizó a $822,23 y cerró septiembre con un avance de $41,70. A su vez, el dólar MEP cerró en $701,01 tras fuertes intervenciones oficiales, cada vez más costosas, en este segmento del mercado. El jueves, el Banco Central habría destinado a este fin US$60 millones, cuando el promedio diario de la semana pasada había sido de US$33 millones.
Los dólares libres anotaron ayer la cuarta rueda consecutiva al alza y marcaron nuevos récords en términos nominales. De esta manera, las cotizaciones le pusieron fin al “veranito cambiario” que se había registrado durante las primeras tres semanas de septiembre, a costa de intervenciones del Banco Central (BCRA) y de la puesta en vigencia del nuevo dólar agro.
Con la vista puesta en las elecciones presidenciales, esta semana la City porteña registró un revivir de la demanda. El dólar blue se vendió ayer por primera vez a $800 en las cuevas y entre los “arbolitos” de la calle Florida, lo que representó una suba de $10 frente al cierre anterior (+1,2%) y de $65 en el mes (+8,8%). Fue un nuevo récord nominal, que dejó atrás los $790 que había alcanzado el jueves pasado.
Para el analista financiero Christian Buteler, las subas de esta última semana se explican principalmente por la combinación de dos factores. Por un lado, arrancó la dolarización preelectoral, fenómeno que llegó unos días antes de lo previsto. “Ahí un parámetro a seguir son los plazos fijos porque hay retiros netos del dinero en stock y eso enciende la luz amarilla, que en este contexto es preocupante”, agregó. Por el otro, presiona el “plan platita” que lanzó el Gobierno en las últimas semanas, ya que este tipo de medidas suele implicar una suba de los dólares libres y el mercado “sabe y se anticipa”.
“Eso no significa que la persona que recibe el dinero va y compra dólares, pero sí se vuelca al consumo, lo que termina presionando sobre los tipos de cambio. Ese combo deja un escenario realmente preocupante hacia adelante. ¿Tiene el Banco Central herramientas para sostenerlo? Son muy pocas. No logró acumular suficientes divisas con el dólar soja; la cantidad de dinero en las calles juega en contra y encima no hubo suba de las tasas de interés pese a la aceleración de la inflación”, completó.
El dólar contado con liquidación (CCL) “libre” apareció en las pantallas del mercado de capitales a $822,23. Fue un incremento diario de $,3,38 (+0,4%), lo que lo llevó a alcanzar la cotización nominal más alta de la que se tenga registro. En septiembre, avanzó $41,7 (+5,3%).
“A pesar del dólar soja y el dólar Vaca Muerta, la oferta de divisas en el mercado financiero parece escasa. Por este motivo, el BCRA anunció ayer [por el jueves] que permitirá ingresar divisas correspondientes a aportes de capital o endeudamientos financieros de empresas vía el mercado de capitales desde octubre, con la condición de que el repago se realice también vía mercado”, señalaron desde Delphos Investment.
En las primeras negociaciones del día, el dólar MEP llegó a dispararse hasta los $721. No obstante, con el pasar de las horas fueron apareciendo las intervenciones que ejecuta el Banco Central, a través del mercado de bonos, para ponerle un freno a la escalada. Fue así que cerró en los $701,01, un avance diario de $6 (+0,9%) y de $30 en el mes (+4,5%).
Sin embargo, por la presión alcista que se refleja en el mercado cambiario, esta operatoria le está costando al Gobierno cada vez más dólares. El jueves habría volcado US$60 millones, según estimaciones de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), cuando el promedio de la semana pasada había sido de US$33 millones.
“Se espera que, con la proximidad de las elecciones presidenciales, la cobertura en dólares aumente. A esto se suma la catarata de anuncios por parte de Sergio Massa, que no deja de inyectar pesos al mercado”, sostuvo Ignacio Morales, analista financiero de Wise Capital.
Sin sorpresas, el tipo de cambio oficial mayorista continuó fijo en torno a los $350, por lo que la brecha frente al blue se ensanchó hasta un 128%. Esta cotización se mantiene estable desde el lunes 14 de agosto, el día después de las elecciones primarias, cuando el BCRA convalidó una devaluación del 17,9%.
“Los últimos datos del BCRA muestran que el traslado a precios de la devaluación del lunes post-paso fue inmediato, dado que el tipo de cambio real multilateral (TCRM) ya se ubica por debajo de los niveles del viernes previo a las elecciones. De esta forma, ya se consumió la ganancia de competitividad cambiaria generada por la devaluación”, remarcaron desde Facimex Valores.
Riesgo país
Las acciones terminaron septiembre tal como arrancaron el mes: teñidas de rojo. Ayer el S&P Merval, el principal índice accionario argentino, retrocedió un 3,3% frente al cierre anterior y cotizó en las 562.568 unidades. Al ajustar por el CCL, se posicionó en los 684 puntos, mínimos post-paso. Acumuló una caída en dólares del 18,3% (ver aparte).
Los bonos del último canje de deuda también operaron con fuertes retrocesos en el exterior. Los Bonares se hundieron hasta un 4,72% (AL41D) y los Globales, 4,29% (GD38D). Así, cerraron septiembre con caídas acumuladas promedio en torno al 14% en dólares. En consecuencia, el riesgo país avanzó 57 unidades y se ubicó en los 2543 puntos básicos, el valor más alto desde junio
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Bonos y acciones: caídas en septiembre y dudas para octubre
Este mes, el Merval acumuló una baja de 18% en dólares; los títulos de deuda, con un retroceso promedio de 14%
Melisa Reinhold
En septiembre, los bonos y acciones locales se tiñeron de rojo. Tras haber acumulado grandes alzas en los primeros ocho meses del año, después de las elecciones primarias, la tendencia se revirtió, ante un escenario de creciente incertidumbre política, inestabilidad macroeconómica y toma de ganancias. Tampoco ayudaron los vientos que soplaron desde el exterior.
En ese escenario, el principal índice accionario de la Argentina cerró el mes en las 684 unidades, al ajustar por el tipo de cambio contado con liquidación (CCL). Se trató de valores mínimos PRE-PASO. Un mes atrás, el S&P Merval se encontraba por encima de los 830 puntos: acumuló una caída en del 18,3%.
“El Merval se acerca al piso marcado tras la mala racha de comienzos de mes. Es cierto que ni el contexto global ni el regional ayudan, pero el ‘high beta’ [mayor volatilidad] argentino y la gran incertidumbre política actual hacen de las suyas para potenciar las pérdidas”, señalaron desde la sociedad de bolsa Delphos Investment.
Al observar el panel principal, las compañías más afectadas son del sector financiero. Banco Macro acumuló una baja de 31,3% en pesos. Lo siguieron el BBVA (-30,9%), el Banco Supervielle (-25,1%) y el Grupo Financiero Galicia (-24,4%).
Para Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, la mala performance que vienen teniendo los activos de renta variable se explica por el aumento de los desequilibrios que presenta la economía. Mientras que en otros puntos del globo hay inversiones que están pensadas para aquellos ahorristas que miran hacia el mediano y largo plazo, en la Argentina “todo es un trade”. Los operadores, tanto locales como extranjeros, buscan constantemente las ventanas de oportunidad que se presentan en el mercado de capitales “pero en un supercorto plazo”. Y, ese momento, fueron las PASO.
“El Merval llegó a estar cerca de los 900 dólares; los bonos también tuvieron un rally alcista. Entonces, tras las elecciones, se liquidaron las posiciones y se tomaron ganancias. Fue un trade porque hoy las señales pasan por la política y no están claras para nadie. No está habiendo los volúmenes que uno podría esperar que lleguen del exterior, los inversores extranjeros no están mirando con ansias a la Argentina. Hasta que políticamente el país no se ordene, los dólares no van a aparecer”, agregó.
La mala racha también impacta a los bonos soberanos de deuda, que acumularon caídas en dólares de entre el 10,7% (GD46D) y 18,9% (GD41D) en septiembre. Según Alain Fainsod, CCO de la mesa de operaciones de Cocos Capital, gran parte de ese rojo se debe al escenario de recurrente déficit presupuestario, escasez de divisas en el Banco Central (BCRA), crecimiento de los pasivos remunerados en el corto plazo y la alta inflación.
“Si bien el desempeño de mercados emergentes ha sido malo en este período, los factores que principalmente explican esta performance de los activos financieros argentinos considerados de mayor riesgo, son el sostenido deterioro de la macroeconomía local y un resultado de las elecciones PASO que no logra reducir la incertidumbre sobre el rumbo del orden económico que prevalecerá en la Argentina en los próximos años”, sumó.
Ahora, la mirada de los inversores está puesta en qué sucederá el próximo 22 de octubre, cuando se lleven a cabo las elecciones generales. Sin embargo, los analistas del mercado no están tan seguros de que vuelva a suceder un rally tal como sucedió en la primera mitad del año. Incluso a pesar del reajuste de precios.
En septiembre, los bonos y acciones locales se tiñeron de rojo. Tras haber acumulado grandes alzas en los primeros ocho meses del año, después de las elecciones primarias, la tendencia se revirtió, ante un escenario de creciente incertidumbre política, inestabilidad macroeconómica y toma de ganancias. Tampoco ayudaron los vientos que soplaron desde el exterior.
En ese escenario, el principal índice accionario de la Argentina cerró el mes en las 684 unidades, al ajustar por el tipo de cambio contado con liquidación (CCL). Se trató de valores mínimos PRE-PASO. Un mes atrás, el S&P Merval se encontraba por encima de los 830 puntos: acumuló una caída en del 18,3%.
“El Merval se acerca al piso marcado tras la mala racha de comienzos de mes. Es cierto que ni el contexto global ni el regional ayudan, pero el ‘high beta’ [mayor volatilidad] argentino y la gran incertidumbre política actual hacen de las suyas para potenciar las pérdidas”, señalaron desde la sociedad de bolsa Delphos Investment.
Al observar el panel principal, las compañías más afectadas son del sector financiero. Banco Macro acumuló una baja de 31,3% en pesos. Lo siguieron el BBVA (-30,9%), el Banco Supervielle (-25,1%) y el Grupo Financiero Galicia (-24,4%).
Para Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, la mala performance que vienen teniendo los activos de renta variable se explica por el aumento de los desequilibrios que presenta la economía. Mientras que en otros puntos del globo hay inversiones que están pensadas para aquellos ahorristas que miran hacia el mediano y largo plazo, en la Argentina “todo es un trade”. Los operadores, tanto locales como extranjeros, buscan constantemente las ventanas de oportunidad que se presentan en el mercado de capitales “pero en un supercorto plazo”. Y, ese momento, fueron las PASO.
“El Merval llegó a estar cerca de los 900 dólares; los bonos también tuvieron un rally alcista. Entonces, tras las elecciones, se liquidaron las posiciones y se tomaron ganancias. Fue un trade porque hoy las señales pasan por la política y no están claras para nadie. No está habiendo los volúmenes que uno podría esperar que lleguen del exterior, los inversores extranjeros no están mirando con ansias a la Argentina. Hasta que políticamente el país no se ordene, los dólares no van a aparecer”, agregó.
La mala racha también impacta a los bonos soberanos de deuda, que acumularon caídas en dólares de entre el 10,7% (GD46D) y 18,9% (GD41D) en septiembre. Según Alain Fainsod, CCO de la mesa de operaciones de Cocos Capital, gran parte de ese rojo se debe al escenario de recurrente déficit presupuestario, escasez de divisas en el Banco Central (BCRA), crecimiento de los pasivos remunerados en el corto plazo y la alta inflación.
“Si bien el desempeño de mercados emergentes ha sido malo en este período, los factores que principalmente explican esta performance de los activos financieros argentinos considerados de mayor riesgo, son el sostenido deterioro de la macroeconomía local y un resultado de las elecciones PASO que no logra reducir la incertidumbre sobre el rumbo del orden económico que prevalecerá en la Argentina en los próximos años”, sumó.
Ahora, la mirada de los inversores está puesta en qué sucederá el próximo 22 de octubre, cuando se lleven a cabo las elecciones generales. Sin embargo, los analistas del mercado no están tan seguros de que vuelva a suceder un rally tal como sucedió en la primera mitad del año. Incluso a pesar del reajuste de precios.
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