jueves, 14 de marzo de 2024

IMPACTO EN EL BOLSILLO, CANASTA BÁSICA Y EL ESCENARIO


Facilitan la importación de alimentos para bajar los precios
Quienes lo hagan podrán acceder antes a los dólares para pagar esas compras
Alfredo Sainz
Los supermercados podrán importar con más facilidad
El Gobierno lanzó una ofensiva contra fabricantes de alimentos locales para que bajen los precios. En una muestra de heterodoxia económica, anunció que facilitará las importaciones de productos como atún, bananas, papas, café, cacao y carne de cerdo, mediante un más rápido acceso a los dólares para pagar esas compras.
Apenas unas horas antes de que se conociera la inflación de febrero, el Gobierno decidió lanzar una ofensiva contra los fabricantes de alimentos locales. En una nueva muestra de heterodoxia económica, el vocero oficial Manuel Adorni anunció la apertura de las importaciones para productos de la canasta básica, con el objetivo de contener los aumentos que aplican las empresas locales. Concretamente, el Banco Central anunció la reducción del plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal: pasarán de un esquema de pago en 4 cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días.
Además, se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos. En este último caso, se trata de un rubro que ya no estaba alcanzado por el plazo de pago de 180 días.
“Esta medida alentará la importación de productos de la canasta básica cuyo precio en el mercado local sea superior al precio internacional, lo que contribuirá a una mayor competencia y, en consecuencia, a una caída en la inflación y en el nivel de precio de estos productos. Entre los principales productos beneficiados se encuentran banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, champús, pañales, entre muchos otros productos”, precisaron fuentes oficiales.
El propio ministro de Economía, Luis Caputo, había acusado en las últimas horas a las empresas de haberse “sobregirado” con los aumentos de precios que disparó la devaluación de diciembre. Caputo precisó que hoy algunos productos están más caros en dólares en la Argentina que en Estados Unidos o Europa. “No puede ser que acá un pan lactal cueste cuatro dólares o que un dentífrico esté siete euros”, tiró Caputo en el encuentro que mantuvo anteayer con los número uno de las seis principales cadenas de supermercados: Carrefour, Coto, Cencosud (Jumbo, Disco), Changomás, La Anónima y Dia.
En las cadenas, el anuncio fue recibido con una mezcla de ilusión y cautela. “A Caputo le explicamos que la industria era la responsable de los aumentos desmedidos de los últimos meses y estamos de acuerdo con la imposibilidad de poder importar más productos en forma directa. Pero también le aclaramos que no se trata de algo que se pueda hacer de un día para el otro”, explicaron en una cadena.
Hoy los supermercados tienen una oferta muy limitada de productos importados: latas de atún, bananas, paltas y ananá. “Fuimos dejando de lado las importaciones por las trabas que nos fueron poniendo para traer productos de afuera. El problema no eran solo las SIRA y los plazos de pago, sino también la falta de continuidad”, explicaron en el sector.
Unas horas después de que se conociera el anuncio de las importaciones, el propio Caputo salió a defender la medida en su presentación en el summit anual de la AmCham. “Hay que dar un empujoncito para que las cadenas tengan un poder de negociación con los productores y les digan, si me traés precios de lista más alto, llévatelos, importo”.
Preocupación de la UIA
La UIA, en tanto, comunicó que considera la medida “un trato desigual” para la industria. “Mientras los productores nacionales deben pagar en 4 cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días. El anuncio realizado hoy [por ayer] afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país.

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La canasta básica total subió 15,8%
Carlos Manzoni

La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) mostraron una desaceleración en febrero, al crecer 13,1% y 15,8%, respectivamente, pero los límites para no ser indigente o pobre, que se derivan de ellas, siguen siendo altos para los golpeados ingresos de los hogares argentinos.
La CBA quedó en febrero apenas por debajo del 13,2% que arrojó la inflación en igual mes, mientras que la CBT sigue corriendo por encima del índice deprecios al consumidor(IPC ). Asimismo, en término sin ter anual es, la primera aumentó 301,1% y la segunda subió 290,2%, muy por en cima de los precios en igual período.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), una familia tipo, de cuatro integrantes, debió contar con ingresos por $322.851 para no ser considerada indigente, y por $690.902 para no ser pobre. En tanto, un adulto requirió $104.483 para no caer en la indigencia y $223.593 para no caer en la pobreza.
La evolución de ambas canastas preocupa por el impacto que tendrán en el aumento de la pobreza y la indigencia. Según el Observatorio de la Deuda Social, de la UCA, la primera alcanzó en enero pasado el 57,4%, mientras que la segunda llegó al 15%.
El economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, indicó que la CBT quedó por encima de la suba del salario en sectores con trabajadores de bajos ingresos, como la construcción. “Al mismo tiempo, tenemos que considerar que la caída en el nivel de actividad ya impactó en bajas de puestos de trabajo. Por lo tanto, a la evolución del costo de la canasta hay que analizarla más que nunca con la del salario y con el contexto del nivel de empleo”, dijo el especialista.
En tanto, Eugenio Mari, economista de la fundación Libertad y Progreso analizó: “Un punto importante es que es el segundo mes consecutivo en que la canasta alimentaria sube menos que la total. La explicación está en que la estabilidad cambiaria ayuda a contener el precio de los transables, entre ellos alimentos. En cambio, los no transables, que incluyen regulados y otros que reaccionan con un mayor rezago, suben por encima y empujan a la canasta básica total”.

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Que no se corte en marzo, la necesidad política de Milei
Francisco Olivera

Luis, es hora de poner un supermercado”. El mensaje, una broma, le llegó ayer por WhatsApp al dueño de una fabricante de alimentos líder. El Gobierno acababa de anunciar que facilitaría dólares para la importación de productos terminados de la canasta básica y, desde el sector industrial, principalmente el de las pymes, trascendía el malestar por la medida, que se leía en realidad como una extorsión a quienes producen en el país: si no están dispuestos a aflojar con los aumentos, deberán competir con lo que venga del extranjero. “¿Nosotros no tenemos dólares para maquinaria y ahora se los van a dar a los que traen alimentos de afuera?”, protestaron en un frigorífico.
Es un marzo movido y probablemente habrá más reproches. Llaman la atención la oportunidad de la discusión –justo mientras acaba de conocerse que el rubro alimentos dio en febrero 11,9%, por debajo del promedio general y casi la mitad que el de enero–, y algo del modo en que el Gobierno intenta últimamente apurar resultados: mediante reuniones con empresas o, como esta semana, con los supermercados, pedidos para que las promociones estén consignadas en las listas de precios que le entregan al Indec. No es lo mismo, dicen, un 50% de descuento en cualquier producto de la góndola –algo que queda detallado en la planilla– que un 2x1, que pasa inadvertido.
Tal como lo había hecho la semana pasada con los representantes de empresas de consumo masivo, el ministro de Economía, Luis Caputo, empezó el encuentro del lunes recordando que, a pesar de que el Gobierno había derogado las leyes de abastecimiento y de góndolas y terminado con los controles de precios, tres reclamos históricos de los empresarios, muchos estaban intentando últimamente recuperar por la vía de los precios la rentabilidad perdida en el volumen de ventas. Un clásico. Las empresas lo justifican en la incertidumbre sobre lo que viene. “Si es tan fácil el PxQ [precio y cantidad en la jerga económica], ¿por qué no bajan ellos los impuestos y, seguramente, van a recaudar más?”, contestaron con ironía ante este diario.
El ministro usó los mismos argumentos que la semana pasada. Volvió a prometer que no habría una nueva devaluación y agregó que, por lo tanto, ninguna compañía tendría la necesidad de cubrirse. Más que un pronóstico, era un pedido de colaboración a todas. ¿Otra vez la apuesta a la buena voluntad? ¿Al corazón, y no al bolsillo? ¿Volvieron Pugliese, Moreno, Paula Español, Feletti, Massa? ¿No debería un gobierno que redujo casi a cero la emisión monetaria confiar en que, tarde o temprano, como indica la teoría económica a la que adhiere el Presidente, la inflación quedará estructuralmente pulverizada?
No parece todo tan sencillo. Porque el desvelo del ministro de Economía no es solo el fondo de la cuestión, que puede resultar factible, sino el timing. El qué, desde luego, pero también el cuándo. Él necesita que marzo, un mes estacionalmente más propenso a los aumentos que febrero, vuelva a mostrar un IPC descendente, con todo lo que un resultado contrario implicaría desde la óptica psicológica para una sociedad angustiada por tanto ajuste. Como el alpinista que, al llegar al cabo de un gran esfuerzo a la cima, descubre que del otro lado no lo espera todavía una ladera descendente o un valle, sino otro cordón montañoso.
La licuación a los jubilados
Es una urgencia entendible si se repara en cuestiones periféricas al IPC. Por ejemplo, el contexto y la potencial conflictividad de la Argentina según el área geográfica: en la Capital Federal y el conurbano, por ejemplo, el aumento fue en febrero del 15%, arriba de la cifra nacional. Y en alimentos, del 13,4%. “Por primera vez, desde que el Indec volvió a medirla, una jubilación promedio no alcanza a comprar una canasta básica total”, publicó en Twitter el economista Matías Surt.
La inflación fue más alta en el conurbano y la Capital Federal que en el interior
Por primera vez, la jubilación promedio no cubre la canasta básica total
Según las cadenas, marzo empezó con alzas de hasta el 20% en alimentos
Y marzo tampoco empezó de la mejor manera. Ya en la primera semana las consultoras detectaron un repunte significativo en los precios, principalmente en alimentos: el lunes, durante la reunión con el ministro, las cadenas de supermercados se quejaron de estar recibiendo aumentos de hasta el 20% de parte de los proveedores. Se habló en voz alta de cada caso.
Será un proceso largo de reacomodamiento. Un exministro de Economía recordó esta semana a los inicios del gobierno de Carlos Menem. “Estamos todavía en la etapa de Erman González, no en la de Cavallo”, dijo. Traducido: con dudas aún sobre la solidez política del Gobierno o el futuro parlamentario de las reformas que propone, y considerando además un programa monetario recién en sus inicios, la inflación podrá estar en camino descendente, pero todavía bastante lejos de erradicarse.
Durante el primer año de la década del 90, y hasta que asumió Cavallo, la inflación cayó de manera paulatina, pero se mantuvo siempre en niveles altos, en general de dos dígitos, y tuvo en el transcurso de ese lapso seis retrocesos mensuales. Milei no tiene ni tanto tiempo ni al peronismo detrás.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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