jueves, 3 de octubre de 2024

Moisés Naim Y "Los rectores: “Ganan entre 5 y 8 millones y no quieren salarios congelados”


Moisés Naim: “La Argentina tiene una larga historia política de goles en contra, el estilo de Milei no es sostenible”
El reconocido analista político venezolano evita opiniones definitivas sobre el Presidente, pero advierte que la confrontación permanente es un “arma de doble filo
Astrid Pikielny
Moisés Naim, reconocido escritor venezolano, se refirió a la gestión de Milei y dijo que la confrontación permanente puede ser un "arma de doble filo"
“Los problemas que tiene la Argentina no pueden ser resueltos por una sola persona o por un solo grupo”, dice el periodista y ensayista venezolano Moisés Naim, desde Washington, la ciudad en la que reside desde hace décadas. Es consciente de que en la Argentina se respira un clima antipolítico, pero advierte que el camino para sacar al país adelante es “un gran acuerdo nacional con objetivos de Estado”.
Para Naim, “la pugnacidad” del estilo de Javier Milei y la confrontación permanente que tanto le sirvió al principio es un “arma de doble filo” y le será disfuncional en el mediano plazo porque “las pugnas son paralizantes a la toma de decisiones y degradan la calidad de las decisiones públicas”. Y aunque identifica rasgos mesiánicos en la retórica presidencial, elige la cautela: le parece prematuro emitir opiniones definitivas sobre el gobierno libertario.
Autor de una decena de libros traducidos a diversas lenguas, todos ellos best-sellers recomendados y comentados por líderes políticos y actores influyentes, Naim acaba de editar Lo que nos está pasando (Debate), su último libro, en el que reúne sus columnas políticas publicadas en medios internacionales. Además de haber estado al frente de la revista Foreign Policy, fue ministro de Comercio e Industria de Venezuela durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez.
–¿Qué es lo que ve en la Argentina hoy? ¿Podría describirlo?
– La Argentina tiene una larga historia política de goles en contra, donde cada vez que ha tenido una disyuntiva importante, el país ha tomado la ruta más negativa. Vamos a ver cómo va ahora: es muy temprano para tener opiniones definitivas sobre lo que está pasando y puede pasar. Lo que sí sé que está pasando en la Argentina es que va a ser muy difícil gobernar a menos que se hagan alianzas entre diferentes grupos de poder.
–¿Se refiere a un gran acuerdo nacional?
–Sí, a la idea de que haya un gran acuerdo nacional en donde se escojan 4, 5, 6 grandes objetivos de Estado, donde ninguna de las fuerzas se aproveche de ello, donde haya mecanismos de control, donde las alianzas sirvan como unificación de un esfuerzo nacional, puedan inspirar a que la gente se motive y vayan dando resultados. Un espacio donde la política no sea solamente la antipolítica. Creo que en el mundo en general, en las próximas décadas, los países que logren alianzas internas que los fortalezcan externamente y que les permitan operar, son los países que van a tener más crecimiento, más estabilidad y más desarrollo social. Los países en donde el juego está trancado porque hay diferentes facciones de poder -cada una con suficiente poder para bloquear a todos los demás, pero sin tener el poder de imponer una forma de ver las cosas de manera sostenida- van a quedar rezagados. Creo que hay que empezar a explicarle a la gente, y la gente lo va a entender, que los problemas que tiene la Argentina hoy no pueden ser resueltos por una sola persona o por un solo por un solo grupo. La sola mención de las alianzas hace reír a los cínicos, pero la verdad es que los problemas que tiene la Argentina no pueden ser resueltos si no hay un acuerdo nacional. Tan sencillo y dramático como eso.
–Esto que usted propone va a contrapelo del estilo de Javier Milei.
–El estilo de él no es sostenible. La pugnacidad no es sostenible porque para tener éxito en el tiempo, él va a tener que hacer acuerdos con grupos y hasta individuos que ahora él ataca. Eso en la política no es nada nuevo ni nada diferente, porque en todas partes del mundo la política requiere entenderse con quienes no te entiendes.
"La idea de que haya un gran acuerdo nacional en donde se escojan 4, 5, 6 grandes objetivos de Estado, donde ninguna de las fuerzas se aproveche de ello, donde haya mecanismos de control, donde las alianzas sirvan como unificación de un esfuerzo nacional, puedan inspirar a que la gente se motive y vayan dando resultados"
Moisés Naim
–Usted dice que la beligerancia y la confrontación permanente que a Milei le sirvió para hacer campaña, para ganar y sostenerse en estos primeros meses de gobierno, no le serviría en el mediano y largo plazo.
–Exacto. El mundo vive en un tiempo de fragmentación, de polarización, de pugna. Las pugnas son paralizantes a la toma de decisiones y degradan la calidad de las decisiones públicas. Los países que logren superar eso y puedan organizarse para cooperar, van a tener más posibilidades de prosperidad y estabilidad política. En tanto, los países en donde la polarización es tan profunda y el antagonismo entre las partes es tan definitivo, se van a estancar. Él en las encuestas está bien y la inflación está bajando. Milei tiene cosas para mostrar y lo ha logrado manteniendo una pugnacidad. Pero hay algo importante: su enemigo es la pugnacidad, es un arma de doble filo. ¿Por qué? Por un lado, le crea muchos simpatizantes; pero, por otro lado, le va a costar mucho hacer las alianzas que son necesarias para que el país no se estanque.
–Pero parte de la sociedad argentina de hoy parece acompañar el discurso antipolítico: la negociación y el consenso suelen ser considerados contubernios y el acuerdo, un pacto mafioso. Hay una mirada muy negativa respecto de la política, asociada a la casta.
–Es que la Argentina ha pasado por un periodo muy largo de líderes políticos defectuosos, muy defectuosos. América Latina no se caracteriza por tener grandes líderes políticos y la Argentina tampoco. Argentina ha sufrido un periodo muy largo de mediocridad política.
"El enemigo de Milei es la pugnacidad, es un arma de doble filo. ¿Por qué? Por un lado, le crea muchos simpatizantes; pero, por otro lado, le va a costar mucho hacer las alianzas que son necesarias para que el país no se estanque"
Moisés Naim
–¿Advierte rasgos de mesianismo en Milei?
–Sí, claro, hay ciertas constantes en su retórica, no hay duda. También hay que reconocer, y ojalá que quede claro, que yo opino que es muy temprano para tener un juicio definitivo sobre Milei. Las cosas recién están empezando.
–La última vez que conversamos lo hicimos sobre su libro La revancha de los poderosos, en el que usted describe a los “autócratas 3 p”, caracterizados por el populismo, la pos verdad y la polarización. Son los líderes que se valen de los mecanismos democráticos para ganar elecciones y una vez victoriosos, erosionan la democracia desde adentro. Como el Congreso no acompaña las iniciativas, gobiernan por decreto, socavan los controles, los frenos y contrapesos, buscan limitar el acceso a la información, insultan a la prensa y a los periodistas e identifican a los opositores como enemigos. Todo eso construye un autócrata y muchos advierten estas señales de alarma hoy en la Argentina.
–La antipolítica se ha convertido en la atmósfera política de los países. La antipolítica no cree en nada ni en nadie: nada funciona, no funciona ninguna institución, los partidos políticos no sirven y los políticos son todos ladrones, los funcionarios públicos están ahí para robar para ellos y para sus familiares y amigos. En fin, la gran diatriba, la gran lista de desavenencias, reclamos, desilusiones y frustraciones forma parte de eso y nutre en un ciclo vicioso la falta de confianza. La constante que vemos es la agudización de la desconfianza: ya no se sabe en quién creer, qué creer y todo esto, por supuesto, está potenciado y amplificado por las redes sociales y las redes tecnológicas de comunicación. Eso no solo crea gran ansiedad sino mucha confusión y le abre camino a la antipolítica y a todas las teorías terribles y las conspiraciones.
–¿Y entonces?
–Entonces, es hora de limpiar la casa, es hora de relanzar el país, relanzar la política, es hora de encontrar líderes que no huelan mal a distancia. Y eso no va a ser fácil. Y no se va a poder hacer tampoco si no hay más de un líder que tenga el reconocimiento del apoyo popular.
–Usted sostiene que el autócrata no sale a buscar el voto entre los pobres específicamente, sino entre los desencantados. Y Giulano D´Empoli sostiene que estos personajes explotan el banco de ira, bronca y frustración.
–Tienen muchos años los políticos incumpliendo promesas y fracasando en alternativas y en esperanzas. Los políticos tradicionales no son capaces de prometer cosas y tampoco ya nadie les cree. Pero la sociedad tampoco cree en los medios de comunicación, en la iglesia, en los militares. Ya nadie cree en nada. Pueden creer en sus familiares y vecinos, y de casualidad.
Moisés Naim, el escritor venezolano que vive en Washington y analizó a la gestión de Milei
–El “divide y vencerás” lo han usado populistas de todos los tiempos, y se sigue usando, ¿eso lo advierte o no en la Argentina de hoy?
–Eso forma parte de la práctica política, parte de los recursos que tienen los políticos. Todo tiene que ver, al final, con un problema de bajo desempeño, un desempeño que no se ajusta a las expectativas de la gente. Entonces, es muy difícil tener éxito en estos tiempos, no solo en la Argentina sino en el mundo entero. Gobernar es difícil y gobernar con éxito parece casi imposible en la mayoría de los países. Entonces, si el líder no tiene cómo darle resultados a toda la lista de cosas que la gente espera y tiene derecho a esperar -servicios públicos, comidas, mejores salarios, seguridad ciudadana- no le queda otra que recubrirse en las 3 p: dividir, pelearse con todos los que son contrincantes en la polarización, y amplificarlo todo con el uso abusivo y excesivo de redes sociales y las tecnologías nuevas de comunicación y manipulación.
"Estamos en una situación trágica, en una tragedia que está en pleno desarrollo y que está cambiando, pero la idea de que un día se va a levantar Nicolás Maduro y su gabinete y van a hacer la entrega del poder a la oposición es una idea que no va a ocurrir"
Moisés Naim
–A lo largo de estos años, la Argentina ha recibido a muchísimos compatriotas suyos. ¿Cómo vive la dramática situación que atraviesa su país, Venezuela?
–Lo vivo con la enorme preocupación de ver un país que está siendo destruido por sus líderes. Ocho millones de personas sobre una población de 20 millones y pico se fue del país. Muchos de ellos simplemente empezaron a caminar para refugiarse en otros países que le dieran la protección que su país no les puede dar. Para la dictadura de Maduro salir del gobierno es un riesgo existencial. Estamos en una situación trágica, en una tragedia que está en pleno desarrollo y que está cambiando, pero la idea de que un día se va a levantar Nicolás Maduro y su gabinete y van a hacer la entrega del poder a la oposición es una idea que no va a ocurrir. Es importante entender que no va a ocurrir, como tampoco va a ocurrir la invasión armada por una potencia estratégica. Ahora se habla del tema delas sanciones amplias, porque antes las sanciones solían ser el bloqueo del comercio y la inversión. Ahora, la idea es que también abarque un espectro más amplio de culpables, asociados, testaferros y socios de un gobierno que se han robado cantidades inusitadas realmente. O sea, pasará la historia no solo por haber destruido un país, sino por la magnitud del robo que ocurrió y que está ocurriendo diariamente. La de mi país es una tragedia de marca mayor.

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Marcha universitaria | El Gobierno, contra los rectores: “Ganan entre 5 y 8 millones y no quieren salarios congelados”
El subsecretario de Políticas Educativas, Alejandro Álvarez, dijo que los partidos “metieron la cola” en esta movilización para “hacerle daño” a la gestión de Milei; los sectores de la educación esperan una protesta multitudinaria
Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias de la Secretaría de Educación de la Nación
En la previa de la movilización de este miércoles, desde el Gobierno apuntaron a los rectores de la universidades públicas por -según el planteo oficialista- ganar sueldos millonarios y no aceptar que se los congelen, pese a que son funcionarios públicos. El encargado de arremeter contra las autoridades ejecutivas de las casas de estudio fue el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, quien dijo que los partidos “metieron la cola” en esta protesta para “hacerle daño” a la gestión de Javier Milei.
“Me indigné por un par de declaraciones que escuché. Nosotros, los funcionarios públicos, tenemos los salarios congelados. Los rectores no quisieron tener los salarios congelados a pesar de ser funcionarios públicos y estar alcanzados por todas las de la ley. Yo tengo rectores que ganan entre 5 y 8 millones de pesos, estadísticamente, de universidades nacionales”, aseguró Álvarez en diálogo con radio Mitre, en medio de un conflicto salarial (sobre todo con el personal docente y no docente) que todavía no está saldado y que retomará las conversaciones el próximo 7 de octubre, día en que el Gobierno quiere armar un comité técnico de revisión de los sueldos con tres integrantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y tres de la subsecretaría.
En tanto, Álvarez insistió con que las universidades son “una gran estructura burocrática” donde “ninguno tiene salarios congelados” y, cargó directamente contra los rectores, que fueron cara visible de la convocatoria para la marcha en el Congreso de esta tarde, indicó: “Los veo rasgarse las vestiduras por los salarios docentes y ellos mismos no hicieron ningún esfuerzo. ¿Cómo puede ser que un secretario de la UBA esté en 5 millones de pesos? Yo puedo mostrar mi recibo, les preguntaría a los rectores y secretarios si pueden mostrar los suyos”.
Mientras, el funcionario de Milei aseguró que 80% de la masa salarial del Estado está “por debajo” de los salarios docentes y no docentes de la universidad. “Recibieron por encima del promedio de la masa general del Estado”, indicó sobre los universitarios, contra la versión que emana de la facultades, donde aseguran que los sueldos perdieron entre 40 y 50% de poder adquisitivo desde diciembre. Incluso, en el último comunicado del CIN indicaron que más de 70% de los trabajadores de la educación superior perciben sueldos por debajo de la línea de pobreza.
Sin hacerse eco de esas cuestiones, Álvarez también planteó que es “irresponsable” la ley de financiamiento educativo que salió desde el Congreso porque se “entromete” en una paritaria que está abierta. “Es imposible definir las paritarias en el Parlamento, si no estaríamos llevando camioneros, panaderos... Entonces le recomiendo al Congreso que modifique la ley de negociación colectiva y hagamos las negociaciones por leyes en el Congreso”, ironizó, pese a que evitó adelantar si el Presidente efectivamente vetará la legislación, aunque el mandatario ya adelantó días atrás que sí lo hará y de forma total. Tiene tiempo hasta mañana. “Para mí esa es la orden hasta que exista otra”, se limitó a decir el subsecretario, que depende del secretario de Educación, Carlos Torrendel, y que a su vez está bajo la estructura del Ministerio de Capital Humano, comandado por Sandra Pettovello.
Dijo también que el reclamo por la educación “es una causa noble”, pero enfatizó en que hay “sectores que permanentemente están buscando con qué tema le pueden hacer daño al Gobierno”. En ese sentido expresó: “[El tema salarial] es algo que venimos trabajando en diálogo permanente con los rectores y dirigentes sindicales, pero ahora metió la cola la política, entonces aparecen otros intereses, a ver si le pueden hacer daño al Presidente. Lo que no entienden es que la sociedad ya decidió y nos puso en este lugar para ser responsables; y esa responsabilidad es mantener el equilibrio fiscal y bajar la inflación”.
Contra Yacobitti
Emiliano Yacobitti, el vicerrector de la UBA
En eso, Álvarez apuntó contra el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, otra de las voces cantantes a favor de la marcha. “En un punto lo admiro por tener semejante capacidad para ir cambiando de personalidad. Yo no sé muchas veces si estoy hablando con un funcionario que dirige la universidad, con un secretario general del sindicato, con un dirigente estudiantil o con un alto dirigente del radicalismo; son como múltiples personalidades”, comentó.
Más tarde, puso un ejemplo que incluyó al vicerrector. Fue cuando consideró que la función de la universidad pública debería limitarse a dar educación de calidad, generar graduados, y tener extensión e investigación. “No está para hacer cosas que nada tienen que ver. El otro día, el rectorado de la UBA, presidido por el vicerrector, lanzo un observatorio para medir streaming, que todos sabemos que se mide fácil, mirás cuántas vistas tuvo YouTube y ya está. ¿Qué sentido tiene reunir un motor de streamers? ¿Qué costo va a tener? ¿Con qué se va a pagar? Este es el tema de hacer cosas que no le corresponden al Estado y desatender las que sí le corresponden. Avanzar sobre funciones que deberían ser cubiertas por un servicio privado”, comentó Álvarez.
En abril, el sistema universitario organizó la marcha más masiva y transversal contra esta administración.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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