Apuran la llegada de los jefes de la nueva AFIP para frenar una escalada del conflicto
El Gobierno apuesta al desembarco de Vázquez y Velis para cortar las protestas, que tendrán un pico el miércoles; reconocen los vínculos con los servicios de inteligencia
Cecilia DevannaLos gremios activaron “apagones informáticos” y aseguran que las protestas irán en aumento
Tras la oficialización de la disolución de la AFIP y la creación de la flamante Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), el Gobierno apura ahora el desembarco de Andrés Vázquez y José Velis al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA) y de la Dirección General Impositiva (DGI), respectivamente.
Se trata de las dos áreas que quedan bajo el paraguas de la ARCA, que hoy tiene alrededor de 22.200 empleados en todo el país y que la administración libertaria promete reducir en 3155 puestos.
Los tres gremios que cohabitan dentro del organismo iniciaron protestas, apenas conocidas las novedades. Tanto fuentes del organismo como de la propia Casa Rosada prevén una escalada del conflicto, que tendrá su primer pico el próximo miércoles, con un paro. Por eso, el Gobierno ya firmó ambas designaciones y espera que Vázquez y Velis tomen los cargos en las próximas horas, bajo la premisa de “frenar posibles acciones de los gremios”. En las filas libertarias confían en que ambos, que conocen internamente el organismo desde hace años y a buena parte de su personal, podrán amortiguar las reacciones.
Cerca del presidente Javier Milei identifican como “especialmente sensible” la situación en Aduanas. “Porque los muchachos juegan con otras reglas”, afirman, en relación con la “opacidad” del organismo, pero sin dar mayores precisiones. Aduanas fue en los últimos años blanco de una gran sucesión de denuncias, en especial en torno al manejo de las importaciones.
En el Gobierno juran que no les preocupa lo que hagan los gremios, pero también se amparan en que “Vázquez está acostumbrado a jugar con ellos”, por su pasado en la institución.
En ese sentido, en la Casa Rosada reconocen a que “con la lle Aunque la nacion gada de Vázquez va a estar la inteligencia dentro del organismo”.
Cuando se conoció su designación, reveló que Vázquez, la nación contador y referente insoslayable de la llamada Dirección de Inteligencia Fiscal del organismo tributario, hace ya casi un cuarto de siglo, tejió desde esa área vínculos con el poder y el espionaje de Francisco Larcher (referente de la SIDE durante el kirchnerismo) y, más aún, con Antonio Stiuso, el jefe operativo de la central de espías durante décadas.
Vázquez es un cultor del bajísimo perfil, hasta el punto de que no hay fotos de él disponibles ni en sitios de internet ni en redes sociales.
En el Gobierno justifican la elección del funcionario en que la Aduana maneja “información sensible” y abren el paraguas ante posibles repercusiones de la designación. “No eran modificaciones urgentes y ahora habrá más presencia de servicios”, reconocieron a empleados históricos de la nacion la institución.
en las filas libertarias eluden definir los cambios como una “purga massista”, en referencia a la salida de funcionarios ligados al exministro de Economía Sergio Massa, admiten que consideran que la gestión anterior “estuvo plagada de irregularidades”. En esa línea apuntan especialmente a lo que sucedía en Aduanas.
Vázquez fue durante el kirchnerismo quien lideró un megaoperativo de la AFIP contra el Grupo Clarín, en 2009; tuvo en su órbita la vigilancia de actividades de Cristóbal López y Lázaro Báez, y quedó en la mira judicial cuando en 2010
reveló que controlaba la nacion dos cuentas no declaradas en el exterior con casi medio millón de dólares.
Pese a la decisión de apurar las designaciones de Vázquez y Velis para intentar amortiguar las acciones gremiales, en las filas libertarias agregan que no les “preocupa lo que hagan” los sindicatos. Incluso ante la posibilidad de que las protestas escalen. El miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, los gremios iniciaron una suspensión de actividades en las sucursales, de 10 a 12, y un apagón informático. “No vamos a negociar”, insisten en la Casa Rosada.
En el ente recaudador sostienen que aún no hay definiciones sobre cómo se procederá en los próximos días ante los cambios anunciados. “Todavía no hay nada, más allá del título efectista, porque claramente lo que se anunció produjo efecto. Pero aún no hay nada a nivel formal”, apuntó una fuente de la ex-AFIP, en referencia a la reestructuración del organismo y el pase a disponibilidad de 3155 empleados, anunciado por el vocero presidencial, Manuel Adorni. Ese recorte afectaría principalmente al personal que ingresó a la AFIP durante el último año de gestión de Alberto Fernández.
El “apagón informático” de dos horas que se realizó el miércoles, jueves y viernes tampoco preocupó demasiado en el Gobierno ni en el propio organismo recaudador. “No tiene consecuencias para el sistema” de recaudación, afirmaron, para ampliar: “El sistema sigue funcionando, al único que se perjudica es al empleado, que después de ese apagón de su computadora se le acumula trabajo, o a la gente que por algún motivo se acerca a alguna agencia y tiene que esperar para hacer algún trámite. Pero no afecta al sistema central ni a la información”.
“Es una medida absurdísima”, resumió un funcionario con varias décadas en el organismo. “Lo único que van a lograr es que más ciudadanos de a pie nos insulten o compren el discurso de que somos vagos”, completó.
En referencia a los sueldos jerárquicos que serán recortados, desde los empleados de ARCA juran que solo afecta a las “remuneraciones altas, monstruosas y fuera de convenio para cargos políticos”. Según informó el Gobierno cuando anunció los cambios, la titular de la AFIP, Florencia Misrahi, percibía un salario “de aproximadamente 32 millones de pesos”, y los jefes de la Aduana y la DGI, unos 17 millones de pesos. Todo en virtud de la distribución de fondos de la llamada Cuenta de Jerarquización, creada en 2001, que ata los salarios jerárquicos a la recaudación del organismo. Adorni anunció que esos funcionarios percibirán lo mismo que un ministro y un secretario de la Nación, en torno a los 4 millones de pesos.
Cerca del organismo agregaron luego que Misrahi ya se había bajado su sueldo –y el de otros cargos jerárquicos– el 10 de mayo pasado, en una disposición que no se dio a conocer públicamente.
El futuro de Misrahi no es puesto en duda en el Gobierno. Incluso afirman que el jueves 17 llegó al primer piso de Balcarce 50, en el área donde tiene sus oficinas Santiago Caputo, pocos minutos después que el titular del Palacio de Hacienda, Luis “Toto” Caputo. Queda la duda sobre si su margen de acción se verá recortado ante la llegada de Vázquez y Velis, dos pesos pesados.
Tras la oficialización de la disolución de la AFIP y la creación de la flamante Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), el Gobierno apura ahora el desembarco de Andrés Vázquez y José Velis al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA) y de la Dirección General Impositiva (DGI), respectivamente.
Se trata de las dos áreas que quedan bajo el paraguas de la ARCA, que hoy tiene alrededor de 22.200 empleados en todo el país y que la administración libertaria promete reducir en 3155 puestos.
Los tres gremios que cohabitan dentro del organismo iniciaron protestas, apenas conocidas las novedades. Tanto fuentes del organismo como de la propia Casa Rosada prevén una escalada del conflicto, que tendrá su primer pico el próximo miércoles, con un paro. Por eso, el Gobierno ya firmó ambas designaciones y espera que Vázquez y Velis tomen los cargos en las próximas horas, bajo la premisa de “frenar posibles acciones de los gremios”. En las filas libertarias confían en que ambos, que conocen internamente el organismo desde hace años y a buena parte de su personal, podrán amortiguar las reacciones.
Cerca del presidente Javier Milei identifican como “especialmente sensible” la situación en Aduanas. “Porque los muchachos juegan con otras reglas”, afirman, en relación con la “opacidad” del organismo, pero sin dar mayores precisiones. Aduanas fue en los últimos años blanco de una gran sucesión de denuncias, en especial en torno al manejo de las importaciones.
En el Gobierno juran que no les preocupa lo que hagan los gremios, pero también se amparan en que “Vázquez está acostumbrado a jugar con ellos”, por su pasado en la institución.
En ese sentido, en la Casa Rosada reconocen a que “con la lle Aunque la nacion gada de Vázquez va a estar la inteligencia dentro del organismo”.
Cuando se conoció su designación, reveló que Vázquez, la nación contador y referente insoslayable de la llamada Dirección de Inteligencia Fiscal del organismo tributario, hace ya casi un cuarto de siglo, tejió desde esa área vínculos con el poder y el espionaje de Francisco Larcher (referente de la SIDE durante el kirchnerismo) y, más aún, con Antonio Stiuso, el jefe operativo de la central de espías durante décadas.
Vázquez es un cultor del bajísimo perfil, hasta el punto de que no hay fotos de él disponibles ni en sitios de internet ni en redes sociales.
En el Gobierno justifican la elección del funcionario en que la Aduana maneja “información sensible” y abren el paraguas ante posibles repercusiones de la designación. “No eran modificaciones urgentes y ahora habrá más presencia de servicios”, reconocieron a empleados históricos de la nacion la institución.
en las filas libertarias eluden definir los cambios como una “purga massista”, en referencia a la salida de funcionarios ligados al exministro de Economía Sergio Massa, admiten que consideran que la gestión anterior “estuvo plagada de irregularidades”. En esa línea apuntan especialmente a lo que sucedía en Aduanas.
Vázquez fue durante el kirchnerismo quien lideró un megaoperativo de la AFIP contra el Grupo Clarín, en 2009; tuvo en su órbita la vigilancia de actividades de Cristóbal López y Lázaro Báez, y quedó en la mira judicial cuando en 2010
reveló que controlaba la nacion dos cuentas no declaradas en el exterior con casi medio millón de dólares.
Pese a la decisión de apurar las designaciones de Vázquez y Velis para intentar amortiguar las acciones gremiales, en las filas libertarias agregan que no les “preocupa lo que hagan” los sindicatos. Incluso ante la posibilidad de que las protestas escalen. El miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, los gremios iniciaron una suspensión de actividades en las sucursales, de 10 a 12, y un apagón informático. “No vamos a negociar”, insisten en la Casa Rosada.
En el ente recaudador sostienen que aún no hay definiciones sobre cómo se procederá en los próximos días ante los cambios anunciados. “Todavía no hay nada, más allá del título efectista, porque claramente lo que se anunció produjo efecto. Pero aún no hay nada a nivel formal”, apuntó una fuente de la ex-AFIP, en referencia a la reestructuración del organismo y el pase a disponibilidad de 3155 empleados, anunciado por el vocero presidencial, Manuel Adorni. Ese recorte afectaría principalmente al personal que ingresó a la AFIP durante el último año de gestión de Alberto Fernández.
El “apagón informático” de dos horas que se realizó el miércoles, jueves y viernes tampoco preocupó demasiado en el Gobierno ni en el propio organismo recaudador. “No tiene consecuencias para el sistema” de recaudación, afirmaron, para ampliar: “El sistema sigue funcionando, al único que se perjudica es al empleado, que después de ese apagón de su computadora se le acumula trabajo, o a la gente que por algún motivo se acerca a alguna agencia y tiene que esperar para hacer algún trámite. Pero no afecta al sistema central ni a la información”.
“Es una medida absurdísima”, resumió un funcionario con varias décadas en el organismo. “Lo único que van a lograr es que más ciudadanos de a pie nos insulten o compren el discurso de que somos vagos”, completó.
En referencia a los sueldos jerárquicos que serán recortados, desde los empleados de ARCA juran que solo afecta a las “remuneraciones altas, monstruosas y fuera de convenio para cargos políticos”. Según informó el Gobierno cuando anunció los cambios, la titular de la AFIP, Florencia Misrahi, percibía un salario “de aproximadamente 32 millones de pesos”, y los jefes de la Aduana y la DGI, unos 17 millones de pesos. Todo en virtud de la distribución de fondos de la llamada Cuenta de Jerarquización, creada en 2001, que ata los salarios jerárquicos a la recaudación del organismo. Adorni anunció que esos funcionarios percibirán lo mismo que un ministro y un secretario de la Nación, en torno a los 4 millones de pesos.
Cerca del organismo agregaron luego que Misrahi ya se había bajado su sueldo –y el de otros cargos jerárquicos– el 10 de mayo pasado, en una disposición que no se dio a conocer públicamente.
El futuro de Misrahi no es puesto en duda en el Gobierno. Incluso afirman que el jueves 17 llegó al primer piso de Balcarce 50, en el área donde tiene sus oficinas Santiago Caputo, pocos minutos después que el titular del Palacio de Hacienda, Luis “Toto” Caputo. Queda la duda sobre si su margen de acción se verá recortado ante la llegada de Vázquez y Velis, dos pesos pesados.
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Sturzenegger afirmó que la “motosierra” hizo bajar los precios
El ministro publicó un informe que destaca el beneficio de la reducción del impuesto
Sturzenegger celebró bajas en productos importados
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró que la rebaja de impuestos y los recortes de gastos del Estado se ven reflejados en una reducción de precios en productos importados.
“Siempre se escucha que aun cuando bajan los impuestos, los precios no bajan”, afirmó Sturzenegger en la red social X, antes de destacar que “ahora bajaron los precios de alimentos importados y nacionales luego de la baja de 10% en el impuesto PAIS”. El ministro acompañó su posteo con un gráfico que, por distintas inconsistencias, recibió críticas en las redes. Luego, el ministerio publicó un informe en el que sostuvo que los precios de los productos importados descendieron un 2,4% en promedio respecto del mes anterior, gracias al ajuste.
Según ese informe, luego de la reducción de 10 puntos en el impuesto PAIS implementada por la gestión libertaria, los precios de los alimentos y bebidas importados experimentaron una caída real promedio del 2,4%, con disminuciones de hasta el 10% en algunos casos, mientras que los productos nacionales registraron un aumento del 3%.
“Esto ocurrió a pesar del incremento en la cotización del dólar oficial, que en circunstancias normales habría provocado un alza en los precios de los productos importados. Sin embargo, la reducción del impuesto logró compensar este efecto, manteniendo estables los precios de estos bienes e incluso provocando una baja en ciertos casos”, indicó el estudio oficial.
“Se ve clarísima la transferencia de la baja de impuestos a precios. ¡Gracias motosierra! ¡VLLC!”, escribió el ministro en su cuenta de X. “Como se puede observar, mientras que los bienes de origen nacional experimentaron aumentos de precios en línea con la inflación, los precios de los bienes importados reflejaron una caída real en septiembre de este año”, remarcó luego.
El 2 de septiembre pasado, la alícuota del impuesto PAIS retornó del 17,5% al 7,5% que regía al momento de asumir Javier Milei la presidencia. A través de la resolución general N° 5559/24, publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Economía anunció que la medida tuvo como objetivo contribuir a la estabilización de los precios gracias al ajuste de los costos de importación.
“La reducción del impuesto tuvo un impacto inmediato en los precios finales de los productos importados. En contraste, los bienes nacionales considerados en este análisis continuaron aumentando a la par de la inflación. De hecho, en septiembre de 2024, un mes después de la rebaja impositiva, estos bienes registraron un incremento muy similar al 2,3% reportado por el Indec en la categoría ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’”, explica el escrito citado por el ministro, que también subrayó que los precios de productos importados tuvieron una disminución real del 2,4%.
De acuerdo con el informe que publicó ayer el Gobierno, la decisión que tomó un mes atrás demostró que la reducción del impuesto PAIS benefició de manera directa a los consumidores a través de una caída del precio final. “Esta caída real se calculó ajustando las variaciones nominales observadas en los productos importados con la inflación reportada por el Indec para la categoría ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’”.
“En particular, las caídas rondaron entre 1,5% y 10,3%; los productos que más bajaron fueron los enlatados, galletas y mermeladas con reducciones reales del 10,3%, 4% y 2,7%, respectivamente”, concluyó.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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