lunes, 28 de octubre de 2024

Museo Rodante DE Córdoba Y ADN DEL CRIMEN


El Museo Rodante de Córdoba lleva el patrimonio artístico a recorrer el país
FEDERAL. La primera muestra presenta dieciséis obras donadas por Carlos Alonso; las piezas viajan en un colectivo intervenido
Gabriela OrigliaUn colectivo recorre Córdoba con obras de arte 
CÓRDOBA.– Un colectivo es el nuevo museo de Córdoba, el Museo Rodante que recorrerá diferentes puntos de la geografía provincial llevando pinturas y fotografías que integran el patrimonio cordobés. Arrancó –en coincidencia con la Noche de los Museos local– rumbo al sudeste, a la localidad de El Fortín. Dieciséis obras donadas por Carlos Alonso en su primera muestra.
“Si los recursos para comprar y generar un patrimonio de pinturas y fotos los aportan los cordobeses, la posibilidad de disfrutarlos debe ser de todos –dijo a el director la nacion de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica–. No todos pueden venir a visitar los museos de la ciudad capital y, de esta manera, se federalizan los bienes y servicios culturales”.
El Museo Rodante va en línea con otros programas de Cultura Itinerante que ya están en marcha con teatro y música. El colectivo cuenta con sistema de cámaras e internet satelital, un sistema solar off grid y aire acondicionado central. Su sala de exposición tiene 18 metros cuadrados climatizados y el ingreso cuenta con rampa accesible para personas con discapacidad.
El curador de la muestra Carlos Alonso, un viaje es el artista Luli Chalub. “Es uno de los mayores artistas argentino vivos y, enterado de la idea, nos aportó estas pinturas, que se suman al patrimonio provincial”, apunta Sansica, que calificó la donación del artista que vive en Unquillo como un gesto “de enorme generosidad”.
La muestra constituye una “pequeña selección” de los múltiples temas que Alonso exploró a lo largo de su vasta carrera: los años de plomo, el exilio, la desconexión de la política con la realidad, la soledad, las dinámicas entre opresores y oprimidos. “Nos evidencian su compromiso ético y político y, además, demuestran que incluso las circunstancias más adversas pueden transformarse gracias al talento del artista”, define Chalub.
Sansica, que proviene del teatro, señala que la idea de este museo se enraíza “en los artistas que recorrían los lugares con sus carromatos”. Entiende que es un “aporte fundamental” para las localidades y ciudades que no tienen colecciones: “Podemos llegar a todos lo rincones y así se produce el diálogo, la vinculación, entre la gente y el arte”.
El patrimonio artístico cordobés está integrado por unas 1600 obras (pinturas y fotografías) en el que destacan obras de Alonso, Fernando Fader, José Malanca, Antonio Seguí, Octavio Pinto o Marcelo Bonevardi. Sus trabajos se pueden visitar en museos de la ciudad de Córdoba como el Caraffa, el Bellas Artes Ferreyra-Evita, el provincial de fotografía Dionisi y el centro de arte contemporáneo Antonio Seguí.
El museo itinerante modificará periódicamente las muestras y ya tiene un calendario para recorrer los diferentes departamentos provinciales. “Hay muchos pedidos, de todos lados. Incluso un acuerdo con Educación para poder trabajar con los alumnos, hacer una tarea pedagógica a partir del arte”, apunta Sansica.
Las visitas se extenderán unos días y cada exposición contará con un guía. El tamaño del vehículo, por supuesto, es un límite para el formato de las obras a exponer. Hay expectativas de que se sumen, al menos, otros dos colectivos.
“A todos nuestros habitantes les asiste el derecho cultural, tienen que poder gozar de las mismas posibilidades que los cordobeses de la capital –añade Sansica–. Trabajamos para que el arte sea una acción de vinculación, transformadora. La cultura mueve y se mueve”.
Con el Museo Rodante la localidad de El Fortín se suma a la nueva edición de la Noche de los Museos, de la que participan unas 150 instituciones en toda la provincia, que ofrecen una programación especial y recorridos guiados.


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ADN del crimen. La sombra policial, detrás de un desaparecido entre cuerpos y autos quemados
GUSTAVO CARABAJAL
El cuerpo de Lautaro Morello fue encontrado en un descampado de la localidad bonaerense de Guernica
A casi dos años de la última vez que Lucas Escalante y Lautaro Morello fueron vistos con vida siguen los rastrillajes y se suman indicios sobre un plan de encubrimiento
De nada sirvió la recompensa de $5.000.000 que el Poder Ejecutivo Nacional ofreció para quien aportara datos que permitieran encontrar a Lucas Escalante, desaparecido el 9 de diciembre de 2022, en Florencio Varela. Ninguno de los más de quinientos llamados que se recibieron en la línea 134 llevó a los investigadores a poder obtener alguna pista sobre cuál fue el destino del joven que dentro de ocho días cumplirá 28 años.
Tampoco se hallaron rastros de Lucas en los últimos rastrillajes realizados el 27 de agosto pasado en un predio del partido de Mar Chiquita. Los investigadores judiciales y policiales llegaron a ese lugar, donde había un desarrollo inmobiliario abandonado, a partir de un llamado anónimo en el que se indicaba que dichos terrenos pertenecían a uno de los acusados por la desaparición de Lucas. Pero después de tres días de búsqueda no se encontró ninguna pista del muchacho desaparecido.
De Lucas, hijo de un constructor que realizó varias obras en jurisdicción del Municipio de Florencio Varela, lo único que se encontró fue su cupé BMW 135, patente INF-267. A pesar del fuego, en el momento del hallazgo, el vehículo todavía tenía partes con el azul original. El rodado fue encontrado al costado de la ruta 53 entre Buchanan y calle 427 de la localidad de Abasto, en el partido de La Plata.
Lucas Escalante junto al BMW azul que manejaba la noche que desapareció
No fue casual que el vehículo fuera hallado en ese lugar. Según la reconstrucción del trayecto que hicieron los responsables de la desaparición de Lucas, la cupé BMW fue incendiada en la misma ruta, pero diez kilómetros más adelante, en dirección a La Plata, de la casa del comisario mayor de la policía bonaerense, Francisco Centurión.
Un vecino del barrio La Capilla, de Florencio Varela, aseguró que el 9 de diciembre de 2022, después de las 22.30, el conductor de un BMW 135 azul como el que conducía Lucas Escalante, le preguntó por la casa del comisario mayor.
Además, el testigo aseguró que, después, vio el automóvil de Lucas estacionado en la puerta de la vivienda de ese alto oficial bonaerense. Dicho testimonio se sumó al mensaje de audio aportado por la familia de Lucas en el que el joven desaparecido le dijo a un amigo que le habían ofrecido vales para cargar combustible de forma gratuita.
“Estoy en camino para Varela. Hace un rato llegué a casa. Me iba a quedar en casa, ¿viste? Pero hay un chabón que me da nafta ¿viste? Pero la tengo que ir a buscar hasta el Alpino, un poquito más lejos. Pero bueno... la nafta gratis sirve. Estoy yendo”, le dijo Lucas a un amigo la noche que desapareció.
El comisario mayor Francisco Centurión, al ser detenido
Durante el proceso judicial se determinó que Lucas hablaba de Cristian Centurión, hijo del comisario mayor Francisco Centurión, quien se había desempeñado como jefe de la Dirección de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Lomas de Zamora.
Hasta el momento de su detención, Centurión, estaba a cargo del Departamento Enlace de la policía bonaerense con Interpol y tenía su despacho en el primer piso de la comisaría 1° de Quilmes.
Actualmente, Centurión, su hijo, su sobrino y seis efectivos de la fuerza de seguridad provincial están presos, acusados de participar en la desaparición de Lucas y en el homicidio de Lautaro Morello, el joven, de 18 años, que acompañaba el hijo del constructor varelense el día que lo vieron por última vez.
El 6 de noviembre próximo debía realizarse la audiencia de ofrecimiento de prueba para el juicio oral. En dicha audiencia también debería fijarse la fecha de inicio del debate. Sin embargo, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Florencio Varela decidió postergar para marzo esa diligencia clave.
Tres de los siete policías bonaerenses que serán sometidos a juicio oral cargan con una imputación por presunto encubrimiento de homicidio agravado, mientras que los otros cuatro acusados, entre los que figura Centurión, fueron procesados por su presunta participación en el asesinato.
Aunque Lucas Escalante nunca apareció, para la Justicia existen indicios de que habría sido asesinado. En la carátula del expediente judicial en el que se investiga la desaparición de Lucas, se lee: “Escalante Lucas, sobre averiguación paradero, con presunción de fallecimiento”.
Lautaro Morello tenía 18 años@mauroszeta
El cuerpo de Lautaro fue hallado seis días después de que Lucas lo pasara a buscar por la esquina de la avenida Hudson y Concordia, en Florencio Varela. El cadáver parcialmente calcinado fue encontrado a dos kilómetros del lugar en el que había sido abandonado el BMW de Lucas. En principio se dijo que ambos jóvenes se encontraron para ir a festejar el triunfo del seleccionado argentino de fútbol en los cuartos de final del Mundial de Qatar.

Pero tres días después, cuando la familia de Lucas aportó el audio que le mandó un amigo, se determinó que, en realidad, el muchacho desaparecido pasó a buscar a Lautaro, de 18 años, para que lo acompañara al encuentro con el proveedor de los mencionados vales de nafta que, en realidad, estaban destinados para los móviles asignados a los patrullajes en Florencio Varela.
Uno de los primeros elementos que fundaron las sospechas sobre la presunta participación de efectivos de la policía bonaerense en el homicidio de Lautaro y la desaparición de Lucas fue la declaración de un testigo que dijo que la madrugada del 10 de diciembre de 2022, cuando circulaba por un camino vecinal rumbo a la ruta provincial 53, observó el momento en que se incendiaba un automóvil, al lado estaba una camioneta VW Amarok blanca, sin patente y un Peugeot 208 gris.
El BMW en el que iban Escalante y Morello fue hallado carbonizado en Abasto, partido de La Plata@mauroszeta
La escena, según el testigo, se completaba con un móvil de la policía bonaerense que circulaba a baja velocidad a pocos metros del incendio.
El testigo precisó que vio al automóvil cuando se incendiaba minutos después de las 5. Al día siguiente, la policía encontró el vehículo quemado al costado de la ruta provincial 53.
Sobre el mencionado Peugeot 208 existe otro dato interesante en el expediente. Según testigos, de un vehículo de similares características descendió en una estación de servicio de la zona un muchacho que compró un bidón de nafta. Dicha compra se concretó durante la madrugada del 10 de diciembre, en un horario cercano al que Lucas y Lautaro pasaron por el mismo lugar en dirección a la quinta del comisario mayor.
En un dictamen de 120 páginas el fiscal de Berazategui, Daniel Ichazo, solicitó que Centurión sea sometido a juicio oral. Para el presentante del Ministerio Público el jefe policial, habría sido presunto responsable del “homicidio agravado para procurar la impunidad, para sí o para otro”.
Al analizar las pruebas incorporadas en el expediente, el fiscal consideró que Centurión habría ejercido su influencia en de un sector de la policía bonaerense para coordinar con algunos funcionarios el desvío de la investigación y entorpecer la pesquisa.
No pasaron inadvertidas para el representante del Ministerio Público las anotaciones encontradas en un operativo realizado en un domicilio del comisario mayor Centurión. Según fuentes de la investigación, en esos apuntes se hacía referencia a dos bidones de nafta y a hacer pasar la muerte de Lucas como el desenlace de un supuesto brote psicótico que habría sufrido.
Nunca se pudo saber cómo fue que el jefe policial acusado obtuvo la historia clínica de Escalante en la que figuraba que tenía antecedentes psiquiátricos.
La familia de Lucas Escalante mantiene el pedido de intensificar la inevestigación
Grande fue la sorpresa de los funcionarios judiciales cuando, entre las anotaciones halladas en los allanamientos había detalles sobre el barrio cerrado donde vive Hilario Escalante, el padre de Lucas, y datos sobre la familia de la víctima y los vehículos que usaban.
En uno de los documentos encontrados en poder del jefe policial se consignó: “Evaluar un brote psicótico de Lucas y el desenlace fatal, informe y testimonio del médico psiquiatra y psicólogo, informe psiquiátrico y psicológico de Lucas”.
Al requerir que el jefe policial sea sometido a juicio oral el fiscal Ichazo consideró que ese documento “permite suponer que Francisco Centurión no solo ya conocía el desenlace fatal, sino que además tenía documentación e información sensible sobre él, lo que demuestra un particular interés por la intimidad de Lucas y su círculo familiar”.
Durante la investigación encarada por el Ministerio Público se habría determinado que la noche que Lucas y Lautaro llegaron a la casa del jefe policial en localidad de La Capilla, a pocas cuadras de la ruta 53, habrían sido recibidos por Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino, respectivamente del comisario mayor que, en ese momento no estaba en la zona.
A casi dos años del homicidio de Lautaro y de la desaparición de Lucas, los investigadores abonaron la sospecha de que Cristian y Maximiliano Centurión esperaban solamente a Lucas. La demora en allanar la casa del jefe policial que habría sido la escena del asesinato de Lautaro, posibilitó que se borraran pruebas importantes. Esta maniobra dilatoria en el operativo derivó en que los responsables de la pesquisa policial no pudieron reconstruir cuál fue el motivo que desencadenó el homicidio y la posterior privación ilegal de la libertad de Lucas y su desaparición.
Por esa demora en realizar los allanamientos y debido a la supuesta participación en una serie de maniobras tendientes a borrar pruebas, seis policías fueron procesados y serán sometidos a juicio por el supuesto encubrimiento.
A casi dos años de la desaparición de Lucas y del homicidio de Lautaro no está claro el móvil del crimen. No parece verosímil la cuestión de los vales de combustible.
Entre el 11 y 24 de diciembre de 2022, además de Lautaro, hubo otros cuatro cuerpos fueron encontrados en el conurbano, algunos vinculados con los acusados y otros relacionados por la cercanía de los hallazgos y por el hecho de que los policías acusados quisieron convencer a las familias que se trataban de los muchachos desaparecidos en Florencio Varela.
Los cuerpos de Diego Segura y Silvio Vitullo, fueron hallados incinerados en un utilitario en Guernica. Cerca del lugar en el que apareció el automóvil quemado de Lucas. Segura y Vitullo eran dos mecánicos que vivían en Burzaco, cuya desaparición había sido denunciada el 10 de diciembre de 2022, un día después de la presentación de averiguación de paradero por Lucas y Lautaro. Uno de ellos fue reconocido por los braquets.
Lautaro Morello y Lucas Escalante
Los cadáveres de Vitullo y Segura fueron hallados en una camioneta Citroën Berlingo, patente OBL-040 que tenía pedido de secuestro porque había sido robada el 16 de abril de este año en la localidad de Villa Luzuriaga, en el partido de La Matanza.
Si bien, los responsables de la investigación por el asesinato de Lautaro y la desaparición de Lucas afirmaron que este caso no tendría ninguna vinculación con los homicidios de Vitullo y Segura, a pesar que los asesinos usaron metodologías similares para borrar pruebas, para concretar tres de los crímenes, la cercanía de los lugares en los que abandonaron los cuerpos y la proximidad entre las desapariciones de los cuatro.
El último cuerpo había sido encontrado en un relleno de la Ceamse. El cadáver correspondía a un vecino de Maximiliano Centurión. Vivía en Florencio Varela y había desaparecido en la misma época que Lucas y Lautaro. Debido a que los tres casos están en diferentes jurisdicciones, las investigaciones se desarrollan por separado sin cruzar información que permita confirmar que si realmente fueron hechos aislados.

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