domingo, 10 de noviembre de 2024

DOLAR Y TURISMO


Tipo de cambio y precios: el veraneo en el exterior vuelve a tomar impulso
Desde el segundo trimestre del año cae el ingreso de turistas extranjeros y aumenta la salida de argentinos. Brasil aparece como el destino más elegido para la temporada que está por llegar y, a nivel local, los empresarios lamentan el peso de los impuestos en sus costosSuscriptores
Gabriela Origlia
Las playas de Brasil, uno de los destinos del exterior más buscados por los argentinos
El economista Esteban Domecq, director de la consultora Invecq, pronosticó hace dos meses que “las playas brasileñas se llenarán de argentinos este verano”. En esa línea estimó que para fin de año el dólar se estabilizaría en torno a los $1000. Los datos le están dando la razón. De cara a la temporada de verano, ya muy cercana, las estimaciones apuntan a un récord de argentinos en Brasil.
El movimiento turístico argentino –en lo que se refiere a la llegada de extranjeros y a la salida de quienes viven en el país– está, históricamente, muy influido por el precio del dólar. Con la devaluación de diciembre de 2023 el país se encareció desde la óptica del visitante que llega de afuera, mientras que la dinámica del crawling peg (que determina un movimiento del tipo de cambio de 2% mensual) y la flexibilización para comprar divisas, son claves para que sean más quienes pasan la frontera.
Los economistas del Ieral, el instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea, advierten que la estrategia del Gobierno de fijar el tipo de cambio moviéndose a un ritmo mensual del 2% –cuando la inflación, durante varios meses, fue superior– provocó un incremento del déficit de la balanza turística, que se proyecta por encima de los US$2900 millones. Y en 2025 estiman que habrá un desequilibrio de unos US$7500 millones, lo que implica una presión sobre las reservas del Banco Central o sobre la brecha cambiaria.
El saldo negativo se produce por el crecimiento del turismo emisivo y una caída del receptivo. Según los últimos datos oficiales, entre enero y setiembre de este año la balanza turística registró un rojo de US$3939,1 millones. Los egresos fueron de US$5848,9 millones, mientras que los ingresos sumaron US$1909,8 millones. Llegaron en ese lapso 4,99 millones de extranjeros y salieron 6,3 millones de personas residentes en el país al exterior.
En septiembre, 580.000 argentinos viajaron al exterior, 30,4% más que en ese mes de 2023. El 19,9% de quienes salieron fue a Chile, donde el atractivo fueron las compras. Le siguieron como destinos elegidos Brasil (16,9%) y Europa (15,8%). El noveno mes del año marcó también una caída del 15,9% en la llegada de extranjeros; la mayoría (el 75,3%) llegó de los países limítrofes.
Los referentes de la industria turística prefieren no meterse de lleno en la discusión sobre si hay o no atraso cambiario.
Los destinos con playa de Brasil están entre los más elegidos por los argentinos para veranear
Aunque hay una percepción generalizada de que “la Argentina está cara en dólares”, el ministro de Economía, Luis Caputo, rechaza el planteo y sostiene que la apreciación cambiaria es una consecuencia de la recuperación de la economía.
Marcos Cohen Arazi, economista del Ieral, indica que históricamente la Argentina tiene más salidas que ingresos de turistas. “Comparativamente con otros países de la región, el turismo emisivo es en promedio más alto en el nuestro: incluso está por encima de algunos europeos. Vemos que eso es recurrente a lo largo de períodos largos. Por ejemplo, a fines de los 90; en el tramo final de la gestión de Cristina Kirchner, y en el primer año del gobierno de Mauricio Macri, cuando se levantaron el cepo y las restricciones. Y ahora empieza a registrarse de nuevo”.
Desde Invecq, el analista económico Manuel Cerdan ratifica que hay una correlación “bastante alta” entre tipo de cambio y egreso/ingreso de viajeros. “Ya se empieza a ver con claridad este año; se observa cómo fue cambiando el flujo a medida que el tipo de cambio se apreciaba”, dice. Si se quisiera revertir el impacto, por supuesto “habría que ajustar el tipo de cambio. Esa es la solución más fácil, pero termina afectando otras aritas que golpean en la macro”.
En función de los números del mercado de cambios, esa relación entre las dos variables es “muy clara”. Cerdan describe que, en el primer trimestre de este año –con un tipo de cambio alto en términos reales– el egreso fue de US$480 millones por mes; en el segundo trimestre, cuando el dólar empezó a “abaratarse”, pasó a US$670 millones mensuales y, en el tercero, a U$S800 millones. Por supuesto, hay un correlato en la balanza de turismo, que tuvo un déficit de US$240 millones por mes entre enero y marzo; de U$S470 millones entre abril y junio, y de US$600 millones en el tercer trimestre.
En septiembre, dos de cada diez residentes de la Argentina que viajaron al exterior fueron a Chile, un destino buscado para realizar compras
¿Qué se observa si se pone la lupa sobre la estadística de entrada al país de extranjeros? Si se compara lo ocurrido en los primeros tres meses de este año con el dato promedio del mismo período para el lapso de 2016 a 2023 (excluidos 2020 y 2021, años afectados por la pandemia de Covid-19), se ve que ingresó un 27% más de personas. Cuando el dólar empezó a tener un valor más bajo, esa cifra se atenuó: la comparación arroja subas de 7% y 3% para el segundo y el tercer trimestre, respectivamente. Con las salidas de residentes al exterior, el comportamiento es similar. El turismo emisivo cayó 20% entre enero y marzo, y con la apreciación del tipo de cambio, esa baja es de 7%.
El futuro del dólar tarjeta
Con el final de 2024 dejará de estar vigente el impuesto PAIS, con lo que se abaratará el dólar tarjeta, que en estos días ronda los $1640. Esa carga tributaria es de 30% (sobre el valor del dólar oficial) y se suma otro porcentaje igual por percepciones. No se sabe aún qué decisión tomará el Gobierno sobre el tema (desde el Banco Central impulsan que haya un nuevo recargo en reemplazo de los actuales), pero considerando ese punto y suponiendo que se mantiene la política cambiaria, Cerdan plantea que un tipo de cambio más apreciado derivará en un mayor egreso de divisas.
“Si es vía los dólares financieros se tensionaría la brecha y, si es vía el dólar oficial, eso presionaría sobre las reservas”, sintetiza. Añade que el otro aspecto a considerar es el de la actividad. La ocupación hotelera de no residentes creció en el primer trimestre un 12,6% interanual. Con la apreciación del peso esa tendencia se revirtió y entre abril y agosto hubo una caída de 13,6%.
Aldo Elías, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo, evalúa que el tipo de cambio no es –o, al menos, no debería ser– el factor clave para elegir el destino al cual viajar. “La presión impositiva es muy alta, el 40% del precio de cualquier producto turístico que se compra es carga tributaria. En ese contexto, el precio del dólar termina jugando un rol en la competitividad”.
El peso de los tributos
Elías insiste en que el alto peso de los impuestos “expulsa a empresarios y los acerca a la informalidad”. Y agrega: “Hace 100 años estamos acostumbrados a que llegue un gobierno y cree tributos. El problema es que no se puede comprar nada en esas condiciones. No es real que el tipo de cambio condicione o tenga que condicionar al ingreso; no están dadas las condiciones para atraer a los extranjeros y lo mismo pasa con la salida de los locales”. Además, indica, hay una cuestión “de idiosincrasia. A los argentinos les gusta viajar al exterior; no pasa eso con los estadounidenses en la misma medida y tampoco con los brasileños. Nosotros miramos el dólar como con una veneración divina”.
En los últimos meses la balanza entre turismo receptivo y turismo emisivo arrojó un déficit, al tiempo que cae la cantidad de extranjeros que vienen al país
Cohen Arazi aporta que, mientras que en el mercado interno el poder adquisitivo apenas se recuperó, el salario medido en dólar MEP o blue “subió fuerte”. Aunque enfatiza que es “difícil” que una política específica “arregle” los problemas del sector, afirma que “hay varias maneras de mitigarlos”. Una manera es que haya “más competencia y más oferta de vuelos desde y hacia el extranjero” y la otra, que bajen los costos tributarios. “Uruguay achica costos bajando impuestos, se podría seguir ese camino”, puntualiza.
La Country Manager Argentina & Uruguay de Despegar, Paula Cristi, señala que las decisiones de viajes están “muy asociadas a las oportunidades”. Para sostener la afirmación, repasa los datos oficiales, advirtiendo que 2023 fue un año “modesto” en términos de turismo.
Para el verano a punto de comenzar, indica, Brasil se consolida como uno de los destinos más elegidos por los argentinos: “El interés de los viajeros sigue creciendo, impulsado por el tipo de cambio favorable, paquetes para todos los gustos, cuotas sin interés y vuelos directos a más de 11 destinos de ese país”. Las diferentes aerolíneas ofrecen vuelos directos desde la Argentina a Río de Janeiro, San Pablo, Florianópolis, Salvador, Porto Seguro, Maceió, Recife, Natal, Fortaleza, Porto Alegre y Curitiba.
En las últimas semanas casi la mitad de las búsquedas generales para vacacionar fuera de la Argentina involucró al país vecino. Río de Janeiro, Florianópolis, San Pablo, Maceió y Recife son las ciudades preferidas. Seis de cada diez compradores eligen el pago en cuotas. A nivel nacional, en el top 5 de destinos en la Argentina (dentro de la plataforma) están Buenos Aires, Bariloche, Iguazú, Mar del Plata y Mendoza.
En el ranking de destinos internacionales elegidos fuera de Brasil están Santiago de Chile, Madrid y Miami. “Brasil en particular está económico en dólares; también el real se devaluó –añade Cristi–. La Argentina es una alternativa cara en comparación con otros países de la región. En general, las decisiones de destino están asociadas a los presupuestos; eso también lo vemos en el caso de Brasil”. La ejecutiva admite que en comparación con la pre pandemia (2019) cambió el ranking de preferencias; en ese entonces el podio lo integraban Estados Unidos, el Caribe y Europa.
Desde Atrápalo Argentina, su CEO Martín Romano explica que en 2023 se adelantaron “muchas compras”; entonces, cuando se compare año contra año, los niveles serán parecidos, salvo que haya una aceleración de operaciones en noviembre y diciembre. Respecto de qué se elige, coincide con que Brasil queda en primer lugar. “Ellos devaluaron y nosotros estamos caros en dólares. No es que la gente viaja adonde esté caro o barato, la gente tiene sus gustos. Pero cuando el tipo de cambio está barato y los bolsillos están gordos, arrasan Brasil, Cancún, el Caribe y Miami. No es el caso de este año”.
El “dólar tranquilo -dice-no empuja a decidir; se espera a estar más cerca de la fecha. El año pasado se esperaba una devaluación y se hicieron compras con anticipación”.
Andrés Deyá, presidente de la Federación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo, cuenta que desde la entidad a fines de agosto hicieron el Travel Sale y “se vendieron muchos pasajes al exterior”. Los destinos internacionales más buscados fueron Brasil, Caribe, México, España (Madrid), Francia (París), Italia (Roma) y Turquía. Coincide en que para “el que puede, es un año para viajar afuera”.
Menciona que, con el objetivo de que “también se mueva” el sector a nivel doméstico, se está a la espera de medidas –más cuotas y más promociones– que saldrían en la segunda quincena de este mes, para “tentar” a los veraneantes.
Rafael Miranda, vicepresidente de la Federación Hotelera y Gastronómica de la Argentina, sostiene que el tipo de cambio actual “sin dudas aumentará la salida”. Según recuerda, hace unos meses “había filas de extranjeros entrando al país desde los países limítrofes, que venían a comprar y que en algunos casos se quedaban el fin de semana”. E insiste en que, cuando se considera la carga impositiva, el sector “compite en desventaja total. De los impuestos distorsivos que hay aquí no se paga ninguno afuera, y las tasas municipales tampoco. El IVA que para nosotros es el 21%, en Europa es 10% y en Uruguay directamente hay exención. De arranque, estamos 20% más caros”.
Cómo pagar en el exterior
Para quienes viajan al exterior, al día de hoy les conviene pagar el resumen de la tarjeta directamente con dólares. Cerdan detalla que si se cancela en pesos se incluyen los impuestos y queda, como valor del dólar, el llamado “tarjeta” (de alrededor de $1640). Mientras tanto, el dólar MEP está en la zona de $1150 y el blue, en $1135. “Es decir, conviene hacerse de los dólares y pagar directamente con ellos los consumos”, resume.
Cohen Arazi coincide en que lo mejor es usar “dólares ya adquiridos en el mercado ‘libre’, como el MEP. Por momentos el dólar informal se abarata, y en otros se encarece en relación al financiero, pero están en valores similares”.
En relación con el fin de la vigencia del impuesto PAIS en diciembre, señala que como ya una gran parte de los consumos se realiza usando dólares comprados en mercados financieros o informales, “no se esperaría un cambio brusco en materia de consumos”. Pero, por lo ya analizado respecto de la conveniencia o no de usar tarjeta de crédito, sí podría cambiar el mecanismo de pago predominante”.

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