El Gobierno despidió a 15 empleados de Intercargo por la medida de fuerza en Aeroparque
Lo informó el ministro de Economía, Luis Caputo; “En la Argentina que estamos construyendo, no vamos a permitir estos mecanismos de extorsión”, indicó el funcionario
Paro de Intergargo y aeronáuticos en aeroparque. Valijas acumuladas por el paro de Intercargo
En medio del conflicto con los gremios aeronáuticos, el Gobierno decidió desvincular este jueves a 15 empleados de Intercargo -la empresa estatal que presta servicios de rampa y valijas- a raíz de la sorpresiva medida de fuerza en el Aeroparque Jorge Newbery que afectó a varios vuelos y pasajeros este miércoles. Así lo confirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de su cuenta de X. La huelga causó que parte de los pasajeros no pudieran abordar y también que aquellos que ya se encontraban arriba de los aviones no pudieran descender.
“Hoy decidimos la desvinculación de 15 empleados de Intercargo que ayer tomaron de rehenes a los pasajeros a través de un piquete aéreo”, indicó el funcionario de Javier Milei en sus redes sociales. Y sumó: “En la Argentina que estamos construyendo, no vamos a permitir estos mecanismos de extorsión”.
Este miércoles, los pasajeros fueron sorprendidos por una medida de fuerza sin aviso de Intercargo, la empresa cuyo gremio lidera Edgardo Llano. Las operaciones de Aeroparque se vieron afectadas por la ausencia de despacho y retiro de equipaje y el descenso de los aviones de todas las compañías que operaban en el lugar, salvo Aerolíneas Argentinas.
Flybondi informó que producto de la “sorpresiva asamblea gremial de los trabajadores de la empresa Intercargo en Aeroparque”, la compañía tuvo que cancelar ocho vuelos -lo cual afectó a más de 1340 pasajeros- y demorar otros cuatro vuelos en los que se preveía que iban a viajar 649 pasajeros. A raíz de esto, la lowcost ayer trasladó el resto de sus operaciones al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
LA PSA ayudó a bajar pasajeros de los aviones....Ministerio de Seguridad
En el caso de JetSmart, debieron cancelar 18 vuelos -14 domésticos y cuatro internacionales- y reprogramar 16 vuelos, con un total cercano a 6000 pasajeros afectados hasta las 18 de ayer. Por otro lado, Latam registró varias demoras.
El gremio decidió ir a huelga por el despido de un empleado de la empresa estatal que -aseguró el Gobierno- “abandonó su puesto de trabajo, causando demoras en el retiro de equipaje de cientos de pasajeros y dificultando la actividad aeroportuaria”.
Durante la medida -que duró alrededor de tres horas- la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había aseverado que hubo más de diez aviones con 1500 personas “secuestradas” que estaban siendo asistidas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para bajar de los aviones.
Más tarde, la ministra presentó una denuncia penal contra miembros de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y de Intercargo por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad, extorsión y entorpecimiento del transporte aéreo, y se realizó ante el juzgado de Julián Ercolini. En la denuncia destacaron que la medida afectó a un total de diez vuelos de los cuales seis, con 900 personas a bordo, se encontraban en las pistas de Aeroparque. También impactó en Ezeiza: se afectaron vuelos con 1300 personas a bordo.
De momento, según pudo saber desde Aerolíneas Argentinas y de los gremios aeronáuticos no hay una reacción de momento. Este medio pudo confirmar además que se reforzó la seguridad en los aeropuertos y que está desplegada la Guardia de Infantería Aeroportuaria.
La advertencia de Bullrich y el ultimátum a los gremios
Por otro lado, Bullrich volvió a arremeter contra el gremialismo aeronáutico este jueves y advirtió sobre medidas “más drásticas” contra Intercargo y Aerolíneas Argentinas. Dijo que esta es la primera vez que pasa una situación de estas características y que fue el secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien la llamó para contarle y pedirle que en conjunto solucionaran de alguna forma el tema. “Vivimos una situación inédita, nunca vista, tanto es así que tuvimos 18 personas que tuvieron que ir a la unidad médica, a las ambulancias -las que teníamos y que tuvimos que conseguir de urgencia-; personas con temblor, sofocamiento, convulsiones; una persona con hipertensión; una embarazada de 22 semanas con una situación de nervios muy grande; personas con leucemia que entraron en crisis nerviosa”, describió la ministra en LN+.
Paro de pilotos y aeronavegantes de Aerolíneas Argentinas en aeroparque
“Fue una situación muy dura y la PSA hizo un trabajo excepcional, bajando a más de 1500 personas. Cuando 500 todavía seguían en los aviones, ahí se dio cuenta el personal de Intercargo que esto no le iba a salir gratis y empezó a movilizar las rampas. Llegó la Prefectura a Aeroparque y la Gendarmería a Ezeiza a dar apoyo a la situación, para que no destruyan o intenten entrar a la pista los trabajadores. Por supuesto, no podíamos hacer subir a los pasajeros, pero sí bajarlos. Por primera vez nos pusimos enfrente y logramos demostrar que no nos van a pasar por arriba, vamos a liberar a la gente de esta tortura permanente a la que es sometida en aeropuertos, haciendo asambleas repentinas y arruinándoles la vida a miles y miles de personas”, dijo la ministra, quien prometió terminar con los “piquetes aéreos”.
En tanto, el Gobierno dio un ultimátum a los gremios que operan dentro de Aerolíneas Argentinas, sobre todo a la APA, APLA y la Asociación Argentinas de Aeronavegantes. Tal como publicó desde la Casa Rosada tomaron la decisión de instar a los sindicatos a presentar una propuesta que contemple la operatividad sin conflictos de la empresa estatal. En caso contrario, avanzará con un plan preventivo de crisis. En principio, la reunión entre las partes será este viernes a las 14.
El proceso preventivo de crisis, de avanzar, disminuye las chances de los gremios de tomar acciones concretas y acota el despliegue de los jefes sindicales. En definitiva, puede derivar en un cierre de la empresa, aunque justamente por esa misma razón puede jugar a favor del Gobierno para limar las posibilidades de los que se sientan a la mesa a negociar, en este caso, las paritarias.
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Horas cruciales en Aerolíneas: intervención, el regreso de Austral y hasta la creación de una nueva empresa estatal
Un grupo de trabajo ya tiene un borrador para armar una nueva línea aérea que sirva para absorber el impacto de los cambios en el mercado; hay un proyecto de provincialización
Diego Cabot
Llegan días de definiciones para la línea aérea estatalAEROLÍNEAS ARGENTINAS -
Fueron 11 meses de un juego de ajedrez definitivo con piezas celestes y blancas. Y como en toda partida, cuando el tablero está desierto, los últimos movimientos siempre son a todo o nada. Así transcurrió el tiempo entre la administración de Javier Milei y los gremios de Aerolíneas Argentinas e Intercargo, entre avances, retrocesos y pausas. Pero el año pasó, los conflictos recrudecieron y llegó el tiempo de las decisiones finales.
“El Presidente se cansó del asunto”, se sinceró un hombre de su entorno. Según varias fuentes consultadas, hay varias personas dedicadas a la búsqueda de opciones para que el mandatario decante la decisión final. Y entre las posibles salidas figuran desde una intervención hasta la posibilidad de la creación de otra una empresa estatal, temporaria y con futuro privado, que salga al mercado con condiciones nuevas, que sea más ágil y que, a u vez, haga las veces de una ambulancia que recoja los heridos que deje Aerolíneas Argentinas. Sucede que esta solución implica decirle a la línea aérea estatal que ya no hay más dinero y que desde ahora en más, la única caja es la que genere.
“Eso llevará a que la compañía tome medidas fuertes como la reprogramación de destinos, cancelación de vuelos al exterior. Y entonces, el que prefiera, que se pase a la nueva empresa que será temporaria, apenas como para volar y abastecer el mercado. Luego, se vende”, explicaron quienes trabajan en el proyecto.
El pensamiento del Gobierno es el siguiente. Los gremios de pilotos (APLA), aeronavegantes (APA) y personal aeronáutico (AAA) no tienen fuerza sin la línea aérea de bandera e Intercargo. Pues entonces, a dejarlos sin ellas y crear otras a las que se acercarán algunos de sus afiliados y tendrán condiciones nuevas.
Unas 15 personas trabajan en el pulido final de la norma que la podría crear. De hecho, en estas horas habrá una nueva reunión entre algunos especialistas que ya redactaron un borrador de decreto que establece que la compañía sería 100% estatal y que a los 180 días de creada sería puesta en venta. “Que al Estado nacional corresponde evitar situaciones en las que la concentración del transporte aéreo, la posición dominante o la ausencia de una competencia adecuada, puedan derivar en situaciones perjudiciales para los usuarios”, dice aquel borrador que hoy se discutirá en los pliegues de la administración pública.
El diseño del asunto está bajo el mando de Diego Chaher, el exinterventor de los medios públicos –Télam, Radio y Televisión Argentina (RTA) y Educ.Ar– que desde junio controla las empresas del Estado en una “Unidad Ejecutora” .
Para que se entienda, en la Casa Rosada ya le bajaron el martillo a la compañía estatal. No creen que sea posible algún tipo de acuerdo marco con los gremios que genere condiciones como para hacer de la firma una empresa que compita en condiciones de mercado. Quienes confiesan que el presidente Javier Milei se cansó del asunto sostienen que el mandatario es partidario de una intervención.
El punto es que los técnicos legales que trabajan sobre la solución sostienen que no es tan sencillo el remedio porque la empresa es una sociedad anónima, con participación estatal mayoritaria, pero que se maneja por el derecho comercial.
No tan lejos de la Casa Rosada, el grupo técnico avanzó con otras propuestas. El desafío es cómo mantener la conectividad aérea en medio del conflicto con Aerolíneas. La semana pasada hubo varios análisis. Por caso, un abogado ligado históricamente a Aeropuertos Argentina 2000 puso a debate la posibilidad de volver a romper la unión de Aerolíneas y Austral. Es decir, desandar el camino de la fusión que hizo la gestión de La Cámpora y avanzar en la escisión. En esa mesa apareció una idea que tienen varios. Primero, al analizar los balances de Aerolíneas, surge una situación determinate: la compañía tiene patrimonio neto negativo. Eso significa que podría ser causal de liquidación.
Si ese es el camino, piensan, habría que tener un sustituto. Se llegó entonces, a la creación de la nueva empresa o a la posibilidad de la escisión de Austral. Fue cuando llegó la discusión sobre una idea que da vueltas desde hace tiempo: integrar a al menos 7 provincias para que sean accionistas de la nueva empresa. Interesadas en vuelos a sus territorios, los gobernadores ya fueron sondeados por el asunto. Uno del centro y otro del norte habrían mostrado interés.
Pero no parece ser fácil el escenario planteado. Separar a Austral no es un camino sencillo. Además, hay algo que tiene que ver con la propiedad de los aviones, especialmente de los Embraer, la flota que se compró en épocas de Cristina Kirchner. No es sencillo pasar esas aeronaves que se compraron con dinero del Estado nacional y aportarlos como capital a una sociedad que tendrá otros dueños, sean las provincias o un privado. Da lo mismo. En esa mesa se dijo que seguramente ese remedio necesita un paso por el Congreso, el lugar que sí o sí quiere evitar el Gobierno.
El proyecto que internamente se llama “ARSA Provincial” debería, además, contar con habilitaciones y certificaciones, además de un enorme impulso político de la iniciativa. Eso lleva tiempo, y el verano está a la vuelta de la esquina.
De hecho, uno de los que estaba sentado en la mesa habló de la situación del centro de capacitación, Cefepra, donde los pilotos validan sus licencias. Los certificadores son comandantes en actividad es decir, miembros del gremio Por lo tanto, están bajo el paraguas del combativo Pablo Biró. Un experimentado consultor dijo que en diciembre habrá un 15% de pilotos que no podrán programarse por los paros en este centro. Por lo tanto, la operatoria en e verano está con una fuerte amenaza.
De regreso a la creación de una nueva empresa, la temporalidad y la solución tienen un antecedente: Líneas Aéreas Federales (Lafsa), la aerolínea creada pocos días antes de que termine el mandato de Eduardo Duhalde y que sirvió para colectar los empleados que quedaban sin trabajo con el cierre de Southern Winds y LAPA, entre otras compañías que dejaron de volar. La empresa tuvo una particularidad: nunca voló. Apenas pagó sueldos por años y terminó por hacer un convenio con Southern Winds. Ese acuerdo terminó con las dos compañías cuando una maleta atiborrada de cocaína fue descubierta en Madrid procedente de un vuelo de la línea aérea. Fue el fin de las dos.
Finalmente, con el ingreso de LATAM (en aquel momento LAN), gran parte de los empleados pasaron a ser parte de esta nueva sociedad que entre 2021 y 2022 terminó por abandonar el mercado local.
En los grupos de trabajo sostienen que más allá de la provincialización o la creación de otra compañía, lo real es que es necesaria la firma de un nuevo contrato de trabajo por empresa y no por actividad. Esa es la única manera de que haya viabilidad comercial para el nuevo sujeto. Es decir, una nueva relación con los gremios.
Hubo quienes dijeron en esos encuentro que si el problema era ese, lo que habría que intervenir son los gremios y no la empresa. Pero eso no pasó de un comentario. En las últimas horas, el Gobierno dejó traslucir que hay un ultimátum a los sindicatos. Esa suerte de intimación tiene una pregunta y dos respuestas. La pregunta es si están dispuestos a negociar nuevas condiciones. Y las respuestas son si o no. Tan simple como eso.
Sin embargo, cerca de Milei están convencidos que el camino no es salvar la empresa sino avanzar en otro esquema, la refundación del mercado. Para eso se avanzó e una profunda liberalización del mercado con normas desreguladoras en todos las actividades aéreas. Pero el punto es que no hay nadie que tenga en pocos días 60 aviones con sus tripulaciones listas para reemplazar la oferta de Aerolíneas Argentinas.
El factor tiempo es el gran problema. El año transcurrió tal como lo esperaba el Gobierno. Puso un freno a los sueldos de los empleados de Aerolíneas e Intercargo y dejó que las protestas transcurrieran. Los sindicatos avanzaron con medidas de fuerzas y en la Casa Rosada los expusieron. Es verdad que tienen un reclamo de atraso salarial genuino, pero también es cierto que la pelea de fondo de ellos tiene que ver con una férrea oposición a los trazos gruesos de la política de la administración Milei.
Mientras el entrecejo de los gremialistas se fruncía con anuncios de paros o medidas de fuerza, en la Casa Rosada sonreían por la exposición a la que se sometían. De hecho, el 13 de noviembre se vence un tiempo de negociación que se firmó en un juicio del Ciadi en el que la Argentina está condenada a pagar alrededor de 350 millones de dólares por la expropiación de Aerolíneas a Marsans. El titular de los derechos es un fondo llamado Titan Consortium y son ellos quienes presentaron un escrito en el que piden al tribunal arbitral del Banco Mundial que no haya ninguna medida hasta la semana que viene, dado que hay una negociación en marcha. Ese costo también será usado para exponer el peso económico de la compañía.
Así las cosas, el Gobierno y los gremios transcurrieron hacia un camino que ambos buscaron. En la Casa Rosada expusieron a los líderes sindicales como pretendían cuestión de quitarles legitimidad. A su vez, estos, se acercaron al verano, la zona de mayor demanda de la empresa. Un punto acá: por estos días es cuando se compran los vuelos para volar en temporada alta y la incertidumbre sobre la empresa ya empezó a impactar en las ventas.
Las opciones son extremas. Quizá la más moderada sea un proceso preventivo de crisis, que si bien genera la imposibilidad de tomar medidas de fuerza tradicionales deja a los gremios con la posibilidad de hacer asambleas y pequeñas protestas que compliquen la operación.
El regreso de Austral, la provincialización o la creación de una compañía nueva lleva tiempo y la época de vuelos masivos se aproxima. Por lo pronto, seguirá el debate. El decreto para un símil Lafsa, pero que vuele, ya está redactado y tiene menos de 120 artículos. Le faltan algunas definiciones y sobre todo, la decisión política de impulsarlo. En el medio, la indefinición de un mercado aerocomercial que no puede confirmar a sus pasajeros si podrá cumplir con lo básico que se le pide a una línea aérea: llevar a un pasajero de un destino a otro un día determinado a una hora acordada.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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