Todo será más fácil, si sigue estos consejos geek
Luego de tantos años rodeado de nuevas tecnologías creo haber aprendido algunas lecciones. Por las buenas, en general, pero no siempre. Aquí va un brevísimo compendio (hay mucho más en la web).
• Si algo no funciona en un enchufe USB, el problema es el enchufe USB. Use otro.
• Dele tiempo. Espere. Una máquina colgada tal vez está solo trabajando. Pensando, como se dice.
• Las cajas negras son una mala idea. Si no se puede desarmar, es un retroceso.
• Lo de las cajas negras cuenta también para el software.
• Más conozco a las máquinas, menos confío en ellas.
• O sea, haga backup y guarde a menudo lo que está haciendo.
• Fundamental: para tareas críticas, si funciona, no innove. A menos que el programa ya no sea compatible con su nuevo sistema operativo o que contenga una falla de seguridad grave, sea conservador con las actualizaciones.
• No ponga a cargar un dispositivo si va a dejarlo solo.
• Trate estos aparatos con mucho cuidado. La densidad de componentes que tenemos hoy desafía no solo la imaginación, sino también nuestra capacidad de comprensión. Un transistor, que en mi adolescencia tenía el tamaño de una moneda, hoy es 400 veces más pequeño que un glóbulo rojo.
• Lea el manual.
• Use las baterías hasta que les quede un 15% y solo entonces ponga a cargarlas de nuevo. Deje de cargarlas cuando lleguen al 100 por ciento. Repita el ciclo.
• Respete los polos. En general, como solemos usar corriente alterna, esto pasa inadvertido. Pero las pilas, las baterías y los enchufes de los cargadores tienen un polo positivo y uno negativo. No es ninguna buena idea conectarlos al revés.
• No crea en las fotos que ve en la pantalla. Todo se puede falsificar hoy, porque ya no hay papel, acetato, tinta ni pigmentos. Son todos ceros y unos, y eso se manipula con una precisión que burla fácilmente al ojo humano.
• Ante un problema, pruebe primero si no es un falso contacto.
• Lo que importa son los altavoces y la memoria RAM. Invierta en eso antes que en todo lo demás. Si a ese equipo de audio que costó una fortuna le conecta parlantes de segunda categoría, sonará como de segunda categoría, irremediablemente.
• No pueden guardarse secretos en un dispositivo conectado a la Red. Si le dicen otra cosa, están mintiéndole. O espiándolo.
• No es usted, es su máquina. Y su patrimonio. Y su identidad. Mucha gente me llama exagerado por la cautela que siempre recomiendo en cuanto a contraseñas, autenticación, vulnerabilidades y demás. El argumento es siempre: “Yo en mi notebook no tengo nada que pueda interesarles a los hackers”. Bueno, dos cosas. Primero, no son hackers. Son delincuentes informáticos. Segundo, lo que buscan es aprovechar su hardware y robarle datos filiatorios y credenciales bancarias, de sitios de comercio electrónico, y así.
• Si al alejar los auriculares a la distancia de un brazo todavía puede oír la música, está buscándose una sordera a mediano o largo plazo. Baje el volumen. No es broma.
• Todo necesita mantenimiento. Sin excepción. Desde un ventanal hasta una caldera, desde el auto hasta el smartphone. De otro modo, tarde o temprano, y en general en el momento más inoportuno, el ventanal se trabará, la caldera no encenderá, el auto se quedará sin batería y el smartphone, sin espacio de disco.
• El tiempo y el esfuerzo dedicados al mantenimiento de un equipo son directamente proporcionales a dos variables: la complejidad del dispositivo y lo crítico de su tarea. ¿Está pensando en tu notebook? Supuse.
• Dele tiempo. Espere. Una máquina colgada tal vez está solo trabajando. Pensando, como se dice.
• Las cajas negras son una mala idea. Si no se puede desarmar, es un retroceso.
• Lo de las cajas negras cuenta también para el software.
• Más conozco a las máquinas, menos confío en ellas.
• O sea, haga backup y guarde a menudo lo que está haciendo.
• Fundamental: para tareas críticas, si funciona, no innove. A menos que el programa ya no sea compatible con su nuevo sistema operativo o que contenga una falla de seguridad grave, sea conservador con las actualizaciones.
• No ponga a cargar un dispositivo si va a dejarlo solo.
• Trate estos aparatos con mucho cuidado. La densidad de componentes que tenemos hoy desafía no solo la imaginación, sino también nuestra capacidad de comprensión. Un transistor, que en mi adolescencia tenía el tamaño de una moneda, hoy es 400 veces más pequeño que un glóbulo rojo.
• Lea el manual.
• Use las baterías hasta que les quede un 15% y solo entonces ponga a cargarlas de nuevo. Deje de cargarlas cuando lleguen al 100 por ciento. Repita el ciclo.
• Respete los polos. En general, como solemos usar corriente alterna, esto pasa inadvertido. Pero las pilas, las baterías y los enchufes de los cargadores tienen un polo positivo y uno negativo. No es ninguna buena idea conectarlos al revés.
• No crea en las fotos que ve en la pantalla. Todo se puede falsificar hoy, porque ya no hay papel, acetato, tinta ni pigmentos. Son todos ceros y unos, y eso se manipula con una precisión que burla fácilmente al ojo humano.
• Ante un problema, pruebe primero si no es un falso contacto.
• Lo que importa son los altavoces y la memoria RAM. Invierta en eso antes que en todo lo demás. Si a ese equipo de audio que costó una fortuna le conecta parlantes de segunda categoría, sonará como de segunda categoría, irremediablemente.
• No pueden guardarse secretos en un dispositivo conectado a la Red. Si le dicen otra cosa, están mintiéndole. O espiándolo.
• No es usted, es su máquina. Y su patrimonio. Y su identidad. Mucha gente me llama exagerado por la cautela que siempre recomiendo en cuanto a contraseñas, autenticación, vulnerabilidades y demás. El argumento es siempre: “Yo en mi notebook no tengo nada que pueda interesarles a los hackers”. Bueno, dos cosas. Primero, no son hackers. Son delincuentes informáticos. Segundo, lo que buscan es aprovechar su hardware y robarle datos filiatorios y credenciales bancarias, de sitios de comercio electrónico, y así.
• Si al alejar los auriculares a la distancia de un brazo todavía puede oír la música, está buscándose una sordera a mediano o largo plazo. Baje el volumen. No es broma.
• Todo necesita mantenimiento. Sin excepción. Desde un ventanal hasta una caldera, desde el auto hasta el smartphone. De otro modo, tarde o temprano, y en general en el momento más inoportuno, el ventanal se trabará, la caldera no encenderá, el auto se quedará sin batería y el smartphone, sin espacio de disco.
• El tiempo y el esfuerzo dedicados al mantenimiento de un equipo son directamente proporcionales a dos variables: la complejidad del dispositivo y lo crítico de su tarea. ¿Está pensando en tu notebook? Supuse.
• Agua y electrónica no se llevan bien. Eso incluye la lluvia. Aunque hay algunos equipos que toleran la inmersión o las salpicaduras, la regla es no mezclar agua con electrónica. Fin del debate. Y aleje esa taza de café de la notebook, por favor. Ah, ¿es té? Lo mismo. Lejos.
• Nunca use una pantalla a oscuras. Siempre debe haber una fuente secundaria e indirecta de luz, a un costado, no demasiado fuerte ni tampoco muy débil.
• Evite usar una pantalla a contraluz de una ventana durante un día soleado. O de espaldas a esa ventana. El display, siempre perpendicular a las fuentes de luz intensas.
• Si el programa o el sitio no son claros y fáciles de usar, están mal diseñados. La idea de que hay que ser un veterano de Unix para usar una computadora o internet es tan obsoleta como discriminatoria. Su médico puede salvarle la vida y quizá no tiene ni idea de qué es grep. Ni hablemos de cómo usarlo.
• El teclado es seis veces más rápido que el mouse. Comprobado experimentalmente. O sea, aprenda todos los atajos que pueda. Y cambie de software, si el que está usando solo anda con el mouse.
• Toda maquinaria tiene límites operacionales. Altitud, velocidad, temperaturas máximas y mínimas, revoluciones, etcétera. Si las excede, habrá consecuencias. Desde romper el equipo hasta que deje de funcionar, al menos temporalmente. Recuerdo una vez, en la montaña, con mucho frío, bastante por debajo de cero, cuando alguien me dijo que su cámara de fotos había fallado. “No anda más”, sentenció. Tuve que señalarle que en realidad no hay electrónica de consumo que funcione debajo de cero grados. Ese dato figura, por supuesto, en el manual. Léalo. ●
A. T.
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