Por la brecha récord, los consumos en el exterior con tarjeta se abaratan hasta 25%
Analistas señalan que quien viaja y paga con plásticos puede tener un “descuento” importante si vende dólar MEP y paga el saldo en pesos, aprovechando la diferencia cambiaria
María Julieta RumiEl dólar tarjeta permite a los argentinos que van al exterior gastar hasta 25% menos
El hecho de que el dólar oficial mayorista se mantenga fijo en $350 frente a la dinámica que adquirieron el blue y los dólares financieros, sobre todo en las últimas dos semanas, generó una ventana de oportunidad para muchos argentinos que se encuentran en el exterior o piensan viajar en lo inmediato, ya que el dólar tarjeta está ligado al oficial. Es decir que quien gaste con un plástico y luego pague su saldo aprovechando la brecha puede tener una reducción del costo de su viaje de hasta un 25%, señalaron distintos analistas.
“$650 el dólar tarjeta y $850 el MEP libre. El que está en el exterior puede gastar con la tarjeta a $650 y vende aquí dólares a $850 para pagarla. Es decir, el Gobierno le subsidia un 25% del viaje. Qué lindo país loco”, dijo el trader Daniel Osinaga en la red social X, antes conocida como Twitter.
A la misma conclusión llegó el analista financiero Christian Buteler: “Vacaciones con un 22,5% de descuento. Te vas de vacaciones al exterior y gastás supongamos US$10.000. Pagas todo con tarjeta, y en pesos con los impuestos deberás pagar $6.579.000. Acá con US$7750 compras una Lede a US$0,11 y la vendés en pesos a $93, 45. Resultado: $6.583.977”.
Consultado por la nacion, Buteler consideró que no cree que haya cambios en el dólar tarjeta, sino que probablemente lo que se va a terminar es el dólar oficial fijo y se volverá al crawling peg (minidevaluaciones) de antes de las primarias abiertas y obligatorias. “No creo que por estos dos meses que quedan vuelvan a tocar el dólar tarjeta, sobre todo antes de las elecciones, porque sería un dato negativo para las aspiraciones electorales del ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa. Así que estimo que eso quedara igual, y obviamente lo que demuestra la fuerte suba del MEP de los últimos días es la escasez de instrumentos y de dólares que tiene ya el Gobierno para intervenir frente a la gran cantidad de pesos que hay en el mercado”, explicó.
Por su parte, Fernando Marull, socio de FMyA, coincidió en que no habría modificaciones en el dólar tarjeta hasta las elecciones del 22 de octubre o hasta el 19 de noviembre, si eventualmente Massa llega al ballottage, pero dijo que no se están yendo tantos dólares por el dólar tarjeta, sino que el Gobierno está perdiendo más divisas subsidiando al MEP. “A julio, que es el último dato disponible, se iban por dólar tarjeta turista US$728 millones por mes y la brecha entre el dólar tarjeta y el blue era del 10%. Ahora que está en 30% podría subir a US$900 millones y para bajar el MEP se están gastando US$1000 millones mensuales”, estimó.
Causas
Por su parte, la economista Natalia Motyl dijo que la brecha del dólar tarjeta responde al atraso del tipo de cambio oficial. “El dólar tarjeta sigue al oficial, por ende, a medida que se amplía la brecha entre el oficial y el resto de los dólares paralelos, también lo hará con el dólar tarjeta. Eso muestra el agotamiento del modelo actual y la insostenibilidad de la política económica. Mantener un tipo de cambio atrasado trae consecuencias: tipos de cambios diferenciales, escasez de dólares y cuellos de botellas en los sectores productivos. Asimismo, esta brecha es fogoneada por la política monetaria y fiscal expansiva de las últimas semanas por razones electorales. Las restricciones al oficial, en medio de un clima de mucha incertidumbre, presionan la demanda de dólares hacia el CCL, blue o MEP, ampliando esta brecha”, explicó, y listó más consecuencias: ahogo de la estructura productiva por falta de dólares, precios de la economía que empiezan a responder a los paralelos, desincentivo a la liquidación del agro, acrecentamiento de las prácticas especulativas, perjuicio al sector exportador y profundización de los desajustes en precios relativos. “Más específicamente se incentiva a gastar en el exterior con la tarjeta más que con dólares propios, profundizando el drenaje de dólares”, cerró.
El viernes pasado el dólar tarjeta cerró a $639,63 y el dólar Qatar, a $657,90. La diferencia entre ambos es que para los consumos en el exterior que superan los U$300 (Qatar) se aplica un impuesto más sobre el dólar oficial. Mientras que, en el caso del tarjeta, se aplica el impuesto PAIS (30%) y la percepción a cuenta de Ganancias (45%), en el Qatar se suma un 5% a cuenta de Bienes personales. Este último recargo solía ser superior, pero se bajó del 25% al 5% después de la devaluación post PASO.
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La UIF multó a un agente bursátil por más de $1500 millones
Lo acusa de no controlar las operaciones sospechosas de lavado de activos; la firma lo niega y apelará la sanción
La Unidad de Información Financiera (UIF) sancionó al agente de liquidación y compensación bursátil (ALyC) Cucchiara y Cia. y sus socios y les impuso una multa de más de $1500 millones por “no llevar a cabo el debido control y monitoreo que demanda la ley y exige la UIF sobre las operaciones financieras sospechosas de lavado de activos y financiamiento del terrorismo realizadas por sus clientes”.
Según informó el organismo, la operatoria que dio origen a la sanción por la ausencia de presentación de reportes de operaciones sospechosas (ROS) ante la UIF consistió en la realización de transferencias efectuadas por el cliente de la agencia, las cuales fueron realizadas sin tener correlación en alguna operación de índole bursátil y con carencia de documentación adecuada.
“La sanción aplicada, que asciende a $1.523.430.568, se corresponde con la elevada cifra de las transacciones sospechosas de lavado de activos, en dólares y en pesos, que no fueron reportadas ante la UIF por el ALyC, tal como lo demanda la ley 25.246, sus modificatorias y su reglamentación, las cuales fueron detectadas, analizadas y sancionadas por la labor que ejerce la UIF, junto con la colaboración conjunta de la Comisión Nacional de Valores”, agregó la UIF.
Una fuente de Cucchiara dijo a la nacion que la empresa apelará la sanción en desacuerdo. “La multa no está firme” por esta razón, aclaró. “Los hechos en cuestión datan del año 2011 y el sumario fue abierto por la UIF en 2014. El actual titular del organismo, hace algunos años, siendo funcionario de la CNV, recomendó archivar este sumario por no encontrar infracciones susceptibles de sanción”, argumentó el directivo.
El pasado 4 de septiembre, la CNV había suspendido a Cucchiara por presunto incumplimiento de la normativa del organismo relativa a la negociación de dólares financieros. Según la CNV, se había detectado una actividad operativa irregular en relación con la compensación diaria y con el plazo de liquidación establecido en la resolución general 965/2023, aplicable a las cuentas de cartera propia para la compra y venta de activos de renta fija en dólares.
Una semana después, la CNV informó que había levantado la suspensión luego de que se abriera un sumario a Cucchiara y del compromiso de la empresa de adecuar “su accionar operativo” con el fin de “mitigar los elementos de riesgo oportunamente destacados y cesar las acciones que dieron origen al incumplimiento”.
La decisión de la CNV se tomó a partir de las tareas de control y fiscalización de la Gerencia de Inspecciones e Investigaciones y la Subgerencia de Monitoreo de Mercados. Una inspección tuvo lugar el 9 de agosto pasado, cuando el dólar blue orillaba los $600 en la previa de las elecciones primarias. Cucchiara es un actor importante en el mercado de bonos y está presente en el mercado bursátil desde 1969, siempre con los mismos dueños.
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El campo tiene US$2000 millones en soja para vender y esperan una definición oficial
Según expertos, a los productores les quedan 4 millones de toneladas y otros 2 millones sin fijar precio; Massa los necesita
Belkis Martínez
En medio de la necesidad del Gobierno por sumar más dólares a las reservas del Banco Central (BCRA), apuro que se potenció en las últimas horas con el trascendido de contactos entre el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, y las cerealeras, varios estudios calcularon que los productores aún tienen pendientes de vender entre 4 y 7 millones de toneladas de soja. En valor son más de US$2000 millones. El contexto económico y la incertidumbre sobre las elecciones son, según los expertos, factores que ralentizan la decisión de comercialización por parte de los productores. Vale recordar que el Gobierno prorrogó hasta el 25 del actual el dólar soja con el cual intenta incentivar las operaciones.
Fuentes de la agroexportación estimaron que hay 4 millones de toneladas en manos de los productores sin vender y 2 millones de toneladas adicionales sin precio (es mercadería entregada, pero a la que el productor no le puso valor). Habría así mercadería por un valor de US$2200 millones. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), habría 3,8 millones de toneladas disponibles y 3,1 millones de toneladas con precios por fijar.
En esa línea, Paulina Lescano, analista del mercado de granos, añadió que aún quedan en manos de los productores entre 4,5 y 5 millones de toneladas, mientras que en negocios a fijar (con mercadería entregada) serían entre 2 y 2,5 millones adicionales. “Esas a fijar ya están negociadas. Es decir, no originarían nuevos negocios. Es difícil que ese volumen que queda sin negociar sea vendido en el corto plazo. Entre varias razones, parte se usa para ir pagando alquileres, más allá de que no sea la entrega de esa soja; muchos productores prefieren tenerla en su poder hasta el momento que la deban vender para hacer el pago”, sostuvo.
Según la experta, otra razón es la falta de lluvias en algunas regiones productivas del país, que afecta el desarrollo de la nueva campaña, así como la incertidumbre no solo en el corto plazo, sino por cuándo van a volver a tener producción para vender y tener ingresos. “Estando tan cerca de las elecciones con una economía que se deteriora día a día, sumado a todo lo anterior, parece difícil que alguien se deshaga de sus granos, salvo una necesidad de cubrir deudas”, puntualizó.
En esta campaña el campo produjo 20 millones de toneladas de soja, según datos de la Bolsa rosarina, una pérdida de más del 50% versus el ciclo anterior. Gustavo López, presidente de la consultora Agritrend, estimó que el productor hoy tendría 4 millones de toneladas por comercializar. “No van a vender todo por mejor precio que tengan, máxime con todos los interrogantes que se presentan. Acá no sabés cómo sigue el clima. En Estados Unidos se está levantando, no es muy buena la cosecha, y Brasil tuvo un super récord. Hablan de una recomposición [en la Argentina], pero no llueve. O sea, hay que ver cómo sigue la historia”, expresó.
De esos 4 millones que quedarían por vender, según López, el productor no vendería todo: se quedaría una parte como seguro de cambio, en especial en este contexto con brecha cambiaria y la posibilidad remota de que haya alguna modificación en los derechos de exportación. Al volumen mencionado habría que sumarle 3 millones de toneladas que no tienen precio.
Según el experto, en medio del contexto climático aún difícil y también político y económico habría más incentivos para sembrar soja en esta campaña.
“En virtud de los precios, los productores se van a orientar a la soja, porque es más barata y tiene un precio de cosecha relativamente bueno. Se habla de US$340 la tonelada versus un maíz en US$185 o US$190. Si la gente no puede sembrarlo [al maíz] porque no hay agua, va a ir a un maíz tardío que compite con la safrinha de Brasil, y allí hay una caída de US$10 por tonelada. Es decir, hay más incentivo en sembrar soja que el resto. Todo esto, en el marco de incertidumbre climática y económico-política”, afirmó el consultor.
Importaciones
La sequía de este año le pegó de lleno no sólo a la producción de soja sino a las industrias procesadoras. En efecto, para mantener operativas las plantas de crushing, en lo que va de 2023 la Argentina importó 8,55 millones de toneladas de soja provenientes, principalmente, de Paraguay, de donde se trajeron ya 4,46 millones de toneladas. Le sigue Brasil, con 3,75 millones de toneladas, y Bolivia, con 339.000 toneladas, según los datos oficiales del Senasa.
Los meses que más movimiento hubo fueron marzo, cuando se importaron de todos esos destinos 1,4 millones de toneladas. En abril ingresaron 1,2 millones de toneladas. En mayo, 1,3 millones; en junio, 1,6 millones, y en julio 1,2 millones. En el medio hubo varias versiones del dólar diferencial cambiario para la soja, aplicado por el Ministerio de Economía desde septiembre del año pasado, como incentivo para las ventas internas.
En agosto pasado comenzó a reflejarse una baja en la importación de la oleaginosa del 20,43% respecto del mes anterior, por lo que ingresaron 988.713 toneladas de soja. En septiembre ese número llegó a 671.663 toneladas, una reducción del 32,07%. Según aclararon las cerealeras, esto responde a la finalización de la oferta de la cosecha en Paraguay.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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