ARTISTA CONSUMADA, ACOMODADA Y ZURDO

Jesica Cirio
La conductora habló con Georgina Barbarrosa de su matrimonio con Martín Insaurralde y de los videos de su exmarido en un yate
Lupe TorresGeorgina Barbarossa interrogó a Jesica Cirio en la primera hora del ciclo de Telefe
“Lo que se vio en los videos no era la vida que llevaba conmigo”, dijo sobre Martín Insaurralde
Su voz era esperada por todos. Después del yategate, en el que su exmarido Martín Insaurralde fue filmado con quien sería su nueva pareja, Sofía Clerici, todos los ojos se posaron sobre Jesica Cirio. Ayer, en un mano a mano con Georgina Barbarossa en La peña de morfi, profundizó sobre su imputación, desmintió el acuerdo de divorcio por 20 millones de dólares y dio a entender que la ruptura se dio por supuestas infidelidades del exjefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo, manifestó que está a disposición de la Justicia en caso de que se lleve adelante una investigación por enriquecimiento ilícito.
“¿Cómo fue esa relación?”, preguntó Georgina Barbarossa en el inicio de una incómoda entrevista que le realizó a su compañera, ambas conductoras del ciclo dominical La peña de morfi. “Yo al principio fui feliz, en los últimos momentos fue decayendo por cuestiones de tiempo y porque empecé a notar cosas de él que no me hacían bien, cosas de la intimidad que no me daban seguridad y en ese momento decidí irme”, indicó Cirio.
“¿Qué actividades hacía tu marido?”, quiso saber Barbarossa. “Él era político, eso es de público conocimiento; después, nos veíamos a la noche. Si la pregunta es si hacía algo ilegal, la verdad que no lo vi”, sostuvo Cirio.
“¿No te llamaba la atención el nivel de vida en relación con su sueldo?”, preguntó luego Georgina Barbarossa, a lo que Cirio respondió: “Mi vida siempre fue igual, los viajes de él fueron a partir de 1993 y yo no estaba casada con él ahí. Yo trabajé para marcas nacionales e internacionales y siempre tuve la suerte de poder vivir bien. Nunca dejé de trabajar, desde chiquita. La información que él me daba es que los viajes eran por laburo. Para el nivel de vida que yo siempre llevé, los viajes que hacíamos eran algo dentro de mi normalidad. Yo siempre me bancaba mis cosas, mis gastos y mis viajes. Aunque también había gastos en común. Quiero que quede claro que mi vida no cambió en absolutamente nada después de casarme con él. Lo que se vio en los videos no era la vida que llevaba conmigo. Nunca vi una ilegalidad en nada de lo que estaba haciendo. Yo me compraba mis cosas, me daba mis gustos y viajaba como lo hice siempre”.
Georgina Barbarossa le pidió detalles sobre los gastos y el nivel de vida que llevaba su exmarido y la respuesta de Cirio fue tajante: “No soy investigadora. No estaba atrás de sus gastos ni de su economía”, disparó. Sobre los supuestos 20 millones de dólares que habría recibido a partir de iniciar su proceso de divorcio del exintendente de Lomas de Zamora, la modelo fue terminante: “Lo de los 20 millones (de dólares) es una absoluta mentira. No sé por qué se instaló eso, no sé cuál fue el fin. Es una situación injusta para mí porque yo trabajé toda mi vida. Yo estoy tranquila y a disposición, esto es horrible a nivel mediático por mi hija y mi familia, pero estoy a disposición de la Justicia”, indicó luego la conductora y modelo. “Me angustió y me enojé al enterarme que estaba imputada, pero a la vez tranquila porque no tengo nada que ver. Estoy dispuesta a que se me investigue de la manera que sea necesaria”, sumó Cirio.
Entre lágrimas
Luego, Barbarossa buscó profundizar sobre los motivos del divorcio que se produjo en noviembre del año pasado. Cirio intentó contenerse, hasta que la emoción se apoderó de ella. Entre lágrimas, la modelo reveló que al momento de separarse de Martín Insaurralde había tenido muchas sospechas de infidelidad. “Me contaban cosas y yo no lo podía ver. Me siento una tarada, en noviembre me decían cosas y yo pensaba: ‘no puede ser’.
Cuando vi los videos me sentí traicionada, fue frustrante pensar que todo lo que vivimos antes fue mentira. Durante muchos años me hizo creer algo que no era así”, contó la modelo y conductora con la voz quebrada. “¿Te arrepentís de algo?”, quiso saber inmediatamente Barbarossa. “No, porque cuando lo conocí yo confié en él y en el amor”, agregó Cirio.
Jesica Cirio admitió luego que tras la publicación de los videos de Martín Insaurralde con Sofía Clerici intentó comunicarse con su exmarido para pedirle explicaciones, pero no obtuvo respuesta. “Le escribí, pero se enojó y me bloqueó. Para mí fue muy fuerte ver todo eso, se derribó mi sueño de muchos años y no supe dónde estaba parada”.
Sobre el final de la entrevista, Jesica Cirio se mostró conmovida al hablar de su relación con los hijos mayores de Insaurralde, fruto de los matrimonios anteriores del político. “Los hijos de él están muy tristes. Para ellos también fue muy duro, toda la familia completa está destrozada. Pero todos estamos tratando de sostener a Chloe (su hija), que es la más chiquita. Ellos están muy presentes y todo el tiempo están tratando de colaborar conmigo y con su hermana”.
“Estamos todos indignados, ¿vos sentís el enojo de la gente?”, quiso saber Barbarossa. “Esta semana no estuve conectada en absolutamente nada, solo estuve tratando de contener a la nena”, respondió Cirio. “Es una estafa muy grande, se nos ríen en la cara y eso te perjudica en lo laboral”, retrucó Georgina. “Sí, por eso estoy acá hablando. Quiero aclarar las cosas y estoy a disposición para que esto se esclarezca lo más rápido posible. Haber estado casada con él no significa que sabía todo sobre su vida, porque no sabía nada. Es una traición muy fuerte en mi vida y en la de muchos”.
Al finalizar la entrevista, la producción fue a un corte publicitario para que luego Cirio volviera a ocupar su habitual rol como coconductora de La peña de morfi junto a Georgina. Por delante quedaba un largo programa, aunque el momento cúlmine del ciclo claramente ya había sucedido.
“Para el nivel de vida que yo siempre llevé, los viajes que hacíamos eran algo dentro de mi normalidad”

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Rodríguez Saá encontró trabajo para una aliada

Eugenia Catalfamo senadora Pj-San Luis
A dos meses de dejar el poder que supo ostentar por décadas junto a su hermano Adolfo, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, se encarga, casi sin pausa, de encontrarles trabajo a sus aliados y aliadas de la política mientras dure su mandato y antes de que asuma el gobernador electo, Claudio Poggi, sin miedo a desfinanciar el Estado provincial.
En estos últimos días se conoció el ingreso al Senado provincial del pliego para el nombramien- to de María Eugenia Catalfamo, actual senadora nacional con mandato hasta el 10 de diciembre, como próxima rectora de la Universidad de La Punta.
De inmediato, cerca de Poggi salieron a denunciar que los antecedentes de la senadora, que fue candidata a vicegobernadora derrotada en las elecciones de gobernador, no alcanzan para su nombramiento. “No vamos a aguantar que reparticiones públicas como una universidad sean un aguantadero de funcionarios actuales”, respondió Poggi, y anticipó que dará marcha atrás con este y otros nombramientos.

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Solano, “fan” de Lenin y lejos del gurú Altamira
En el vuelo de vuelta desde Santiago del Estero, adonde había llegado para apoyar a la candidata del FIT, Myriam Bregman, el diputado porteño Gabriel Solano se mostró como un férreo defensor de las ideas y el accionar de uno de los padres fundadores de la Unión Soviética, nada menos que Vladimir Lenin.
“Hay mucha opinión interesada que tergiversa la historia, fue un gran líder”, afirmaba Solano a sus interlocutores mientras esperaba embarcar, de regreso a Buenos Aires.
Junto a sus comentarios sobre Lenin, el dirigente trotskista y autor del libro Por qué fracasó la democracia, Solano también dejó trascender sus diferencias con Jorge Altamira, el veterano dirigente del Partido Obrero, que hace años dio un paso al costado y armó una nueva agrupación, Palabra Obrera. “Discutimos mucho, ahora cada uno hace su camino”, expresó otro dirigente cercano a Altamira, quien a sus 81 años continúa activo, aunque desde una posición minoritaria en el mundo de la izquierda tradicional.
“Estas elecciones son una transición a una crisis política y social más aguda que la que hoy tenemos”, dijo Altamira, y anunció que no votará al FIT.

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