Massa-Milei: quedó atrás la cooperación y el duelo es “a todo o nada”
La noche misma de las PASO se dinamitó el acuerdo para reponer boletas en el cuarto oscuro y fiscalizar el recuento de votos; incluso, podría haber fuga de candidatos que fueron elegidos en las listas
Hugo Alconada Mon Hay una nueva dinámica en la relación entre las fuerzas que definirán la elección
El domingo clave para Javier Milei no fue el de las elecciones generales. Fue el de las PASO. Todavía celebraba arriba del escenario, la noche del 13 de agosto, cuando el piso comenzó a moverse bajo sus pies. Comenzaba toda una reconfiguración de la contienda electoral dentro del espacio libertario con un titiritero en las sombras: Sergio Massa, según reconstruyó la nacion. El hombre que había contribuido como pocos a construir la candidatura libertaria desde hacía al menos dos años iniciaba su deconstrucción.
Esa reconfiguración abarcó desde el quite de colaboración para velar por la reposición de las boletas en el cuarto oscuro o fiscalizar el recuento de votos a otro abordaje en los medios de comunicación más afines al actual ministro de Economía, confiaron colaboradores de Massa y de Milei a la nacion, mientras arrecian las versiones sobre las eventuales fugas de legisladores electos desde las listas de La Libertad Avanza hacia al rebaño del Frente Renovador.
La conexión entre Massa y Milei, cabe aclarar, es un secreto a voces en el mundillo político, como el publicista Ramiro Agulla se encargó de airear entre propios y extraños. El publicista icónico de los 90 que ideó la “llama que llama” y el “dicen que soy aburrido” suele contar que despuntaba 2020 cuando lo llamó Massa, para quien había trabajado en las campañas electorales de 2015 y 2017. Lo alentó a ayudar a José Luis Espert y a Javier Milei. ¿Por qué? Porque los liberales y libertarios podían morderle votos por derecha a Juntos por el Cambio. No solo eso: le ofreció intermediar con Eduardo Eurnekian para que financiara la gesta, según reveló la nacion. Así fue como Agulla elucubró el primer nombre –Avanza Libertad–, logo y spots publicitarios de aquella primera intentona.
El tándem Espert-milei duró poco. Pero Massa siguió cerca. Tanto que la conformación de las listas de La Libertad Avanza para 2023 sumó nombres del Frente Renovador; en particular, en el conurbano bonaerense. Como en Tigre, donde el empresario Martín Urionagüena, por ejemplo, solía presentarse como el coordinador de Milei, pero terminó denunciando que la esposa de Massa lo convocó a sus oficinas de AYSA, donde le pidió, según él, cambios en la lista libertaria e incluir a Juan José Cervetto, del Frente Renovador.
Los ejemplos comenzaron a repetirse con un mismo patrón. Como en Vicente López, donde el pre intendente por la libertad a Matías Cerdá, también denunció enjuagues en las listas y un acuerdo con el kirchnerismo. O como en Pilar y en La Plata, donde un conocidísimo empresario confirmó a la nacion, bajo estricto off the record, que le habían propuesto competir por la intendencia de La Plata por la lista de Milei… pero el ofrecimiento le llegó desde el Frente Renovador.
Desde Juan Grabois hasta Sergio Berni y desde Carlos Maslatón hasta Vilma Ripoll ahondaron sobre la influencia massista en las listas de Milei, aunque Juan Carlos Blumberg dio otro paso. Tras acercarse a Milei y salir malquistado, acusó al massismo de financiar en las sombras a los libertarios. “Esto lo armó Massa financiando a Milei y armó todo esto”, dijo, en alusión a La Libertad Avanza.
Ese financiamiento en las sombras, sin embargo, que en parte habría circulado por los sótanos de la Legislatura bonaerense, como indicaron a la nacion empleados de la Cámara de Diputados provincial, comenzó a menguar desde la noche misma del domingo 13 de agosto, cuando el objetivo del oficialismo pasó a ser que Milei no ganara en primera vuelta el 22 de octubre, sino que entrara al balotaje junto a Massa.
Los cantos de Barrionuevo
A partir de ese momento, también los armadores políticos de Milei vislumbraron otro horizonte para las generales. “Esta vez es a cara de perro”, anticipó entonces a la nacion un viejo conocedor del territorio bonaerense que trabaja para La Libertad Avanza. “Ahora la cosa cambia”, abundó en la antesala del 22 de octubre. “Ahora damos por sentado que harán lo que sea necesario para que no superemos el umbral del 40 por ciento”, reveló.
El domingo pasado dejó otras enseñanzas a los libertarios. La primera, que se equivocaron al confiar en los cantos de sirena del gastronómico José Luis Barrionuevo. La segunda, que para el balotaje tampoco podrán confiar en un apoyo ciego de Juntos por el Cambio ni tampoco de PRO, sino en sus propios voluntarios y en algunos sectores que responden a Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Poco más.
Junto a Milei indicaron a la nacion que también observan un giro en la cobertura que reciben en muchos medios de comunicación durante las últimas semanas. En particular, de ciertos canales de televisión como los del Grupo América –de Daniel Vila y José Luis Manzano, amigos de Massa–, o de Crónica TV –de los hermanos Olmos, también afines a Massa–. Pasaron de prodigarles minutos, lamentaron, a sazonarlos con críticas.
El debate
También junto a Milei anticipan, además, un debate mano a mano con Massa muy distinto a los dos que compartieron con Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman, los domingos 1° y 8 de octubre, cuando el libertario y el tigrense combinaron fuerzas para obviar a los demás, sin que Milei ahondara demasiado en la marcha de la economía ni en los escándalos de Martín Insaurralde o la Legislatura bonaerense con Julio “Chocolate” Rigau.
El mayor ruido que rodea a los libertarios por estas horas, sin embargo, pasa por las versiones de un salto masivo de legisladores y concejales a las filas de Massa, según anticipó Clarín este viernes, versiones que fogonean desde el Frente Renovador. “En los próximos días vas a ver cómo decenas de concejales electos, como diputados y senadores provinciales que ganaron sus bancas en las listas de Milei, van a salir a apoyar a Sergio. Será el golpe de gracia a una estrategia que se pensó hace mucho tiempo”, planteó a ese diario un colaborador del ministro.
Junto a Milei retrucan que esas versiones no pasan hasta ahora de “trascendidos” que circula por –y hasta alimenta– la prensa. Pero en el espacio libertario arrecian por estas horas los pases de facturas por el resultado del domingo 22, y no descartan nuevas manchas en la campaña más sucia desde el retorno de la democracia en 1983. En los días previos a las generales aparecieron extractos de cámaras ocultas ilegales a tres nombres que son o fueron cercanos a Milei o a su espacio –Diego Giacomini, Mariano Gerván y Lilia Lemoine–, además de la filtración de audios del economista Carlos Melconian. ¿Habrá nuevos carpetazos? ¿Contra quiénes? Y más relevante, ¿fogoneados por quién?
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El pedido de la CGT que incomoda a Massa y la traición de Barrionuevo
Los gremios presionan para que el ministro desplace al kirchnerismo en caso de llegar a la Casa Rosada; otras razones del divorcio de Milei con el gastronómico
Nicolás Balinotti
Sergio Massa todavía no ganó el balotaje, pero en el peronismo ya se proyecta una dramática pelea por el poder. Rencorosos y con cuentas pendientes, los sindicalistas que mandan en la CGT esperan agazapados la nueva etapa, para la que le exigieron al ministro de Economía “más peronismo y menos kirchnerismo”. El mensaje transmitido al candidato amenaza con tensionar la unidad que se exhibe en tiempos de campaña.
los gremios apuestan, en primer lugar, a que el movimiento obrero integre la mesa de decisiones de una eventual gestión massista. no quieren ser desplazados como les sucedió con cristina Kirchner. Por eso, hasta ya hubo un pedido formal para ubicar a un hombre o una mujer propia en el Ministerio de Trabajo. Hay algunos nombres en danza, aunque ninguna decisión tomada. antes hay que derrotar a Milei y domar a la inflación para alejar el fantasma de la híper.
Hubo el domingo un detalle en el búnker de Unión por la Patria que pasó casi de inadvertido, pero que expone las tensiones y diferencias entre algunas tribus. En desacuerdo con los movimientos de sus colegas cegetistas, Mario Manrique no fue hasta el complejo de chacarita ni siquiera para celebrar su ingreso a la cámara de Diputados. El dirigente del Smata fue candidato por su cercanía a Máximo Kirchner más que por un reconocimiento a los gremios de los armadores de las listas de Unión por la Patria. Manrique es el sindicalista que amenazó a empresarios con “prenderlos fuego” y “romperles el orto” por aumentar los precios. Su arrebato retórico se contradice con la mirada más racional que prima hoy en la CGT, en donde entienden que sin capital no hay trabajo y que sin diálogo no hay acuerdo posible.
“Massa tiene la oportunidad de salir de la matriz kirchnerista, de dejar atrás la grieta y la lógica amigo-enemigo. Dejaron una sociedad rota. Es necesario el diálogo y la concertación”, dice un jerárquico de la CGT que se atreve a ubicar al kirchnerismo como furgón de cola del peronismo que imagina que se viene. “no es una cuestión de ir contra ellos, contra cristina. Es necesaria ahora la unidad nacional para estabilizar la economía y dar certidumbre”, agrega el mismo dirigente, una de las voces más influyentes dentro y fuera de la central obrera.
Del mapa sindical, comparten esta mirada el sector de “los Gordos”, cuyo jefe es Héctor Daer, y los autodenominados “independientes”, entre quienes se destacan los estatales andrés Rodríguez y José luis lingeri, y Gerardo Martínez, de la Uocra. Pablo Moyano comenzó a estar más alineado con este equipo. ¿Deskirchnerización o pragmatismo del camionero? Dicen que tuvo mucho que ver en el giro una charla con su padre desy pués de aprobarse en el congreso la virtual eliminación del impuesto a las ganancias. El tributo que pesa sobre los salarios fue una de las banderas de lucha del clan Moyano y uno de los motivos por el que Hugo, en 2011, rompió su alianza con cristina Kirchner. Fue Moyano padre quien allanó el camino para que su hijo concilie con los dos sectores que manejan hoy la CGT.
En la hoja de ruta sindical, además de formar parte de una eventual gestión de Massa, se pretende impulsar un cambio en la toma de decisiones del peronismo. Terminar con la política de la lapicera, como lo metaforizó Gerardo Martínez. El jefe de la Uocra, como muchos de sus colegas en la CGT, responsabilizaron a cristina Kirchner por la caída electoral de 2021. “Se impusieron candidaturas. no se puede volver a repetir. Hay que institucionalizar el peronismo, que nadie tenga una lapicera más grande o una voz más fuerte. Es saludable terminar con las candidaturas a dedo”, dijo Martínez en una entrevista a fines del año pasado, cuando por entonces faltaba un semestre para definir las candidaturas que están hoy vigentes. Se entiende entonces la reacción urgente de un grupo de gobernadores y sindicalistas que se opusieron el 24 de junio pasado al binomio Wado de Pedro-manzur e impulsaron en tiempo de descuento la postulación de Massa como el presidenciable del oficialismo.
En la cabeza de Manrique no es la única en la que hierven las elucubraciones sobre lo que podría hacer Massa en caso de ganar. “Se siente que se viene una etapa sin kirchnerismo”, reconoce un dirigente sindical que hasta hace poco jugaba en tándem con la cámpora. Heridas sin cicatrizar desde aquella amenaza de campaña de Massa, hace ocho años, de “meter presos a los corruptos y barrer a los ñoquis de la cámpora”.
En ese nuevo reparto que parece inexorable, distinguen en el PJ a Massa y Kicillof como el nuevo polo de poder. Hay quienes ven un choque inevitable y otros el nacimiento de una alianza de acero capaz de neutralizar al kirchnerismo duro. alguien por estos días exageró: “Tienen juntos 20 años por delante”. Descuenta un triunfo de Massa en el balotaje, su reelección en 2027 luego el turno del actual gobernador bonaerense. Proyecciones a largo plazo que son imposibles en un país volátil y en crisis.
Milei-Barrionuevo
Diferente es hoy el semblante en la oposición, atomizada a la espera del reordenamiento que impongan las urnas tras el balotaje y al nuevo mapa legislativo. la alianza entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Milei, si es que perdura más allá del 19 de noviembre, prevé entonces un frente liberal y de ultraderecha, por un lado, y lo que quede de Juntos por el cambio (Jxc), por el otro. Pero antes está la segunda vuelta electoral. Surge un gran dilema en la libertad avanza después de comprobar en las elecciones generales que no se pudo superar el 30% de las Paso ni siquiera con más fiscales. El pacto entre Milei y Macri, además de avanzar en una eventual coalición, también comprende un despliegue de voluntarios para cuidar los votos el domingo electoral. Este ítem de la negociación cobra más relevancia después del quiebre del acuerdo entre los libertarios y luis Barrionuevo, quien había prometido “200.000 fiscales”, pero al que acusan de no haber cumplido “ni siquiera con un 10 por ciento”.
El apretón de manos entre Barrionuevo y Milei se dio a los pocos días del triunfo del libertario en las Paso. Fue un acuerdo de financiamiento y fiscalización, conversado en nordelta, donde vive la hija del sindicalista. El gastronómico se había comprometido a aportar fiscales en Buenos aires, catamarca, chaco, Entre Ríos, Santiago del Estero, Jujuy, la Pampa, Misiones, Río negro y Santa Fe, de acuerdo con las actas a las que accedió
Sin embargo, el despliegue de gastronómicos se habría dado solo en cinco distritos y no en la cantidad prometida. Por ejemplo, en lanús, prometió 290 personas, pero solo fueron 160, según precisaron fuentes de la libertad avanza. Puede resultar irónico, pero no hubo aporte de voluntarios en catamarca, la tierra donde el gastronómico conserva influencia política. Y en córdoba se dio otro dato curioso: Juan carlos Rouselott, el hombre de Barrionuevo en la provincia, habría jugado con su tropa para Milei, pero también para Juan Schiaretti. En la libertad avanza sospechan que Barrionuevo jugó como “un infiltrado del peronismo”.
El pacto de Milei con Macri y Bullrich sirvió entonces como un atajo para que tanto Barrionuevo como los libertario rompan su fugaz e incómodo trato por la fiscalización. Barrionuevo se desvinculó de la alianza también por otras razones. Una de ellas es que su excuñado Dante camaño, con quien está enfrentado en la Justicia por el control de la sede porteña de los gastronómicos, está enrolado en Juntos por el cambio. la seccional porteña de Uthgra es una de las pocas del país que tiene superávit y que atesoraría en una cuenta bancaria unos 30 millones de dólares, que “son de los afiliados”, según argumenta camaño. Barrionuevo pidió ayuda al Gobierno [a De Pedro y a Kicillof] para desbancar al hermano de su exesposa, pero también hizo gestiones en la Justicia con un histórico operador identificado con el radicalismo. Todavía no hay un fallo de fondo que dirima la pelea, que claramente excede las fronteras de una mera interna sindical.
Barrionuevo se contuvo de añadir en su comunicado del jueves las razones por las que él cree que el expresidente blanquea su apoyo a Milei. En privado, sostiene que Macri está preocupado por dos causas judiciales que están en curso, una vinculada a la venta del correo argentino al Grupo Macri y la otra por las presuntas intervenciones en la Justicia a través de una “mesa judicial”. la teoría de Barrionuevo no se fundamentaría con avances en los expedientes. Sería un rapto de enojo por haber perdido recientemente el control de la Unión del Personal de Seguridad de la República argentina (Upsra), un gremio que reúne a vigiladores privados, espías, patovicas y policías exonerados y en el que puso en pie a fines de 2019, cuando la gestión de cambiemos estaba en retirada y él era un aliado del macrismo.
En el PJ perciben un nuevo polo de poder, con Massa y Kicillof, y sin La Cámpora
Sergio Massa todavía no ganó el balotaje, pero en el peronismo ya se proyecta una dramática pelea por el poder. Rencorosos y con cuentas pendientes, los sindicalistas que mandan en la CGT esperan agazapados la nueva etapa, para la que le exigieron al ministro de Economía “más peronismo y menos kirchnerismo”. El mensaje transmitido al candidato amenaza con tensionar la unidad que se exhibe en tiempos de campaña.
los gremios apuestan, en primer lugar, a que el movimiento obrero integre la mesa de decisiones de una eventual gestión massista. no quieren ser desplazados como les sucedió con cristina Kirchner. Por eso, hasta ya hubo un pedido formal para ubicar a un hombre o una mujer propia en el Ministerio de Trabajo. Hay algunos nombres en danza, aunque ninguna decisión tomada. antes hay que derrotar a Milei y domar a la inflación para alejar el fantasma de la híper.
Hubo el domingo un detalle en el búnker de Unión por la Patria que pasó casi de inadvertido, pero que expone las tensiones y diferencias entre algunas tribus. En desacuerdo con los movimientos de sus colegas cegetistas, Mario Manrique no fue hasta el complejo de chacarita ni siquiera para celebrar su ingreso a la cámara de Diputados. El dirigente del Smata fue candidato por su cercanía a Máximo Kirchner más que por un reconocimiento a los gremios de los armadores de las listas de Unión por la Patria. Manrique es el sindicalista que amenazó a empresarios con “prenderlos fuego” y “romperles el orto” por aumentar los precios. Su arrebato retórico se contradice con la mirada más racional que prima hoy en la CGT, en donde entienden que sin capital no hay trabajo y que sin diálogo no hay acuerdo posible.
“Massa tiene la oportunidad de salir de la matriz kirchnerista, de dejar atrás la grieta y la lógica amigo-enemigo. Dejaron una sociedad rota. Es necesario el diálogo y la concertación”, dice un jerárquico de la CGT que se atreve a ubicar al kirchnerismo como furgón de cola del peronismo que imagina que se viene. “no es una cuestión de ir contra ellos, contra cristina. Es necesaria ahora la unidad nacional para estabilizar la economía y dar certidumbre”, agrega el mismo dirigente, una de las voces más influyentes dentro y fuera de la central obrera.
Del mapa sindical, comparten esta mirada el sector de “los Gordos”, cuyo jefe es Héctor Daer, y los autodenominados “independientes”, entre quienes se destacan los estatales andrés Rodríguez y José luis lingeri, y Gerardo Martínez, de la Uocra. Pablo Moyano comenzó a estar más alineado con este equipo. ¿Deskirchnerización o pragmatismo del camionero? Dicen que tuvo mucho que ver en el giro una charla con su padre desy pués de aprobarse en el congreso la virtual eliminación del impuesto a las ganancias. El tributo que pesa sobre los salarios fue una de las banderas de lucha del clan Moyano y uno de los motivos por el que Hugo, en 2011, rompió su alianza con cristina Kirchner. Fue Moyano padre quien allanó el camino para que su hijo concilie con los dos sectores que manejan hoy la CGT.
En la hoja de ruta sindical, además de formar parte de una eventual gestión de Massa, se pretende impulsar un cambio en la toma de decisiones del peronismo. Terminar con la política de la lapicera, como lo metaforizó Gerardo Martínez. El jefe de la Uocra, como muchos de sus colegas en la CGT, responsabilizaron a cristina Kirchner por la caída electoral de 2021. “Se impusieron candidaturas. no se puede volver a repetir. Hay que institucionalizar el peronismo, que nadie tenga una lapicera más grande o una voz más fuerte. Es saludable terminar con las candidaturas a dedo”, dijo Martínez en una entrevista a fines del año pasado, cuando por entonces faltaba un semestre para definir las candidaturas que están hoy vigentes. Se entiende entonces la reacción urgente de un grupo de gobernadores y sindicalistas que se opusieron el 24 de junio pasado al binomio Wado de Pedro-manzur e impulsaron en tiempo de descuento la postulación de Massa como el presidenciable del oficialismo.
En la cabeza de Manrique no es la única en la que hierven las elucubraciones sobre lo que podría hacer Massa en caso de ganar. “Se siente que se viene una etapa sin kirchnerismo”, reconoce un dirigente sindical que hasta hace poco jugaba en tándem con la cámpora. Heridas sin cicatrizar desde aquella amenaza de campaña de Massa, hace ocho años, de “meter presos a los corruptos y barrer a los ñoquis de la cámpora”.
En ese nuevo reparto que parece inexorable, distinguen en el PJ a Massa y Kicillof como el nuevo polo de poder. Hay quienes ven un choque inevitable y otros el nacimiento de una alianza de acero capaz de neutralizar al kirchnerismo duro. alguien por estos días exageró: “Tienen juntos 20 años por delante”. Descuenta un triunfo de Massa en el balotaje, su reelección en 2027 luego el turno del actual gobernador bonaerense. Proyecciones a largo plazo que son imposibles en un país volátil y en crisis.
Milei-Barrionuevo
Diferente es hoy el semblante en la oposición, atomizada a la espera del reordenamiento que impongan las urnas tras el balotaje y al nuevo mapa legislativo. la alianza entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Milei, si es que perdura más allá del 19 de noviembre, prevé entonces un frente liberal y de ultraderecha, por un lado, y lo que quede de Juntos por el cambio (Jxc), por el otro. Pero antes está la segunda vuelta electoral. Surge un gran dilema en la libertad avanza después de comprobar en las elecciones generales que no se pudo superar el 30% de las Paso ni siquiera con más fiscales. El pacto entre Milei y Macri, además de avanzar en una eventual coalición, también comprende un despliegue de voluntarios para cuidar los votos el domingo electoral. Este ítem de la negociación cobra más relevancia después del quiebre del acuerdo entre los libertarios y luis Barrionuevo, quien había prometido “200.000 fiscales”, pero al que acusan de no haber cumplido “ni siquiera con un 10 por ciento”.
El apretón de manos entre Barrionuevo y Milei se dio a los pocos días del triunfo del libertario en las Paso. Fue un acuerdo de financiamiento y fiscalización, conversado en nordelta, donde vive la hija del sindicalista. El gastronómico se había comprometido a aportar fiscales en Buenos aires, catamarca, chaco, Entre Ríos, Santiago del Estero, Jujuy, la Pampa, Misiones, Río negro y Santa Fe, de acuerdo con las actas a las que accedió
Sin embargo, el despliegue de gastronómicos se habría dado solo en cinco distritos y no en la cantidad prometida. Por ejemplo, en lanús, prometió 290 personas, pero solo fueron 160, según precisaron fuentes de la libertad avanza. Puede resultar irónico, pero no hubo aporte de voluntarios en catamarca, la tierra donde el gastronómico conserva influencia política. Y en córdoba se dio otro dato curioso: Juan carlos Rouselott, el hombre de Barrionuevo en la provincia, habría jugado con su tropa para Milei, pero también para Juan Schiaretti. En la libertad avanza sospechan que Barrionuevo jugó como “un infiltrado del peronismo”.
El pacto de Milei con Macri y Bullrich sirvió entonces como un atajo para que tanto Barrionuevo como los libertario rompan su fugaz e incómodo trato por la fiscalización. Barrionuevo se desvinculó de la alianza también por otras razones. Una de ellas es que su excuñado Dante camaño, con quien está enfrentado en la Justicia por el control de la sede porteña de los gastronómicos, está enrolado en Juntos por el cambio. la seccional porteña de Uthgra es una de las pocas del país que tiene superávit y que atesoraría en una cuenta bancaria unos 30 millones de dólares, que “son de los afiliados”, según argumenta camaño. Barrionuevo pidió ayuda al Gobierno [a De Pedro y a Kicillof] para desbancar al hermano de su exesposa, pero también hizo gestiones en la Justicia con un histórico operador identificado con el radicalismo. Todavía no hay un fallo de fondo que dirima la pelea, que claramente excede las fronteras de una mera interna sindical.
Barrionuevo se contuvo de añadir en su comunicado del jueves las razones por las que él cree que el expresidente blanquea su apoyo a Milei. En privado, sostiene que Macri está preocupado por dos causas judiciales que están en curso, una vinculada a la venta del correo argentino al Grupo Macri y la otra por las presuntas intervenciones en la Justicia a través de una “mesa judicial”. la teoría de Barrionuevo no se fundamentaría con avances en los expedientes. Sería un rapto de enojo por haber perdido recientemente el control de la Unión del Personal de Seguridad de la República argentina (Upsra), un gremio que reúne a vigiladores privados, espías, patovicas y policías exonerados y en el que puso en pie a fines de 2019, cuando la gestión de cambiemos estaba en retirada y él era un aliado del macrismo.
En el PJ perciben un nuevo polo de poder, con Massa y Kicillof, y sin La Cámpora
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