Escándalo en la Provincia: cayó Insaurralde por fotos en un yate
Se difundieron imágenes junto a una modelo en un barco de lujo por el Mediterráneo; ocurrió en medio de las sospechas de corrupción en la Legislatura bonaerense; anoche renunció como jefe de Gabinete de Kicillof
Mariano Spezzapria
El jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, renunció anoche, pocas horas después de que se difundieran por redes sociales fotos suyas con la modelo Sofía Clérici, en un yate de lujo por el Mediterráneo. El hecho se convirtió en un escándalo a partir de que la propia modelo publicó las imágenes que retratan una escapada de lujo por la costa de Marbella. Si bien se difundió un breve texto de renuncia, en la gobernación hicieron trascender que impulsaron una rápida salida del funcionario.
La oposición reaccionó de inmediato, en medio de una campaña electoral caliente y cuando todavía sigue muy vigente la polémica por el caso del puntero peronista Julio
“Chocolate” Rigau, quien justamente tenía como una de sus terminales políticas al propio Insaurralde.
El jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, presentó anoche su renuncia al cargo tras el escándalo que provocó la difusión de fotografías y videos en los que apareció junto a una modelo a bordo de un lujoso yate en las aguas del mar Mediterráneo, en inmediaciones de Marbella, España. El intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia argumentó la dimisión en la necesidad de que no se lo “utilice para afectar al espacio político” en plena campaña electoral. Todavía impactado, el gobernador Axel Kicillof aún no decidió quién será su reemplazante.
“Como no quiero que se me utilice para afectar al espacio político en el proceso electoral, presenté mi renuncia al cargo de jefe de Gabinete de la Provincia”, sostuvo Insaurralde en un breve comunicado, que sus voceros enviaron a la nacion. La información fue ratificada por la gestión de Kicillof en La Plata, desde donde el gobernador se había comunicado telefónicamente con el funcionario saliente en medio del affaire de las fotos y los videos, que fueron la comidilla política de la jornada (ver aparte).
La mesa chica del gobierno bonaerense se había enfrascado en una urgente deliberación interna para decidir qué actitud adoptar tras el estallido del escándalo. El propio Kicillof habló luego con Cristina y Máximo Kirchner, quienes habían sido los que impusieron al lomense como jefe de Gabinete tras la derrota electoral de 2021, y finalmente tomó contacto con el propio Insaurralde. “Convinieron en que era lo mejor”, apuntó una fuente oficial de la gobernación.
La irrupción de las imágenes, que llegaron a las redacciones en forma simultánea ayer al mediodía, había sorprendido a Kicillof durante un acto con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en San Vicente, donde el gobernador compartió escenario con el sindicalista Abel Furlán. Paradójicamente, Insaurralde reside en esa misma localidad del sur del Gran Buenos Aires, donde convivía con su exesposa Jésica Cirio hasta la separación matrimonial. Tras el acto, Kicillof regresó a La Plata.
En la capital provincial, sede de la gobernación, el mandatario y sus colaboradores más cercanos iniciaron la deliberación sobre Insaurralde, quien había desembarcado en la jefatura de gabinete desde la intendencia de Lomas de Zamora –cargo en el que sigue de licencia– bajo la tutela de Máximo y Cristina Kirchner, prácticamente como un interventor de la gestión, tras la derrota del Frente de Todos en las elecciones de medio término de 2021. En aquel momento, Kicillof no tuvo más remedio que aceptarlo.
La afrenta política para el gobernador fue tal que resultó desplazado el funcionario que sigue siendo considerado como su mano derecha, Carlos Bianco, quien debió cederle el puesto a Insaurralde tras una visita forzada de Kicillof a la vicepresidenta en su casa de El Calafate, Santa Cruz, en medio del cimbronazo por la derrota electoral. Ante la avanzada consumada, el mandatario solo consiguió salvaguardar a Bianco designándolo como asesor general de la gobernación.
Mesa chica
Justamente Bianco fue, junto a la ministra de Comunicación, Jésica Rey, parte de la mesa chica que afrontó la crisis provocada por el affaire de Insaurralde al gobierno provincial en medio de la campaña hacia las elecciones del 22 de octubre, cuando Kicillof se jugará nada menos que su reelección. El hermetismo sobre el escándalo también se extendió a las filas de La Cámpora, dada la cercanía política entre Máximo Kirchner e Insaurralde. Pero al final de la jornada trascendió que tanto el diputado como su madre la vicepresidenta participaron de la toma de decisiones.
Ante una consulta de la nacion, en Lomas de Zamora solo informaron que Insaurralde había participado esta semana, el último martes, de la inauguración de un hospital municipal en Banfield, la localidad de origen del intendente en uso de licencia. Un día después, el miércoles, se lo vio en el acto que Kicillof y el candidato presidencial del espacio, Sergio Massa, encabezaron en Ensenada. “Martín está acá”, se limitaron a decir en el distrito del sur del conurbano. Pero finalmente confirmaron la dimisión de su jefe político caído en desgracia.
La modelo Sofía Clérici subió las fotos a sus redes sociales entre el 16 y el 21 de septiembre, pero recién anoche lo arrobó a Insaurralde. Ahí se encendieron las alarmas y el escándalo se corporizó ayer, cuando no eran pocos los dirigentes bonaerenses los que creían que las imágenes no son recientes. Sin embargo, terminaron provocando la renuncia de Insaurralde, quien sigue siendo el primer candidato a concejal lomense en la lista de Unión por la Patria, que tiene a Federico Otermín, titular de la Cámara
de Diputados, como postulante a la intendencia municipal.
Otermín es un delfín político de Insaurralde y la Legislatura quedó bajo la lupa de la Justicia tras la detención del puntero del PJ Julio “Chocolate” Rigau con 49 tarjetas de débito de empleados fantasma de la Cámara baja provincial, sin que hasta el momento las autoridades del cuerpo legislativo dieran las explicaciones correspondientes. Ahora, la irrupción de las fotos de Insaurralde en el mar Mediterráneo suma un nuevo capítulo a la tira del escándalo político en la Provincia.
Kicillof había comenzado el fin de semana sin novedades de las fotos de Insaurralde. A tal punto, que viajó hasta San Vicente para encabezar un plenario de la UOM, de la mano del gremialista de extracción kirchnerista Abel Furlán. Allí, el gobernador emitió un mensaje de tono electoral: “En octubre tenemos la posibilidad de elegir un gobierno que tome decisiones con una sola brújula, que es la que tiene en el norte al pueblo argentino”, dijo desde la tribunal sindical.
Kicillof abundó: “Este es un año clave, decisivo, en el que las diferentes expresiones de la derecha tienen una sola propuesta: exterminar al que piensa distinto y a los que se oponen al ajuste”. Tras el discurso, que también escucharon Bianco; el ministro de Trabajo, Walter Correa, y el intendente local, Nicolás Mantegazza, Kicillof fue anoticiado de las fotos de Insaurralde y se embarcó de regreso a La Plata. Tras la dimisión, dijo a sus colaboradores que se iba a tomar su tiempo para “pensar” a quién ofrecerá la estratégica jefatura de gabinete provincial.
Mientras tanto, Insaurralde deberá afrontar una denuncia judicial por enriquecimiento ilícito, que harán mañana ante la justicia platense el diputado de Juntos por el Cambio (JXC) Ricardo López Murphy y la candidata a senadora María Eugenia Talerico. El movimiento judicial ampliará así una denuncia ya iniciada por Enrique Avogadro padre, por el mismo motivo.
Anoche, en el PJ bonaerense intentaban explicar las razones por las cuales Insaurralde “cayó como un novato” en una suerte de “emboscada” montada por imprecisos servicios de inteligencia. “Un político de ese nivel siempre está apuntado; nos llama la atención su ingenuidad”, dijo por lo bajo un experimentado dirigente del peronismo provincial, que además advirtió que tras el escándalo “corre peligro el triunfo en el distrito de Lomas de Zamora”. Habrá que verlo.
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Champagne en Marbella: otra postal de la cultura del poder
Las imágenes de Insaurralde en un yate de lujo se conectan con las de “Chocolate” Rigau frente al cajero automático de la Legislatura bonaerense
Luciano Román
Insaurralde, de espaldas, en un yate de lujo por el Mediterráneo junto a una modelo que difundió las fotos
La de “Chocolate” Rigau frente al cajero automático era la foto de una escena incompleta. El cuadro se terminó de componer ayer, cuando la modorra política de un sábado a la tarde se estremeció con la aparición de las imágenes que muestran a Martín Insaurralde, el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, en un yate de lujo en el Mediterráneo. Una foto parece explicar a la otra, como si dialogaran entre ellas para desnudar el entramado más chocante y obsceno de la política bonaerense. Lo que se ve es mucho más que un despliegue vulgar de ostentación. Detrás de las imágenes asoma el punto ciego en el que se unen la “caja negra” de la Legislatura con la vida lujosa de algunos dirigentes. Y se descorre el velo, además, sobre una cultura enquistada en el oficialismo, en la que se combinan la falta de empatía y de responsabilidad con una actitud de indiferencia y una conciencia de impunidad que ya ni siquiera intenta disimularse.
“No nos importa nada”, parece ser el subtexto de una imagen que habla por sí sola. Y describe, así, una suerte de ideología practicada desde el poder. El “no nos importa nada” no solo remite a la foto de Insaurralde entre langostas y champagne, sino también a un ministro y candidato que reparte plata sin medir las consecuencias, o a una vicepresidenta que arrastra al Senado a vulnerar la Constitución en el intento de reponer a una jueza que responde a ella, o a un Gobierno que, a tres meses de irse, llena al Estado de militantes y parientes a pesar del congelamiento de vacantes y hasta contrata a una numeróloga como asesora en el Banco Nación.
Aún los viejos vicios, lucen exacerbados. Ya ni siquiera se apela a la simulación ni al cinismo. Tampoco se espera a que terminen las campañas para viajar a Marbella. Es como si se hubiera ingresado en una fase de obscenidad explícita y desinhibida, en la que la desconexión entre el poder y la sociedad ni siquiera se cubre con maquillaje.
El video en el banco durante las extracciones que realizó Rigau. Una imagen que ahora se conecta con la de Insaurralde en un yate de lujo
Lo de ayer resultó tan chocante que la renuncia se hizo inevitable. Pero no hubo explicaciones ni reproches públicos desde la cima del poder. Hasta se le permitió la dimisión para eludir el despido. En la intimidad, lo que le cuestionan a Insaurralde es que hayan trascendido las fotos, no que haya emprendido unas vacaciones tan extravagantes como difíciles de compatibilizar con su declaración jurada. La política se entretiene con intrigas y conjeturas: ¿le tendieron una trampa? ¿hubo un pase de facturas? ¿tiene que ver con la interna? Parece ingenua, sin embargo, la pregunta fundamental: ¿cómo se explica que un funcionario público se dé lujos propios de una megaestrella del fútbol o el rock internacional?
El caso “Chocolate” exhibió el silencio estruendoso de toda la dirigencia política y también del gobernador Kicillof. Nadie se ha sentido obligado, al menos, a fingir indignación ni a anunciar, para la tribuna, una comisión investigadora. Tampoco hubo sutileza en la búsqueda de impunidad judicial, y se consiguió, a la luz del día, un fallo escandaloso de jueces que no titubean a la hora de rifar su trayectoria en el altar de la obediencia al poder. En el medio de ese espectáculo, que deja a la ciudadanía atónita, aparecen las fotos farandulescas de Insaurralde, el verdadero “dueño” de la Cámara de Diputados bonaerense en la que operaba “Chocolate”, presidida por un hombre suyo. Y vuelve a escucharse el silencio ensordecedor del Gobernador que remite, inevitablemente, a una trama de tolerancia y complicidades.
La de Insaurralde en Marbella es una de esas fotos que pintan una época y desnudan la ética del poder. Está llamada a integrar un mismo álbum junto a la imagen del festejo en Olivos en plena cuarentena, o la del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, repartiendo billetes en barriadas humildes de la capital provincial. Son las últimas páginas de un álbum en el que también aparecen aquellas imágenes de López revoleando bolsos en el convento, las del hijo de Lázaro Báez contando dólares en La Rosadita o las de las anotaciones en letra cursiva de los cuadernos de Oscar Centeno. Todas trazan un “mapa federal” de un sistema carcomido por los vicios de la corrupción, la demagogia y los abusos de poder.
El festejo de Olivos, cuando regía la cuarentena estricta
Hay que mirar de cerca la foto del yate para leer su simbología: al funcionario se lo ve de espaldas al paisaje, mirándose en el espejo de su propio disfrute personal, en una burbuja completamente alejada de la realidad, y en un alarde de indiferencia frente a las consecuencias de sus actos. Que el nombre del barco sea “Bandido” es solo un dato anecdótico que subraya los rasgos de un exhibicionismo explícito y aporta, de un modo casi bizarro, un eslogan a la ideología del poder: “No nos importa nada”.
En términos de cultura política, lo de Insaurralde tal vez se conecte también con el vacunatorio vip. Expresa una idea del poder asociado con los privilegios y completamente alejada del sentido de obligación, del valor de la ejemplaridad y de la noción de servicio público. Que esas imágenes aparezcan en la misma semana en la que se conoció el dato de pobreza, con un salto que la ubica por encima del 40 por ciento de la población, describe ese contraste dramático y desolador entre el poder y la sociedad.
Hay que detenerse en estas provocaciones para entender por qué han germinado en la Argentina sentimientos antipolítica que podrían bordear peligrosamente las posiciones antisistema. El desparpajo del poder, del que Insaurralde es un representante, no una excepción, ha socavado desde adentro los cimientos institucionales. Nadie ha hecho tanto daño al sistema, como muchos de sus propios representantes.
Hoy es el “Insaurraldegate”, ayer fue el “Olivosgate” o la infinita lista de “gates” que se tapan unos a otros. No se trata de piezas aisladas sino de engranajes de una desviación ética que ha herido a las instituciones. El propio sistema debería sanearse a sí mismo. ¿Tendremos la paciencia y la madurez ciudadana como para buscar un tratamiento serio, responsable e institucional frente a la gangrena de la corrupción? ¿O nos dejaremos arrastrar por la indignación y el desasosiego que alimentan las fotos de “El bandido? La Argentina debate su futuro, mientras el poder toma champagne en Marbella. No solo es triste y desolador: también puede ser peligroso.
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Un costoso romance, regado con champagne y regalos millonarios
Las imágenes de la polémica fueron difundidas por Clérici, pero recién el viernes a la noche las vinculó con Insaurralde
Apoco menos de un mes de las elecciones, en las que buscará una banca como concejal, ayer se difundieron fotos y videos de Martín Insaurralde con una reconocida modelo en un yate en el Mediterráneo. Insaurralde ejercía como jefe de Gabinete del gobernador bonaerense Axel Kicillof y debió renunciar. También es intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia.
Las imágenes fueron difundidas por la modelo Sofía Clérici, quien se mostró junto al funcionario en el viaje por Marbella, España. Ambos se conocen a dos meses de que la conductora Jesica Cirio confirmara en televisión su separación del lomense, padre de su hija. Finalmente, anoche Insaurralde renunció a su cargo como ministro coordinador del gobierno de Buenos Aires en medio de un escándalo de proporciones.
En una de las grabaciones que se conocieron ayer al mediodía (hora de Argentina), Insaurralde aparece sonriente, con un gorro tipo aviador, junto a Clérici. En ese contexto suena de fondo y a todo volumen la canción Nada personal de la banda Soda Stereo mientras el funcionario le lanza varios besos a la cámara.
A continuación, la modelo subió una fotografía en la que se ve cómo el ahora exjefe de Gabinete de Kicillof sirve unos tragos en la cubierta de un yate en las costas de Marbella. En la misma imagen ella aparece reflejada en bikini en una ventana de la embarcación.
También se difundió un video íntimo de los dos, que posteriormente fue eliminado. No ocurrió lo mismo con las fotos de los objetos de lujo que supuestamente Insaurralde le habría comprado a la modelo por su cumpleaños. Allí se veían desde carteras Louis Vuitton hasta relojes carísimos de marca Rolex.
“Después de darle 20 palos verdes a su exesposa, Insaurralde, jefe de Gabinete de Kicillof, está de gira por Europa en un yate con una modelo. Le regala carteras Louis Vuitton, relojes Rolex y toman Dom Perignon. Mientras tanto, en PBA el 70% de los niños son pobres. Qué asco”, cuestionó rápidamente en Twitter Agustín Romo, candidato a diputado nacional de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
De esta forma, aludió a los trascendidos periodísticos que indican que Insaurralde acordó con Cirio una suma millonaria en dólares en el marco de su divorcio.
Tras ello, la diputada nacional y candidata a gobernadora de Buenos Aires por el mismo espacio, Carolina Píparo, se hizo eco de la publicación y comentó: “Se burlan de todos los argentinos”.
Después se sumó el propio Javier Milei, quien también por Twitter planteó: “Cuando los políticos te dicen que el gasto público es sagrado y que no se puede recortar nada es porque están cuidando los negocios que les permiten vivir como monarcas. Les queda poco tiempo de esta joda”. Minutos antes de las 15 llegaron los primeros tuits desde Juntos por el Cambio (JXC). Entonces, el candidato a vicepresidente de Patricia Bullrich, Luis Petri, manifestó: “Se nos ríen en la cara y nos roban en la cara.
En la misma semana que se conoció el aumento de la pobreza, con casi el 47% de pobres en los partidos del Gran Buenos Aires, Insaurralde en Marbella gastando fortuna en euros. Qué tiene para decir gobernador Kicillof ¿Será con el Plan Platita de Sergio Massa?”.
Con posterioridad, Clérici borró las historias con Insaurralde y publicó una nueva en la que escribió: “No dejan vivir en paz ¡Qué mal está la gente!”. Después repitió el mismo concepto en distintos mensajes.
La modelo había subido las fotos a las redes hace una semana, pero sin identificar a la persona con la que estaba. Sin embargo el viernes a la noche lo arrobó al propio Insaurralde, con lo cual ambos quedaron vinculados.
Nadie aclaró ayer si las imágenes fueron subidas a las redes con la anuencia del propio exfuncionario y mucho menos por qué razón después lo arrobó, con lo cual dejó en evidencia la relación y que la persona que antes no se identificaba era Insaurralde. Si bien ayer las sospechas corrieron como hipótesis incomprobables, se hizo evidente que la situación política de Insaurralde se había transformado a partir de entonces en insostenible.
“Les queda poco tiempo de esta joda”, escribió Javier Milei en el mensaje que difundió por las redes sociales
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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