Vialidad | Quiénes son los tres jueces que confirmaron la condena contra Cristina Kirchner
Los decidieron Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña, miembros de la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal por debajo de la Corte; la expresidenta intentó sin éxito apartar a dos de ellos del caso
Hernán Cappiello
Los camaristas de casación Diego Barroetaveña, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky
Los tres jueces que confirmaron hoy la condena a seis años de prisión impuesta a Cristina Kirchner por corrupción integran la Cámara Federal de Casación Penal, el máximo tribunal penal por debajo de la Corte Suprema de Justicia. La propia expresidenta intentó apartar a dos de ellos de la causa sin éxito.
Gustavo Hornos es el juez más antiguo de Cámara de Casación. Forma parte del tribunal desde su creación, en 1995. Intervino en causas de impacto político como la condena a la exsecretaria de Medio Ambiente María Julia Alsogaray. Pasaron además por sus manos causas como Cromañón, el accidente aéreo de LAPA o la voladura de la fábrica militar de Río Tercero.
Gustavo Hornos, juez de la Cámara Federal de Casación Penal
Firmó la apertura de la investigación de la denuncia del fiscal Alberto Nisman presentada días antes de su muerte contra la expresidenta Cristina Kirchner y dejó firmes las prisiones preventivas de los dueños de Oil Combustibles, luego absueltos. Actuó en la ratificación de la condena del caso Ciccone, donde Amado Boudou fue sentenciado a 5 años y 10 meses de prisión y que fue confirmada por la Corte Suprema. También confirmó las condenas en las causas de la tragedia de Once, la masacre de Ramallo y el caso del Paseo de la Infanta. Y firmó las sentencias contra los exjueces Trovato y Bernasconi.
Cristina Kirchner lo recusó, pero su planteo fue rechazado. Lo impugnó por sus visitas a Mauricio Macri a la Casa Rosada cuando Macri era presidente. Hornos explicó que fue por razones de su cargo, no por causas en trámite.
Hornos llegó a esta causa con turbulencias. En plena deliberación fue denunciado por violencia de género, en una causa que fue archivada porque la mujer involucrada no instó la acción penal. Sus colegas citaron a una reunión extraordinaria del cuerpo para analizar su caso y el Consejo de la Magistratura aún no cerró la investigación administrativa.
Mariano Borinsky, presidente de la Cámara Federal de Casación Penal
Mariano Borinsky es el actual presidente de la Cámara de Casación. Fue fiscal de juicio que pidió la condena al expresidente Carlos Menem en la causa por la venta de armas a Ecuador y Croacia. Es el coordinador del equipo que realizó las reformas al Código Procesal Penal, un trabajo que acaba de concluir.
Intervino en las causas más sensibles contra el kirchnerismo, y Cristina Kirchner intentó que no la juzgara ya que le critica que hubiera visitado a Macri en la Quinta de Olivos cuando era presidente. Borinsky argumentó que lo visitó cuando ya estaba elaborando la versión anterior del nuevo Código Penal.
En plena deliberación por la confirmación de las penas de Vialidad, el nombre de Borinsky empezó a sonar como candidato a ser postulado por el gobierno de Javier Milei para la Procuración General de la Nación. Para acceder a ese cargo es necesario el voto de los dos tercios de los senadores, lo que incluye necesariamente a los kirchneristas.
Borinsky apareció recientemente con funcionarios del Gobierno que viajaron a París y Singapour en las tareas previas a la aprobación de la evaluación que superó la Argentina en el GAFI sobre lavado de dinero.
Diego Barroetaveña, juez de la Cámara Federal de Casación Penal y miembro del Consejo de la Magistratura
Diego Barroetaveña fue juez de tribunal oral y desde ese lugar, y tras intervenir en 2012 en la condena por la muerte del trabajador ferroviario tercerizado Mariano Ferreyra, accedió a la Cámara de Casación. En ese juicio fueron condenados quienes integraban la cúpula de la Unión Ferroviaria, a cargo de José Pedraza, a la pena de 15 años de prisión como partícipes necesarios del crimen de Ferreyra, hecho que tuvo lugar el 20 de octubre de 2010, cuando participó de una protesta por irregularidades en los contratos del ferrocarril Roca.
Barroetaveña es dirigente de la Asociación de Magistrados, donde integra la lista Bordó, que fue las más crítica del kirchnerismo. Actualmente es concejero de la magistratura en representación de los jueces.
Barroetaveña fue uno de los jueces que firmó las dos sentencias que permitieron reabrir dos causas contra Cristina Kirchner que estaban ya cerradas. Son Hotesur-Los Sauces y el caso por la firma del Memorándum con Irán. Su decisión instó a que esos expedientes, donde la expresidenta había sido absuelta sin juicio oral, regresaran a los tribunales orales para que se realizaran ambos juicios contra Cristina Kirchner.
Barroetaveña firmó, junto con sus colegas Carlos Mahiques y Daniel Petrone, un fallo favorable a Ángelo Calcaterra, el constructor primo de Mauricio Macri, que evitó gracias a esa decisión de los camaristas afrontar el juicio oral por el caso de los cuadernos de las coimas.
Los jueces consideraron que los pagos que Calcaterra realizó al kirchnerismo era aportes de campaña no declarados y no sobornos. El tribunal revisa esa decisión, pero aún no falló. Barroetaveña regresó recientemente de Washington, donde estuvo la semana pasada, con otros colegas jueces, para observar las elecciones estadounidenses.
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“Ahí no hay claridad”: Miguel Kiguel elogió al Gobierno pero encendió una luz amarilla por el dólar
El titular de la consultora Econviews destacó la baja de la inflación y el riesgo país; su mirada sobre la salida del cepo
Esteban Lafuente
Miguel Kiguel es el titular de Econviews
“Si hace un año me decían que la Argentina hoy iba a estar así, yo firmaba”, dijo Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews, al describir el escenario económico que vive el país. El exsecretario de Finanzas de la Nación destacó como positiva la evolución del riesgo país, la inflación, la brecha cambiaria y el nivel de actividad, pero destacó que aún hay cuestiones pendientes en materia de cepo y reservas.
“Estamos en un momento bueno, y hay condiciones para que esta economía crezca, en la medida en que estas condiciones financieras se mantengan”, planteó Kiguel durante un seminario organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), donde elogió la convicción en el equilibrio fiscal del Gobierno.
Con la baja del riesgo país y la expansión del crédito, el analista sostuvo que “la economía está dando la vuelta”. “Se ven claramente las condiciones financieras, pero la economía real tarda un poco más”, advirtió.
Miguel Kiguel: “¿El país puede vivir con cepo? Sí, pero sin cepo se vive mejor, y eso hay que tenerlo claro”.
Kiguel destacó que diferentes sectores y actividades muestran crecimientos en su comparación mensual desestacionalizada y elogió la baja de la inflación, aunque exhibió cautela por las cifras. “Está dejando de ser un problema serio, pero esto no es Suiza. Hay un largo camino por recorrer”, resumió el economista, en referencia a los índices mensuales del Indec. Si se anualiza el 2,7% de octubre, el IPC anual es del 37,7%.
Kiguel también destacó la baja en el riesgo país (cayó desde casi 2000 puntos hasta 850), y planteó que “tiene que caer” más. “Existe en el saber popular que la Argentina tiene mucha deuda, pero cuando uno compara con otros países, no es tan alta, es de algo más de 40% del producto (si se excluye la deuda intra-sector público), cuando en cualquier otro país, como Brasil, Colombia o Uruguay, está en niveles más cercanos a 60% o 70%”, comparó Kiguel, y acotó: “El problema de la Argentina no es que tiene mucha deuda, sino el prontuario”.
En ese sentido, elogió la decisión del Gobierno de mantener el equilibrio fiscal. “Siempre que un Gobierno tuvo que elegir entre reestructurar (deuda) o ajustar, se eligió por reestructurar. Y eso es un problema. Creo que eso está cambiando. Está claro que el Gobierno tiene una situación financiera razonable, que la situación fiscal está para mantenerse y ese es un mensaje que llega”, planteó el economista.
Pero además de destacar algunas variables, el fundador de Econviews advirtió que hay dos temas pendientes: las reservas y la cuestión cambiaria: “Falta consolidar las reservas. El problema es que la mayor parte de la deuda está en dólares, y los de afuera lo ven. Primero, miran si el Gobierno es solvente y que la deuda caiga con el tiempo en relación al producto, y después preguntan ¿los dólares, dónde están?”.
Kiguel advirtió que más allá de la recomposición desde fines de 2023 y el ingreso de divisas por el blanqueo, el BCRA todavía tiene “reservas negativas”, y sostuvo que esa evolución “no depende de la habilidad de un equipo económico” sino de la confianza de los agentes económicos. “Eso lleva tiempo”, concluyó. Según sus estimaciones, un nivel óptimo de reservas netas para el BCRA, teniendo en cuenta el tamaño de su economía, estaría “en torno a US$40.000 o US$50.00 millones”.
Y en ese punto, sostuvo que “el próximo desafío” es el levantamiento del cepo. “Si queremos ser un país normal y que compitamos en buenas condiciones, lo que se requiere, entre otras cosas pendientes, es unificar el tipo de cambio. Y ahí no hay claridad de cuándo ni cómo se va a hacer”, planteó Kiguel. También advirtió que el Gobierno viene “corriendo el arco” y cambiando “las condiciones” de ese paso. “¿El país puede vivir con cepo? Sí, pero sin cepo se vive mejor, y eso hay que tenerlo claro”, concluyó.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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