Negocio del tabaco. El informe oculto de los sabuesos de la AFIP
El documento revela cómo decenas de empresas apócrifas generaron una pérdida para el fisco de unos $187.000 millones; los investigadores fueron separados
Camila DolabjianPablo Otero, “el señor del tabaco”
Durante los últimos meses de 2023 y en silencio, tres agentes de la AFIP investigaron en profundidad el mercado de los cigarrillos en el país. Descubrieron un desfalco millonario contra el Estado. Su trabajo fue oculto, pero los subuesos de la AFIP fueron luego removidos y las consecuencias de su informe, nulas. La existencia de este documento y de las represalias sobre los trabajadores fueron reveladas en junio. Ahora, accedió la nacion a su contenido, en el que se da cuenta del descubrimiento de un minucioso y aceitado sistema de facturas apócrifas y evasión fiscal que incluye a jugadores del tabaco, entre las cuales aparecen Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, y distribuidores fantasma.
El informe está fechado el 22 de febrero de 2024 y comprende el período 2021-2023. Para comprender cómo funciona la operatoria hay que considerar que para vender cigarrillos es necesario obtener las estampillas que distribuye la AFIP. De lo contrario, los problemas legales son mayores que los de una evasión. Por lo tanto, para quien quiera evadir en la venta de cajetillas es necesario facturar mucho a precios muy bajos. Las ventas simuladas son el puntapié del informe.
Las empresas del tabaco se dividen en dos: las grandes multinacionales y las locales que crecieron en porcentaje de participación en el mercado de la mano de decenas de cautelares que les permitieron pagar menos impuestos durante años. Entre las locales aparecen Sarandí y Bronway, que eran, además, socias por vínculo familiar, ya que quien manejaba la segunda era cuñado del dueño de la primera. Entre todas hay procesos tanto comerciales como penales abiertos con el fisco.
El documento de la AFIP detectó que las empresas están asociadas por lo menos con 44 distribuidores apócrifos. Son sociedades fantasma, necesarias para simular facturación. Les emiten a las tabacaleras cientos de facturas por compras de cigarrillos a la mitad del precio al que se venden en los kioskos, o incluso menos. Las maniobras eran tan burdas que los agentes del organismo recaudador detectaron que la emisión de facturas se hacía de forma “secuencial, automatizada, por medio de un sistema robotizado, que emite una tras otra, prácticamente iguales, con diferencia de tres o cuatro segundos”.
El informe muestra que en una misma fecha hubo miles los comprobantes y todos con pago en efectivo, sin superar los cerca de $30.000 y comisiones al distribuidor.
Las facturas apenas cubren el costo de los cigarrillos. Se trata de ventas simuladas, con desvíos en los valores de hasta el 300% de empresas que no tienen capacidad económica financiera, no cuentan con una sede o edificio, no tienen empleados registrados, no tienen cuentas bancarias, cuyos únicos clientes son las tabacaleras. Los cigarrillos son “vendidos” a los distribuidores a valores ínfimos y luego se colocan en los kioscos a siete u ocho veces el precio. Toda esa diferencia ingresa en efectivo.
“Es ridículo plantear que Tabacalera Sarandí emitió facturas falsas, por un producto que paga 80% de impuestos; sería un contra sentido, que demuestra la intención algunos periodistas de escrachar a la empresa sin contenido cierto y veridico”, respondieron desde la empresa ante las acusaciones del informe.
Las ventas simuladas se estiman en $70.000 millones para 2023 y, en toda la operatoria, lo que perdió el fisco asciende a cerca $186.700 millones, según el informe.
La otra cara de la moneda son sospechas de la Unidad de Información Financiera y organismos extranjeros sobre el incremento de la fortuna de Otero, que, como contó la nacion, consiste en decenas de propiedades en Miami y Brasil y alertas en los blanqueos.
Los agentes de la AFIP detectaron a las empresas apócrifas de mayor nivel de facturación y hallaron vínculos entre estas y las tabacaleras, a tal punto que algunas de ellas comparten domicilio fiscal. En algunos casos, son personas las que facturan. Estas son Minico Player, Tobacco Minico, Gonzalo Moria, Marcelo Gustavo Mirarchi, Lorena Pallazo, Gustavo Palacios, Stella Maris Yusso y Cristian Boullon.
La relación con el Gobierno
El presidente Javier Milei cuestionó a Tabacalera Sarandí y su dueño, Otero, a quien bautizó “el señor del tabaco”. Durante el tratamiento de la Ley Bases hubo un alto nivel de lobby de todo el sector para impedir o empujar una modificación en la normativa que pondría a todas las empresas en pie de igualdad tributaria, y ni La Libertad Avanza ni gran parte de Pro apoyaron el artículo.
En los últimos meses, la embestida del oficialismo contra Otero cesó y las versiones sobre los vínculos entre la Casa Rosada y el empresario se profundizan.
Se verá en los próximos meses cómo decide el Gobierno encarar la relación con la compañía, ya que con un reciente fallo de la Corte Suprema se dejó sin efecto una serie de medidas cautelares dictadas a favor de Sarandí SA que la eximían de pagar una parte del impuesto interno al tabaco (lo mismo ocurrió una semana después con Bronway).
Sin embargo, todavía no tiene obligación de abonar el tributo porque cuenta con otra sentencia sobre el fondo del caso que está apelada en la propia Corte. Mientras tanto, ARCA tiene que avanzar con una determinación de deuda, que por el momento lo hace lentamente.
Otero dio una entrevista este sábado y admitió que “el Presidente estuvo molesto con nosotros en el tratamiento de la ley ómnibus”. Como suele ocurrir, Otero acusó a Massalin, la empresa detrás del grupo Phillip Morris, y a los medios de comunicación de llevar a cabo una campaña de desprestigio en su contra. Agregó que “la AFIP nos hostiga” y que “hemos tenido que denunciar al organismo”. “Lo que hacemos ahora es tratar de cuidarnos de más ataques”, añadió.
Los trabajadores que elaboraron el informe fueron desplazados y siguen corridos de sus funciones. Sus computadoras fueron robadas y les quitaron las claves de acceso al sistema de la ex-AFIP. Los miembros de la Subdirección General de Fiscalización siguen siendo parte de la planta, pero no asisten al edificio porque no tienen permitido el acceso. La AFIP explicó el desplazamiento de ellos como una “reestructuración general del área de fiscalización”
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Los préstamos al sector privado acumulan siete meses de subas
Avanzaron todas las líneas de crédito y se sumaron los hipotecarios, algo que no se registraba desde el año 2016
Durante los últimos meses de 2023 y en silencio, tres agentes de la AFIP investigaron en profundidad el mercado de los cigarrillos en el país. Descubrieron un desfalco millonario contra el Estado. Su trabajo fue oculto, pero los subuesos de la AFIP fueron luego removidos y las consecuencias de su informe, nulas. La existencia de este documento y de las represalias sobre los trabajadores fueron reveladas en junio. Ahora, accedió la nacion a su contenido, en el que se da cuenta del descubrimiento de un minucioso y aceitado sistema de facturas apócrifas y evasión fiscal que incluye a jugadores del tabaco, entre las cuales aparecen Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, y distribuidores fantasma.
El informe está fechado el 22 de febrero de 2024 y comprende el período 2021-2023. Para comprender cómo funciona la operatoria hay que considerar que para vender cigarrillos es necesario obtener las estampillas que distribuye la AFIP. De lo contrario, los problemas legales son mayores que los de una evasión. Por lo tanto, para quien quiera evadir en la venta de cajetillas es necesario facturar mucho a precios muy bajos. Las ventas simuladas son el puntapié del informe.
Las empresas del tabaco se dividen en dos: las grandes multinacionales y las locales que crecieron en porcentaje de participación en el mercado de la mano de decenas de cautelares que les permitieron pagar menos impuestos durante años. Entre las locales aparecen Sarandí y Bronway, que eran, además, socias por vínculo familiar, ya que quien manejaba la segunda era cuñado del dueño de la primera. Entre todas hay procesos tanto comerciales como penales abiertos con el fisco.
El documento de la AFIP detectó que las empresas están asociadas por lo menos con 44 distribuidores apócrifos. Son sociedades fantasma, necesarias para simular facturación. Les emiten a las tabacaleras cientos de facturas por compras de cigarrillos a la mitad del precio al que se venden en los kioskos, o incluso menos. Las maniobras eran tan burdas que los agentes del organismo recaudador detectaron que la emisión de facturas se hacía de forma “secuencial, automatizada, por medio de un sistema robotizado, que emite una tras otra, prácticamente iguales, con diferencia de tres o cuatro segundos”.
El informe muestra que en una misma fecha hubo miles los comprobantes y todos con pago en efectivo, sin superar los cerca de $30.000 y comisiones al distribuidor.
Las facturas apenas cubren el costo de los cigarrillos. Se trata de ventas simuladas, con desvíos en los valores de hasta el 300% de empresas que no tienen capacidad económica financiera, no cuentan con una sede o edificio, no tienen empleados registrados, no tienen cuentas bancarias, cuyos únicos clientes son las tabacaleras. Los cigarrillos son “vendidos” a los distribuidores a valores ínfimos y luego se colocan en los kioscos a siete u ocho veces el precio. Toda esa diferencia ingresa en efectivo.
“Es ridículo plantear que Tabacalera Sarandí emitió facturas falsas, por un producto que paga 80% de impuestos; sería un contra sentido, que demuestra la intención algunos periodistas de escrachar a la empresa sin contenido cierto y veridico”, respondieron desde la empresa ante las acusaciones del informe.
Las ventas simuladas se estiman en $70.000 millones para 2023 y, en toda la operatoria, lo que perdió el fisco asciende a cerca $186.700 millones, según el informe.
La otra cara de la moneda son sospechas de la Unidad de Información Financiera y organismos extranjeros sobre el incremento de la fortuna de Otero, que, como contó la nacion, consiste en decenas de propiedades en Miami y Brasil y alertas en los blanqueos.
Los agentes de la AFIP detectaron a las empresas apócrifas de mayor nivel de facturación y hallaron vínculos entre estas y las tabacaleras, a tal punto que algunas de ellas comparten domicilio fiscal. En algunos casos, son personas las que facturan. Estas son Minico Player, Tobacco Minico, Gonzalo Moria, Marcelo Gustavo Mirarchi, Lorena Pallazo, Gustavo Palacios, Stella Maris Yusso y Cristian Boullon.
La relación con el Gobierno
El presidente Javier Milei cuestionó a Tabacalera Sarandí y su dueño, Otero, a quien bautizó “el señor del tabaco”. Durante el tratamiento de la Ley Bases hubo un alto nivel de lobby de todo el sector para impedir o empujar una modificación en la normativa que pondría a todas las empresas en pie de igualdad tributaria, y ni La Libertad Avanza ni gran parte de Pro apoyaron el artículo.
En los últimos meses, la embestida del oficialismo contra Otero cesó y las versiones sobre los vínculos entre la Casa Rosada y el empresario se profundizan.
Se verá en los próximos meses cómo decide el Gobierno encarar la relación con la compañía, ya que con un reciente fallo de la Corte Suprema se dejó sin efecto una serie de medidas cautelares dictadas a favor de Sarandí SA que la eximían de pagar una parte del impuesto interno al tabaco (lo mismo ocurrió una semana después con Bronway).
Sin embargo, todavía no tiene obligación de abonar el tributo porque cuenta con otra sentencia sobre el fondo del caso que está apelada en la propia Corte. Mientras tanto, ARCA tiene que avanzar con una determinación de deuda, que por el momento lo hace lentamente.
Otero dio una entrevista este sábado y admitió que “el Presidente estuvo molesto con nosotros en el tratamiento de la ley ómnibus”. Como suele ocurrir, Otero acusó a Massalin, la empresa detrás del grupo Phillip Morris, y a los medios de comunicación de llevar a cabo una campaña de desprestigio en su contra. Agregó que “la AFIP nos hostiga” y que “hemos tenido que denunciar al organismo”. “Lo que hacemos ahora es tratar de cuidarnos de más ataques”, añadió.
Los trabajadores que elaboraron el informe fueron desplazados y siguen corridos de sus funciones. Sus computadoras fueron robadas y les quitaron las claves de acceso al sistema de la ex-AFIP. Los miembros de la Subdirección General de Fiscalización siguen siendo parte de la planta, pero no asisten al edificio porque no tienen permitido el acceso. La AFIP explicó el desplazamiento de ellos como una “reestructuración general del área de fiscalización”
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Los préstamos al sector privado acumulan siete meses de subas
Avanzaron todas las líneas de crédito y se sumaron los hipotecarios, algo que no se registraba desde el año 2016
Melisa Reinhold
Hasta el año pasado, en la Argentina había una dinámica muy diferente a la que se da en otros lugares del mundo. Sin perspectivas sobre cómo evolucionarían la inflación, los salarios o las tasas de interés, el mercado ofrecía alternativas para financiar las compras en el supermercado, pero no para acceder a una primera vivienda. Sin embargo, luego de que el Estado se corrió como el principal demandante de dinero y la macroeconomía dio signos de estabilizarse, en abril los bancos volvieron a prestarles tanto a empresas como a familias.
Este fenómeno permitió acumular siete meses consecutivos de crecimiento en los créditos en pesos al sector privado. En octubre, el préstamo privado registró un aumento cercano a $4,2 billones frente a septiembre, un incremento del 6,3% a precios constantes (y 14,2% interanual), de acuerdo con el Informe Monetario Mensual que elabora el Banco Central (BCRA).
En noviembre la tendencia se mantiene. Para la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), encabezada por Javier Bolzico, los datos preliminares indican que este mes los préstamos al sector “crecieron fuerte” y registrarán el mayor valor en términos reales de los últimos 26 meses, superando los $46,4 billones en precios constantes. En cuanto a los créditos en dólares, hay que retroceder hasta abril de 2020 para llegar a los niveles actuales, de US$8600 millones.
En enero de este año se llegó a tocar un piso mínimo de los créditos al sector privado, cuando los precios se recalentaron y la inflación marcó cifras de dos dígitos mensuales. Poco a poco, el sector se fue transformando. Y si se toma como referencia mayo, cuando el préstamo empezó a crecer fuerte, el incremento asciende a 80% en términos reales, según números de Adeba con datos del BCRA.
La primera señal de este cambio de tendencia se dio con la vuelta de los créditos hipotecarios que ajustan por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo, indicador que sigue a la inflación). Tras ocho años en el olvido, en abril pasado el Banco Hipotecario anunció una nueva línea de crédito para financiar la compra de propiedades y al día siguiente el Banco Ciudad se sumó. La oferta no paró de crecer y hoy ya son 23 las entidades financieras que tienen esta línea en cartera luego de que esta semana el Banco Comafi decidiera incorporarse a la ola.
“La estabilidad macroeconómica y que el Gobierno ya no sea el principal cliente de los bancos son factores que impulsaron al sistema financiero. Sea por decisión o porque no les quedó otra, salieron a ofrecer los productos tradicionales y el préstamo hipotecario tuvo un impulso extra por la bajada de línea del Poder Ejecutivo de que no se metería en la discusión de los créditos UVA. Aunque veníamos de la nada misma, el crecimiento es muy notorio”, apuntó Federico
González Rouco, economista de la consultora Empiria.
De estar en extinción al resurgir, los préstamos hipotecarios tuvieron un alza acumulada del 70% real desde mayo a lo que va de noviembre, según Adeba. Se destacaron los préstamos personales (+154%) y los prendarios (+94%).
“Los créditos hipotecarios tienen mucho potencial. Este crecimiento fue posible, entre otras cosas, gracias a que no prosperaron el año pasado los proyectos de ley que pretendían cambiar las reglas de los contratos hipotecarios UVA ya otorgados. Si el Congreso hubiese roto los contratos, hoy no veríamos esta recuperación del crédito para la vivienda”, señaló Bolzico, en diálogo
También subió la financiación con tarjeta de crédito, un 56% real entre mayo y noviembre. “La baja de las tasas de los programas Cuota Simple y las promociones de las ventas en línea auguran una aceleración hacia fin de año”, pronosticó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Lo mismo sucedió con los préstamos comerciales. Aunque a un ritmo más acotado, acumulan nueve meses consecutivos de crecimiento, de acuerdo con datos del Banco Central. En cambio, los préstamos destinados a pymes solo crecieron 1,5% en el mes, un nivel que resultó 17,4% inferior al de octubre de 2023.
Actualmente, los préstamos al sector privado alcanzan el 6% en términos del producto bruto interno (PBI), un aumento de 1,6 puntos porcentuales con respecto al último semestre (4,4%). Pero el recorrido hacia adelante todavía es largo. El promedio entre 2010 y 2019 fue del 10,1% del PBI, según el Banco Central, y contrasta frente a los números de la región: en Brasil el crédito privado es del 72% con relación al PBI; en Chile, del 83%, y en Uruguay, del 26%.
La baja de tasas de interés es otro factor que jugó a favor. La última modificación se registró en octubre, cuando el Banco Central redujo la tasa de política monetaria del 40% al 30% nominal anual (TNA). Este movimiento hizo que cayera el rendimiento de los plazos fijos, por ejemplo, pero también de la tasa que se aplica sobre los préstamos. De hecho, el jueves pasado el Banco Nación anunció que la disminuyó al 34% TNA para los créditos destinados a pymes.
“Para pasar de la reactivación al desarrollo del crédito es necesario que cada uno haga su parte. El gobierno nacional debe consolidar las políticas que permitan la estabilidad y el crecimiento económico. El Banco Central, continuar mejorando su marco normativo abordando las cuestiones aún pendientes. Las provincias, la ciudad de Buenos Aires y los municipios tienen que bajar los impuestos distorsivos que afectan la actividad crediticia. Tan pronto sea posible, también se deberá bajar o eliminar el impuesto al cheque, que encarece el crédito y afecta su desarrollo”, cerró Bolzico.
Hasta el año pasado, en la Argentina había una dinámica muy diferente a la que se da en otros lugares del mundo. Sin perspectivas sobre cómo evolucionarían la inflación, los salarios o las tasas de interés, el mercado ofrecía alternativas para financiar las compras en el supermercado, pero no para acceder a una primera vivienda. Sin embargo, luego de que el Estado se corrió como el principal demandante de dinero y la macroeconomía dio signos de estabilizarse, en abril los bancos volvieron a prestarles tanto a empresas como a familias.
Este fenómeno permitió acumular siete meses consecutivos de crecimiento en los créditos en pesos al sector privado. En octubre, el préstamo privado registró un aumento cercano a $4,2 billones frente a septiembre, un incremento del 6,3% a precios constantes (y 14,2% interanual), de acuerdo con el Informe Monetario Mensual que elabora el Banco Central (BCRA).
En noviembre la tendencia se mantiene. Para la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), encabezada por Javier Bolzico, los datos preliminares indican que este mes los préstamos al sector “crecieron fuerte” y registrarán el mayor valor en términos reales de los últimos 26 meses, superando los $46,4 billones en precios constantes. En cuanto a los créditos en dólares, hay que retroceder hasta abril de 2020 para llegar a los niveles actuales, de US$8600 millones.
En enero de este año se llegó a tocar un piso mínimo de los créditos al sector privado, cuando los precios se recalentaron y la inflación marcó cifras de dos dígitos mensuales. Poco a poco, el sector se fue transformando. Y si se toma como referencia mayo, cuando el préstamo empezó a crecer fuerte, el incremento asciende a 80% en términos reales, según números de Adeba con datos del BCRA.
La primera señal de este cambio de tendencia se dio con la vuelta de los créditos hipotecarios que ajustan por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo, indicador que sigue a la inflación). Tras ocho años en el olvido, en abril pasado el Banco Hipotecario anunció una nueva línea de crédito para financiar la compra de propiedades y al día siguiente el Banco Ciudad se sumó. La oferta no paró de crecer y hoy ya son 23 las entidades financieras que tienen esta línea en cartera luego de que esta semana el Banco Comafi decidiera incorporarse a la ola.
“La estabilidad macroeconómica y que el Gobierno ya no sea el principal cliente de los bancos son factores que impulsaron al sistema financiero. Sea por decisión o porque no les quedó otra, salieron a ofrecer los productos tradicionales y el préstamo hipotecario tuvo un impulso extra por la bajada de línea del Poder Ejecutivo de que no se metería en la discusión de los créditos UVA. Aunque veníamos de la nada misma, el crecimiento es muy notorio”, apuntó Federico
González Rouco, economista de la consultora Empiria.
De estar en extinción al resurgir, los préstamos hipotecarios tuvieron un alza acumulada del 70% real desde mayo a lo que va de noviembre, según Adeba. Se destacaron los préstamos personales (+154%) y los prendarios (+94%).
“Los créditos hipotecarios tienen mucho potencial. Este crecimiento fue posible, entre otras cosas, gracias a que no prosperaron el año pasado los proyectos de ley que pretendían cambiar las reglas de los contratos hipotecarios UVA ya otorgados. Si el Congreso hubiese roto los contratos, hoy no veríamos esta recuperación del crédito para la vivienda”, señaló Bolzico, en diálogo
También subió la financiación con tarjeta de crédito, un 56% real entre mayo y noviembre. “La baja de las tasas de los programas Cuota Simple y las promociones de las ventas en línea auguran una aceleración hacia fin de año”, pronosticó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Lo mismo sucedió con los préstamos comerciales. Aunque a un ritmo más acotado, acumulan nueve meses consecutivos de crecimiento, de acuerdo con datos del Banco Central. En cambio, los préstamos destinados a pymes solo crecieron 1,5% en el mes, un nivel que resultó 17,4% inferior al de octubre de 2023.
Actualmente, los préstamos al sector privado alcanzan el 6% en términos del producto bruto interno (PBI), un aumento de 1,6 puntos porcentuales con respecto al último semestre (4,4%). Pero el recorrido hacia adelante todavía es largo. El promedio entre 2010 y 2019 fue del 10,1% del PBI, según el Banco Central, y contrasta frente a los números de la región: en Brasil el crédito privado es del 72% con relación al PBI; en Chile, del 83%, y en Uruguay, del 26%.
La baja de tasas de interés es otro factor que jugó a favor. La última modificación se registró en octubre, cuando el Banco Central redujo la tasa de política monetaria del 40% al 30% nominal anual (TNA). Este movimiento hizo que cayera el rendimiento de los plazos fijos, por ejemplo, pero también de la tasa que se aplica sobre los préstamos. De hecho, el jueves pasado el Banco Nación anunció que la disminuyó al 34% TNA para los créditos destinados a pymes.
“Para pasar de la reactivación al desarrollo del crédito es necesario que cada uno haga su parte. El gobierno nacional debe consolidar las políticas que permitan la estabilidad y el crecimiento económico. El Banco Central, continuar mejorando su marco normativo abordando las cuestiones aún pendientes. Las provincias, la ciudad de Buenos Aires y los municipios tienen que bajar los impuestos distorsivos que afectan la actividad crediticia. Tan pronto sea posible, también se deberá bajar o eliminar el impuesto al cheque, que encarece el crédito y afecta su desarrollo”, cerró Bolzico.
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