martes, 27 de febrero de 2024

EL ESCENARIO Y BULLRICH

 

El temor a una escalada sin fin

La exageración lo es todo. La política argentina se ha vuelto hiperbólica. Una discusión por fondos entre la Nación y una provincia puede escalar hasta tener derivaciones similares a las de una guerra. Con afectación del suministro de energía incluido. Todos potencian las reacciones y nadie asoma con capacidad y vocación pacificadora. Una caricatura de conflictos bélicos en versión y escala criollas.

El enfrentamiento entre la provincia de Chubut y el gobierno nacional con el que cerró otra semana de conflictos políticos promete nuevos capítulos, que podrían extenderse a territorios más amplios que los de la provincia gobernada por el ahora rebelde Ignacio Torres (Pro). Si es que no llega a concretarse una instancia de negociación a último momento.

Antes que el temor a que se concrete el cierre de las válvulas para impedir la provisión al resto del país del gas y el petróleo que se extraen de Chubut, asoma otra preocupación por una derivación más inquietante.

Aquella amenaza que Torres esbozó es vista de concreción altamente improbable por la mayoría de los actores en pugna, ya que impedir ese transporte implicaría acciones que podrían encuadrarse como delitos. Además de la interrupción del flujo, para realizarlo se requeriría de la ocupación y afectación de propiedades privadas. No habría intenciones de exponerse a tanto. Al menos en primera instancia.

El temor que entonces asoma con más potencia es a que el conflicto se extienda y con el apoyo de los gremios petroleros afecte a casi toda la producción hidrocarburífera, especialmente en Neuquén. Un cierre de válvula en cuotas, por otras vías, con un impacto más costoso.

“La industria petrolera necesita de paz social y las empresas hace rato que venimos trabajando para que no se altere. Las inversiones hechas y por hacer son muy grandes y cualquier cosa que afecte el normal funcionamiento puede tener serias consecuencias inmediatas y a mediano plazo. Pero tememos que esta situación la altere”, explica una fuente del sector empresario que mira con mucha inquietud la posibilidad de que el conflicto escale y desborde las fronteras de Chubut. Alerta máxima.

Ahora, la moneda está en el aire. Y el terreno hacia donde derivará la disputa es una incógnita. Ayer por la tarde Torres tenía preparada la mochila con la que suele viajar con dos destinos probables, de sentido antagónico. La primera opción era ir a Neuquén para cerrar filas con su par Rolando Figueroa y para sumar a los sindicalistas petroleros locales si no se abría el camino hacia la negociación. Buscaría darle otra envergadura y soporte a la disputa. La segunda, dirigirse a Buenos Aires si le habilitaban alguna vía de diálogo.

Todo indicaba anoche que lo más probable era que no saliera de la región patagónica, donde, desde ya hace un tiempo, germina un intento de regionalización para discutir con la Nación, que impulsan el ubicuo mandatario rionegrino Alberto Weretilneck y el propio Torres.

La nueva catarata de críticas y ninguneos que Milei le dedicó a Torres desde EE.UU. por la red social X y en una entrevista con LN+ hacía presumir a los funcionarios de Chubut que no habría negociaciones inmediatas. No estarían equivocados.

Altas fuentes del gobierno nacional advertían anoche que no cabría esperar algún diálogo en las próximas horas, después del arribo del Presidente, y extendían el plazo hasta después de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el próximo viernes. La presentación ante la Asamblea Legislativa, además, tiene en vilo hasta a algunos de los más estrechos colaboradores presidenciales. Hasta ellos esperan sorpresas y sobresaltos. Panic show, como el himno de La Renga del que se apropió el libertario.

La esperanza de un principio de negociación que habían abierto los posteos en la red de Elon Musk hechos por el ministro del Interior, Guillermo Francos, se desvaneció demasiado pronto. El titular de la cartera política había reafirmado la posición de Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, al exponer que el Gobierno había dado respuesta a Chubut y destacaba que no había cerrado la discusión.

Francos sostuvo en sus mensajes que al día siguiente del último reclamo de Torres para refinanciar la deuda había pedido documentación adicional para evaluarlo y publicó copia del mail enviado al gobierno chubutense. En el entorno de Torres quisieron ver en esa argumentación una señal (oblicua, es cierto) para retomar el diálogo, después de las durísimas descalificaciones de Milei.

Sin embargo, desde la Casa Rosada explicaron que solo se trató de una aclaración frente a la acusación de Chubut de que no habían tenido respuesta a sus planteos y que le cortaron el envío de los fondos sin tener en cuenta su pedido. Torres y los suyos concluyeron entonces que se trataba de una justificación ex post del ministro para quitarse responsabilidades y derivar culpas en ellos.

Esa conclusión se sustenta en que, si bien el viernes la cartera política pidió la ampliación de la documentación como respuesta a la propuesta de refinanciación de Chubut hay antecedentes que hacían prever dificultades, aunque sin imaginar el recorte de los fondos coparticipables.

Las conversaciones al respecto que las autoridades chubutenses habían tenido la semana previa con ese ministerio y con Economía habían dado esa pauta. “En Interior escucharon a los chubutenses, pero en Economía les dijeron que si querían refinanciación tenían que salir a buscar fondos al mercado, pero no los habilitaron para que lo pudieran hacer”, coinciden distintas fuentes al tanto de lo que se habló allí.

El conflicto, de todas maneras, excede la cuestión financiera que lo precipitó. No se trataría solo de los 13 millones de dólares retenidos, “una suma que no cambia el estado de las cuentas nacionales, pero sí complica, y mucho, la situación de una provincia como Chubut, que viene de un tremendo desmanejo”, admiten oficialistas y opositores.

Los tropiezos de la ley ómnibus en el Congreso y el fallo favorable contra la Nación que obtuvo Torres en un tribunal federal de su provincia por la suspensión de los subsidios al transporte de pasajeros no serían ninguna casualidad precedente, sino que asoman como una verdadera cadena causal. A ello se suman sospechas de conjuras políticas.

Pelea de fondo, no por fondos

“Las provincias no pueden pedir todo y no dar nada cuando pide la Nación. La falta de apoyo a la ley ómnibus y las trabas políticas y judiciales a la aplicación de recortes son la demostración de esa conducta. Y Torres se volvió loco”, argumenta un funcionario de acceso diario al despacho presidencial, que debe lidiar con el maximalismo de su jefe.

“El objetivo es disciplinarnos y nosotros no podemos dejar solo a un gobernador al que lo extorsionan con cortarle los fondos y ‘matarlo’ en las redes sociales si no se alinea. Y, además, solo quieren tener razón antes que obtener resultados. Así es imposible. Pero hacen una mala lectura, mirando redes y encuestas. Las redes no representan a todo el país y las encuestas muestran niveles de aprobación por debajo de los que tuvieron otros presidentes en sus primeros 60 días”, afirma un mandatario provincial cambiemita que firmó la carta de apoyo a Torres.

A la falta de apoyo a sus medidas, en la Casa Rosada añaden motivos de sospechas políticas que alimentan con interpretaciones de algunos hechos que consideran sugestivos. “Parece que hay una intención cada vez más extendida de debilitar al Presidente. Si no, resulta difícil entender cómo se han comportado algunos actores en el conflicto con Chubut”, dice un alto funcionario que se siente en la obligación de aclarar que no es adepto a las teorías conspirativas. Esas que, por el contrario, sí cultivarían otros colegas suyos.

Cuando se indaga a qué actores con ánimo de debilitar a Milei se refiere, apunta el dedo hacia Mauricio Macri y Pro. “Que Torres haya ido a reunirse con Mauricio acompañado de Rogelio Frigerio y después saliera con la amenaza de cortar el suministro de gas y petróleo nos llama mucho la atención. Y ahora Macri se guardó”, añade la fuente mileísta. El estancamiento de las conversaciones hacia un acuerdo entre libertarios y macristas opera como telón de fondo.

“Ante tanto absurdo reinante, Mauricio decidió guardar silencio. A los argentinos no nos sobra nada como para sumar estos conflictos tan serios”, dice un estrecho allegado al expresidente. Las fuentes macristas agregan que su jefe “considera muy estúpido que la disputa entre en una dinámica de ‘matar o morir’, pero no la descarta y le preocupa mucho”.

Desde el espacio amarillo desacreditan las acusaciones. “Mauricio intercedió ante Toto Caputo por la situación de Chubut antes de que todo se desmadrara, pero no le dieron bola”, afirma una fuente que dice haber sido testigo de esas gestiones.

Las sospechas libertarias, sin embargo, no se circunscriben a sus casi socios del macrismo. A la certeza de que el kirchnerismo fogonea y aprovecha los conflictos, ahora asoma la figura del reaparecido Sergio Massa, que para el universo libertario suele alternar los roles de socio y aliado con el de adversario. En este conflicto, en la Casa Rosada temen que aproveche su llegada privilegiada a actores relevantes de la explotación petrolífera, y no para apaciguar la disputa.

Mientras, dirigentes dialoguistas del ex-JxC y del peronismo federal temen y quieren evitar quedar atrapados en una disputa funcional al kirchnerismo. “Nosotros somos antikirchneristas y muchos de nuestros gobernadores llegaron con la demanda de cambio y de poner fin al kirchnerismo, por lo que no entendemos que el Gobierno termine haciéndoles el juego a ellos”. Dilemas de un mundo cambiante para todos.

La posibilidad de que el conflicto con Chubut se solape con otras disputas, en un contexto de extrema fragilidad y tensión, tiene en vilo a muchos. Menos al Presidente, que parece disfrutar y espera en breve resultados positivos de su estilo incendiario. “Javier no frena en las curvas. Siempre acelera”, dice alguien que lo conoce desde la adolescencia.

“Los números de la economía ayudan y hay gobernadores desesperados por encontrar una salida, pero esto lo complicó todo”, admite un colaborador presidencial.

El riesgo de una escalada es motivo de desvelo. Sobre todo, para los encargados de portar los matafuegos, que ya dan señales de fatiga. Dentro y fuera del oficialismo. Continuará....


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Patricia Bullrich salió a apoyar a Milei en la pelea con los gobernadores y se diferenció de Mauricio Macri
La ministra de Seguridad emitió un comunicado con el aval de dirigentes de su partido para respaldar al Presidente y su política de ajuste: el expresidente se mantiene en silencio
Delfina Celichini
Mauricio Macri y Patricia Bullrich
Patricia Bullrich emitió hoy un comunicado para manifestar su apoyo a Javier Milei en su pelea con los gobernadores. En medio de fuertes contrapuntos entre el Presidente y el chubutense Ignacio Torres, de Pro -quien lideró el pedido a la Casa Rosada para la restitución de transferencias de la Nación- la ministra de Seguridad expresó su aval a las políticas de la Casa Rosada, se diferenció de los mandatarios provinciales y le marcó la cancha a Mauricio Macri, que se mantiene públicamente en silencio en la disputa por los fondos.
“Las manifestaciones públicas de nuestros principales dirigentes confirman un diagnóstico: se avanzó demasiado lentamente y con exagerada prudencia, y eso se pagó con una crisis que impidió la continuidad del cambio. En caso de volver a ser gobierno, nos comprometimos durante la campaña a hacerlo con mayor coraje y decisión”, se lee en el primer párrafo del comunicado. Según trascendió, el expresidente trató, sin éxito, de mediar entre Torres y Milei.
Desde Washington y a punto de emprender su regreso a Buenos Aires, Bullrich comentó que la nota la escribió anoche junto al diputado Fernando Iglesias. “Es un momento bisagra para la Argentina en el que Pro no puede ser un partido catch all -atrapa todo- o transaccional, tiene que tener nitidez y debe definir dónde va a estar”, señaló la funcionaria, a la vez que sentenció sobre Macri: “Su posicionamiento tiene que ser público”.
Con este mensaje, la funcionaria nacional tomó distancia de su exjefe a menos de un mes de las elecciones dentro de Pro en las que Macri pretende consagrarse como el conductor nacional del partido. Bullrich todavía mantiene diferencias con el expresidente tras los tironeos que protagonizaron después de la victoria del libertario y, en este nuevo round, busca generar contrapesos de cara a esta próxima contienda dentro del espacio amarillo.
Si bien la ministra aseguró  que no tiene intenciones de candidatearse para volver a presidir Pro -formalmente ejerce este rol en uso de licencia-, no descartó que otra persona de su círculo más íntimo lo haga. “No podemos tener diputados de Pro que están en otros bloques”, sentenció al hablar de la necesidad del partido de tener “coherencia con el cambio”. El caso del legislador Oscar Agost Carreño, parte de Hacemos Coalición Federal, fue el que más ruido hizo dado preside el partido amarillo en Córdoba y un grupo de dirigentes pidió, sin éxito, su destitución por escindirse del bloque presidido por Cristian Ritondo.
Acompañan la firma de la ministra de Seguridad un amplio abanico de referentes Pro entre los que se encuentran senadores, diputados e intendentes. “El Pro no puede avalar ningún ataque a la propiedad ni dejar sin energía al país, que son caminos por los que no se sale”, se lee en otro párrafo del comunicado, en una clara alusión al gobernador de Chubut, quien amenazó con cortar el suministro de gas y petróleo de no llegar a un acuerdo con la Nación.
Milei, en tanto, también salió hoy al cruce de Torres al que calificó como “un pobre chico que no pudo leer ni un contrato”. “La provincia [de Chubut] tomó deuda y puso de garantía la coparticipación, entonces yo no tengo la culpa de que el chico no pueda leer un texto y comprenderlo, es una víctima del deterioro de la educación argentina y no puede leer un contrato. Habla muy mal de los gobernadores que lo apoyaron, quedaron expuestos, quedaron del lado de [Axel] Kicillof y [Ricardo] Quintela, que son parte del pasado. No quieren ajustar”, dijo el Presidente en declaraciones a LN+.
Un vínculo roto
El gobernador de Chubut fue uno de los pocos dirigentes de Pro que pudieron sortear la interna presidencial entre Bullrich y el exprecandidato, Horacio Rodríguez Larreta. Por eso, cuando Torres logró imponerse al frente de la provincia patagónica, la actual ministra de Seguridad estuvo ahí para festejar su triunfo. Este evento se dio solo dos semanas antes de las PASO y funcionó como un impulso para los contendientes de Juntos por el Cambio.
Sin embargo, la integración de Bullrich y su compañero de fórmula, Luis Petri, al gabinete de Milei acrecentó las diferencias hacia adentro de Pro con quienes pretendían mantenerse al margen del gobierno libertario y constituirse como “oposición constructiva”. De hecho, Jorge “Loma” Ávila, el diputado nacional y sindicalista petrolero que responde directamente a Torres forma parte del bloque Hacemos Coalición Federal, de Miguel Ángel Pichetto.
Por eso, mientras que Bullrich puja por encaminar a Pro a fusionarse con La Libertad Avanza, quienes responden a Macri ponen paños fríos a esta posibilidad y hablan de “acuerdos orgánicos”. No obstante, ante la escalada de tensión entre la Casa Rosada y los mandatarios provinciales, la viabilidad de una convergencia pareciera estar cada vez más lejos.
“Lo que va a ocurrir, seguramente este miércoles, es que se interrumpa la producción no solo en Chubut, sino en todos los yacimientos del país, pues está claro que si pueden con nosotros van por todos”, destacó Torres, al que respaldaron los gobernadores patagónicos y todos los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC). Esta liga emitió un comunicado en el que no se hizo referencia a la amenaza de bloqueo, pero le reclamó al Gobierno “cumplir con la Constitución” por los fondos coparticipables.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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