El Giocondo, hasta el 30 de abril, de 11 a 19, en Witcomb (Av. Santa Fe 1161).
Benito Laren. “Escribo, pinto y canto, hago cualquier cosa con tal de no trabajar”
El excéntrico artista exhibe sus autorretratos inspirados en La Gioconda, de Da Vinci; autodidacta, buscador de oro y monarca de su tierra, Larenland, ahora dice que quiere ser presidente
Texto Daniel Gigena | Foto Hernán Zenteno
El primer paso de Benito Laren (1962) en el mundo del arte tuvo lugar en una oficina de la siderúrgica Somisa, en San Nicolás de los Arroyos, su ciudad natal. Como en el laboratorio donde trabajaba el joven técnico químico no había ventanas, pintó una, imitando el estilo naíf de Aniko Szabo. Una ambigua ingenuidad kitsch y la recreación de estilos de artistas famosos (de Vincent van Gogh a Lucio Fontana, y de Pablo Picasso a Roy Lichtenstein) son marcas registradas en su obra. “Existen movimientos como el cubismo, el impresionismo; lo mío es el oportunismo”, dice con seriedad hilarante el artista que presenta la muestra El Giocondo, en la galería Witcomb. La vedette es un autorretrato en vidrio donde Laren, travestido, reemplaza a la Gioconda con anteojos e impávida sonrisa; además, hay dos lenticulares (en los que El Giocondo aparece y desaparece), veinte obras digitales y veinte litografías, todas en un mismo tamaño y con mucha brillantina.
“En la vidriera de Witcomb están las dos obras lenticulares y una tele que pasa el video todo el tiempo”, dice Laren sobre el video musical electropop Giocondo, dirigido por Matías Alemán y musicalizado por Nacho Marciano.
Por su abanico de intereses, impronta y tenacidad, es uno de los artistas argentinos más excéntricos. Pintor, cantante y escritor autodidacta, aprovechó su formación en química para crear una técnica de pintura sobre vidrio a la que bautizó Pop Oh Art, por tratarse de una mezcla entre el arte pop y el efecto admirativo que produce en los espectadores de las obras Hoy las 20, el artista tendrá su solo show Ben(d)ito 2000’s para MAPA Feria, en la Rural.
En 1991, debutó en el reconocido “Grupo del Rojas”, que exponía en la Galería de Artes Visuales del Centro Cultural Rojas, dirigida por Jorge Gumier Maier. Hay obra suya en las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, el Moderno de Buenos Aires, el Museo Castagnino + Macro, de Rosario, el Museo de Arte Blanton (Austin, Texas) y el Museo del Vidrio de Corning, de Nueva York. Pero el mayor Museo Laren del planeta está en su casa frente al Parque Centenario, sede de Larenland, el reino creado y gobernado por Laren desde 1997, cuando fue proclamado rey, en la Fundación Fortabat, por su amiga Amalia Amoedo. La alfombra real, en el Salón del Trono, fija el espacio transfronterizo del arte. ”Escribo, pinto y canto, hago cualquier cosa con tal de no trabajar”, dice. Aquellos que no puedan comprar una obra podrán llevarse a casa tazas, stickers, remeras y postales con la imagen de El Giocondo.
En 2016, en San Nicolás se realizó un homenaje a su trayectoria y los chicos de la ciudad pintaron y dibujaron a la manera de Laren. “Mi mamá me contó que cuando nací era todo verde –dice, al explicar su pasión por los ovnis–. Todo lo mío gira en torno a eso, ya de chiquito veía luces, soñaba con marcianos. Cuando iba al colegio no estudiaba y repetí tercero, cuarto y quinto. Ahora lo que quiero es ser rico y famoso”.
–¿Vendés muchas obras?
–Hace rato no vendo, como media hora. En los ratos libres busco oro. En donde pueda.
–¿Muchos coleccionistas tienen obras tuyas?
–Sí. En el Moderno exhibieron cuarenta obras hace unos años. Ahora hice un libro con mis obras de moda para que los chicos coloreen. En San Nicolás me hicieron varios homenajes. La Federación de Comercio e Industria construyó un ovni y lo pusieron en la plaza principal por unos días. Ahora lo donaron a una escuela. Voy a mostrarlo en el Palacio Pizzurno en septiembre. El año pasado la galerista Margarita Gómez Carrasco me llevó a Barcelona y salí en la tapa de un revista de arte por primera vez. Pinto para coleccionar las notas en donde salgo. Y también porque me gusta la música: tengo una banda con Nacho Marciano. Yo hago la letra y canto por computadora palabra por palabra porque no sé cantar. Fui a estudiar con la profesora de Luis Alberto Spinetta, pero duré tres días. Me dijo que no fuera más.
–Trabajás en formatos atípicos.
–Pinté puertas de auto, la que está en el MNBA es un homenaje a Oscar Bony y la titulé A la puerta Bony ta; pinté ruedas, computadoras, raquetas, mesas de casino; esa última obra estuvo en Del Infinito, transformamos la galería en un casino y me regalaron una tragamonedas.
–¿Invitaste a artistas a la muestra en Witcomb?
–A mi amiga Amalia Amodeo. Cantamos una canción, que está en Spotify: “Una noche en el museo”.
–¿No hay obra tuya en el Malba?
–No. Soy amigo de Agustina Picasso, una de las fundadoras de Mondongo y esposa de Matt Groening, el de Los Simpson. Ella, cuando estaba haciéndose el museo, me compró una obra, una ruedita. Después se mostró en arteba. Gente importante me compró, como Lucía Galán, de Pimpinela. Con ella cantaba “El mantra del estacionamiento”, para encontrar lugar para estacionar.
–¿Cuál fue tu primera muestra?
–Yo salí del Rojas, era amigo de Gumier Maier. Mostramos juntos con él, Alfredo Londaibere y Omar Schiliro. Soy el único que quedó vivo. En ese momento era más de ovnis y geométrico. Los críticos hablaron del arte light, el arte rosa y, después, del arte guarango. Llegué por un aviso cuando el Rojas buscaba artistas. Después dejé la fábrica, me fui a vivir a Nueva York y volví en la ruina. Ahí contacté a una vidente para buscar oro, pero descubrí que no soy encontrador, soy buscador.
–¿Dirías que sos un artista pop?
–Yo quiero ser famoso a toda costa. Recibí un premio de literatura. Escribo, pinto y canto, hago cualquier cosa con tal de no trabajar. Lo que yo necesito es un manager. Amigos no tengo tantos. Marta Minujín no me quiere, dice que le hago sombra. Igual soy el único profeta en su tierra, en San Nicolás.
–¿Te interesa la política nacional?
–Quiero ser presidente, me voy a postular. Está todo al revés, pero yo también pinto al revés.
Para agendar
El Giocondo, hasta el 30 de abril, de 11 a 19, en Witcomb (Av. Santa Fe 1161).
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.