miércoles, 10 de abril de 2024

OPINIÓN Y TARIFAS


Milei y la clase media: la delgada línea entre el cheque en blanco y el rechazado
El Presidente enfrenta un problema: no hay batalla cultural que haga sostenible la triple caída del salario, del consumo y de la actividad económica
Luciana Vázquez
Javier Milei...Alfredo Sábat
El gobierno de Javier Milei enfrenta un problema: el viento cambia rápido de dirección cuando las bondades económicas no derraman hacia la gente. El cheque en blanco con el que cuenta el gobierno en medio de un ajuste histórico puede volverse un cheque rechazado para Milei antes de que el gobierno logre notarlo. En el mediano o largo plazo, no hay batalla cultural que haga sostenible la triple caída: del salario, del consumo y de la actividad económica. Lo supo el primer, y único, gobierno de Mauricio Macri. Lo supo el kirchnerismo en 2015 y lo enfrentó nuevamente en 2023.
El kirchnerismo trae lecciones para Milei que el Presidente no está escuchando. Durante dos décadas, el kirchnerismo, tanto el de Néstor Kirchner, primero, como luego, el de Cristina Kirchner, se volvió un maestro del “adoctrinamiento”: creó enemigos, los fustigó, elevó a sus aliados y los benefició, trabajó arduo para imponer una mirada hegemónica, fue sistemático en su batalla cultural con medios de comunicación propios, cadenas nacionales interminables, sectores de la cultura cooptados, activismo en las escuelas secundarias, gremios a favor, la calle como propia. Le alcanzó para renovar el voto de confianza de sus votantes durante tres presidencias bajo el apellido Kirchner, y fue clave en la llegada de la cuarta oportunidad, el gobierno de los Fernández. Hasta que todo terminó: dieciséis años de hegemonía política… puede parecer mucho pero es poco cuando la sociedad que se quiso moldear da un volantazo hacia la dirección contraria. El adoctrinamiento en las escuelas que Milei quiere combatir no parece haber sido muy exitoso.
Las mismas generaciones que nacieron y crecieron con el kirchnerismo le dieron la espalda en 2023 para irse decididos a votar a Milei: esa base de sustentación leal con la que cuenta Milei, el voto joven de los que tienen entre 16 y 35 años y sobre todo, entre los de 16 y 24 años, atravesó la escolaridad de la escuela pública, la educación informal de los medios de comunicación y las redes sociales, la influencia de la calle en poder del kirchnerismo. Pero a la hora de empezar a dar sus primeros pasos en la vida ciudadana votando presidente, le dieron la espalda al kirchnerismo. Ninguna batalla cultural alcanza cuando la economía se estanca y la promesa de futuro, aunque sea un futuro módico, de corto plazo como el de planear consumos de celulares y de vacaciones, empieza a quedar trunca. Ni que hablar cuando el salario queda chico para pagar los gastos fijos y no queda otra que reducir gastos, primero los más superfluos; luego, incluso, los más críticos como los de salud y prepagas.
Mauricio Macri lo sabe bien. Además de la experiencia kirchnerista, hay otro antecedente para Milei en el mismo sentido del peso brutal de la economía, pero en una línea ideológica algo más cercana. Macri no pudo reelegir en 2019 y se volvió por eso un caso histórico de la Argentina de los últimos cuarenta años: el primer presidente en ejercicio que se presentó a su primera reelección y fue derrotado. Esa lección viene, precisamente, del lado de una centroderecha que, en algunos puntos, se toca con el proyecto de Milei. Al kirchnerismo, y al peronismo, eso no le pasó nunca.
Ese caso histórico es todavía más significativo para Milei: aún cuando Macri logró empezar a alinear algunas de las variables macro claves, centrales también para Milei, como el déficit fiscal, la ciudadanía no le dio más tiempo y le votó en contra. La gestión de Cambiemos terminó con muchos problemas pero con un logro: después de cuatro años, redujo el déficit fiscal en 3,8 por ciento. En el 2019 de la derrota, el déficit fiscal primario era apenas del 0,4 por ciento y el financiero, de 3,8 por ciento. En comparación con el último año de la segunda presidencia de Cristina Fernández, fue un logro: en 2015, el déficit primario fue de 3,8 por ciento y el financiero, de 5,1 por ciento. Sin embargo, la gente no entró al Excel del gobierno. En cambio, miró la realidad desde el fondo del bolsillo y volvió a elegir kirchnerismo.
Economistas cercanos al ministro de Economía, Luis Caputo, empiezan a hacer hincapié en una preocupación: que la bocanada de oxígeno que necesita la gente, es decir, que llegue la reactivación económica y logre impactar en el bolsillo, va a llevar más tiempo. Más de un año, seguro, dicen macroeconomistas amigos del oficialismo. El problema es que la ciudadanía le da al gobierno el plazo de un año como máximo para ver resultados. “Mi temor es que la gente espera recuperación este año pero nadie sabe cuándo se dará”, alerta uno de ellos.
En medio de este contexto tan crítico, ¿es necesaria la batalla cultural en todos los frentes? El gobierno es prolífico a la hora de crear temas de debate público. Detrás de esa estrategia hay dos creencias. Una, que la Argentina tiene que ser refundada de una vez y para siempre a partir de las ideas de la libertad al modo Milei. Y la otra, que esa guerra es total o no será nada: si es parcial, fracasará. Por eso el salto: la guerra de indicadores y números en lo económico y la cualitativa en lo social.
La cuestión es si el presidente Milei juega con fuego, y en medio de una crisis económica dificilísima, genera conflictividad social inmanejable. ¿El presidente juega con fuego? La duda gira en torno al efecto de la batalla cultural del gobierno en la sustentabilidad del proyecto político del mileísmo. En otras palabras: ¿ese carácter productivo a la hora de crear polémicas encendidas, que ya se está convirtiendo en una marca de identidad de la gestión mileísta, contribuye a darle gobernabilidad? En los últimos cuatro días, hubo dos temas: el adoctrinamiento en las escuelas el jueves y el domingo, el libertarianismo educativo de Bertie Benegas Lynch llevado a un extremo, tanto que el mismo gobierno de Milei no lo pudo digerir: la ministro de Capital Humano, Sandra Pettovello, le puso un techo al vuelo del diputado libertario y se alineó detrás del liberalismo más clásico y constructivo en ese punto, la obligatoriedad de la escuela y la educación como garantía de libertad. “Hombres trabajando, niños estudiando”, fue el mensaje en Instagram en el que sintetizó su diferencia.
El gobierno de Milei está tomando nota. “Le están declarando la guerra a la clase media”, dijo ayer Luis Caputo en X para referirse a las empresas de medicina prepaga. Se trata del nuevo enemigo que construye el gobierno, y eso es literal. Fue el polémico DNU fundacional de Milei el que desreguló el mercado de la salud, creó el derecho de las prepagas a subir sus precios y ahora que el mercado se dejó llegar, convirtió al sector en el enemigo actual. El primer avance del “a desregular” que gritaron Milei, Caputo y Federico Sturzenegger en mensaje conjunto frente a cámara.
Hay otro análisis posible detrás de la batalla cultural del Gobierno: ya no un error de apreciación de la experiencia histórica del kirchnerismo y de Macri sino un aprendizaje en otro sentido. Ayer, en una entrevista con Alejandro Fantino, Milei dio una clave explícita: “Los K entienden mejor la lógica del poder”, planteó. “Ellos entienden cómo es. Nosotros estábamos del otro lado y decíamos que eran unos cabeza de termo, pero en realidad entienden que vos tenés el poder y te lo van a querer sacar”, desarrolló.
De la experiencia kirchnerista, Milei rescata precisamente la estrategia de resistencia del poder frente a la disputa por el poder. Con ese objetivo en mente, la batalla cultural es imprescindible: es parte de las municiones para defender el poder, y con eso la posibilidad de llevar adelante su cambio. El problema es que esa idea ya no es un contrafáctico: el derrotero kirchnerista dejó claro que el poder, las mayorías, indefectiblemente se pierden. Si no se gobierna bien la economía, el juego del poder se pierde, al menos, el juego en el que convergen el beneficio para la gente y para el líder político que lleva adelante esa mejora. Sin eso, la defensa del poder con el cuchillo entre los dientes se vuelve esfera autonomizada de cualquier bienestar de la gente: es decir, el juego del poder convertido en un TEG exclusivo para la casta para mantenerse en el poder, que es otra cosa.
De la experiencia de Macri en la presidencia, Milei parece recoger implícitamente otra lección. Que el problema del macrismo en el poder fue, precisamente, jugar mal el juego del poder. Ser prescindente, por ejemplo, de la batalla cultural. Macri le aporta más lecciones: los éxitos en la macro, la baja del déficit al menos, no arrastran multitudes. El silogismo de Milei parece armarse de estas premisas y esta conclusión: si al kirchnerismo le fue mal en lo económico pero logró, a pesar de todos cuatro presidencias en base a la épica del relato; y si Macri que corrigió en algo la macro, perdió porque no jugó el juego de la batalla cultural, ergo, la batalla cultural es por donde pasa el mantenerse en el poder.
Por ahora, para Milei, el juego del poder es doble: empezar a garantizar la economía de la clase media, o al menos hacer como si se garantizara, y, al mismo tiempo, las fichas de la batalla cultural. El desafío es que las fichas de la batalla cultural no se coman a las de la economía.

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El Gobierno aplicó el aumento de luz retroactivo sin comunicarlo y podría haber amparos en la Justicia
En los últimos días, comenzaron a llegar las facturas de Edenor y Edesur con tres cuadros tarifarios distintos
Sofía Diamante
Una decisión comunicada por el ENRE a Edenor y Edesur genera un potencial conflicto alrededor del aumento de la luz
Las boletas de luz de Edenor y Edesur comenzaron a llegar con más sorpresas de las previstas. Para los usuarios residenciales de ingresos altos (30% del total de los hogares), comercios e industrias, en las facturas figuran hasta tres tarifas distintas, según el período del consumo eléctrico registrado. Esta situación llamó la atención de más de un usuario, que se notificó en ese momento de que el aumento de tarifas de electricidad para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en realidad comenzó el 1 de febrero, y no el viernes 16, como había anunciado el ente regulador de la electricidad (ENRE).
La situación resultó llamativa, ya que las últimas resoluciones del ENRE que fijaban los aumentos de tarifas para Edenor y Edesur se publicaron en el Boletín Oficial a mediados de febrero y decían que la suba regía desde ese instante.
Sin embargo, el lunes 11 de marzo, el ENRE le envió una nota a Edenor y Edesur estableciendo que debían cobrar de manera retroactiva la facturación de la primera quincena de febrero con valores de la generación eléctrica más altos. Este aumento no se comunicó a los usuarios ni salió publicado en el Boletín Oficial.

Nota enviada por el ENRE a Edenor y Edesur

La explicación detrás de esta medida poco vista en el sector, de aplicar una suba de manera retroactiva y sin comunicarla, es la necesidad del Ministerio de Economía de recortar el gasto y continuar con su plan de baja genuina del déficit fiscal, con una reducción de los subsidios energéticos.
En los primeros dos meses del año, el ajuste en este rubro ocurrió gracias a que el Tesoro dejó de financiar la diferencia entre lo que cuesta generar electricidad y lo que pagaban los usuarios. Como contrapartida, se generó una deuda con las empresas, que puso en tensión el mercado eléctrico.
La medida, sin embargo, podría traer mayores problemas hacia delante en la Justicia, ya que el Gobierno aplicó un aumento en el valor final de las boletas de luz sin darlo a conocer a través de una resolución oficial y pública, sino mediante una nota a las distribuidoras. El público en general no tiene acceso a esos documentos.
El detalle
El precio de las boletas de electricidad contempla el costo de tres servicios más los impuestos. Refleja el costo mayorista de la generación eléctrica, que representa alrededor del 40% del precio final; el de transportar la electricidad de los lugares de generación a los centros de consumo, y el de distribución, que permite que cada hogar o comercio reciba la electricidad.
El mayor costo que tienen las boletas es el de la generación, que es igual para todo el país, y lo define la Secretaría de Energía según la programación estacional de cómo se abastecerá la demanda eléctrica en cada trimestre.

Detalles de la liquidación de luz con tres tarifas distintas de costo variable
La cartera que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo había publicado a principios de febrero los nuevos costos del precio mayorista de la energía eléctrica para el período comprendido entre el 1° de febrero y el 30 de abril.
En ese entonces se decidió aplicar un fuerte aumento para los usuarios de altos ingresos, comercios e industrias, y dejar sin cambios el valor para los hogares de ingresos bajos y medios.
En concreto, el valor de referencia de la energía subió 117%, de $20.460 el MWh a $44.401. Los usuarios de ingresos bajos (N2) y medios (N3) hasta un consumo de 400 kWh/mes mantuvieron el valor anterior de $2981 y $3756, respectivamente. Es decir que ese segmento paga menos del 10% de lo que cuesta la generación eléctrica.
El ENRE notificó de los aumentos retroactivos solo a Edenor y Edesur mediante una nota, pero no lo publicó en el Boletín Oficial
El Gobierno justamente había evaluado que una actualización brusca para los usuarios de ingresos medios y bajos podía ocasionar un traspié en la Justicia, como ocurrió en la gestión de Mauricio Macri, que fue obligado a dar marcha atrás con los aumentos.
En ese apuro, sin embargo, trasladó los nuevos costos de la energía a los usuarios de altos ingresos, comercios e industrias a partir de los consumos del viernes 16 de febrero en adelante. Por lo tanto, en los primeros quince días del mes, los usuarios de Edenor y Edesur seguían pagando el valor viejo de la electricidad.
Atentos a esta situación en el Ministerio de Economía, el ENRE envió el 11 de marzo la nota a las distribuidoras para que facturen de manera retroactiva el consumo de la primera quincena de febrero con los valores más altos del precio mayorista de la electricidad.
En febrero el Gobierno decidió un aumento del valor de referencia de la energía, que subió subió 117%, de $20.460 el MWh a $44.401; no se aplicó sobre los usuarios de ingresos medios y bajos
En el Gobierno dicen que, si bien la tarifa que establece el ENRE por el valor de distribución (VAD) de Edenor y Edesur está regulada por ser un servicio público y no se puede aplicar de manera retroactiva, el precio mayorista de la generación eléctrica es distinto. Señalan que sí se puede aplicar de manera retroactiva porque no es una tarifa, sino un cálculo que surge de la concurrencia de la demanda estimada y los costos de la oferta con la que se atenderá, buscando el óptimo (seguridad de abastecimiento y mínimo costo, entre distintos oferentes). El problema, en todo caso, estuvo en que no fue comunicado al público.
Quién paga la energía
Mientras que el ENRE define el valor de distribución (VAD) para Edenor y Edesur, cada ente provincial establece su propia tarifa para las distribuidoras de sus jurisdicciones y oficializa en la factura final los precios mayoristas que establece la Secretaría de Energía.
Y si bien el ENRE estableció de manera retroactiva la facturación para el AMBA, las demás distribuidoras provinciales no recibieron notificaciones de parte de sus entes. Por lo tanto, las empresas debieron pagar más cara la energía desde el 1 de febrero, sin poder trasladar esos mayores costos a sus clientes desde ese día.
El ente regulador de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, autorizó el aumento del precio estacional en el Boletín Oficial provincial el 23 de febrero. Esa medida alcanza a las distribuidoras Eden, Edes y Edelap, entre otras. Por lo tanto, durante 22 días, mientras que las distribuidoras pagaron $44.401 el MWh por el costo de la generación eléctrica, los usuarios recibieron en sus facturas un valor de $20.460 el MWh.
En los próximos días comenzará el debate sobre quién cubrirá la diferencia entre ambos precios: ¿la provincia de Buenos Aires, las distribuidoras, el Tesoro Nacional o las empresas de generación eléctrica, como viene ocurriendo?

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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