CONOCÍ TODOS SUS RESTAURANTES,
"Clark´s Recoleta", TENÍA UNA EXCELENTE BARRA E ÍBAMOS A LA SALIDA DEL TRABAJO...EL ÚLTIMO ESTABA CERCA DE CASA EN BELGRANO R DONDE TENÍA SU ESCUELA....
La hija del Gato Dumas le rindió homenaje al cocinero a 20 años de su muerte
Hoy se cumplen dos décadas de la partida física del Gato Dumas, sin duda el cocinero que cambió la gastronomía argentina. Aquí el emotivo recuerdo de Siobhan, la hija que continuó su legado.
Se cumplen 20 años de la muerte del Gato Dumas, el emblemático chef que aún hoy sigue siendo referente en el mundo gastronómico. El inesperado desenlace de Carlos Alberto Dumas Lagos se produjo el 14 de mayo de 2004, por una afección pulmonar a poco de haber sido operado de un cáncer de próstata.
En diálogo con Teleshow, fue su hija Siobhan Dumas quien recordó a su padre y la exquisita vida que supo construir. Nacido en 1938, nieto del famoso chef y escultor Alberto El Turco Lagos, el Gato tuvo a su abuelo un poco "como disparador de todo". "Vivía en París, compraba las ediciones de libros del año 1400 de cocineros franceses muy conocidos y cocinaba a sus amigos en un atelier en París”, repasó la hija de Dumas sobre su bisabuelo.
De sus amistades con celebridades que fueron desde Oliverio Girondo hasta Pablo Picasso, el Gato Dumas se crio en una familia que tuvo a su abuelo como un claro referente. Hijo único y con padres muy salidores, según él mismo supo recordar en uno de sus cuatro libros, su diversión era a sus 3 años sentarse a mirar cómo las cocineras de la casa preparaban los platos. “Ya a los 5 o 6 años hice mis primeras salsas y cremas con hongos, además de los hongos secos rehogados con vinos tintos y salsas pesadas, muy de moda en esa época”, recordaría también.
Estudiante de Arquitectura en sus primeros años de juventud, lo cierto es que allá por 1959 decidió dejar la carrera y viajar a Londres. Fue allí donde se metió de lleno en el mundo de los restaurantes, empezando como bachero. Claro que a los pocos meses, moriría su famoso abuelo lo que lo llevaría a viajar a París junto a su madre que, voló hasta Europa, marcando su futuro para siempre.
El recuerdo de la hija del Gato Dumas: una vida que unió gastronomía y arte
ía en Londres donde conocería poco tiempo después a Aase Lala Snee Nissen, con quien viajaría a Buenos Aires se casaría en 1962 y tendrían 4 hijos. Claro que por entonces la vida no era fácil. Según recordó Siobhan, quien recientemente editó su libro Sabores heredados, la vida por entonces no era fácil: “Vivíamos en lo que era la casa de mi bisabuelo... Gracias a mamá papá empezó a cocinar, porque un día le dijo a Carlos Dumas, mi abuelo, que no les pase más plata, que prefería vivir abajo de un árbol, porque en esa época vivíamos muy bien porque nos pagaban absolutamente todo, y Carlos así lo hizo”.
Así, sobrevino un tiempo donde la familia incluso llegó a vivir de fiado. Hasta que hipoteca de la casa mediante y junto a 3 amigos como socios, Dumas abrió La Chimere, frente al Cementerio de la Recoleta, un espacio que era toda una expresión artística.
Con el paso del tiempo, diferentes restaurantes fueron pasando, llegaría su incursión en la televisión lo que lo terminaría de consagrar como una figura absolutamente famosa, así como su hoy icónica escuela de cocina, indiscutible referencia en el arte culinario.
Internado en Pilar hace 20 años y a punto de darle el alta tras una afección pulmonar, Carlos Alberto Dumas se descompensó y nada se pudo hacer. Pero Siobhan guarda en su memoria la última conversación telefónica que mantuvo con su padre la noche anterior: “Me contó que habían ido como 20 médicos a verlo. ‘Esto no es una estupidez, me está preocupando’, y ahí me preguntó dentro de cuánto tiempo me recibía porque se ve que para él era importante, porque como no se había recibido, quería a la nena con el título. Le dije que en un año y se quedó callado, como pensando, y me dijo: ‘Bueno, chau, te quiero’, esas fueron las últimas palabras de papá, y no tiene precio”.
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Palabra de colegas
“Un genio total. Fue quien jerarquizó la profesión de cocinero, vistiéndose de blanco, saliendo al salón”
Dolli Irigoyen
“En su escuela, tuve la suerte de estar en muchas clases que daba él, y de escuchar esa visión tan clara que tenía de lo que significa ser cocinero”
Mauro Colagreco
“A través de su personalidad y su temperamento , el Gato trascendió en los medios y le dio un empuje gigantesco a la gastronomía”
Martiniano Molina
SUS RESTAURANTES
Restaurantes como "La Chimère" (el primero que inauguró), "Hereford",
"Clark´s Recoleta" y "La Terraza del Gato", entre otros, fueron fruto de su
trabajo.
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