Cambios en el Gobierno: Milei busca un jefe de Gabinete tradicional, descentralizar a las empresas públicas y rediseñar la inteligencia
Francos sobrevolará todas las áreas; tendrá un rol político y con alto perfil; las empresas del Estado pasarán a otras órbitas; se descentralizarán funciones de la Jefatura de Gabinete
Maia Jastreblansky
Guillermo Francos luego de su primera conferencia como Jefe de Gabinete, saliendo del bar Per Tutti en Plaza de mayo
El cambio que hizo Javier Milei en la Jefatura de Gabinete trae implícito el reconocimiento de que, hasta acá, las cosas en la gestión libertaria no funcionaron bien. Luego de entregar el diseño del organigrama nacional a su viejo amigo, Nicolás Posse, de delegar en él múltiples áreas y funciones -desde las empresas públicas hasta los servicios de inteligencia- y de aceptar que desarrolle su tarea sin hablar, el Presidente terminó enojado y dio un volantazo. Eligió como sucesor a Guillermo Francos, alguien de perfil distinto y que asumirá las funciones típicas de un ministro coordinador, político y de alto perfil.
La idea que tiene Milei es que Francos sobrevuele y articule el trabajo de los ocho ministros (si es que finalmente se crea una cartera para Federico Sturzenegger) y que sostenga el diálogo hacia afuera con el resto de los actores políticos. El nuevo jefe de Gabinete absorberá las funciones de su cartera original, ya que retendrá bajo su área a Lisandro Catalán como secretario de Interior. Sin embargo, se espera que la jefatura de Gabinete se deshaga de varias secretarías y funciones que hasta acá habían estado bajo la órbita de Posse.
“La jefatura de Gabinete había absorbido demasiadas funciones. Hay varios temas que vamos a ir descentralizando, mi misión es coordinar el trabajo de los ministros”, dijo hoy Francos en su primera conferencia de prensa como ministro coordinador. Un ladero de Milei sintetizó: “Había un cuello de botella en la gestión. La crítica a Posse es por haber centralizado tantas cosas”.
Según altas fuentes del Gobierno, el principal cambio será que la coordinación de las 23 empresas del Estado ya no dependerá de la jefatura de Gabinete. Hasta hoy esa tarea estaba a cargo del secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Mauricio González Botto, uno de los principales colaboradores de Posse. Una idea que cobra fuerza en el Gobierno es que las empresas estatales se distribuyan en los distintos ministerios, por temas, como fue siempre en la administración pública.
Una alta fuente de la Casa Rosada apuntó: “Hay ocho secretarías con competencias que hay que sacarle de encima a la jefatura de Gabinete”. Por estas horas, funcionarios del Gobierno se abocaban a rediseñar el organigrama para alivianarle el peso a Francos y permitirle que pueda sobrevolar todas las áreas. El flamante jefe de Gabinete retendrá a parte del equipo de Posse y apartará a otros secretarios y subsecretarios que resultaron problemáticos.
Silvestre Sívori, en una imagen de 2016
El otro cambio importante en gateras es que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) podría tener un “rediseño”. “Bomba. La Argentina tiene que rediseñar totalmente su servicios de inteligencia”, dijeron muy cerca de Milei luego del desplazamiento de Silvestre Sívori, alguien de extrema confianza de Posse que se reportaba ante él a diario en la Casa Rosada.
“A partir de ahora, el titular de la inteligencia va a reportar al Presidente”, dijeron muy cerca del jefe de Estado. Si bien en los papeles los servicios siempre dependen del Presidente, en la práctica fue Posse el que tuvo total control sobre el área. El nombre del nuevo jefe de los espías todavía no se informó, pero no se descarta una reformulación del área más novedosa.
En la Casa Rosada aseguran que la salida de Posse estuvo vinculada los problemas en la gestión. Pero no terminan de desmentir la versión que circuló en los últimos días y que sugirió que Milei sospechaba que el exjefe de Gabinete espió a miembros del Gobierno. Posse siempre dijo que eran operaciones en su contra.
Otro funcionario que quedó en duda ahora es Jorge Antelo, un exbrigadier convocado por Posse como secretario Estratégico que tuvo fuerte influencia en la seguridad nacional. Su rol generó roces con los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa), dos aliados de La Libertad Avanza. No se descarta que, con la reformulación del Gabinete, Bullrich converse la posibilidad de que su área sume más herramientas para combatir el delito organizado, algo que viene reclamando desde el día uno.
Organigrama
Respecto al resto del organigrama de la jefatura de Gabinete, en la Casa Rosada advirtieron que quedará “toda bajo evaluación”. “Toda la estructura de la Jefatura de Gabinete y de los directorios de las empresas públicas se van a evaluar. Algunos quedarán y otros no”, dijeron cerca del Presidente. Es que hay decenas de funcionarios y directores en sociedades del Estado que llegaron allí por Posse y que ahora quedaron bajo observación.
El único que tiene visto bueno para continuar es José “Cochi” Rolandi, el secretario Ejecutivo de la Jefatura de Gabinete, virtual número dos de esa cartera. Tanto Francos como Milei quieren retenerlo por su trabajo durante la negociación de la Ley Bases. Rolandi, que durante meses corrió con papeles bajo el brazo para defender la letra chica de los proyectos oficiales, es además director en YPF y alguien de extrema confianza de Posse. Solo quedará afuera si él toma la decisión personal de irse con su primer jefe.
Hay áreas de la Jefatura de Gabinete, en tanto, que quedarán derivadas a la nueva cartera que encabece Sturzenegger. No está confirmado si el economista tendrá un ministerio o una secretaría con rango ministerial. Tampoco se confirmó cuál será su nombre. Pero está claro que tendrá un diseño a su medida para trabajar en la desregulación económica y la desburocratización del Estado. “Algo más parecido al ministerio de modernización que tuvo (Andrés) Ibarra”, dijo alguien cercano a Milei.
Por otro lado, se espera que todos los organismos y funciones que cuelgan del ministerio que dejó Francos pasen a depender de la secretaría de Interior a cargo de Catalán.
Luego de la conferencia de Guillermo Francos varios miembros del gabinete fueron a un café cercano a la Casa Rosada. Diana Mondino; manuel Adorni; Sandra Pettollo; Patricia Bullrich; Santiago Caputo; Luis Petri;
La trastienda
En el Gobierno deslizan que no habrá más cambios de gabinete que los derivados del cambio en la Jefatura de Gabinete y el rediseño de su organigrama. Es decir que la “revisión de todas las áreas una vez superado el hito de la Ley Bases” que anunció Milei la semana pasada en LN+ en realidad tenía más que ver con su cortocircuito con Posse que con un problema con el resto de los ministros, si bien algunos están más observados que otros por su performance.
La situación de Milei con Posse sufrió una primera herida con el traspié del aumento de sueldos en el Poder Ejecutivo. Aquella vez, el Presidente adjudicó el asunto a un viejo decreto de Cristina Kirchner hasta que descubrió que había sido responsabilidad de su propio gobierno. A partir de allí se profundizó un desgaste por los embudos en la gestión, con expedientes y nombramientos cajoneados, una materia de la que Milei nunca se quiso ocupar.
Nicolás Posse llega a Casa de Gobierno
Sin embargo, distintos colaboradores oficiales aventuran que en el último tiempo ocurrió “algo más” entre los dos viejos amigos que motivó el enojo presidencial. “Javier se pone así si algo no le gustó o le mentís”, dijo un libertario que lo conoce bien. El jefe de Estado dejó de ir a las reuniones de gabinete y escenificó su distancia más de una vez. En los festejos patrios del 25 de Mayo, ignoró a Posse durante toda la jornada.
La trama terminó mal: hoy en Casa Rosada señalaban que no estaban al tanto del comunicado de renuncia que Posse emitió el lunes por la noche, en el que aseguró que tendrá un “nuevo rol”. Hoy en Balcarce 50 desestimaban que tenga un cargo en la administración central, aunque no descartaban que asuma en alguna agencia vinculada con la atracción de inversiones extranjeras.
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Guillermo Francos convocó a los funcionarios en un bar de Plaza de Mayo durante 15 minutos; el flamante jefe de Gabinete cruzó a pie desde la Casa Rosada
Maia Jastreblansky
El gabinete de Milei buscó dar señales de distensión y se reunió 15 minutos en una confitería cerca de la Casa Rosada
En un intento de mostrar distensión y dar por superada la crisis interna por los cambios en el Gabinete, Guillermo Francos reunió a los ministros del Gobierno en la confitería Pertutti, ubicada en uno de los vértices de la Plaza de Mayo. El flamante jefe de Gabinete cruzó a pie desde la Casa Rosada acompañado por el tucumano Lisandro Catalán, que quedará bajo su organigrama y a cargo de la Secretaría del Interior.
Luego de esperar unos minutos en el subsuelo de la cafetería, los ministros se sentaron en una mesa larga de la planta baja, rodeados de fotógrafos y colaboradores. Fue un encuentro breve pero suficiente para hacer una muestra de buena sintonía. Antes, Francos había reunido a los ministros en el salón Eva Perón, en el primer piso de la Casa Rosada. Definió a las dos reuniones “como un café informal”, aunque en rigor es el puntapié de una nueva forma de trabajo.
Se espera que el nuevo jefe de Gabinete cumpla la función de diálogo político, vocería de la gestión y coordinación de los ministros. Es perfil que contrasta con el de su predecesor, Nicolás Posse, que había acumulado múltiples funciones pero no hacía la tarea de articulación ni se mostraba como un defensor de la gestión en la arena pública.
El gabinete, en Pertutti
En una mesa larga se sentaron el asesor presidencial Santiago Caputo, y los ministros Sandra Pettovello (Capital Humano), Patricia Bullrich (Seguridad), el propio Francos, Luis Petri (Defensa) y Catalán. Frente a ellos, estuvieron ubicados Diana Mondino (Canciller), Manuel Adorni (Vocero del Presidente), Mario Russo (Salud) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia).
Los funcionarios tomaron café -la única que pidió un té fue Patricia Bullrich- y charlaron distendidos durante unos quince minutos. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, pagó el café de todos, en efectivo. Al término del encuentro, cada funcionario se retiró a seguir con su agenda.
Pettovello, a quien se la vio conversar animadamente con Santiago Caputo, se retiró rodeada de custodios y evitó cruzarse con la prensa. Sucedió lo mismo con Bullrich. Desde los Estados Unidos, Javier Milei (que se encuentra con el único ministro ausente, Luis Caputo) replicó fotos del desayuno en Pertutti en sus redes sociales.
Luego de montar la escena para exhibir el espíritu de equipo, Francos se dirigió al Senado para reunirse con los jefes de bloque y con Victoria Villarruel. Antes, ya había encabezado una breve reunión de gabinete y dio una conferencia de prensa en la que evitó dar detalles sobre la constitución del nuevo organigrama.
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