DESDE ADENTRO Y BOOM MIGRATORIO

Milei, Elon y la “revolución” de los empresarios
Florencia Donovan
Donald Trump y Javier Milei
El presidente Javier Milei suele citar el libro “La Rebelión de Atlas” de la escritora rusonorteamericana, Ayn Rand, entre sus lecturas favoritas. Tal vez haya que ir a hurgar en esta novela de los años 50 para obtener algunas pistas sobre hacia dónde va el Gobierno. El espíritu de este manual del individualismo parece estar presente en muchas de las acciones de los últimos días. Cómo en la novela, los empresarios poco a poco parecen estar tomando un rol más relevante en una estructura de poder en la que, en este caso con la anuencia del Presidente, son los hombres del sector privado los que encabezan la revolución para reformular el Estado.
La elección Alec Oxenford, responsable de la creación de OLX y LetGo , dos empresas que alcanzaron la cocarda de superar los US$1000 millones de valuación (“unicornios”, como se los denomina en la jerga financiera) como nuevo embajador en los Estados Unidos es un ejemplo, pero no el único. Cerca del Presidente gravitan otros emprendores exitosos, que supieron crecer lejos del brazo del Estado y pese a las trabas que en los últimos años hicieron de la Argentina uno de los países con peor clima de negocios de la región: Eduardo Bastitta (Plaza Logística y +Colonia), Sebastián Braun, Gonzalo Tanoira (San Miguel), Demian Reidel, y Marcos Galperin, son algunos de ellos. No habría que descartar que hasta se animen a participar de alguna lista en las elecciones de 2025. El propio canciller, Gerardo Werthein, aunque con un currículum más intrincado y un recorrido más errático, también es un hombre que acumula una extensa fortuna por su actividad en el sector privado. Si el Gobierno de Mauricio Macri -que también en alguna ocasión llamó a sus seguidores a leer la novela de Rand- fue el “gobierno de los CEO”, el de Milei es el de los dueños.
Muchos de estos emprendedores son liberales de la primer ahora y, además, impulsores de la dolarización de la economía. ¿Buscará dolarizar Milei en algún momento? En el mercado no se termina de descartar. En el corto plazo, se espera una unificación de los tipos de cambio, aunque se sostendrían los controles por un tiempo más. La reciente decisión del equipo económico de no incorporarle al dólar tarjeta un impuesto adicional, una vez que se quite en diciembre próximo el impuesto PAIS, también va en esa línea. “El mensaje de que no se reemplace el PAIS es conceptual y de confianza en que así funciona bien”, explicó una fuente del equipo económico. “De todas maneras, se mantendrá la percepción de Ganancias y seguirá siendo un 30% más caro que el oficial”, apuntó.
Pero, cómo sucedió hasta ahora, los detalles se irán definiendo sobre la marcha. Parte del éxito del plan Caputo reside en gran medida en que su ejecución se fue armando sobre el terreno. Entre los analistas, no hay quien no reconozca a esta altura los éxitos de equipo económico. El descenso del riesgo país y la baja de la tasa de interés en pesos está llevando a que muchas empresas y provincias se apuren por emitir deuda. “En la Argentina nunca se sabe cuánto duran las ventanas de oportunidad”, admiten desde una empresa en la que están buscando crecer vía alguna adquisición.
Santa Fe, en tanto, saldrá la semana que viene con un bono a 36 meses –un plazo que no se veía desde hace tiempo en el mercado–, que ajusta por tasa Badlar, por $50.000 millones para financiar obras de infraestructura.
El nuevo gobierno de los Estados Unidos podría adoptar un modelo similar al de Milei, bajo la inspiración de Ayn Rand. Donald Trump, empresario, eligió a Elon Musk, el emprendedor más exitoso del mundo, para que se encargue de transformar el Estado. Lo hará junto con Vivek Ramaswamy, otro self-made entreprenuer del mundo farmacéutico, de 39 años.
Abriendo puertas
La tarea de Oxenford en Washington será desafiante. La buena relación del presidente, Javier Milei, con Trump, pero también con Musk, abre puertas. Pero hay muchas para tocar. La principal expectativa del equipo económico, que por estos días celebra los buenos resultados financieros y cambiarios del plan, pasa por que Estados Unidos interceda a favor de la Argentina –una vez más– en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro, Luis Caputo, había prometido desde el comienzo de la gestión que conseguiría fácilmente fondos frescos para avanzar en el levantamiento del cepo. Esa promesa está pendiente. El FMI no fue hasta ahora lo flexible que pensó que sería. Pero ahora aparece un aliado clave en la negociación: el recientemente designado secretario de Estado de Trump, Marco Rubio.
“El presidente Biden debería usar la influencia de los Estados Unidos en el FMI para ayudar al presidente Milei a reestructurar su deuda”, escribió en diciembre de 2023 Rupymes bio. Habrá que ver si los otros países miembros del directorio –España, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Brasil, y Japón, entre otros– acompañan.
Más allá del FMI, hay otras oportunidades que se abren con la victoria de Trump, que podrían terminar de indicar cuán generoso es el presidente norteamericano con su amigo Milei. Es importante que lo convoque, como esta semana, como uno de los principales oradores de la Conferencia de Acciones Política Conservadora (CPAC), en Palm Beach. Pero fue Trump el que en su momento decidió subir los aranceles al biodiésel, al acero y al aluminio argentinos. De ahí que muchas industrias, como la aceitera o la limonera, estén pendientes por estas horas de quién será el hombre elegido por Trump para la Secretaría de Comercio (el Trade Representative). Los nombres que suenan son el del Robert Lighthizer, que ocupó ya el cargo en la primera presidencia del empresario republicano, y el de Jamieson Greer, su exjefe de gabinete. Ambos, duros.
Pero con Trump con mayorías en las dos cámaras legislativas, ahora la Argentina también podría aspirar a que el amigo Elon interceda para que el Congreso destrabe dos pedidos históricos del país: la reincoporación de la Argentina al sistema general de preferencias (SGP), que le permite a una cantidad de ingresar sus productos a los Estados Unidos sin aranceles, y la admisión de las compañías locales como proveedoras en el marco del Inflation Reduction Act (IRA), sobre todo, en lo que hace a minerales estratégicos. Esto último también reduciría los costos con los cuales, por ejemplo, el cobre o el litio que se extraiga del Norte argentino ingresarían al mercado norteamericano.
La minería es uno de los motores con los que espera contar el Gobierno en los próximos años, y es la gran apuesta de los gobernadores cordilleranos. La mayoría de los caudillos provinciales estará viajando del 9 al 13 de diciembre a Bruselas para participar en la Semana de las Materias Primas organizada por la Unión Europea. Los acompañará además el secretario de Minería, Luis Lucero. La Argentina es el invitado especial del evento.
Como en La Rebelión de Atlas está presente el personaje de James Taggart, en la Argentina de Milei también hay lugar para los empresarios que en todas las gestiones aprendieron a hacer buenas migas con los mandamases del Estado. En la cena que se organizó el miércoles de esta semana para financiar a la Fundación Faro, del espacio libertario, la mesa principal, en la que estaba el ministro de Economía, Luis Caputo, estaba ocupada también por empresarios como José Luis Manzano; hombre de mil batallas. La completaban Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Eduardo Elsztain (IRSA), entre otros. Los empresarios debían pagar US$20.000 el cubierto, pero luego en función de la mesa, el precio podía subir. Al entrar en el Yacht Club de Puerto Madero, no solo había mesas numeradas, sino que cada lugar también estaba preasignado con letras. Obedientemente, todos se quedaron hasta bien entrada la medianoche. Pero porque el primer plato no se sirvió hasta pocos minutos antes de las doce de la noche. Y es que el discurso de Milei duró 1 hora 45 minutos.
El monólogo de John Galt, el personaje de La Rebelión de Atlas que llama a la huelga contra el Estado opresor, se extiende por 60 páginas. Para muchos, un poco largo. Pero no por ello menos motivador. Todos los empresarios aplaudieron, sin más. Ahora los revolucionarios son ellos.

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Boom migratorioLos rusos en la Argentina son menos, pero los que se quedaron ya eligieron sus nuevos barrios predilectos
Texto de Josefina Gil Moreira
Son las dos de la tarde del 3 de noviembre y en la puerta del club Corcubión —en Vicente López— se escuchan conversaciones en ruso. Hay varios cochecitos estacionados en una esquina de la entrada y carteles que promocionan la venta de pelmeni y vareniki, dos platos típicos de Rusia. Se trata de un evento organizado por vecinos de la comunidad rusa en la zona norte de Buenos Aires al que asistieron cerca de 400 rusos que viven en Vicente López, Olivos, San Isidro y hasta Tigre. A fines de 2021, muchas mujeres rusas llegaron a la Argentina embarazadas con el objetivo de dar a luz a sus hijos en territorio argentino y así darles un pasaporte con el que fueran mejor recibidos en el mundo. A partir de febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, la tendencia se consolidó: familias enteras llegaron desde Rusia, ya no solo en búsqueda de un pasaporte, y se instalaron principalmente en los barrios porteños de Palermo y Recoleta, en coincidencia con la ubicación de los hospitales y clínicas privadas en donde muchas rusas parieron a sus bebés. Pero ahora la tendencia pareciera estar cambiando. Por un lado, por los altos costos en dólares de la vida en la Argentina, la inmigración rusa ha disminuido su ritmo. Y por otro, algunas de las familias están eligiendo mudarse hacia la zona norte de la provincia de Buenos Aires, particularmente a los partidos de Vicente López, San Isidro y hasta Tigre, donde los vecinos observan que cada vez hay más familias rusas en los barrios.

El mapa de intereses de los rusos en zona norte

Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, se calcula que hasta un millón de personas abandonaron el país y se instalaron en distintas partes del mundo, entre ellas, la Argentina. Por entonces, dadas las dificultades burocráticas para alquilar a extranjeros, en general conseguían rentar viviendas de forma temporal en la zona de Palermo y Recoleta y luego iban renovando los contratos o buscando nuevos lugares en barrios cercanos como Villa Crespo, Balvanera o Montserrat. Pero hoy esa situación cambió: hay una sensación de que la inmigración rusa se calmó.

Evolución de la inmigración rusa


Matías Treus, corredor inmobiliario de la empresa Vremont, dijo que al menos en su oficina hace más de seis meses que no reciben consultas de familias rusas. Por su parte, Guadalupe Rodríguez, que trabaja en el rubro de bienes raíces, dijo: “Ya no hay consultas inmobiliarias todos los días como hace dos años. Los rusos ya no alquilan cualquier cosa a cualquier precio. Sí recibo muchas consultas por zona norte porque hay muchos viviendo ahí”. Los datos provistos por la Dirección Nacional de Migraciones  confirman esa sensación. Mientras que en 2022 se observó el primer pico de solicitudes de residencia en la Argentina por parte de personas de nacionalidad rusa (1700) y en 2023 ese pico creció más del 400% (7123), este año —al menos hasta octubre—la tendencia indicaría que el número de solicitudes ha disminuido con respecto al año pasado.
Alyona Dorofeva

Edad: 41 años
Lugar de residencia: Vicente López
Año en que llegó a la Argentina: 2022
Hijos: 3
Alyona Dorofeeva, de 41 años, llegó a la Argentina en 2022 embarazada de su tercer hijo. Vino, como tantos, buscando la oportunidad de crear un mejor futuro para su familia y, después de investigar todo lo que pudo sobre el país, los barrios y, sobre todo, las escuelas disponibles, eligió una casa en Vicente López por la oferta educativa, la costanera del Río de la Plata, el verde, los restaurantes y la vida tranquila. “Realmente nos sentimos como en casa. La gente en Argentina es abierta, solidaria y muy amorosa”, dice Alyona  Sus hijos asisten a la escuela privada San Nicolás y practican deportes en el Centro Galicia, en Olivos. Con respecto a la salud, dice que no tienen prepaga ni obra social argentina, sino que pagan los médicos de forma privada y, ante una emergencia, acuden al Hospital Municipal Dr. Bernardo A. Houssay. Como Alyona sentía que su comunidad no contaba con suficiente información sobre la zona norte, creó un grupo de chat en Telegram llamado Vecinos Zona Norte, que hoy tiene casi 800 miembros y se ha convertido en un punto de referencia. “Cada vez más rusos están eligiendo la zona norte, sin embargo, no había una comunidad fuerte y organizada tal como sucede en CABA. Así que la organicé”, dice Alyona. El 23% de las personas que integran el chat viven en Vicente López, el 19% en Olivos y La Lucila, el 14% en Tigre y Nordelta, el 13% en Martinez y San Isidro, el 6% en Florida, el 3% en Acassuso, el 3% en Beccar, el 2% en San Fernando, el 2% en Pilar y el 15% en “otro distrito”.
Anna Bogina

Edad: 45 años
Lugar de residencia: Vicente López
Año en que llegó a la Argentina: 2022
Hijos: 4
En el caso de la familia de Anna Bogina, de 45 años, lo que los llevó a alquilar una casa en zona norte fue la necesidad de espacio físico. Su familia, integrada por ella, su marido, cuatro chicos y un perro, necesitaba una casa espaciosa y por eso buscaron directamente en Vicente López. Al llegar aquí se encontraron, además, con una gran oferta de buenos establecimientos escolares, lo que les resultó muy útil. “Dos de los chicos van a la escuela Learning Proyecto Integral y la niña, que busca enfocarse en arte, va a la Escuela Secundaria Especializada en Arte N°1 de Martínez”, cuenta Anna. La comunidad rusa en zona norta va tomando forma progresivamente y eso se refleja en distintos servicios que se mueven desde la capital hacia esta zona. Por ejemplo, Ruslan Gumerov, dueño de una escuela de ajedrez en Palermo, viaja dos veces por semana a dar clases particulares en San Isidro. “Hay un montón de gente rusa que está eligiendo zona norte”, dice.
Maria Korobova

Edad: 45 años
Lugar de residencia: Olivos
Año en que llegó a la Argentina: 2021
Hijos: 1
Muchas familias que llegan a la Argentina se suelen poner en contacto con Vika Roshchupkina, una mujer rusa de 38 años que no llegó a la Argentina en los últimos años sino mucho antes, en 1999, y que se ha convertido en una referente para la comunidad por la ayuda que les ofrece a la hora de radicarse. “Zona norte definitivamente está siendo más conocida entre las familias rusas. Lo que sucede es que suelen llegar a los barrios como Recoleta, Belgrano, Palermo, pero van de paseo por zona norte y se enamoran, principalmente de la costanera”, dice Vika. Ese fue el caso de María Korobova, de 45 años. Ella y su familia, integrada por su marido y su hija, llegaron hace tres años al país y durante el primero vivieron en CABA, pero cuando conocieron la zona norte decidieron mudarse a Olivos. “Todo me gusta aquí. La gente, el verde, que haya tantas propuestas para la familia”, dice María, quien tiene un emprendimiento gastronómico llamado Ruso Pelmeni. Sin embargo, mientras se desarrolla este movimiento hacia el norte, también se observa una disminución en el ritmo de la llegada de las familias rusas a la Argentina. “Si bien siguen llegando muchas familias rusas, lo que se siente es que bajó un poco la cantidad”, dice Vika.
Mariana Volkov

Edad: 40 años
Lugar de residencia: San Isidro
Año en que llegó a la Argentina: 2022
Hijos: 3
Bogdan y David Volkov, dos hermanos de 10 y 5 años, toman clases con Ruslan. Mariana Volkov, su mamá, cuenta que llegaron desde Moscú hace dos años y que el principal motivo para elegir San Isidro fue la escuela de los niños. “Primero investigamos colegios. Elegimos el Lincoln porque tenía inglés como primera lengua y a partir de allí buscamos casa. Nos encanta la zona, las condiciones de vida, la gente, la seguridad y el clima. Vivimos cerca del hipódromo, así que tenemos muchas posibilidades de hacer deporte, andar en bicicleta. En Argentina vivimos con más calma que en Rusia”, cuenta.
Ksehiia Kolesnikovo
Edad: 44 años
Lugar de residencia: San Isidro
Año en que llegó a la Argentina: 2022
Hijos: No tiene
Ksehiia Kolesnikovo, de 44 años, aterrizó en la Argentina en mayo de 2022. Apenas llegó, sola, alquiló un departamento en Microcentro, pero no tardó en mudarse a San Isidro, donde, además de vivir, abrió un restaurante llamado Malas hermanas. “Cada día en Argentina para mi es un regalo. Lamentablemente perdí la esperanza en nuestro país y aquí me encontré con gente abierta y amable”, dice. Su idea original de restaurante era servir exclusivamente comida rusa como una forma de ofrecer a los argentinos algo propio, pero dice que eso no fue tan sencillo, entonces ahora fusiona platos tradicionales rusos con argentinos.
Olga Ivleva

Edad: 34 años
Lugar de residencia: Delta del Tigre
Año en que llegó a la Argentina: 2023
Hijos: 1
“Debido a la guerra y la difícil situación política en Rusia buscábamos un nuevo hogar”, dice Olga Ivleva, una mujer de 34 años que llegó embarazada de su primera hija en abril de 2023 junto a su esposo. Según cuenta, eligieron la Argentina por la simplicidad para obtener la residencia, la naturaleza y el estilo de vida. Apenas llegaron vivieron en la ciudad durante un tiempo, pero ya entonces, incluso estando embarazada de ocho meses, iban casi todos los días a explorar el delta del Tigre. Olga, instructora de kayak, dice que se enamoró del río y de las islas. “Casi inmediatamente después de que naciera mi hija nos mudamos a Tigre para estar cerca del río y compramos nuestros propios kayaks, Vi un enorme potencial para trabajar en turismo. Ahora vivimos en una de las islas, alquilamos una casa en el arroyo Espera”, cuenta. A pesar de que todavía no cuentan con una comunidad rusa tan cerca, tienen muchos amigos isleños y cada fin de semana reciben familias rusas que van a pasar el día al río.

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