lunes, 11 de noviembre de 2024

LOS MEJORES ALUMNOS DEL PAÍS Y AYER FIESTA DE LOS MUSEOS






“Orgullo nacional”: cómo los alumnos de uno de los departamentos más postergados de Córdoba lograron ser los mejores del país
Hoy, los alumnos de Salsacate que el año pasado rindieron las Pruebas Aprender cursan la escuela secundaria
El año pasado, los estudiantes de primaria del distrito de Pocho obtuvieron resultados muy por encima de la media en las pruebas Aprender
Evangelina Himitian
SALSACATE, Córdoba.- La noticia sacudió la calma árida de la siesta de este pueblo de 2000 habitantes en el departamento de Pocho, uno de los distritos más pobres de Córdoba. Salsacate se levanta en Traslasierra, casi en el límite con La Rioja. Está rodeado por tres volcanes inactivos. Aquí, las bicicletas duermen afuera, las puertas no tienen llave y una vez al año se hace un simulacro de terremoto. Pero nada de eso tiene que ver con la razón del llamado que sacudió la calma de la siesta.
Claudia Toledo, la directora de la única escuela primaria del pueblo, la General José de San Martín, no terminaba de entender la noticia que le llegó a su celular. Los chicos del establecimiento, junto con los de las 19 escuelas rurales del departamento, resultaron ser algo así como abanderados a nivel nacional de las últimas pruebas Aprender, tomadas hace un año. “Es muy emocionante. Yo sé del esfuerzo de los chicos y de los docentes. Y ver que, desde esta zona árida, donde el calor o las heladas se comen todo lo que plantamos, que brote y crezca el conocimiento, que nuestros chicos sean el orgullo nacional, nos llena el alma”, dice la directora.
La maestra de primer grado y vicedirectora Gloria Heredia, junto a sus alumnos Maia Altamirano Oliva, Ian Salas y Ciro Raimundez
No es para menos. Según un análisis de los datos de las últimas pruebas Aprender que dio a conocer hace una semana el Observatorio de Argentinos por la Educación, los chicos del departamento de Pocho obtuvieron las mejores calificaciones del país, muy por encima de la media nacional, y varios puntos por arriba de las comunas mejor puntuadas en la ciudad de Buenos Aires. El informe señala que hoy, el 94% de los estudiantes de todo el país que ingresan a primer grado llegan a sexto a tiempo, pero solo el 45% lo hace, además, “en forma”, es decir, con conocimientos satisfactorios en lengua y en matemática.
Sin embargo, el departamento de Pocho se destacó a nivel nacional, porque allí el 79% de los alumnos demostraron haber llegado a sexto grado en tiempo y forma. O sea, 34 puntos porcentuales por encima de la media nacional. En segundo lugar, se ubicó la comuna 6 (el barrio de Caballito) de la ciudad de Buenos Aires con un 73%.
Alumnos y maestros de la Escuela General San Martin de la localidad de Salsacate
Resultados
¿Qué es lo que están haciendo tan bien? La directora se ríe ante la pregunta, mientras camina por los pasillos de esta escuela que permanece abierta todos los días hasta las 14. “Hace algunos años conseguimos la jornada extendida. Los chicos almuerzan acá y siguen aprendiendo un poco más”, explica. En total, asisten 126 alumnos. Les faltan algunos más: tendrían que llegar a los 150 para seguir manteniendo el rango de escuela de primera categoría. Sin embargo, como asisten a los establecimientos rurales de la zona, se les mantiene esa categoría. “Pero acá no tenemos deserción escolar. Es muy raro. Porque a los chicos los conocemos a todos por su nombre, mucho antes de que sean nuestros alumnos. Y si alguno falta, enseguida preguntamos por qué y nos ocupamos de que vuelva al colegio”, cuenta.
Las paredes de las aulas dan algunas pistas del paradigma de enseñanza que domina en este pueblo de Traslasierra. Por ejemplo, hay un cartel en el que se lee: “Los pochoclos se preparan todos en la misma olla, sin embargo, no todos los granos explotan al mismo tiempo”. A las maestras se las ve firmes, un poco a la vieja usanza de la docencia, pero a la vez muy cercanas y atentas a las necesidades de los chicos, una combinación que les está dando buenos resultados. Por ejemplo, en la pared del aula de segundo grado hay un organizador hecho con rollitos de papel higiénico, con el nombre de cada chico. “Si falté, acá puedo encontrar mi tarea”, se lee en el cartel. Así, cuando alguno se ausentó, no tiene que hacer el largo camino de pedir la tarea en el WhatsApp de las madres y esperar a que alguien responda. Allí va a encontrar todo. Un detalle que hace la diferencia. Otro dato que llama la atención es que en las paredes de casi todas las aulas están escritos los nombres de los chicos en distintos afiches. Son para ir destacando los logros de cada uno en las distintas áreas.
Los alumnos de segundo grado de la Escuela José de San Martín, junto a su maestra Marina Weremczuk. Los chicos son: Salvador Palermo, Franchesca Sarandon, Fantino Zamora, Pilar Cáceres, Martin Britos Zapata, Francisco Sosa, Aaron Sosa, Lorenzo Sosa Gautero, Isabella Oliva Oviedo, Olivia Barrera, Joaquìin Cáceres, Renata Nieto, Lautaro Sosa y Valentino Manzanelli
Hay que conocer algunos datos y a algunos personajes del pueblo para entender por qué mientras los chicos de todo el país cada vez aprenden menos, los de Pocho avanzan a contramano de las estadísticas. Estos niños, en muchos sentidos, parecen vivir una realidad diferente a la de otros estudiantes de su edad en otros puntos del país. Acá, los celulares en manos de ellos no son tan frecuentes. La conectividad es bastante mala y, además, solo el 22% de los hogares tiene acceso a internet, según los datos del último censo. También, en uno de cada tres hogares ni siquiera hay un celular con acceso a internet. Las estadísticas son las más bajas no solo de la provincia, sino también del país.
Los alumnos Lautaro Sosa y Valentino Manzanelli, durante la clase de matemática
Por estos días, el gobierno provincial se propone saldar esa deuda. El gobernador Martín Llaryora anunció que firmaron un convenio para dotar con antenas de Starlink a unas 600 escuelas rurales de la provincia, algo que es muy celebrado por docentes y alumnos. La paradoja es que, quizás, en el caso de Pocho, la difícil conectividad haya generado un ecosistema propicio para que el celular y el estar conectados no sean la parte central de la vida de los chicos. En cambio, aquí, alcanza con conversar con los alumnos que rindieron las pruebas Aprender en Salsacate para entender que el deporte y el encuentro cara a cara con pares son la parte más interesante de sus vidas.
Abanderados nacionales, así los llamaron en el colegio a los chicos que obtuvieron tan buena calificación. En la foto, Renata Nieto, de segundo grado
Justamente como en Córdoba se finaliza la primaria en sexto grado, los estudiantes que rindieron las pruebas Aprender con tan buenos resultados ya están en la secundaria. También, la única que hay en el pueblo, que es una técnica de la que egresan como maestro mayor de obra. Aunque es pública, los chicos concurren con uniforme: unas chombas azules y también tienen un buzo.
La plaza principal de Salsacate
Paloma Salinas tiene 13 años, vive en Salsacate con sus padres y sus dos hermanos. “¿A qué edad te dieron un celular?”, es la pregunta. “No, no tengo celular”, responde. Ahora ella está en la secundaria, a veces va caminando al colegio y otras, la lleva su padre. Allí, la razón de la inseguridad no pesa a la hora de decidir darles un dispositivo a los hijos. “A veces salgo del colegio al mediodía y otras, a las 16. Me gusta mucho el deporte”, cuenta. Así, su tarde se reparte entre entrenar una hora y jugar en el club o en el polideportivo otras dos. Puede ser fútbol, voley o hockey. Una característica que se destaca es que casi todos los chicos practican dos o tres deportes, porque el municipio abrió distintos centros gratuitos para que entrenen e interactúen entre ellos por las tardes.
Paloma Salinas de 13 años, es una de las estudiantes que el año pasado rindió las pruebas Aprender
Jugar
El tiempo parece transcurrir a otro ritmo en Salsacate. Los chicos están informados de todo y tienen grandes sueños. Quieren viajar y estudiar una carrera. Usan el chat GPT, pero saben que los profesores los leen como un libro abierto y se dan cuenta si hicieron ellos el trabajo o simplemente le preguntaron a una inteligencia artificial. Y, cuando se conversa con ellos, es evidente que están más enganchados con las relaciones interpersonales que con la tecnología.
“Sí, nosotros tenemos compu en casa. También tengo Play. A veces juego con mis amigos, pero si me llaman y me dicen de ir a jugar al fútbol, prefiero eso mil veces que jugar con ellos online”, cuenta Lucio Gautero, de 13 años, otro de los egresados de la escuela primaria que el año pasado rindieron las pruebas Aprender con tan buenos resultados. Ir a jugar voley al balneario municipal es uno de sus planes favoritos.
Para llegar a Salsacate desde la capital provincial hay que manejar unas tres horas. Atrás se deja la Córdoba próspera y turística. A las dos horas, desaparecen los arroyos y el monte verde, ahora negro por los últimos incendios, y se llega a una zona donde el paisaje cambia y se vuelve árido. Allí los cultivos no tienen buen pronóstico. La diferencia de temperatura y las heladas hacen muy difícil llegar al momento de la cosecha. El maíz constituye uno de los cultivos más importantes. También es uno de los pocos lugares del país en los que se siembra amaranto para la exportación. En otras épocas se cultivaban olivos, pero hubo una fuerte plaga y casi todo se trasladó a La Rioja. “El empleo público es la principal actividad del municipio”, explica Toledo.
Salsacate significa “Valle de campana” y el término explica mucho de la entrañable tonada cordobesa. Antes de la llegada de los españoles, en la zona se localizaban los comechingones, que tenían una particular forma de hablar, acentuando la primera sílaba de las palabras, “esdrujulizando” casi todo lo que decían. Los españoles decían que ellos hablaban la lengua “a campana”, al acentuar las palabras en la primera sílaba, “como el tañido de una campana”.
Rocío Oliva, de 12 años
Rocío Oliva tiene 12 y es de Taninga, una localidad a 3 km de Salsacate. Hizo la primaria en la escuela rural de esa localidad. Y allí le tocó rendir las pruebas Aprender. Su maestra, Araceli, se repartía para enseñarles a los 19 chicos desde primer grado a sexto. Los dividía en niveles y les iba dando contenidos a cada grupo. Ella rindió el examen, junto a tres compañeros. Los resultados mostraron que el 100% de los chicos de Taninga habían llegado a sexto grado en tiempo y forma. Ahora Rocío cursa la secundaria en Salsacate. “Hace unas semanas, la profesora de matemática nos miró y nos dijo: ‘bueno, eso es todo’. ¿Todo qué? Que habíamos terminado de ver todos los contenidos de primer año. Y todavía nos faltan dos meses de clase. Nos preguntó si queríamos empezar con los de segundo y les dijimos que sí”, cuenta.
Una de las características que más sorprende es que estos chicos que obtuvieron tan buenos resultados tenían encima el peso de haber atravesado la pandemia, con poca conectividad. Las maestras recuerdan que todo el equipo de la escuela se puso al hombro la cruzada. Imprimían cuadernillos, los repartían, hasta la policía local sacaba fotocopias para los chicos y les prestaba el wifi a los que no tenían conexión. De todas formas, pese al esfuerzo, cuando volvieron a la presencialidad, cuenta la directora, se dieron cuenta que costaba y había un retraso en el aprendizaje. Se plantearon el desafío de recuperar el tiempo perdido. La “seño” Sandra Montiel decidió enseñarles a tomar nota. No importaba el tema, ella hablaba y los chicos tenían que aprender a tomar apuntes y seguir el tema. También trabajó con ellos en la comprensión de las consignas y en la elaboración de resúmenes. “Todo eso nos sirvió un montón, sobre todo ahora en la secundaria. Cuando nos tomaron las pruebas Aprender, me acuerdo que las consignas eran complicadas. Las preguntas eran capciosas, había que leer bien y responder atentos. Se ve que lo pudimos hacer bien”, dice Lucía Heredia, que juega al voley, al hockey y al fútbol, y además estudia inglés.
Claudia Toledo "Son un orgullo nacional", dice Claudia Toledo, la directora de la escuela primaria de Salsacate
“Siempre supimos que este grupo era muy capaz. Y con los apoyos necesarios, los más básicos, que las docentes les pudimos dar, obtuvieron resultados extraordinarios”, dice Graciela Barrera, que fue docente de matemática y ciencias naturales de este grupo, junto a Rocío Oviedo, de lengua, literatura y TIC. “Es muy emocionante pensar que si un pueblo de los más pobres de Córdoba logró estos resultados, significa que haciendo las cosas bien, se puede hacer cosas muy importantes”, completa Toledo.



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Buenos Aires, de fiesta para celebrar los veinte años de la Noche de los Museos
En una edición extendida que empezó por la tarde en el Distrito de las Artes, unos 250 espacios culturales convocaron miles de personas en el tradicional encuentro anual, que incluyó muestras de arte, shows de música en vivo, mappings sobre fachadas de edificios históricos, experiencias inmersivas, hologramas y obras creadas con inteligencia artificial
Celina Chatruc
Mapping sobre la fachada del Museo Decorativo en la Noche de los Museos
¿Veinte años no es nada? Las estrellas no parecieron burlonas ni indiferentes esta noche, como cantaba Gardel. Todo lo contrario: Buenos Aires volvió a ser una fiesta al celebrar la vigésima edición de la Noche de los Museos con muestras de arte, shows de música en vivo, mappings sobre fachadas de edificios históricos, experiencias inmersivas, hologramas y obras creadas con inteligencia artificial.
La Orquesta Sinfónica de Buenos Aires inauguró la Noche de los Museos en el Planetario porteño
Tampoco fue febril la mirada de cientos de miles de personas que participaron de este encuentro anual organizado por el Ministerio de Cultura del gobierno porteño. Sí errante, ya que el pase libre que permitió circular con transporte gratuito por toda la ciudad hizo posible una vez más elegir con libertad entre la oferta multidisciplinaria de más de 250 espacios.
Esta vez, la jornada creativa fue “extralarge”: una verdadera maratón de 12 horas que comenzó a las 14 en el Distrito de las Artes, con el Gallery impulsado por Pinta, con cierre previsto para las dos de la mañana. Pasado el mediodía comenzaron las visitas guiadas gratuitas para conocer el Street Art y la arquitectura de San Telmo y La Boca, bares notables y exposiciones en fundaciones, museos y galerías.
La tecnología, clave en la Noche de los Museos 2024
A las 19, mientras este circuito gratuito cerraba su última edición del año al ritmo que marcaron los DJs en la galería W, la Noche de los Museos tomaba la posta al inaugurar en el Planetario con una experiencia inmersiva y música de películas y de óperas interpretada por la Banda Sinfónica de la Ciudad.
El cierre del Gallery fue en W-Galería, en San Telmo.
La fiesta también comenzó a esa hora con jazz en el Patio del Tilo del Centro Cultural Recoleta, donde continuó con recitales, danza y más DJs en la terraza. Incluso hubo un line-up en lo alto de la Torre Monumental de Retiro, más conocida como Torre de los Ingleses; construida en 1916, alojó también un taller de estampa de remeras para niños y una muestra de fotografías de Sameer Makarius. También se pudo visitar el Edificio del Molino, en Congreso, que abrió sus puertas para mostrar la restauración integral de sus espacios: la confitería de la planta baja, el salón de fiestas del primer piso y el salón de encuentro arquitecto Francisco Gianotti, donde se encuentra la cocina histórica.
Las propuestas fueron pensadas para todos los gustos y edades, con actividades dentro y fuera de los espacios habituales. Sólo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires la programación incluyó tres exposiciones, una feria del libro, talleres, visitas accesibles que permitieron aprender sobre las obras exhibidas a través del tacto, mediante lenguaje de señas o con un “kit de exploración” pensado para niños y adultos con condiciones del espectro autista.
En el Museo Moderno, hubo fila desde la tarde para ingresar a ver las muestras y recorrer la feria de libros de Ciencias Sociales
En la Usina del Arte, otro de los puntos más convocantes cada año, el público pudo intervenir una un busto escultórico y asistir a un show inmersivo de luces UV, performances en vivo, talleres y un concierto de la banda de indie rock/pop 107 Faunos. Desde las 21 hubo un espectáculo audiovisual con mapping y música en vivo.
Mapping en la fachada del Museo Nacional de Arte Decorativo, en la Noche de los Museos
Otro de los grandes protagonistas de la noche fue el festival lumínico XReal, que incluyó mapping sobre las fachadas de la Academia Nacional de Bellas Artes desde los jardines del Museo Nacional de Arte Decorativo -con diseños inspirados en el legado de Ary Brizzy y creados con Inteligencia Artificial- y del Palacio Bosch, sede del embajador de Estados Unidos.
En la Usina del Arte hubo propuestas para chicos y grandes
Luego de que esto fuera anticipado el jueves  hubo una pregunta recurrente en reuniones de amigos y en mensajes de desconocidos enviados por Instagram: “¿Me recomendás dónde ir?” Difícil respuesta ante tanta variedad, como puede comprobarse en el programa disponible en festivalesba.org: desde el legado de los Incas en Fundación Proa y las impactantes escenografías de óperas en Colón Fábrica hasta una clase en el Museo Marco para construir un horno cerámico, como el que usó Tomás Espina para construir sus esculturas.
La Noche de los Museos en el MACBA
Desde fotografías de Leonora Vicuña y Cecilia Szalkowicz en Fundacion Larivière, hasta las abstracciones de Roberto Aizenberg, Ernesto Ballesteros y la joven Stella Ticera en el Macba; los textiles de Mónica Millán y Chiachio & Giannone en Fundación Santander y Colección Fortabat, o la muestra colectiva de arte argentino recién inaugurada con grandes referentes del arte contemporáneo argentino en el Palacio Libertad. Buenos Aires demostró, una vez más, que su oferta es única, diversa e inabarcable.
La Noche de los Museos en Colón Fábrica
¿Cómo elegir, entonces? La primera respuesta fue: “¿Te gusta hacer fila para entrar a un lugar?” Porque esa fue la escena que se repitió en museos como el Malba y el Bellas Artes.
El público, en el Bellas Artes, en la Noche de los Museos
En casos como este último, muchos suelen repreguntar: “¿Por qué la gente se aglomera en la Noche de los Museos en lugares donde la entrada es gratis todo el año?” “Porque se disfruta que todos salgan a la calle con buen ánimo, esa sensación de fiesta colectiva”, opinó una atractiva mujer de cincuenta años mientras intentaba convencer a su novio de acompañarla en el recorrido, sin saber por dónde empezar. “Se crea una magia por la idea de entrar al museo de noche” opinó por su parte Victoria Noorthtoorn, directora del Moderno. Tal vez sea eso, entonces, lo más lindo, como propone Cortázar desde su muestra homenaje en el Recoleta: salir a perderse por la ciudad, dejarse llevar por el azar y abrirse a conocer otras formar de mirar.
Las largas filas en el Malba, una de las escenas que se repiten cada año
En La Boca y San Telmo, el Gallery invitó a vincular las tradiciones con el arte público
El circuito gratuito organizado por Pinta incluyó visitas guiadas que permitieron conocer a artistas de distintas generaciones
El retrato de Maradona por Alfredo Segatori en una calle de La Boca
Parece que danzaran al ritmo del tango, pero empuñan cuchillos y se están enfrentando a duelo. Los dos hombres practican la esgrima criolla en ma esquina empedrada del sur de Buenos Aires, hasta que uno de ellos cae herido al suelo. La escena del corto de Joaquín Aras presentado hoy en Fundación Andreani, justo cuando el último Gallery del año comenzaba en La Boca y San Telmo, no sólo rinde homenaje al cine argentino de hace casi un siglo. También permite revivir las costumbres de generaciones precedentes que habitaron el sur de Buenos Aires y aportaron lo suyo para construir la ciudad que hoy volvió a ser una fiesta durante la 
Por ejemplo Benito Quinquela Martín, que transformó con colores una calle por donde solía pasar un tren en un museo a cielo abierto. Allí pueden verse ahora otros personajes que remiten a la década de 1940, tallados por Vicente Walter sobre la fachada del conventillo donde vivía. También él, para crearlos, empuñaba un cuchillo.
Una Mitología de puñales, de Joaquín Aras, en Fundación Andreani
“Era albañil y no quería cobrar por sus obras; pedía a cambio comida para él y sus gatos”, explicó Evelyn Sol Marquez, una de las guías de los recorridos gratuitos organizados por Gallery, a decenas de personas que la acompañaron a caminar por el barrio durante dos horas.
Uno de los relieves de Vicente Walter, en La Boca
Varios de esos relieves fueron apareciendo a medida que el grupo avanzaba. Poco antes de llegar a la Bombonera, estadio intervenido con murales de Pérez Celis y Rómulo Macciò, la guía se detuvo ante retratos recientes de Diego Maradona y otros jugadores de fútbol realizados por el joven artista entrerriano Javier Rebada.
Mural de Rómulo Macciò en la Bombonera
Siguieron paradas ante varias pinturas de grandes dimensiones realizadas al aire libre por autores de firmas extravagantes como el “Gordo Pelota”, como apodaron sus amigos a Martín Kazanietz, o “Pum Pum”, una artista que nunca quiso revelar su verdadera identidad.
Mural de Pérez Celis en la Bombonera
Las calles boquenses parecen haberse ganado un lugar en el mapa global del Street Art, ya que allí también hay una gran intervención surrealista del dúo Telmo & Miel, de origen holandés; otra de Marina Zumi, argentina radicada en Berlín, y otro de TEC, talento local emigrado a San Pablo.
Mural de Martín Ron sobre Aristóbulo del Valle
Sobre una misma vereda de la Avenida Benito Pérez Galdós hay dos muy atractivos realizados por Milu Correch y Martín Ron, que representan a mujeres. Y sobre Aristóbulo del Valle, el famoso retrato de Maradona creado por Alfredo Segatori apenas murió el ídolo. “No vengan nunca solos acá, por favor”, recomendó la guía en medio de la desolada cuadra, cerca de la Usina del Arte.
Carrie Bencardino con sus pinturas en Piedras
La visita concluyó en la Fundación Larivière, donde se exhiben las fotografías de Leonora Vicuña y de Cecilia Szalkowicz. Justo cuando se iniciaba en la galería Piedras, en San Telmo, la performance que acompaña la muestra de pinturas de Carrie Bencardino. Allí se detuvo Diego Costa Peuser, impulsor de los circuitos Gallery, antes de seguir camino hacia la galería Cott.
El cierre del Gallery en W-Galería, en San Telmo
El programa organizado por Pinta con auspicio del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires terminó al atardecer en el jardín de la galería W, con música de DJ, justo cuando comenzaba a formarse una larga fila a dos cuadras de allí, sobre la vereda del Museo Moderno. Se pasaba así la posta a la Noche de los Museos, en una maratón creativa que duró doce horas.

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