El Gobierno negocia con las provincias el pago de 1253 obras
Se estima el costo en $1,4 billones; para el Poder Ejecutivo estaban atadas a la política por el bajo calibre de la mayoría de ellas
Ignacio Grimaldi
Primero motosierra y después negociación política. Alrededor de la mesa se sientan el Ministerio de Economía y representantes de los gobiernos provinciales. En el centro, 1253 obras públicas paralizadas que esperan una definición: continuidad o final a medias.
Según informaron a la nacion fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, el Gobierno decidió interrumpir estos 1253 proyectos a raíz del ajuste y de una revisión de la herencia recibida en el área de infraestructura, que llevó a un análisis: si “no hay plata” entonces qué se puede hacer con estas obras inconclusas iniciadas durante la gestión de Alberto Fernández.
El costo total de las 1253 obras, basado en información oficial actualizada al 20 de mayo, se estima en $1,4 billones. Parte de ese monto ya fue pagado para que las obras se comiencen, pero ahora todo está parado.
En las oficinas del Ministerio de Economía detallaron que la mayoría son de baja envergadura. Dentro de ellas se encuentran varios casos de arreglos de cunetas y veredas, la carpintería para una pileta municipal, la construcción de vestuarios en clubes deportivos, baños en cementerios municipales y pistas de patineta, entre otras. Para el Poder Ejecutivo, el acotado calibre de estos proyectos no justifica la intervención del Estado nacional porque distan de tener un impacto considerable como, por ejemplo, el de nuevas rutas, hospitales o escuelas.
Iniciar las obras pequeñas, indican, habría respondido al interés político de los beneficiados. Continuarlas también, pero esto implicaría una gran diferencia: cambiaría quién las paga. El Gobierno busca que las provincias o municipios afronten ese gasto. Caso contrario, los trabajos quedarían discontinuados.
A propósito de esto, en la administración de Axel Kicillof fueron tajantes: “No hay ninguna negociación abierta”. En cambio, una alta fuente de la gobernación de Córdoba aseguró que analizan hacerse cargo de dichas obras con esquemas junto a municipios. En paralelo, la gobernación de Santa Fe admitió que comparte la visión de la Secretaría de Obras Públicas nacional sobre las obras de baja envergadura. Además, informaron que absorbieron la responsabilidad de algunas “obras estratégicas necesarias para impulsar la producción y la exportación”.
Las obras
Según revelaron fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, en diciembre de 2023 había 2677 obras en ejecución sin finalizar. De ellas, 2049 obras, es decir, tres de cada cuatro, fueron iniciadas bajo la modalidad de “convenio”. Los 1253 proyectos en negociación se concentran en ese último grupo.
La modalidad convenio le otorgaba al Estado nacional la función de financiador de los trabajos adjudicados. De las licitaciones y el control del avance de los proyectos se hacían cargo las provincias o municipios beneficiados. Es decir, armaban los pliegos, decidían con quién firmar el contrato, las condiciones del mismo y verificaban su desarrollo. En términos sencillos, el Gobierno giraba la plata a las jurisdicciones y estas últimas se encargaban de todo lo demás.
El Gobierno no especificó el detalle de las 1253 obras cuya continuidad depende de la negociación con los gobernadores e intendentes. Pese a ello, un análisis del Mapa de Inversiones de la Secretaría de Obras Públicas actualizado al 21 de mayo realizado por la nacion, permitió determinar que existen al menos 800 obras suscriptas bajo la modalidad “convenio” que se iniciaron entre 2022 y 2023, y se encuentran inconclusas pese a que ya debían haber finalizado.
De esas 800 obras, el 25% tiene como objeto pavimentación y arreglos de cunetas y veredas; el 15%, parques, plazas, alumbrados, polideportivos y espacios recreativos; el 17%, centros de desarrollo infantil, y el 11,5%, trabajos vinculados a cloacas. En las restantes también se observan, en menor proporción, obras en escuelas, casas para adultos mayores y la ampliación del Concejo Deliberante de Lanús, entre otras.
Según informaron fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, la mayoría de los 1253 proyectos que están pendientes de una redefinición en su financiamiento para sobrevivir se concentra en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en la región centro.
En ese sentido, en la gobernación de Axel Kicillof dijeron que “la provincia está en una situación muy crítica financieramente” y que debería analizar puntillosamente hacerse cargo de algunas obras. En paralelo, insisten en que la responsabilidad es de la Nación y que en tanto no haya ningún cambio “las obras se siguen deteriorando y hay miles de despidos”.
A propósito del desfinanciamiento, según el relevamiento de la herencia recibida en el área de Infraestructura, de las 2677 obras que estaban en ejecución en diciembre del año pasado, el 50% no registraba pagos en los últimos tres meses, el 37% en los últimos seis meses, el 25% en los últimos 12 meses y el 8% directamente estaban sin ninguna erogación.
Por esta razón, en las oficinas del Ministerio de Economía señalaron que parte de la obra pública habría estado paralizada desde la gestión anterior. Sobre la eventual parálisis previa al cambio de gobierno, consultó a representantes la nacion del ex Ministerio de Obras Públicas, pero tras más de 24 horas no obtuvo respuesta.
De esta manera, el panorama de la obra pública presenta 347 proyectos que el Gobierno catalogó como prioritarios y por ende sobrevivieron a la motosierra, 183 están en reprogramación y 2135, discontinuados.
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Acuerdo con los “zurdos” para evitar una crisis, la nueva fase del plan y el temor a cortar un cable sensible
El Gobierno terminó una semana de tensión diplomática, empresaria y política como nunca desde que arrancó esta administración; se le pidió ayuda a Brasil para enfrentar una posible crisis y el invierno atenta contra los números de Luis Caputo
Pablo Fernández Blanco
Javier Milei, Federico Sturzenegger, Diana Mondino y Luis Caputo
La crisis diplomática con España desnudó un mecanismo que ya es propio del gobierno de Javier Milei. Mientras el líder detona una pirotecnia personal en la superficie, una red de funcionarios y burócratas profesionales despliega un trabajo de control de daños a mediano plazo para que las detonaciones diplomáticas del líder libertario no dañen negocios que siempre son millonarios.
Ningún ejemplo es mejor que el caso de Brasil. Milei acusó a Lula en el pasado de ser un “zurdo salvaje” que apoya a “dictadores”. La canciller Diana Mondino se encargó del principal acercamiento, pero luego se sumaron tropas de reparadores a quienes les interesan más los negocios y la continuidad de las cosas más que los arranques de la política.
Debajo de la ideología, la Argentina conversa muy bien con Brasil. Esa paz subterránea le permitirá al país atravesar mejor una crisis que se está gestando y le hará gastar más dinero al ministro de Economía, Luis Caputo en los próximos cuatro meses. El ahorro es la base de cualquier iniciativa para bajar impuestos, como prometió ayer Milei en Córdoba.
Por orden del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, Enarsa acordó con Petrobras un intercambio de gas entre junio y agosto próximos para sumar suministro en los días más fríos en la Argentina.
El presidente Milei fue a España y comenzó una crisis diplomática. La burocracia argentina está acostumbrada a reparar desarreglos cada vez más usuales.A. Pérez Meca -
Es una jugada importante, porque de otra manera estaría comprometido el abastecimiento en el norte del país en un invierno que jugará en contra de la reducción del gasto público. De hecho, habrá que importar de Uruguay más electricidad de urgencia. Cuesta casi el triple que en la Argentina, pero es mejor que no tenerla.
Algunos túneles que van por debajo de la política los construye el sector privado. La sección comercial de la embajada en Brasil recibió un llamado el 1° de febrero pasado. Era el director general de la empresa Transportadora Sulbrasileira de Gás (TSB), que comunicó el interés de las compañías industriales del sur del país por importar gas de Vaca Muerta. Cancillería le pasó el mensaje a Economía, que celebró la noticia y está trabajando en esa línea.
Los empresarios también están jugando su papel en la crisis con España. El fin de semana pasado, el establishment ibérico denostó públicamente a Javier Milei para defender a su presidente, Pedro Sánchez. Dos días después, en Buenos Aires, se juntaron los jefes locales de esas compañías en la Cámara de Comercio de España. Fue el martes por la mañana.
La reunión tuvo un timing ideal. Había sido convocada hacía varios días para definir a las nuevas autoridades de la organización, pero todos terminaron hablando de lo mismo. Solo ahí, porque se juraron no decir nada puertas afuera por disposición de sus jefes en las casas matrices.
Mientras información periodística de los medios de comunicación en España hablan de un apoyo extenso de los empresarios ibéricos a gobierno, les ordenaron a sus gerentes en la Argentina no tomar partido en la disputa. La convicción por Sánchez no cruzó el Atlántico.
Siempre al lado. Karina Milei gana poder en el entorno presidencial y podría activar cambios de nombres que involucrarán la toma de decisiones en temas relacionados con la economía.
Un episodio casi calcado al de Lula tuvo Milei con Gustavo Petro, el presidente de Colombia. Luego del escándalo, se reactivó el mecanismo de control de daños. Mondino viajó allá, mantuvo decenas de reuniones y Milei hizo un aporte para pasar de página.
Cancillería asegura hoy que el diálogo al más alto nivel en temas económicos funciona con normalidad y avanza en una agenda de negociación bilateral que excluye lo político, pero hace foco en las coincidencias técnicas.
Ambos países se tratan como dos que se cuidan porque tienen una relación frágil. El último hito fue el mes pasado. Enviados de Mondino fueron a las oficinas porteñas de la agencia que promueve las exportaciones de Colombia para avanzar en temas demorados de la gestión anterior.
Toda una provocación para Alberto Fernández, quien entre otras cosas acusó a Milei de estallar la relación con China. El expresidente estaría sorprendido si conociera qué es lo que efectivamente está ocurriendo en la comunicación con ese país. Hay, en el medio, un tributo al kirchnerismo.
Uno de los campamentos que instalados sobre el río Santa Cruz para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic. Las obras están demoradas, pero el Gobierno ya le pidió más plata a China para terminarlas.
Javier Milei tiene decidido finalizar la construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que debían estar listas en 2022. Es una confirmación que aporta revelaciones. No solo porque están en Santa Cruz, sino también porque es la obra pública más grande en marcha en el país.
Hay otro dato novedoso. Por orden de Caputo, Economía está avanzando con un consorcio de bancos chinos para continuar con los trabajos que se frenaron hace meses. Ya se hizo el pedido de nuevos desembolsos. El equipo negociador se entusiasma con que todo se reactive a partir de junio.
Milei preferiría no haber heredado esa megainversión. ¿Qué es lo que lo lleva, entonces, a buscar terminarla? La justificación es económica. La obra tiene un avance del 27,3%, pero China ya puso US$1.850 millones que en algún momento habrá que devolver con lo que generen las centrales.
La lógica de sacar el máximo provecho posible a la infraestructura inunda otras decisiones. El Gobierno sabe que necesita terminar la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner para ahorrar dólares que se van en la importación de gas. Estaba previsto que se hiciera un anuncio pasado mañana.
La plata vendría de la inversión privada. Se los iba a contar Rodríguez Chirillo a los barones de la energía que se reunirán en un almuerzo organizado por el Club del Petróleo de Buenos Aires, pero el secretario de Energía se bajó.
En cualquier caso, hay una búsqueda de una sintonía más fina. La preocupación que existe en el Gobierno por la tolerancia social a la crisis económica parece haber desplazado a la etapa más frenética del ajuste. Es un acuerdo tácito entre Milei y Caputo que respetan los miembros del Gabinete.
La apuesta, ahora, es ir por correcciones menos visibles que, sumadas, colaboren con el objetivo de que las cuentas públicas tiendan cada vez más al equilibrio. Hay viudas en el camino.
En los últimos 10 días se repitieron las reuniones para tratar temas clave en el Ministerio de Economía envueltos en la nueva sensibilidad. Estuvieron los dueños de casa representados por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, virtual viceministro, funcionarios de Energía y enviados de Sandra Pettovello (Capital Humano).
El 10 de agosto próximo se hará el último vuelo de la ruta Buenos Aires-Nueva York, comandado por Aerolíneas Argentinas, entre otras cosas, porque arrojó una pérdida de US$162.000 en febrero.DOUMENJOU ALEXANDRE - MASTERFILM
Los últimos invitados tienen una razón para estar: los equipos técnicos se preparan para tocar un cable pelado desde la mirada de Caputo, ya que apunta a una porción de los sectores de menores ingresos.
El Gobierno frenó las subas en los servicios públicos en mayo. Eso se repetirá en junio. Pero Chirillo ve una ventana de oportunidad para reanudar lantes los aumentos en julio sobre ciertos sectores y seguir reduciendo subsidios. La decisión es del ministro de Economía.
La búsqueda apunta hacia los denominados clientes N2, una categoría que reúne a los usuarios de servicios públicos de menores ingresos. Un relevamiento interno del Gobierno muestra que ese sector no moderó el consumo a pesar de los aumentos. Es por eso que los equipos técnicos están convencidos de que están dando una señal de precios mala, porque gasta en exceso, algo que se corrige encareciendo los servicios.
Funcionarios con incertidumbre
Las discusiones se dan en el terreno fangoso constituido por la sospecha de cambios inminentes en el Gabinete y tensiones internas. Chirillo, por ejemplo, vetó el ingreso de Mario Cairella a Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico, pero no tuvo éxito. Cairella, que ya pasó por ahí en la gestión de Mauricio Macri, responde a su vez a José Luis Espert, cuya influencia parece estar en ascenso. Ya dijo, de hecho, que aceptaría una invitación para sumarse al Gabinete.
El futuro de Nicolás Posse estaría lejo del Gobierno, pero eso no cambiará sustancialmente la línea de trabajo que viene desarrollando Milei a través de esa cartera, que maneja áreas fundamentales para el futuro de la economía. Algunos ejemplos.
El 10 de agosto próximo se hará el último vuelo de la ruta Buenos Aires-Nueva York comandado por Aerolíneas Argentinas. Dejará de existir, entre otras cosas, porque le dio en febrero pasado, un mes antes de que se anunciara la decisión, una pérdida de US$162.000 a la línea aérea de bandera.
El número es mínimo para las cuentas públicas y muestra la voluntad del ajuste, como hizo Cristian Larsen, que aumentó hasta 300% la entrada a los parques nacionales. El Estado recaudará más porque entrar al Parque Nacional Iguazú, por ejemplo, tiene un valor similar al ingreso a Yellowstone, en Estados Unidos.
El caso Aerolíneas es un ejemplo de lo que está pasando con todas las empresas del Estado. Jefatura de Gabinete ya les avisó a todas que frenen cualquier expansión que implique gastos adicionales.
El Gobierno seguirá una hoja de ruta como si todas las empresas públicas fueran a privatizarse. Deberán llegar a un equilibrio financiero que se medirá al momento de evaluar su venta. La Casa Rosada está restando activos y pasivos para hacer el cálculo. Ese rumbo no se alteraría más allá de cuál sea el futuro del Jefe de Gabinete.
El agotamiento de algunas estructuras políticas coincide con un naciente fastidio empresario. Empujados por algunas decisiones del Gobierno, aquellos a los que Milei venía a salvar del socialismo están incubando enojos con la Casa Rosada.
Algunos exponentes representan ese desencuentro con crudeza poética. La vida de Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, dio un vuelco existencial desde el momento en que el Gobierno inició una investigación por presunta cartelización en el negocio de la medicina privada.
Pasa más tiempo que antes en su oficina de la avenida Libertador. No comprende la actitud del Gobierno, pero tampoco la de los empresarios que participan del mismo negocio, que no lo defendieron públicamente.
“Van a tener que hacerse cargo y dar la cara ahora”, le dijo Belocopitt a uno de sus colaboradores hace 10 días. Fue una confirmación premonitoria. Cada vez más empresas acusan al Gobierno de colocarlos en el lugar de enemigo público.
Mañana será un día determinante para definir cómo sigue la disputa. Por orden de la Justicia, se sentarán a una mesa de negociación la Superintendencia de Salud, Pablo Cunial por la Secretaría de Comercio y representantes de las prepagas. El sector privado está seguro de que le irá bien, pero no lo querrá mostrar. Tiene que ser una victoria que parezca una derrota para no ofender al Gobierno.
La salud, sin embargo, está por sumar un aliado impensado. Federico Sturzenegger podría abandonar su disimulado lugar de trabajo en la Quinta de Olivos para tener un rol protagónico de enlace entre ministerios y secretarías. Es el autor de los grandes textos reformistas de este gobierno, entre los que se incluye la liberación de precios de la salud que él defendió y criticó Caputo.
Esta última diferencia puede funcionar como un anticipo de las tensiones que desataría el empoderamiento del expresidente del Banco Central. Hay una tranquilidad para el titular de Economía: Milei lo adoptó como un propio. Lo volvió a convalidar en público ayer.
Sturzenegger, economista destacado, se perfila más para una nueva cartera. Hoy, ya es un asesor tentacular que atraviesa todos los ministerios en su búsqueda de desburocratización y desregulación. Por si alguien tiene dudas con respecto a su influencia, alcanza con decir que Milei lo admira inalteradamente desde la gestión de Macri.
Hay más empresarios enojados con el Presidente. De manera unilateral, Caputo les ofreció a los dueños de la energía pagarles una deuda millonaria con un bono que cotiza a la mitad. Es, a todas luces, un mal negocio para el sector privado. Algunas compañías, sin embargo, le hicieron llegar a Economía la sugerencia de avanzar en un acuerdo similar, pero con una foto y un apretón de manos mediante como para que pareciera un acuerdo.
No hubo foto, las compañías aceptaron a disgusto y Caputo obtuvo una rebaja interesante en lo que deberá pagar el Estado. Fue un triunfo a medias.
La salud, sin embargo, está por sumar un aliado impensado. Federico Sturzenegger podría abandonar su disimulado lugar de trabajo en la Quinta de Olivos para tener un rol protagónico de enlace entre ministerios y secretarías.
Los empresarios aseguran que la pelea por la plata acaba de aumentar el costo argentino y creó un precedente muy malo hacia delante. Si en el futuro otro ministro de Economía quiere dejar de pagarles, podrá invocar lo que pasó esta semana. Después de todo, por qué estaría impedida de hacerlo una potencial administración más intervencionista si lo convalidó el gobierno de una de las principales figuras planetarias de la libertad.
Primero motosierra y después negociación política. Alrededor de la mesa se sientan el Ministerio de Economía y representantes de los gobiernos provinciales. En el centro, 1253 obras públicas paralizadas que esperan una definición: continuidad o final a medias.
Según informaron a la nacion fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, el Gobierno decidió interrumpir estos 1253 proyectos a raíz del ajuste y de una revisión de la herencia recibida en el área de infraestructura, que llevó a un análisis: si “no hay plata” entonces qué se puede hacer con estas obras inconclusas iniciadas durante la gestión de Alberto Fernández.
El costo total de las 1253 obras, basado en información oficial actualizada al 20 de mayo, se estima en $1,4 billones. Parte de ese monto ya fue pagado para que las obras se comiencen, pero ahora todo está parado.
En las oficinas del Ministerio de Economía detallaron que la mayoría son de baja envergadura. Dentro de ellas se encuentran varios casos de arreglos de cunetas y veredas, la carpintería para una pileta municipal, la construcción de vestuarios en clubes deportivos, baños en cementerios municipales y pistas de patineta, entre otras. Para el Poder Ejecutivo, el acotado calibre de estos proyectos no justifica la intervención del Estado nacional porque distan de tener un impacto considerable como, por ejemplo, el de nuevas rutas, hospitales o escuelas.
Iniciar las obras pequeñas, indican, habría respondido al interés político de los beneficiados. Continuarlas también, pero esto implicaría una gran diferencia: cambiaría quién las paga. El Gobierno busca que las provincias o municipios afronten ese gasto. Caso contrario, los trabajos quedarían discontinuados.
A propósito de esto, en la administración de Axel Kicillof fueron tajantes: “No hay ninguna negociación abierta”. En cambio, una alta fuente de la gobernación de Córdoba aseguró que analizan hacerse cargo de dichas obras con esquemas junto a municipios. En paralelo, la gobernación de Santa Fe admitió que comparte la visión de la Secretaría de Obras Públicas nacional sobre las obras de baja envergadura. Además, informaron que absorbieron la responsabilidad de algunas “obras estratégicas necesarias para impulsar la producción y la exportación”.
Las obras
Según revelaron fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, en diciembre de 2023 había 2677 obras en ejecución sin finalizar. De ellas, 2049 obras, es decir, tres de cada cuatro, fueron iniciadas bajo la modalidad de “convenio”. Los 1253 proyectos en negociación se concentran en ese último grupo.
La modalidad convenio le otorgaba al Estado nacional la función de financiador de los trabajos adjudicados. De las licitaciones y el control del avance de los proyectos se hacían cargo las provincias o municipios beneficiados. Es decir, armaban los pliegos, decidían con quién firmar el contrato, las condiciones del mismo y verificaban su desarrollo. En términos sencillos, el Gobierno giraba la plata a las jurisdicciones y estas últimas se encargaban de todo lo demás.
El Gobierno no especificó el detalle de las 1253 obras cuya continuidad depende de la negociación con los gobernadores e intendentes. Pese a ello, un análisis del Mapa de Inversiones de la Secretaría de Obras Públicas actualizado al 21 de mayo realizado por la nacion, permitió determinar que existen al menos 800 obras suscriptas bajo la modalidad “convenio” que se iniciaron entre 2022 y 2023, y se encuentran inconclusas pese a que ya debían haber finalizado.
De esas 800 obras, el 25% tiene como objeto pavimentación y arreglos de cunetas y veredas; el 15%, parques, plazas, alumbrados, polideportivos y espacios recreativos; el 17%, centros de desarrollo infantil, y el 11,5%, trabajos vinculados a cloacas. En las restantes también se observan, en menor proporción, obras en escuelas, casas para adultos mayores y la ampliación del Concejo Deliberante de Lanús, entre otras.
Según informaron fuentes de la Secretaría de Obras Públicas, la mayoría de los 1253 proyectos que están pendientes de una redefinición en su financiamiento para sobrevivir se concentra en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en la región centro.
En ese sentido, en la gobernación de Axel Kicillof dijeron que “la provincia está en una situación muy crítica financieramente” y que debería analizar puntillosamente hacerse cargo de algunas obras. En paralelo, insisten en que la responsabilidad es de la Nación y que en tanto no haya ningún cambio “las obras se siguen deteriorando y hay miles de despidos”.
A propósito del desfinanciamiento, según el relevamiento de la herencia recibida en el área de Infraestructura, de las 2677 obras que estaban en ejecución en diciembre del año pasado, el 50% no registraba pagos en los últimos tres meses, el 37% en los últimos seis meses, el 25% en los últimos 12 meses y el 8% directamente estaban sin ninguna erogación.
Por esta razón, en las oficinas del Ministerio de Economía señalaron que parte de la obra pública habría estado paralizada desde la gestión anterior. Sobre la eventual parálisis previa al cambio de gobierno, consultó a representantes la nacion del ex Ministerio de Obras Públicas, pero tras más de 24 horas no obtuvo respuesta.
De esta manera, el panorama de la obra pública presenta 347 proyectos que el Gobierno catalogó como prioritarios y por ende sobrevivieron a la motosierra, 183 están en reprogramación y 2135, discontinuados.
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Acuerdo con los “zurdos” para evitar una crisis, la nueva fase del plan y el temor a cortar un cable sensible
El Gobierno terminó una semana de tensión diplomática, empresaria y política como nunca desde que arrancó esta administración; se le pidió ayuda a Brasil para enfrentar una posible crisis y el invierno atenta contra los números de Luis Caputo
Pablo Fernández Blanco
Javier Milei, Federico Sturzenegger, Diana Mondino y Luis Caputo
La crisis diplomática con España desnudó un mecanismo que ya es propio del gobierno de Javier Milei. Mientras el líder detona una pirotecnia personal en la superficie, una red de funcionarios y burócratas profesionales despliega un trabajo de control de daños a mediano plazo para que las detonaciones diplomáticas del líder libertario no dañen negocios que siempre son millonarios.
Ningún ejemplo es mejor que el caso de Brasil. Milei acusó a Lula en el pasado de ser un “zurdo salvaje” que apoya a “dictadores”. La canciller Diana Mondino se encargó del principal acercamiento, pero luego se sumaron tropas de reparadores a quienes les interesan más los negocios y la continuidad de las cosas más que los arranques de la política.
Debajo de la ideología, la Argentina conversa muy bien con Brasil. Esa paz subterránea le permitirá al país atravesar mejor una crisis que se está gestando y le hará gastar más dinero al ministro de Economía, Luis Caputo en los próximos cuatro meses. El ahorro es la base de cualquier iniciativa para bajar impuestos, como prometió ayer Milei en Córdoba.
Por orden del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, Enarsa acordó con Petrobras un intercambio de gas entre junio y agosto próximos para sumar suministro en los días más fríos en la Argentina.
El presidente Milei fue a España y comenzó una crisis diplomática. La burocracia argentina está acostumbrada a reparar desarreglos cada vez más usuales.A. Pérez Meca -
Es una jugada importante, porque de otra manera estaría comprometido el abastecimiento en el norte del país en un invierno que jugará en contra de la reducción del gasto público. De hecho, habrá que importar de Uruguay más electricidad de urgencia. Cuesta casi el triple que en la Argentina, pero es mejor que no tenerla.
Algunos túneles que van por debajo de la política los construye el sector privado. La sección comercial de la embajada en Brasil recibió un llamado el 1° de febrero pasado. Era el director general de la empresa Transportadora Sulbrasileira de Gás (TSB), que comunicó el interés de las compañías industriales del sur del país por importar gas de Vaca Muerta. Cancillería le pasó el mensaje a Economía, que celebró la noticia y está trabajando en esa línea.
Los empresarios también están jugando su papel en la crisis con España. El fin de semana pasado, el establishment ibérico denostó públicamente a Javier Milei para defender a su presidente, Pedro Sánchez. Dos días después, en Buenos Aires, se juntaron los jefes locales de esas compañías en la Cámara de Comercio de España. Fue el martes por la mañana.
La reunión tuvo un timing ideal. Había sido convocada hacía varios días para definir a las nuevas autoridades de la organización, pero todos terminaron hablando de lo mismo. Solo ahí, porque se juraron no decir nada puertas afuera por disposición de sus jefes en las casas matrices.
Mientras información periodística de los medios de comunicación en España hablan de un apoyo extenso de los empresarios ibéricos a gobierno, les ordenaron a sus gerentes en la Argentina no tomar partido en la disputa. La convicción por Sánchez no cruzó el Atlántico.
Siempre al lado. Karina Milei gana poder en el entorno presidencial y podría activar cambios de nombres que involucrarán la toma de decisiones en temas relacionados con la economía.
Un episodio casi calcado al de Lula tuvo Milei con Gustavo Petro, el presidente de Colombia. Luego del escándalo, se reactivó el mecanismo de control de daños. Mondino viajó allá, mantuvo decenas de reuniones y Milei hizo un aporte para pasar de página.
Cancillería asegura hoy que el diálogo al más alto nivel en temas económicos funciona con normalidad y avanza en una agenda de negociación bilateral que excluye lo político, pero hace foco en las coincidencias técnicas.
Ambos países se tratan como dos que se cuidan porque tienen una relación frágil. El último hito fue el mes pasado. Enviados de Mondino fueron a las oficinas porteñas de la agencia que promueve las exportaciones de Colombia para avanzar en temas demorados de la gestión anterior.
Toda una provocación para Alberto Fernández, quien entre otras cosas acusó a Milei de estallar la relación con China. El expresidente estaría sorprendido si conociera qué es lo que efectivamente está ocurriendo en la comunicación con ese país. Hay, en el medio, un tributo al kirchnerismo.
Uno de los campamentos que instalados sobre el río Santa Cruz para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic. Las obras están demoradas, pero el Gobierno ya le pidió más plata a China para terminarlas.
Javier Milei tiene decidido finalizar la construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que debían estar listas en 2022. Es una confirmación que aporta revelaciones. No solo porque están en Santa Cruz, sino también porque es la obra pública más grande en marcha en el país.
Hay otro dato novedoso. Por orden de Caputo, Economía está avanzando con un consorcio de bancos chinos para continuar con los trabajos que se frenaron hace meses. Ya se hizo el pedido de nuevos desembolsos. El equipo negociador se entusiasma con que todo se reactive a partir de junio.
Milei preferiría no haber heredado esa megainversión. ¿Qué es lo que lo lleva, entonces, a buscar terminarla? La justificación es económica. La obra tiene un avance del 27,3%, pero China ya puso US$1.850 millones que en algún momento habrá que devolver con lo que generen las centrales.
La lógica de sacar el máximo provecho posible a la infraestructura inunda otras decisiones. El Gobierno sabe que necesita terminar la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner para ahorrar dólares que se van en la importación de gas. Estaba previsto que se hiciera un anuncio pasado mañana.
La plata vendría de la inversión privada. Se los iba a contar Rodríguez Chirillo a los barones de la energía que se reunirán en un almuerzo organizado por el Club del Petróleo de Buenos Aires, pero el secretario de Energía se bajó.
En cualquier caso, hay una búsqueda de una sintonía más fina. La preocupación que existe en el Gobierno por la tolerancia social a la crisis económica parece haber desplazado a la etapa más frenética del ajuste. Es un acuerdo tácito entre Milei y Caputo que respetan los miembros del Gabinete.
La apuesta, ahora, es ir por correcciones menos visibles que, sumadas, colaboren con el objetivo de que las cuentas públicas tiendan cada vez más al equilibrio. Hay viudas en el camino.
En los últimos 10 días se repitieron las reuniones para tratar temas clave en el Ministerio de Economía envueltos en la nueva sensibilidad. Estuvieron los dueños de casa representados por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, virtual viceministro, funcionarios de Energía y enviados de Sandra Pettovello (Capital Humano).
El 10 de agosto próximo se hará el último vuelo de la ruta Buenos Aires-Nueva York, comandado por Aerolíneas Argentinas, entre otras cosas, porque arrojó una pérdida de US$162.000 en febrero.DOUMENJOU ALEXANDRE - MASTERFILM
Los últimos invitados tienen una razón para estar: los equipos técnicos se preparan para tocar un cable pelado desde la mirada de Caputo, ya que apunta a una porción de los sectores de menores ingresos.
El Gobierno frenó las subas en los servicios públicos en mayo. Eso se repetirá en junio. Pero Chirillo ve una ventana de oportunidad para reanudar lantes los aumentos en julio sobre ciertos sectores y seguir reduciendo subsidios. La decisión es del ministro de Economía.
La búsqueda apunta hacia los denominados clientes N2, una categoría que reúne a los usuarios de servicios públicos de menores ingresos. Un relevamiento interno del Gobierno muestra que ese sector no moderó el consumo a pesar de los aumentos. Es por eso que los equipos técnicos están convencidos de que están dando una señal de precios mala, porque gasta en exceso, algo que se corrige encareciendo los servicios.
Funcionarios con incertidumbre
Las discusiones se dan en el terreno fangoso constituido por la sospecha de cambios inminentes en el Gabinete y tensiones internas. Chirillo, por ejemplo, vetó el ingreso de Mario Cairella a Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico, pero no tuvo éxito. Cairella, que ya pasó por ahí en la gestión de Mauricio Macri, responde a su vez a José Luis Espert, cuya influencia parece estar en ascenso. Ya dijo, de hecho, que aceptaría una invitación para sumarse al Gabinete.
El futuro de Nicolás Posse estaría lejo del Gobierno, pero eso no cambiará sustancialmente la línea de trabajo que viene desarrollando Milei a través de esa cartera, que maneja áreas fundamentales para el futuro de la economía. Algunos ejemplos.
El 10 de agosto próximo se hará el último vuelo de la ruta Buenos Aires-Nueva York comandado por Aerolíneas Argentinas. Dejará de existir, entre otras cosas, porque le dio en febrero pasado, un mes antes de que se anunciara la decisión, una pérdida de US$162.000 a la línea aérea de bandera.
El número es mínimo para las cuentas públicas y muestra la voluntad del ajuste, como hizo Cristian Larsen, que aumentó hasta 300% la entrada a los parques nacionales. El Estado recaudará más porque entrar al Parque Nacional Iguazú, por ejemplo, tiene un valor similar al ingreso a Yellowstone, en Estados Unidos.
El caso Aerolíneas es un ejemplo de lo que está pasando con todas las empresas del Estado. Jefatura de Gabinete ya les avisó a todas que frenen cualquier expansión que implique gastos adicionales.
El Gobierno seguirá una hoja de ruta como si todas las empresas públicas fueran a privatizarse. Deberán llegar a un equilibrio financiero que se medirá al momento de evaluar su venta. La Casa Rosada está restando activos y pasivos para hacer el cálculo. Ese rumbo no se alteraría más allá de cuál sea el futuro del Jefe de Gabinete.
El agotamiento de algunas estructuras políticas coincide con un naciente fastidio empresario. Empujados por algunas decisiones del Gobierno, aquellos a los que Milei venía a salvar del socialismo están incubando enojos con la Casa Rosada.
Algunos exponentes representan ese desencuentro con crudeza poética. La vida de Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical, dio un vuelco existencial desde el momento en que el Gobierno inició una investigación por presunta cartelización en el negocio de la medicina privada.
Pasa más tiempo que antes en su oficina de la avenida Libertador. No comprende la actitud del Gobierno, pero tampoco la de los empresarios que participan del mismo negocio, que no lo defendieron públicamente.
“Van a tener que hacerse cargo y dar la cara ahora”, le dijo Belocopitt a uno de sus colaboradores hace 10 días. Fue una confirmación premonitoria. Cada vez más empresas acusan al Gobierno de colocarlos en el lugar de enemigo público.
Mañana será un día determinante para definir cómo sigue la disputa. Por orden de la Justicia, se sentarán a una mesa de negociación la Superintendencia de Salud, Pablo Cunial por la Secretaría de Comercio y representantes de las prepagas. El sector privado está seguro de que le irá bien, pero no lo querrá mostrar. Tiene que ser una victoria que parezca una derrota para no ofender al Gobierno.
La salud, sin embargo, está por sumar un aliado impensado. Federico Sturzenegger podría abandonar su disimulado lugar de trabajo en la Quinta de Olivos para tener un rol protagónico de enlace entre ministerios y secretarías. Es el autor de los grandes textos reformistas de este gobierno, entre los que se incluye la liberación de precios de la salud que él defendió y criticó Caputo.
Esta última diferencia puede funcionar como un anticipo de las tensiones que desataría el empoderamiento del expresidente del Banco Central. Hay una tranquilidad para el titular de Economía: Milei lo adoptó como un propio. Lo volvió a convalidar en público ayer.
Sturzenegger, economista destacado, se perfila más para una nueva cartera. Hoy, ya es un asesor tentacular que atraviesa todos los ministerios en su búsqueda de desburocratización y desregulación. Por si alguien tiene dudas con respecto a su influencia, alcanza con decir que Milei lo admira inalteradamente desde la gestión de Macri.
Hay más empresarios enojados con el Presidente. De manera unilateral, Caputo les ofreció a los dueños de la energía pagarles una deuda millonaria con un bono que cotiza a la mitad. Es, a todas luces, un mal negocio para el sector privado. Algunas compañías, sin embargo, le hicieron llegar a Economía la sugerencia de avanzar en un acuerdo similar, pero con una foto y un apretón de manos mediante como para que pareciera un acuerdo.
No hubo foto, las compañías aceptaron a disgusto y Caputo obtuvo una rebaja interesante en lo que deberá pagar el Estado. Fue un triunfo a medias.
La salud, sin embargo, está por sumar un aliado impensado. Federico Sturzenegger podría abandonar su disimulado lugar de trabajo en la Quinta de Olivos para tener un rol protagónico de enlace entre ministerios y secretarías.
Los empresarios aseguran que la pelea por la plata acaba de aumentar el costo argentino y creó un precedente muy malo hacia delante. Si en el futuro otro ministro de Economía quiere dejar de pagarles, podrá invocar lo que pasó esta semana. Después de todo, por qué estaría impedida de hacerlo una potencial administración más intervencionista si lo convalidó el gobierno de una de las principales figuras planetarias de la libertad.
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