miércoles, 29 de mayo de 2024

REFORMA FISCAL Y MAURICIO MACRI


El Gobierno teme que el Senado elimine la reposición de Ganancias
reforma fiscal. Diputados espera ratificar los cambios que surjan de la Cámara alta, pero el oficialismo no tiene los votos para insistir si dos tercios de los senadores rechazan la cuarta categoría del tributo
Laura SerraMartín Menem (derecha), con legisladores del oficialismo y la oposición
Extenuado hasta el hartazgo con las negociaciones en el Congreso para sancionar la Ley Bases y el paquete de reformas fiscales, el Gobierno confía en que la Cámara de Diputados, más “amigable” que el Senado, ratifique in totum las modificaciones que se acuerden en la Cámara alta para poder exhibir, cuanto antes, las dos primeras leyes sancionadas de la gestión de Javier Milei. Un cabo suelto amenaza, sin embargo, la estrategia oficial: la posibilidad de que los senadores rechacen la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias.
En efecto, si una mayoría en el Senado elimina del proyecto de reformas fiscales la reposición de este tributo, el oficialismo en Diputados no tendrá otra alternativa que reabrir el debate del articulado cuando el texto retorne a la Cámara baja para intentar reincorporarlo. Esta es una instancia que el Gobierno preferiría esquivar en su afán de cerrar cuanto antes el trámite legislativo, que ya insumió casi seis largos meses.
La amenaza de una nueva demora, esta vez en Diputados, sería una pésima señal en términos de la gobernabilidad que la Casa Rosada pretende exhibir ante el “círculo rojo” de empresarios, inversores y organismos internacionales.
La reincorporación de este tributo es clave no solo para las arcas provinciales –como el Gobierno quiere hacer ver–, sino también para las nacionales, sobre todo en tiempos de caída de recaudación por efecto de la recesión económica. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la reforma del impuesto a las ganancias incrementaría la recaudación de ese tributo en 0,5% del PBI sobre la base del período fiscal 2024 completo. El incremento sería de 0,3% suponiendo una aplicación de siete meses durante 2024.
Pese a las bondades recaudatorias del impuesto a las ganancias, una legión de senadores patagónicos se opone a su restitución tal como está planteada en el texto aprobado en Diputados: aducen que, con el piso mínimo no imponible de $1,8 millones para solteros y de $2,2 millones para los casados, buena parte de los trabajadores asalariados de la región –donde el costo de vida es más alto que el promedio del país– quedarían alcanzados por el impuesto. Cuando alzaron su voz en la Cámara de Diputados, su reclamo no prosperó; en el Senado, en cambio, hacen valer su peso específico (reúnen el 25% del total de los miembros) y amenazan con estrechar filas con los bloques kirchneristas para voltear el impuesto en el recinto.
En la instancia final de negociaciones que arrancó esta semana en el Senado, los operadores de la Casa Rosada se mostrarían flexibles a receptar la andanada de modificaciones que le proponen los opositores dialoguistas con tal de aprobar la ley. No los guía el altruismo, sino la conveniencia: una vez sancionada, el Poder Ejecutivo podrá enmendar todo aquello que no le satisfaga vía reglamentación del articulado o, en un caso extremo, mediante el veto parcial o total de la ley. Son las herramientas constitucionales con las que cuenta todo jefe de Estado cuando una norma no le satisface.
Empero, no hay reglamentación ni veto alguno que le permita al Ejecutivo restituir un artículo que haya sido deliberadamente eliminado por el Congreso. De allí la intransigencia del Gobierno a aceptar que se rechace la reposición de Ganancias.
En su oportunidad, la Cámara baja aprobó este artículo con 132 votos positivos, y todo indica que si el Senado llegara a eliminarlo, los diputados insistirán en reponerlo. El problema se suscitaría si el eventual rechazo de la Cámara alta se produjera con los dos tercios de los votos; difícilmente los diputados puedan replicar semejante mayoría en el recinto para insistir en su criterio y reincorporar el tributo.
“Lo ideal es que el texto que se apruebe en el Senado vuelva a Diputados con modificaciones acordadas con el Gobierno. Eso facilitaría que podamos aprobarlo sin mayor discusión. Después, el Poder Ejecutivo vetará lo que no le guste. El problema es si el paquete fiscal viene sin el artículo sobre Ganancias: en este caso, tendríamos que abrir el debate en comisiones, con el peligro de que la oposición más dura, con tal de embarrar la cancha, reclame revisar otros artículos, no solo el de Ganancias. Si esto sucede, la ley no sale más”, argumentaba, con cierta preocupación, una alta autoridad del bloque de Pro.
En la bancada que conduce Cristian Ritondo, aun con sus matices internos, son partidarios de aprobar sin dilaciones la media sanción modificada del Senado para que luego el Poder Ejecutivo enmiende lo que crea necesario vía reglamentación o veto. El jefe de la bancada radical, Rodrigo de Loredo, va en la misma sintonía, aunque su autoridad ha ido perdiendo peso puertas adentro de su bloque, desintegrado en distintas tribus que oscilan entre quienes agitan una ofensiva impiadosa contra el Gobierno y aquellos que sugieren un alineamiento crítico.
En Hacemos Coalición Federal, el liderazgo de Miguel Ángel Pichetto también es relativo; la Coalición Cívica, el socialismo y Margarita Stolbizer, que suelen seguir sus propios impulsos políticos, suelen no coincidir con el perfil orgánico que pretende imprimir el rionegrino.
En este contexto, se entienden las prevenciones y las dificultades del Gobierno para sellar la Ley Bases y el paquete fiscal, un trámite que, con buen viento, tendrá por delante un mes más de recorrido parlamentario hasta ver la luz

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Macri hizo una férrea defensa del régimen de inversiones y de la Ley Bases
El expresidente relativizó las críticas opositoras; dijo que la nueva legislación resulta clave de manera “urgente” en “energía y minería”
Mauricio Macri, Expresidente

El expresidente y actual jefe de Pro, Mauricio Macri, hizo ayer una férrea defensa de uno de los capítulos claves del proyecto de la Ley Bases, el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), el cual fue concebido por el Poder Ejecutivo para atraer proyectos de inversión por montos superiores a los 200 millones de dólares.
“Me parece fundamental para el país que el régimen sea aprobado –enfatizó el expresidente en la red social X–. Necesitamos grandes inversiones de manera urgente, sobre todo en energía y minería, que solo serán posibles con estos incentivos”.
En el Senado, donde se discute el proyecto de la Ley Bases, la oposición alzó su voz para advertir que este régimen es por demás concesivo por los beneficios tributarios, fiscales y arancelarios que ofrece a los potenciales inversores. Advierten que estas facilidades generarían un impacto negativo en la industria local y en las pymes, que también reclaman beneficios fiscales similares para sus inversiones.
El jefe de Pro, sin embargo, relativizó las críticas que en el Senado tienen al jefe de la UCR, Martín Lousteau, como su voz más potente.
“Algunos dicen que el régimen es demasiado generoso. No los entiendo. Lo digo a las luz de todos los incumplimientos que hemos tenido en el pasado ¿Quién puede decir que algo es mucho? La Argentina ya rompió demasiadas reglas e incumplió demasiadas promesas. Los inversores necesitan garantías de que eso no va a volver a pasar y nosotros, con nuestra historia, no estamos en una posición de exigir. Tampoco tenemos tiempo que perder”, sostuvo el expresidente.
Macri precisó, por caso, que la planta de licuefacción de gas para exportar el gas de Vaca Muerta y los gasoductos para transportarlo cuestan 30.000 millones de dólares. “Es uno de los proyectos de inversión más importantes de nuestra historia. Pero con las reglas actuales sería imposible encontrar gente que ponga esa plata. Para eso hace falta el régimen de incentivos que está en la ley. Les da a los inversores estabilidad y la capacidad de planificar a varios años”, insistió.
El expresidente enfatizó que la puesta en marcha de este régimen “no puede esperar”. “Entiendo también a las empresas más chicas, que quieren reglas similares para ellas. Con el tiempo deberíamos avanzar en esa dirección para todos, pero hay que arrancar por algún lado y las grandes inversiones que necesitamos no pueden esperar”, indicó.
Por último, Macri exhortó a los senadores de su bloque a aprobar el proyecto de la Ley Bases con este régimen incluido. “Nadie de Pro con experiencia en la función pública puede estar en contra de esto, que además puede generar decenas de miles de puestos de trabajo. Sé que la situación todavía es difícil y que algunos de estos temas son complejos. Pero necesitamos avanzar. Tenemos un potencial enorme y una gran oportunidad. No la desperdiciemos”, instó. 


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