Sacarle el jugo a la Feria del Libro...Pistas, claves y consejos de seis reconocidos escritores argentino
Texto de Marcela Ayora
Con cada otoño, La Rural revive dos clásicos: las hojas amarillentas de los árboles se arremolinan en las veredas y largas filas de gente esperan para entrar a la gran cita cultural de todos los años. Son días de fiesta para los lectores. La 48º Feria Internacional del Libro ya comenzó a recibir a miles de personas. Y cada quien la recorre según sus propios ritos y mapas de preferencias, con tantas opciones como formas hay de disfrutarla. Desde el momento de la inauguración, el jueves pasado, con la escritora Liliana Heker como oradora principal, el predio quedó habilitado por igual: para quienes pasan horas caminando por los largos pasillos de stand a stand como para los que giran por las salas donde los autores presentan sus novedades, debaten sobre la actualidad y conversan en torno a la lectura. También para los más fans, que llevan sus ejemplares con la esperanza de que su escritor favorito les estampe una firma. Los que simplemente aprovechan la salida como un paseo por La Rural, tendrán tiempo y espacio de sobra (45.000 metros cuadrados) para darse una vuelta en los casi veinte días que dura el evento, hasta el lunes 13 de mayo. ¿Cuál es la mejor forma de disfrutar la Feria? Seis escritores muy apreciados por los lectores argentinos se animaron a bocetar algunas rutas posibles para sacarle el jugo a la visita. Y lo hicieron de acuerdo a sus propias experiencias, porque ellos también son lectores. Para Jorge Fernández Díaz, por ejemplo, la feria es “una antología de inteligencias” y, por lo tanto, vale la pena escuchar lo que sus protagonistas tienen para decir en las salas de conferencias. Florencia Canale propone salir de exploración sin coordenadas previamente establecidas. Y Guillermo Martínez cree que la experiencia tiene algo de “búsqueda del tesoro”. ¿Visitarla en familia? ¡Claro! Varios hablan de las ventajas de llevar a los chicos. Con caminos prefijados o alternativos, y la intuición al cien por ciento, todo está listo para aprovechar este momento del año.
LOS ELEGIDOS DE LOS ESCRITORES
Florencia
Canale
PERDERSE SIN RUMBO
Jorge Fernández Díaz
QUE UN LIBRO TE LLEVE A OTRO
Eduardo
Sacheri
CON MENOS GENTE, RECORRÉS MEJOR
Guillermo
Martínez
PARA LOS CHICOS, QUE ESTÁ PERMITIDO TOCAR
Isol
LA POSIBILIDAD DE VER EL CATÁLOGO COMPLETO
Gabriela Cabezón Cámara
LO MÁS INTERESANTE SON LOS DEBATES
Florencia Canale
“Perderse sin rumbo”
Dejar que la mirada actúe de brújula, caminar sin apuro sobre las alfombras recién puestas, casi casi a la manera de un flâneur. “No ir con nada muy concreto a la hora de una búsqueda de lo que me tiente, me convoque”, dice Florencia Canale. Para la autora de novelas históricas como Amores prohibidos, La vida secreta de Manuel Belgrano o Pecadora, que el sábado presentó junto con Florencia Etcheves y Florencia Freijo De flores y fuegos (Planeta, $23.900), “la Feria del Libro es uno de los mejores programas del año como lectora”. Recomienda, en lo posible, ir durante la semana. “En esos días que hay menos gente uno tiene el espacio para recorrer, perseguir como detective aquellas pistas escondidas”, dice Canale, y aprecia dejarse llevar sin el apuro que marque el reloj o la agenda. “Mis experiencias en las diferentes ferias han sido siempre extraordinarias, productivas y conocí escritores impresionantes. Como lectora, recuerdo haber hecho una larga fila para que me firmara un ejemplar Carlos Fuentes. Me acuerdo también aquella presentación impresionante de intercambio de cartas entre Paul Auster y J. M. Coetzee. ¿Qué puedo decir? Siempre ha sido una cita ineludible como lectora”. El viernes 3 de mayo, 17.30, Canale volverá a presentarse en la Feria con una colega de Portugal, también autora de novelas históricas, en el stand de Lisboa, que este año es la ciudad invitada de honor.
Jorge Fernández Díaz
“Que un libro te lleve a otro”
La famosa esponja que todo lo absorbe: maximizar ese recurso de estar, por unas horas, frente a una mente brillante que cuenta historias, y acapararlo todo. “La Feria es una antología de inteligencias -dice Fernández Díaz-, y poder saborear el buen decir, las ideas de fondo, las historias curiosas contadas por los propios escritores es extraordinario”. Una sugerencia que hace el periodista es ir a “ver a autores que nos has leído nunca o que tal vez no vuelvas a leer, pero que despliegan su lucidez, su modo de cautivar que te hacen reflexionar continuamente”. A la hora de recorrer, propone deambular “un rato bien largo, dejándose llevar por las tapas, los autores, lo lugares de la Feria”. Eso de seguir un poco la intuición hasta dar con el ejemplar que parecía predestinado. “Siempre tengo la idea de que hay un libro escondido que me está esperando. Un libro para mí, que yo necesito por alguna razón. A veces es un libro secreto del cual no tenía la menor idea; otras, un libro que me convence por su contratapa. O un inencontrable, de repente está ahí”. Y también extiende la frontera para ir detrás de los stands impensados. “Buscar editoriales extranjeras -apunta-, porque hay libros importados a un precio razonable, que aquí no se consiguen en las librerías normales. Creo que andar un largo rato, que un libro te lleve a otro, es la mejor manera de recorrer la feria”. Entre los recuerdos destacados de las diferentes ediciones, el autor de Mamá, la trilogía de Remil y Cora (Planeta, $19.900) entre muchos otros títulos, trae al presente momentos “extraordinarios”, como ese día en que Arturo Pérez Reverte autografió ejemplares por horas de pie, “conversando de literatura con los lectores”. O aquella otra vez de Tomás Eloy Martínez con la firma de su libro Santa Evita. También destaca discusiones literarias de escritores de la talla de José Pablo Feinmann, Ricardo Piglia. “La Feria es un mundo de sorpresas que te deja el sabor de que los fantasmas ilustres te acompañan y que salís mejor de lo que entraste”, remata. Hasta aquí, Fernández ya presentó a dos invitados internacionales de esta edición de la Feria, el español Sergio del Molino y el portugués José Rodrigues Dos Santos, autor de El secreto de Spinoza. El domingo 12, a las 19, estará en la sala mayor, la José Hernández: “Con Luciano Román vamos a hablar de Cora, la novela, que va por su tercera edición, y sobre asuntos polémicos y curiosos del periodismo”.
Eduardo Sacheri
“Con menos gente, recorrés mejor”
“¿Cómo sacarle el jugo a la Feria. Le veo dos grandes líneas”, piensa el autor de grandes éxitos como Papeles en el viento o La pregunta de sus ojos. “Por una lado, tenés una oferta gigantesca, sobre todo si te gusta lo infrecuente: editoriales chicas, otros formatos, cómics, libros de fotografía; una variedad que habitualmente afuera no conseguís. Por otro, la chance de encontrarte con autores es clave. Escuchar a quien escribe y poder hacerle una pregunta o intercambiar un comentario. Hay otras formas de arte donde la posibilidad del cara a cara es más habitual, pero el libro es una mediación que distancia las dos partes: autor y lector”. Encontrar momentos en que haya menos gente, es la mejor forma de recorrerla desde la óptica de Eduardo Sacheri. La Feria tiene sus días y picos de visitantes. “Y los horarios donde vas tranquilo, recorrés y hay de todo, y los libreros tienen tiempo como para contactarte”. Parece imposible, pero no. Durante los días de semana, la actividad en La Rural empieza a las 14 y termina a las 22; el horario de la siesta es menos transitado y tiene un ritmo definitivamente más pausado al de los fines de semana que, si bien la Feria abre a las 13, el volumen de gente es mayor todo el día. El escritor recupera una escena de sí mismo como lector que resuena para los que alguna vez estuvieron en ese instante de mano a mano frente a su autor favorito. Era el año 2003 o 2004 y Sacheri sabía, a través de Alejandro Apo, que a Fontanarrosa le gustaban algunos cuentos suyos de fútbol. “Mientras yo estaba en el stand de Galerna, firmando ejemplares, escuché por los altavoces que Fontanarrosa firmaba en De la Flor, y ahí me fui, porque yo ya había terminado con los poquitos ejemplares que me habían traído”. Con la idea de presentarse, se sumó a la fila, como uno más. “Iba a decirle que yo era fulano, que a vos te gustaban algunos cuentos míos. Pero me dio tanta vergüenza que compré un libro suyo y se lo extendí para que me lo firmara. Él lo hizo con mucha gentileza y yo no fui capaz de decirle una palabra”. Otra vez, como autor, estaba terminando una presentación cuando una señora levantó la mando desde el fondo y dijo: Yo le quiero agradecer a Sacheri por el cuento ese donde hay un viejo que está mirando un partido y lo compara con la danza, el teatro, la música, y tiene un remate tan hermoso. “Me vi en la obligación de decirle que le agradecía muchísimo, que coincidía completamente con lo bueno que es ese cuento, pero que se llama ‘Viejo con árbol’ y es de Fontanarrosa”. El sábado 11 de mayo, a las 17.30, Eduardo Sacheri estará presentando Nosotros dos en la tormenta (Alfaguara, $31.899), en la sala Tulio Halperín Donghi del Pabellón Amarillo.
Guillermo Martínez
“Para ir con los chicos, que está permitido tocar”
“Si tiene hijos, no dude en llevarlos: es una gran manera para que los chicos puedan entusiasmarse con la atmósfera justamente de feria, donde está permitido revolver, abrir libros por el solo placer de mirarlos, leer quizá el principio de uno y de otro, y elegir alguno para llevárselo”, dice Guillermo Martínez, autor de Los crímenes de Alicia, entre tantos otros títulos. Sobre este GPS con niños, Martínez sintetiza: “Es como una visita a una biblioteca multicolor y variada, y quizá la puerta de entrada a una relación perdurable con la literatura”. El escritor y matemático, autor del reciente Once tesis (y antítesis) sobre la escritura de ficción (Paidós, $19.900) y del ya clásico Acerca de Roderer, sigue pensando sobre las formas de transitar la Feria: “No sé cuál sería la mejor manera de recorrerla, porque siempre me pareció un poco laberíntica y también algo misteriosa en su transición de colores, en sus extremos que se curvan, en sus entradas múltiples y salas en distintos pisos. Pero es un laberinto finalmente amable en el que uno encuentra cada tanto amigos también perdidos y un café lo bastante cercano para ponerse al día”. La experiencia de la feria es muy distinta como lector o como escritor, señala, y hace el contrapunto. “El lector la vive con algo de búsqueda del tesoro, la posibilidad de encontrar el título faltante de un catálogo, la oferta a precio increíble de tal o cual clásico, una nueva colección de una editorial que desconocía, libros ilustrados maravillosos, la curiosidad de los stands internacionales, el paseo a la vez expectante y distraído. El escritor (o al menos yo) la vive con algo de ansiedad y angustia: la fobia del multum in parvo de miles y miles de libros, semejantes en su rectangularidad al propio, que queda borrado en esa indiferencia; el temor de no llegar a tiempo a la sala de su mesa, o peor aún, hacerlo con puntualidad sólo para comprobar que no hay nadie. O el salto al vacío de sentarse a firmar, y ver transcurrir impávida a la gente. Por supuesto a algunos les va mejor: recuerdo que cuando publiqué mi segunda novela, La mujer del maestro, me dijeron que los primeros ejemplares aparecerían en la Feria. Fui entonces a mirarlos al stand de la editorial y me encontré con una larga cola de gente que esperaba a Paulo Coehlo para firmar sus libros. Me abrí paso como pude en esa multitud, tratando de convencerlos de que no quería colarme y por fin, donde arrancaba la fila, vi la pila con las copias flamantes de mi novela. La gente más adelantada, supongo que también la más cansada, estaba usando cómodamente esa pila para apoyar los codos”, recuerda. Martínez también recomienda evitar la multitud. “Vayan durante la semana por la tarde temprano y sobre todo eviten el 1° de mayo, día de las colas infinitas”. El 2 de mayo, a las 20.30, formará parte de la tercera mesa del Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina, titulada “Insistencias de lo político en la ficción: ¿Las convicciones y utopías se cuelan en la literatura?”, con sus colegas Claudia Piñeiro, Claudia Aboaf, Elsa Drucaroff, en la sala Domingo Faustino Sarmiento, del Pabellón Blanco.
Isol
“La posibilidad de ver el catálogo completo”
Para Isol Misenta, la premiada ilustradora y autora de personajes entrañables como Petit, lo más interesante de recorrer la Feria del Libro es “buscar las editoriales que a cada uno le gustan, mirar dónde están ubicadas y tratar de ir a sus stands a ver si tienen alguna oferta”. Tener la disponibilidad espacial de “ver todo junto”, es decir, el catálogo completo de un sello, en vez de uno o dos libros, como pasa en las librerías, es otro valor que resalta la dibujante. “Destaco Libros del Zorro Rojo, el Fondo de Cultura Económica, Calibroscopio, Ojo oreja, Niño Editor. Me interesan más esos sellos que las editoriales grandes”. Como autora, resalta la importancia del encuentro cara a cara entre autores y lectores. “Es el momento en que más veo a mis lectores, porque me doy ese tiempo para quedarme ahí firmando varias horas. Y es muy lindo”. Sobre el mejor modo de ir con chicos a la feria, sugiere “elegir un par de actividades o stands que a ellos los convoquen, porque para todos es medio abrumador la cantidad de cosas que hay en la Feria”. Pone en primer plano al niño lector y la relación con el disfrute. “Que la pasen bien, que conozcan autores que les gustan, y uno como padre o mediador puede estar hablando con las editoriales directamente y recibir recomendaciones. Está bueno aprovechar eso”. El 5 de mayo, a las 17.30, se realizará la presentación de la colección Las aventuras de Petit, de Isol, con una pregunta: “¿Cómo pasó el personaje del libro a la animación y, luego, de vuelta al libro en formato historieta?” En la sala Carlos Gorostiza, del Pabellón Amarillo.
Gabriela Cabezón Cámara
“Lo más interesante son los debates”
“Tal vez lo más interesante de la feria son las discusiones, los debates entre autores de las más distintas clases y géneros -piensa la autora de Las niñas del Naranjel (Random House, $21.699)-. Yo miraría bien el programa e iría un día en el que haya varias mesas que me interesen. Lo que tiene de lindo la feria es eso: el encuentro del lector con el autor cara a cara y conversar de esa cosa medio mágica que es la lectura, que es la que siempre termina completando los libros. Para los autores es muy lindo ese tipo de charla”. ¿Y cómo lectora, qué busca Gabriela Cabezón Cámara? “Yo ando mucho por librerías, y librerías especializadas en distintas cosas. En la Feria busco cosas raras, en todo caso; ejemplares que creo que no voy a conseguir en Buenos Aires. Pueden ser autores extranjeros que no se importan. O de stands de editoriales del interior, que ahora los encuentro en la librería de mi amiga Selva Almada, Salvaje Federal. El 3 de mayo, a las 20.30, Cabezón Cámara, autora de Las aventuras de la China Iron, participará de una nueva mesa del Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina: “El pasado habla del presente: la Historia inspira la ficción”, en la sala Domingo Faustino Sarmiento (Pabellón Blanco).
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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