Sigue el reclamo vecinal en el barrio de Morena
En la humilde zona conocida como Acuba, los habitantes aseguran que la policía bonaerense convive con los delincuentes; motochorros y la penetración narco son los mayores peligros
Alejandro Horvat
El barrio Acuba, otro asentamiento dominado por el miedo al delito
La calle para ingresar en el corazón de Acuba, una villa miseria en Lanús, se llama María Teresa y es una foto de la desgracia. En la esquina hay un caballo quemado; se ve el cuerpo, no la cabeza. Más adelante hay humo negro por la basura prendida fuego y restos de cables que fueron incinerados para sacarles el cobre. Y metros más adelante están los vecinos que entran y salen; otros solo se encuentran apoyados en alguna pared, con la mirada perdida.
Acá vivía Morena Domínguez, la nena de 11 años que fue asesinada el pasado miércoles. Del barrio también son los presuntos asesinos, Miguel Ángel Madariaga, de 28 años, y su hermano, Darío, de 25. Ambos están detenidos. Dicen los vecinos que en distintas esquinas de la zona vieron a policías tomando cerveza con “los chorros”, que las bandas siempre se enteran cuando va a haber un allanamiento y que, “hartos” de la policía bonaerense, piden presencia de la Gendarmería Nacional.
“No nos importa que nos revisen hasta dentro del pantalón para entrar al barrio, pero queremos a la Gendarmería, queremos seguridad. Que se vaya el comisario de la 5ª de Lanús”, dice Cintia, que vive en Acuba 2 y prefiere no dar su apellido por miedo a represalias. Es que cuando las cámaras se van ellos se quedan.
Sin embargo, Adrián Vallejos, de 42 años, sí quiere dar su nombre completo. Una de sus hijas, de la edad de Morena, sufrió un hecho violento dentro del barrio, no fue un robo. Él señala varias esquinas en las que paran las bandas que roban en moto, según él, para luego comprar paco.
Por ejemplo, marca la intersección de Emilio Castro y Coronel Osorio como una esquina caliente, donde le roban a los médicos que trabajan a una cuadra de ahí, en la Unidad Sanitaria Centro Piloto de Villa Jardín. O el cruce de General Olazábal y María Teresa, o el de Manuel Maza y Potosí. Todos esos son lugares donde, indica, se juntan bandas que asaltan a peatones y conductores de autos y motos.
“Roban a la gente que camina, a los deliveries, a los médicos. Compran armas como si nada, es una locura. Y todo el mundo sabe cuáles son las esquinas, lo sabemos nosotros y la policía también”, lamenta Vallejos.
Muchos vecinos apuntan, dentro de Acuba 1 y 2, a la banda de un tal Marcelo “el Mono” Rodríguez, a quien describen como un puntero que aglutina una banda de delincuentes que roban por la zona. A veces son celulares, otras son autos, que luego desarman en la misma calle María Teresa.
María Cuyurí, de 53 años, vive en Acuba 1 y conoce los rostros de las personas peligrosas del barrio, los horarios y la manera en la que roban “de todo”.
“Al lado del barrio hay una fábrica de colchones; han hecho agujeros en las paredes de la fábrica para entrar a robar cables. La mayoría son pibes adictos al paco, que roban y compran, roban y compran”, describe.
Una zona de riesgo
Unos minutos después de que partiera el cortejo fúnebre con los restos de Morena, los autos con las coronas de flores pasaron anteayer por la puerta de la Escuela Almafuerte, adonde asistía. Ahí, el suelo estaba repleto de globos blancos que llevaban escrita la frase “siempre en nuestros corazones, Morenita hermosa”.
Graciela Direnzo, de 60 años, estaba llorando sin consuelo mientras el féretro con los restos se alejaba. Ella vive en Villa Jardín, cerca de la escuela, y decía no soportar más la inseguridad. Repetía la frase “tres veces tuve un arma en el pecho”.
Casi todos, mientras avanzaban los autos, pedían justicia. Gritaban por más seguridad y muchos se acordaron de que el domingo serán las PASO. El desenganche con la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida a través del voto era total. De hecho, se coreaba la idea de no ir a votar.
“Ni en blanco, directamente no hay que ir, no vamos a ir. No debería ir nadie a votar. Son todos una basura”, exclamaba Gisella Blanco, de 34 años, que vive en Villa Diamante.
Los hermanos acusados de matar a Domínguez mientras caminaba hacia la escuela se negaron a declarar en la tarde del pasado jueves ante la fiscal Silvia Bussano, que está a cargo de la investigación del crimen. Están imputados del delito de homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento, que tiene prevista una pena máxima de 25 años de cárcel.
La imputación por encubrimiento se debe a que la moto secuestrada a los sospechosos y que, se presume, fue utilizada por los motochorros, tenía pedido de secuestro porque había sido denunciada como robada.
Morena, según la autopsia, murió por un desgarro en el hígado producto del golpe profundo que recibió.
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Simbólico abrazo a la escuela de la chica de 11 años asesinada
Se movilizaron docentes y alumnos de varios colegios de Lanús
Docentes, alumnos y vecinos de distintos barrios del partido bonaerense de Lanús realizaron ayer un simbólico abrazo a la Escuela Almafuerte 60, de Villa Diamante, para reclamar justicia por Morena Domínguez, la niña de 11 años que murió tras ser asaltada y arrastrada por delincuentes la mañana del pasado miércoles cuando llegaba a ese establecimiento educativo.
“Nos duele mucho lo que está pasando y nos sumamos al pedido de justicia”, expresó una docente de artes plásticas de otro colegio de Lanús que se acercó a la Escuela Almafuerte para participar del momento en el que se recordó a Morena.
“Los chicos están conmovidos, viven esto permanentemente. Hoy (por ayer) estamos acá por Morena y mañana podemos estar por cualquiera de los chicos o por nosotros”, expresó otra maestra
Por su parte, un docente de primaria que se acercó al colegio dijo que el reclamo apunta a que “la inseguridad no impida la educación de los chicos”.
El abrazo simbólico a la Escuela Almafuerte, situada en Molinedo al 3200, de Villa Diamante, se inició pasadas las 10 y fue iniciativa de la comunidad educativa, que con banderas argentinas y carteles con la leyenda “Justicia por Morena” rodeó el establecimiento educativo.
Frente a ese colegio público, a metros del lugar donde Morena fue interceptada y mortalmente golpeada por motochorros que se llevaron su celular, había pasado un día antes el cortejo fúnebre. En ese momento fueron decenas de alumnos los que soltaron globos blancos con mensajes en recuerdo de la chica asesinada. Por la noche se acercaron también vecinos de Lanús, que marcharon en reclamo de justicia.
Los restos de la menor fueron inhumados anteayer en el cementerio municipal de Lanús en medio de escenas de profundo dolor de sus familiares, amigos y vecinos.
Asesinos, detenidos
En tanto, los dos hermanos acusados del asesinato se negaron a declarar ante la Justicia y permanecerán detenidos.
Se trata de Miguel Ángel Madariaga, de 28 años, alias Miguelito, y Darío Humberto Madariaga, conocido como Lolo, quienes optaron por no declarar ante la fiscal Silvia Bussano, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús, que les imputó el delito de “homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento” y solicitó la detención formal de ambos, que ahora deberá ser resuelta por el juez de Garantías 4 de Lanús, Esteban Pablo Baccini.
La representante del Ministerio Público Fiscal aseguró que se tienen suficientes pruebas para ratificar la acusación contra los hermanos Madariaga.
La calle para ingresar en el corazón de Acuba, una villa miseria en Lanús, se llama María Teresa y es una foto de la desgracia. En la esquina hay un caballo quemado; se ve el cuerpo, no la cabeza. Más adelante hay humo negro por la basura prendida fuego y restos de cables que fueron incinerados para sacarles el cobre. Y metros más adelante están los vecinos que entran y salen; otros solo se encuentran apoyados en alguna pared, con la mirada perdida.
Acá vivía Morena Domínguez, la nena de 11 años que fue asesinada el pasado miércoles. Del barrio también son los presuntos asesinos, Miguel Ángel Madariaga, de 28 años, y su hermano, Darío, de 25. Ambos están detenidos. Dicen los vecinos que en distintas esquinas de la zona vieron a policías tomando cerveza con “los chorros”, que las bandas siempre se enteran cuando va a haber un allanamiento y que, “hartos” de la policía bonaerense, piden presencia de la Gendarmería Nacional.
“No nos importa que nos revisen hasta dentro del pantalón para entrar al barrio, pero queremos a la Gendarmería, queremos seguridad. Que se vaya el comisario de la 5ª de Lanús”, dice Cintia, que vive en Acuba 2 y prefiere no dar su apellido por miedo a represalias. Es que cuando las cámaras se van ellos se quedan.
Sin embargo, Adrián Vallejos, de 42 años, sí quiere dar su nombre completo. Una de sus hijas, de la edad de Morena, sufrió un hecho violento dentro del barrio, no fue un robo. Él señala varias esquinas en las que paran las bandas que roban en moto, según él, para luego comprar paco.
Por ejemplo, marca la intersección de Emilio Castro y Coronel Osorio como una esquina caliente, donde le roban a los médicos que trabajan a una cuadra de ahí, en la Unidad Sanitaria Centro Piloto de Villa Jardín. O el cruce de General Olazábal y María Teresa, o el de Manuel Maza y Potosí. Todos esos son lugares donde, indica, se juntan bandas que asaltan a peatones y conductores de autos y motos.
“Roban a la gente que camina, a los deliveries, a los médicos. Compran armas como si nada, es una locura. Y todo el mundo sabe cuáles son las esquinas, lo sabemos nosotros y la policía también”, lamenta Vallejos.
Muchos vecinos apuntan, dentro de Acuba 1 y 2, a la banda de un tal Marcelo “el Mono” Rodríguez, a quien describen como un puntero que aglutina una banda de delincuentes que roban por la zona. A veces son celulares, otras son autos, que luego desarman en la misma calle María Teresa.
María Cuyurí, de 53 años, vive en Acuba 1 y conoce los rostros de las personas peligrosas del barrio, los horarios y la manera en la que roban “de todo”.
“Al lado del barrio hay una fábrica de colchones; han hecho agujeros en las paredes de la fábrica para entrar a robar cables. La mayoría son pibes adictos al paco, que roban y compran, roban y compran”, describe.
Una zona de riesgo
Unos minutos después de que partiera el cortejo fúnebre con los restos de Morena, los autos con las coronas de flores pasaron anteayer por la puerta de la Escuela Almafuerte, adonde asistía. Ahí, el suelo estaba repleto de globos blancos que llevaban escrita la frase “siempre en nuestros corazones, Morenita hermosa”.
Graciela Direnzo, de 60 años, estaba llorando sin consuelo mientras el féretro con los restos se alejaba. Ella vive en Villa Jardín, cerca de la escuela, y decía no soportar más la inseguridad. Repetía la frase “tres veces tuve un arma en el pecho”.
Casi todos, mientras avanzaban los autos, pedían justicia. Gritaban por más seguridad y muchos se acordaron de que el domingo serán las PASO. El desenganche con la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida a través del voto era total. De hecho, se coreaba la idea de no ir a votar.
“Ni en blanco, directamente no hay que ir, no vamos a ir. No debería ir nadie a votar. Son todos una basura”, exclamaba Gisella Blanco, de 34 años, que vive en Villa Diamante.
Los hermanos acusados de matar a Domínguez mientras caminaba hacia la escuela se negaron a declarar en la tarde del pasado jueves ante la fiscal Silvia Bussano, que está a cargo de la investigación del crimen. Están imputados del delito de homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento, que tiene prevista una pena máxima de 25 años de cárcel.
La imputación por encubrimiento se debe a que la moto secuestrada a los sospechosos y que, se presume, fue utilizada por los motochorros, tenía pedido de secuestro porque había sido denunciada como robada.
Morena, según la autopsia, murió por un desgarro en el hígado producto del golpe profundo que recibió.
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Simbólico abrazo a la escuela de la chica de 11 años asesinada
Se movilizaron docentes y alumnos de varios colegios de Lanús
Docentes, alumnos y vecinos de distintos barrios del partido bonaerense de Lanús realizaron ayer un simbólico abrazo a la Escuela Almafuerte 60, de Villa Diamante, para reclamar justicia por Morena Domínguez, la niña de 11 años que murió tras ser asaltada y arrastrada por delincuentes la mañana del pasado miércoles cuando llegaba a ese establecimiento educativo.
“Nos duele mucho lo que está pasando y nos sumamos al pedido de justicia”, expresó una docente de artes plásticas de otro colegio de Lanús que se acercó a la Escuela Almafuerte para participar del momento en el que se recordó a Morena.
“Los chicos están conmovidos, viven esto permanentemente. Hoy (por ayer) estamos acá por Morena y mañana podemos estar por cualquiera de los chicos o por nosotros”, expresó otra maestra
Por su parte, un docente de primaria que se acercó al colegio dijo que el reclamo apunta a que “la inseguridad no impida la educación de los chicos”.
El abrazo simbólico a la Escuela Almafuerte, situada en Molinedo al 3200, de Villa Diamante, se inició pasadas las 10 y fue iniciativa de la comunidad educativa, que con banderas argentinas y carteles con la leyenda “Justicia por Morena” rodeó el establecimiento educativo.
Frente a ese colegio público, a metros del lugar donde Morena fue interceptada y mortalmente golpeada por motochorros que se llevaron su celular, había pasado un día antes el cortejo fúnebre. En ese momento fueron decenas de alumnos los que soltaron globos blancos con mensajes en recuerdo de la chica asesinada. Por la noche se acercaron también vecinos de Lanús, que marcharon en reclamo de justicia.
Los restos de la menor fueron inhumados anteayer en el cementerio municipal de Lanús en medio de escenas de profundo dolor de sus familiares, amigos y vecinos.
Asesinos, detenidos
En tanto, los dos hermanos acusados del asesinato se negaron a declarar ante la Justicia y permanecerán detenidos.
Se trata de Miguel Ángel Madariaga, de 28 años, alias Miguelito, y Darío Humberto Madariaga, conocido como Lolo, quienes optaron por no declarar ante la fiscal Silvia Bussano, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lanús, que les imputó el delito de “homicidio en ocasión de robo en concurso real con encubrimiento” y solicitó la detención formal de ambos, que ahora deberá ser resuelta por el juez de Garantías 4 de Lanús, Esteban Pablo Baccini.
La representante del Ministerio Público Fiscal aseguró que se tienen suficientes pruebas para ratificar la acusación contra los hermanos Madariaga.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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