LAS CARTAS CLAVES DE LA AGRUPACIÓN KIRCHNERISTA
Mayra Mendoza INTENDENTA DE QUILMES
◗ Apostará por seguir en el poder en uno de los distritos definitorios de la tercera sección electoral.
Juan Ignacio Ustarroz INTENDENTE DE MERCEDES
◗ Hermano de crianza de eduardo de Pedro, intenta continuar en el distrito que gobierna desde 2015.
Iván Villagrán INTENDENTE DE C. DE ARECO
◗ En la agrupación, creen que está “competitivo” para mantenerse al frente de la intendencia.
Damián Selci CANDIDATO EN HURLINGHAM
◗ desafía en una tensa interna al intendente Juan Zabaleta, a quien reemplazó interinamente.
Fernanda Raverta CANDIDATA EN G. PUEYRREDÓN
◗ Se diferencia y se anotó en un frente vecinalista que irá pegado a la boleta de unión por la Patria.
La Cámpora se juega tres reelecciones y activa seis apuestas bonaerenses
Mendoza (Quilmes), Ustarroz (Mercedes) y Villagrán (Carmen de Areco) quieren seguir; las jugadas en Hurlingham y Mar del Plata
Javier Fuego Simondet
En las PASO del 13 de agosto, La Cámpora concentrará los mayores esfuerzos en nueve municipios de la provincia de Buenos Aires, en los que presenta precandidatos propios para intendentes. En tres de ellos, buscará conservar el poder. Son Quilmes (Mayra Mendoza), Mercedes (Juan Ignacio Ustarroz) y Carmen de Areco (Iván Villagrán). En los seis restantes se presenta a internas o intenta posicionarse con su candidato para desafiar al intendente de turno. Sus apuestas fuertes están en Hurlingham (con Damián Selci) y General Pueyrredón (con Fernanda Raverta), y corre de atrás en Tres de Febrero, Tandil, San Nicolás y Chivilcoy.
En Quilmes, el oficialismo confía en que Mendoza ganará, mientras mira de reojo la interna local de Juntos por el Cambio, entre el exintendente Martiniano Molina (alineado con Horacio Rodríguez Larreta) y el exconcejal Walter Queijeiro (con Patricia Bullrich). Evalúan que esa disputa será “pareja” y aseguran que están cinco puntos arriba de la oposición.
En tanto, una fuente de Juntos por el Cambio sostiene que la intendenta será competitiva. Pero advierte que puede caer ante Molina (quien, para la fuente, vencerá en la PASO opositora), sobre todo si el ganador de la interna nacional es Larreta, a quien ve “con un techo más alto que Bullrich”.
En Mercedes, Ustarroz va por su reelección. Hermano de crianza del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, no deberá afrontar internas. Tampoco tendrá que hacerlo Villagrán, intendente de Carmen de Areco. “Estamos competitivos”, señalan en La Cámpora al referirse a ese distrito.
En Hurlingham está la apuesta fuerte de La Cámpora en el conurbano, en medio de una interna cargada de tensión con el intendente Juan Zabaleta. La carta camporista es Selci, exintendente interino que reemplazó a Zabaleta cuando el jefe comunal fue ministro de Desarrollo Social. En las filas de Selci difunden un sondeo que lo ubica más de seis puntos por encima de Zabaleta. En el oficialismo municipal, aseguran que las encuestas muestran ganador al intendente.
Desde Juntos por el Cambio de Hurlingham evalúan que Zabaleta y Selci están en un virtual empate. Una fuente del sector (habrá interna entre el concejal larretista Lucas Delfino y la concejala bullrichista Andrea Giorgini) afirma que Selci tiene más despliegue callejero, pero Zabaleta cuenta con una leve ventaja en los sondeos.
Raverta, titular de la Anses, protegoniza otra jugada clave de La Cámpora. Se postula para la intendencia de General Pueyrredón (cuya cabecera es Mar del Plata), pero desde la boleta vecinal Encuentro Marplatense, aliada con el exintendente Gustavo Pulti y pegada a las listas de Unión por la Patria. Esa apuesta ilusiona a la agrupación de Máximo Kirchner y alerta a Juntos por el Cambio, que gobierna con Guillermo Montenegro.
“En Mar del Plata hay un voto antiperonista consolidado, pero con el electorado que ha acompañado a Acción Marplatense [partido de Pulti], podemos dar vuelta un porcentaje”, afirma un leal a Raverta.
En Juntos por el Cambio admiten que el acuerdo que hizo Raverta con el exintendente puede hacerla crecer. “Según las encuestas, estamos arriba, pero la suma de Pulti y Raverta es peligrosa. Pueden hacer una elección buena y quedar a 3 o 4 puntos de nosotros”, estiman.
Con menos expectativas aparecen los camporistas en Tres de Febrero, Tandil, San Nicolás y Chivilcoy. En Tres de Febrero (gobierna Diego Valenzuela, de Juntos por el Cambio, que tendrá interna), La Cámpora propone a Juan Debandi. Deberá enfrentar en una interna a la concejala Lis Díaz (Movimiento Evita). Según pudo saber Debandi confía en que a Díaz le costará llegar al porcentaje mínimo para integrar la lista definitiva. La concejala pelea por la intendencia por primera vez, lo que en sus filas oponen a Debandi, que “tuvo derrotas y se asocia con lo viejo”.
En Tandil, sin interna, Unión por la Patria lleva como precandidato al diputado camporista Rogelio Iparraguirre, que desafía al radical Miguel Lunghi, el jefe comunal que busca su sexto mandato pero antes debe ganar una interna. Un dirigente tandilense no le otorga crédito a Iparraguirre. “No hará buena elección. La lista nacional lo tirará para abajo”, indica la fuente, que observa a Lunghi bien ubicado y al espacio de Javier Milei (lleva de candidato al vecinalista Gonzalo Santamarina) cerca del desempeño que tendría el camporista.
En San Nicolás, la postulante es Cecilia Comerio, presidenta del Consorcio de Gestión del Puerto San Nicolás. Tendrá interna con Luciano Pastocchi, exconcejal, del Frente Renovador. “Creo que perderá contra Pastocchi. Y si no sucede eso, no le veo posibilidad de ganar en octubre. En 2019 compitió y perdió por casi 20 puntos”, rememora una fuente del PJ local. “Nos va a ir muy bien; la interna de ellos está pareja”, sostienen en Juntos por el Cambio, que llevará como candidato principal a Santiago Passaglia (tendrá interna), diputado provincial y hermano del intendente, Manuel Passaglia.
En Chivilcoy, la candidata de La Cámpora es la diputada Constanza “Coty” Alonso. No tendrá interna. En el distrito no le ven chances contra el intendente Guillermo Britos, un vecinalista que gobierna desde 2015 y estuvo a punto de ser el candidato a gobernador de Milei. “Britos gana; Alonso está cuarta; segundo, el randazzista [Ariel] Franetovich; tercera, la interna de Juntos por el Cambio”, asegura un experimentado político local.
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Massa, sin ahorros; el departamento barato de Larreta, y Máximo, con 27 propiedades
Los candidatos presentaron sus declaraciones juradas; Milei todavía no publicó sus datos
Camila Dolabjian
Una casa propia adquirida en los 90, un auto gama media de 2011 y una caja de ahorros en dólares prácticamente vacía. Ese podría ser el panorama patrimonial de un miembro de la clase media empobrecida, pero es el de Sergio Massa, según su última declaración jurada. Como algunos otros funcionarios públicos (debido a que una porción no cumplió con el requisito determinado por ley), presentó este año el documento que acredita sus bienes hasta el año pasado. Las curiosidades abundan en su caso y en otros.
Según la declaración, Massa tenía ahorros por solo $461.952 a fines de 2022. El ministro de Economía asegura, además, que tiene una única cuenta corriente en pesos con $495,4. En dólares, una con US$0,33, sin modificaciones en 2022. Ni inversiones, ni bonos, ni plazos fijos. Solo moneda nacional, en constante devaluación.
Datos como este pueden retratar las falencias de una herramienta que fue diseñada para aportar transparencia a la evolución financiera de quienes ocupan espacios de poder en el Estado. Los $451.457 en posesión de Massa no alcanzan ni para un mes de los gastos que él mismo reportó, en promedio, el año pasado.
Otro aspecto llamativo de las declaraciones de funcionarios es el que expresa el documento oficial de Horacio Rodríguez Larreta, que reporta un departamento de 200m2 en CABA que compró en 2010 con ingresos propios, por $2.426.580. El jefe de gobierno porteño asegura que el año pasado valía $2.547.047, un incremento en pesos del 5% en 12 años. Aun manteniendo el valor en dólares, cercano a los US$606.645 al informal de ese entonces –lo que es posible debido al derrumbe de los precios en el mercado inmobiliario–, esa propiedad debería cotizar cerca de los $333.650.000, 130 veces más de lo declarado en moneda nacional. En los términos de esa declaración el valor actual equivale a US$4630.
No hay un criterio uniforme para la determinación de la valuación fiscal de las propiedades, que es justamente sobre la que se paga el impuesto a los bienes personales. Esta es determinada por los equipos técnicos de AGIP en la ciudad de Buenos Aires, de ARBA en la provincia y por las direcciones de rentas en cada distrito. Puede que un inmueble casi idéntico valga cuatro veces más que otro en el edificio de al lado. Ese número está protegido por secreto fiscal.
Los especialistas remarcan que las declaraciones juradas patrimoniales tienen, entre sus finalidades, la de detectar si los ingresos de los funcionarios se corresponden con sus gastos y nivel de vida. Larreta gana cerca de $850.000 como jefe de gobierno y, en una entrevista televisiva en el programa PPT, aseguró que representa el 40% de su flujo mensual. El otro 60% proviene de una empresa familiar, Los Arcángeles, de los que percibiría alrededor de $1.275.000. Vive en un departamento alquilado en Palermo cuyo valor mensual –dijo en esa misma nota– ronda los US$3500, algo más de $1.900.000 a la cotización blue.
A veces, quienes cumplen con la obligación de presentarlo evidencian un compromiso dispar en la profundidad de los datos en el reporte. Otros lo realizaron con mayor nivel de detalle. Martín Lousteau, precandidato a jefe de gobierno porteño de Juntos por el Cambio, es uno de ellos. Declaró haber percibido, en promedio, cerca de $741.000 por mes el año pasado, entre rentas y su salario como senador. El economista tiene una larga lista de inversiones, entre las que figuran obligaciones negociables (deuda) de YPF, acciones de bancos y bonos públicos por casi $9 millones. Además, tiene US$755.873,23 en una cuenta en Estados Unidos, el 50% de una casa en CABA, dos departamentos, una cochera y un terreno de 1200 m2 en Entre Ríos.
Tal vez uno de los casos más paradigmáticos de las declaraciones juradas de funcionarios es el contraste entre la de Cristina Kirchner y su hijo Máximo, por la donación que ella les hizo a él y a Florencia en 2017 en medio de los procesos en su contra. La vicepresidenta asegura poseer $48.608.385,68, entre cajas de ahorro y plazos fijos, todos en moneda nacional, mientras su hijo, diputado y candidato a diputado nacional por Buenos Aires, tiene la mitad de 10 departamentos en Riío Gallegos de entre 42 m2 y 52 m2, seis terrenos, seis casas, tres locales, un departamento en El Calafate y uno en la ciudad de Buenos Aires. También US$3 millones en la Argentina, en efectivo, y acciones en Hotesur, Los Sauces y Coma, las empresas sobre las que versan causas por corrupción en la Justicia.
Javier Milei, candidato a presidente y diputado por La Libertad Avanza, no presentó todavía su declaración jurada.
En septiembre deberían estar publicadas las declaraciones de los candidatos a cargos electivos, una vez que sean “proclamados” luego de las PASO, como marca la ley. Patricia Bullrich recién entonces estará obligada, ya que no tiene hoy un cargo público.
Sin embargo, varios aspirantes electivos están obligados por ser funcionarios públicos y no la han presentado. Es el caso de Agustín Rossi, quien se postula a vice de Massa y que, como jefe de Gabinete, debería mostrar su patrimonio. Tuvo tiempo hasta hoy para hacerlo (incluso con una prórroga, siendo que el plazo original era hasta el 30 de mayo). Tampoco Jorge Macri, como ministro de Gobierno porteño, y, aunque no es candidato, está en mora el presidente Alberto Fernández.
Una casa propia adquirida en los 90, un auto gama media de 2011 y una caja de ahorros en dólares prácticamente vacía. Ese podría ser el panorama patrimonial de un miembro de la clase media empobrecida, pero es el de Sergio Massa, según su última declaración jurada. Como algunos otros funcionarios públicos (debido a que una porción no cumplió con el requisito determinado por ley), presentó este año el documento que acredita sus bienes hasta el año pasado. Las curiosidades abundan en su caso y en otros.
Según la declaración, Massa tenía ahorros por solo $461.952 a fines de 2022. El ministro de Economía asegura, además, que tiene una única cuenta corriente en pesos con $495,4. En dólares, una con US$0,33, sin modificaciones en 2022. Ni inversiones, ni bonos, ni plazos fijos. Solo moneda nacional, en constante devaluación.
Datos como este pueden retratar las falencias de una herramienta que fue diseñada para aportar transparencia a la evolución financiera de quienes ocupan espacios de poder en el Estado. Los $451.457 en posesión de Massa no alcanzan ni para un mes de los gastos que él mismo reportó, en promedio, el año pasado.
Otro aspecto llamativo de las declaraciones de funcionarios es el que expresa el documento oficial de Horacio Rodríguez Larreta, que reporta un departamento de 200m2 en CABA que compró en 2010 con ingresos propios, por $2.426.580. El jefe de gobierno porteño asegura que el año pasado valía $2.547.047, un incremento en pesos del 5% en 12 años. Aun manteniendo el valor en dólares, cercano a los US$606.645 al informal de ese entonces –lo que es posible debido al derrumbe de los precios en el mercado inmobiliario–, esa propiedad debería cotizar cerca de los $333.650.000, 130 veces más de lo declarado en moneda nacional. En los términos de esa declaración el valor actual equivale a US$4630.
No hay un criterio uniforme para la determinación de la valuación fiscal de las propiedades, que es justamente sobre la que se paga el impuesto a los bienes personales. Esta es determinada por los equipos técnicos de AGIP en la ciudad de Buenos Aires, de ARBA en la provincia y por las direcciones de rentas en cada distrito. Puede que un inmueble casi idéntico valga cuatro veces más que otro en el edificio de al lado. Ese número está protegido por secreto fiscal.
Los especialistas remarcan que las declaraciones juradas patrimoniales tienen, entre sus finalidades, la de detectar si los ingresos de los funcionarios se corresponden con sus gastos y nivel de vida. Larreta gana cerca de $850.000 como jefe de gobierno y, en una entrevista televisiva en el programa PPT, aseguró que representa el 40% de su flujo mensual. El otro 60% proviene de una empresa familiar, Los Arcángeles, de los que percibiría alrededor de $1.275.000. Vive en un departamento alquilado en Palermo cuyo valor mensual –dijo en esa misma nota– ronda los US$3500, algo más de $1.900.000 a la cotización blue.
A veces, quienes cumplen con la obligación de presentarlo evidencian un compromiso dispar en la profundidad de los datos en el reporte. Otros lo realizaron con mayor nivel de detalle. Martín Lousteau, precandidato a jefe de gobierno porteño de Juntos por el Cambio, es uno de ellos. Declaró haber percibido, en promedio, cerca de $741.000 por mes el año pasado, entre rentas y su salario como senador. El economista tiene una larga lista de inversiones, entre las que figuran obligaciones negociables (deuda) de YPF, acciones de bancos y bonos públicos por casi $9 millones. Además, tiene US$755.873,23 en una cuenta en Estados Unidos, el 50% de una casa en CABA, dos departamentos, una cochera y un terreno de 1200 m2 en Entre Ríos.
Tal vez uno de los casos más paradigmáticos de las declaraciones juradas de funcionarios es el contraste entre la de Cristina Kirchner y su hijo Máximo, por la donación que ella les hizo a él y a Florencia en 2017 en medio de los procesos en su contra. La vicepresidenta asegura poseer $48.608.385,68, entre cajas de ahorro y plazos fijos, todos en moneda nacional, mientras su hijo, diputado y candidato a diputado nacional por Buenos Aires, tiene la mitad de 10 departamentos en Riío Gallegos de entre 42 m2 y 52 m2, seis terrenos, seis casas, tres locales, un departamento en El Calafate y uno en la ciudad de Buenos Aires. También US$3 millones en la Argentina, en efectivo, y acciones en Hotesur, Los Sauces y Coma, las empresas sobre las que versan causas por corrupción en la Justicia.
Javier Milei, candidato a presidente y diputado por La Libertad Avanza, no presentó todavía su declaración jurada.
En septiembre deberían estar publicadas las declaraciones de los candidatos a cargos electivos, una vez que sean “proclamados” luego de las PASO, como marca la ley. Patricia Bullrich recién entonces estará obligada, ya que no tiene hoy un cargo público.
Sin embargo, varios aspirantes electivos están obligados por ser funcionarios públicos y no la han presentado. Es el caso de Agustín Rossi, quien se postula a vice de Massa y que, como jefe de Gabinete, debería mostrar su patrimonio. Tuvo tiempo hasta hoy para hacerlo (incluso con una prórroga, siendo que el plazo original era hasta el 30 de mayo). Tampoco Jorge Macri, como ministro de Gobierno porteño, y, aunque no es candidato, está en mora el presidente Alberto Fernández.
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