La Argentina vuelve a gestionar el ingreso al “club de los países ricos”
Se envió una carta de invitación a la OCDE; el proceso de aprobación puede durar seis años y el costo ronda los 10 millones de euros
Paula UrienDiana Mondino, ayer, al llegar a la Casa de Gobierno
El presidente Javier Milei, a través de su canciller, Diana Mondino, retomó una negociación clave, que refleja el viejo sueño de la administración de Mauricio Macri: formar parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos( OC DE ). La Argentina firmó una carta de invitación a la OCDE apenas unos minutos después de que el Presidente dio su primer discurso como jefe del Estado en las escalinatas del Congreso.
Los 38 países de la OCDE y sus socios claves (Brasil, China, la India, Indonesia y Sudáfrica) representan alrededor del 80% del comercio y de las inversiones mundiales. Macri había pedido la incorporación de la Argentina en marzo de 2016, pero ese proceso quedó trunco durante el mandato de Alberto Fernández.
Marcelo Scaglione fue, durante el gobierno de Macri, el encargado de forjar el camino hacia la membresía de la Argentina. Hoy, a través de un mensaje en la red social X, comunicó: “Después de 8 años –4 liderando el acceso de Argentina a la OCDE desde el gobierno de @ mauriciomacri y 4 desde el llano absoluto, cuesta arriba y contra viento y marea– hoy estoy orgulloso y feliz de contribuir a llevar este barco a buen puerto. ¡Muchas gracias, Canciller @DianaMondino!”.
En diálogo con la nacion, Scaglione dijo que la Argentina completó el 25% de los requerimientos para ingresar a la entidad, por lo que el proceso no arranca de cero. Los cuatro años de Alberto Fernández significaron un retroceso en este objetivo, ya que se ampliaron los requerimientos y no se siguió avanzando.
Para llegar a cumplir con los 23 comités evaluadores de la OCDE, Scaglione estima que se necesitarán unos seis años. Y también una inversión, ya que las evaluaciones de los 23 comités demandan 10 millones de euros para pagar las revisiones. Una vez que se ingresa al club de países ricos, hay que pagar alrededor de 200.000 euros por año para solventar gastos, reuniones, etc.
Según Scaglione, durante su gestión oficial, hubo entidades como el BID que financiaron a largo plazo parte del proyecto, y también países como España, Italia y el Reino Unido, que hicieron donaciones para que pudiera llevarse adelante. Confía en que volverá a suceder, porque “hay interés en que a la Argentina le vaya bien y por eso ayudan a que el costo sea el menor posible”.
En vez de costos, quienes van a participar del proceso hablan de una inversión. “Si la Argentina ingresa a la OCDE, baja el costo de capital, de financiamiento para las empresas, baja el costo de los seguros de inversión. Es un impacto muy importante, porque la OCDE garantiza que el país cumple con estándares de calidad que atraen a las inversiones”, dijo Scaglione.
Como ejemplo, contó que, cuando Corea del Sur ingresó, el PBI per cápita era de US$14.000, pero actualmente es de casi US$50.000. Creció 250% en 25 años.
Un desafío adicional y significativo es lograr cambios que deben ser aprobados por el Congreso.
¿Por qué podría interesarle al Gobierno entrar a la OCDE? Según publicó la nacion, una de las tantas prácticas es que los países miembros intercambien en forma regular información fiscal internacional sobre activos de empresas y de personas físicas. Esto permite tener información sobre el financiamiento de actividades ilícitas, entre ellas, el terrorismo y el narcotráfico. Cuando se realizó el blanqueo fiscal en 2016, se identificaron activos no declarados por US$117.000 millones.
La entidad fundada en 1961 con sede en París se presenta a sí misma como “una organización internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor”. En colaboración con gobiernos, responsables de políticas públicas y ciudadanos, trabaja para “establecer estándares internacionales y proponer soluciones basadas en datos empíricos a diversos retos sociales, económicos y medioambientales”.
Se trata de un foro cuyo punto fuerte es compartir información. Representantes de la entidad manifestaron en reiteradas oportunidades que, si un país tuvo un desafío y logró superarlo, es muy importante que comparta la información con otro país con el mismo desafío. En este sentido, la OCDE es un centro de recopilación de datos, intercambio de experiencias y de buenas prácticas que se reúnen en torno a sus 23 comités.
“Asesoramos en materia de políticas públicas y en el establecimiento de estándares y normas a nivel mundial en ámbitos que van desde la mejora del desempeño económico y la creación de empleo al fomento de una educación eficaz o la lucha contra la evasión fiscal internacional”, proclama la entidad
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El presidente Javier Milei, a través de su canciller, Diana Mondino, retomó una negociación clave, que refleja el viejo sueño de la administración de Mauricio Macri: formar parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos( OC DE ). La Argentina firmó una carta de invitación a la OCDE apenas unos minutos después de que el Presidente dio su primer discurso como jefe del Estado en las escalinatas del Congreso.
Los 38 países de la OCDE y sus socios claves (Brasil, China, la India, Indonesia y Sudáfrica) representan alrededor del 80% del comercio y de las inversiones mundiales. Macri había pedido la incorporación de la Argentina en marzo de 2016, pero ese proceso quedó trunco durante el mandato de Alberto Fernández.
Marcelo Scaglione fue, durante el gobierno de Macri, el encargado de forjar el camino hacia la membresía de la Argentina. Hoy, a través de un mensaje en la red social X, comunicó: “Después de 8 años –4 liderando el acceso de Argentina a la OCDE desde el gobierno de @ mauriciomacri y 4 desde el llano absoluto, cuesta arriba y contra viento y marea– hoy estoy orgulloso y feliz de contribuir a llevar este barco a buen puerto. ¡Muchas gracias, Canciller @DianaMondino!”.
En diálogo con la nacion, Scaglione dijo que la Argentina completó el 25% de los requerimientos para ingresar a la entidad, por lo que el proceso no arranca de cero. Los cuatro años de Alberto Fernández significaron un retroceso en este objetivo, ya que se ampliaron los requerimientos y no se siguió avanzando.
Para llegar a cumplir con los 23 comités evaluadores de la OCDE, Scaglione estima que se necesitarán unos seis años. Y también una inversión, ya que las evaluaciones de los 23 comités demandan 10 millones de euros para pagar las revisiones. Una vez que se ingresa al club de países ricos, hay que pagar alrededor de 200.000 euros por año para solventar gastos, reuniones, etc.
Según Scaglione, durante su gestión oficial, hubo entidades como el BID que financiaron a largo plazo parte del proyecto, y también países como España, Italia y el Reino Unido, que hicieron donaciones para que pudiera llevarse adelante. Confía en que volverá a suceder, porque “hay interés en que a la Argentina le vaya bien y por eso ayudan a que el costo sea el menor posible”.
En vez de costos, quienes van a participar del proceso hablan de una inversión. “Si la Argentina ingresa a la OCDE, baja el costo de capital, de financiamiento para las empresas, baja el costo de los seguros de inversión. Es un impacto muy importante, porque la OCDE garantiza que el país cumple con estándares de calidad que atraen a las inversiones”, dijo Scaglione.
Como ejemplo, contó que, cuando Corea del Sur ingresó, el PBI per cápita era de US$14.000, pero actualmente es de casi US$50.000. Creció 250% en 25 años.
Un desafío adicional y significativo es lograr cambios que deben ser aprobados por el Congreso.
¿Por qué podría interesarle al Gobierno entrar a la OCDE? Según publicó la nacion, una de las tantas prácticas es que los países miembros intercambien en forma regular información fiscal internacional sobre activos de empresas y de personas físicas. Esto permite tener información sobre el financiamiento de actividades ilícitas, entre ellas, el terrorismo y el narcotráfico. Cuando se realizó el blanqueo fiscal en 2016, se identificaron activos no declarados por US$117.000 millones.
La entidad fundada en 1961 con sede en París se presenta a sí misma como “una organización internacional cuya misión es diseñar mejores políticas para una vida mejor”. En colaboración con gobiernos, responsables de políticas públicas y ciudadanos, trabaja para “establecer estándares internacionales y proponer soluciones basadas en datos empíricos a diversos retos sociales, económicos y medioambientales”.
Se trata de un foro cuyo punto fuerte es compartir información. Representantes de la entidad manifestaron en reiteradas oportunidades que, si un país tuvo un desafío y logró superarlo, es muy importante que comparta la información con otro país con el mismo desafío. En este sentido, la OCDE es un centro de recopilación de datos, intercambio de experiencias y de buenas prácticas que se reúnen en torno a sus 23 comités.
“Asesoramos en materia de políticas públicas y en el establecimiento de estándares y normas a nivel mundial en ámbitos que van desde la mejora del desempeño económico y la creación de empleo al fomento de una educación eficaz o la lucha contra la evasión fiscal internacional”, proclama la entidad
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Un anticipo de la devaluación: cerró el Gobierno el registro para exportar granos
Lo dispuso ayer la Secretaría de Bioeconomía con el objetivo de evitar que los exportadores paguen retenciones con un tipo de cambio más bajo
Fernando Bertello
El Gobierno resolvió ayer cerrar los registros para exportar granos y subproductos agrícolas. La medida oficial se tomó, según pudo saber para evitar una especulación, ya que en el mercado se descuenta que habrá una devaluación del peso. Se busca que no se anote una venta al exterior con el pago de retenciones con precios más bajos de los granos.
“De conformidad con los términos del artículo 18 de la resolución N° RESOL-2019-128- APN-MAGYP de fecha 14 de noviembre de 2019 del ex-Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y habiendo recibido las correspondientes instrucciones del señor secretario de Bioeconomía; esta Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios y Negociaciones Internacionales pone en conocimiento del sector exportador de los productos agrícolas comprendidos en el régimen creado por la ley Nº 21.453, que a partir de las 17 del día 11 de diciembre de 2023 se procede al cierre del registro de las declaraciones juradas de venta al exterior hasta nuevo aviso”, afirmó la comunicación oficial de esa cartera.
Vale recordar que Bioeconomía es la secretaría que reemplazó a Agricultura en el marco del rediseño del Estado nacional.
Según trascendió de fuentes del sector comercial, la decisión se adoptó para “evitar que se anoten con retenciones a precios [de los granos] más baratos”, y podría haber una diferencia con las retenciones abonadas.
En rigor, se descuenta que con un corrimiento del tipo de cambio habrá un salto en el valor en pesos de los productos del sector. En este marco, ayer se habrían registrado más de 1,7 millones de toneladas de granos, un volumen importante según fuentes consultadas.
De acuerdo con una fuente de la actividad, en medio de la expectativa de una pronta devaluación, el ritmo de registro de declaraciones juradas por parte de los exportadores se venía acelerando en los últimos días. “En lo que va de diciembre hicieron DJVE por 6,7 millones de toneladas de maíz [1,6 millones de toneladas correspondientes a la pasada campaña 2022/23 y 5,1 millones de toneladas del ciclo próximo 2023/24]”, indicaron.
Además, precisaron a que de harina de soja se inscribieron 1,2 millones de toneladas [620.000 toneladas de la temporada 2022/23 y 620.000 toneladas de 2023/24]. En aceite de esta oleaginosa se anotaron 190.000 toneladas [mitad de la campaña 2022/23 y la otra mitad de 2023/24]. Respecto del grano de este producto, el registro fue de 450.000 toneladas para la campaña 2023/24. La fuente añadió: “En trigo, por primera vez en lo que va del año se anotaron 360.000 toneladas de la 2023/24”.
“Esto [por el cierre del registro] es porque declaran y fijan el tipo de cambio de los derechos de exportación que pagan antes de que se devalúe”, agregó.
Ante una consulta de en la agroexportación tras conocerse la medida, una fuente de la actividad solo indicó: “El cierre es para todo tipo de embarques; veremos hasta qué día dura”. Luego indicó que lo decidido por el Gobierno fue “espontáneo”.
El gobierno de Alberto Fernández hizo constantes intervenciones en los mercados de granos. De hecho, impuso la figura de “volúmenes de equilibrio”, que impide que se vendan al exterior maíz y trigo más allá de un determinado porcentaje. El propósito del gobierno de Javier Milei es terminar con ese sistema que distorsiona la actividad.
Dólar exportador
Por otra parte, ayer fue el último dólar exportador del exministro de Economía Sergio Massa. En su última modalidad, reportó operaciones agrícolas por US$738,8 millones, según se desprende de un relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Vencido el domingo, el extinto dólar exportador generó desde el 21 de noviembre pasado negocios por más de 4,6 millones de toneladas de granos, entre mercadería con precio y a fijar. Esta última modalidad implicó unas 3,15 millones de toneladas y la valuación quedó en los US$738,8 millones mencionados.
Vale recordar que el programa especial que finalizó implicó una liquidación del 50% al tipo de cambio oficial y el 50% restante al contado con liquidación (CCL). Eso implicaba un mix de más de $600.
“Esta última versión introdujo un nuevo esquema de liquidación. Bajo este programa, el 50% de la liquidación de divisas se realizaba a través del Mercado Único Libre de Cambios (MLC), mientras que el 50% restante quedaba a disposición para hacer operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local”, informó la Bolsa de Cereales porteña .
Según el informe, en soja se negociaron 1.115.340 toneladas y de ese volumen 574.562 toneladas correspondieron a con precio. En maíz fueron 1.722.013 toneladas con 1.208.739 toneladas con precio. Para el caso del trigo, se operaron 1.358.963 toneladas, de ellas 1.024.761 toneladas con precio.
Entre otros productos, para cebada se negociaron 242.446 toneladas con 206.290 toneladas con precio. En girasol se trató de 70.095 toneladas con 40.119 toneladas con precio. Finalmente, según la Bolsa de Cereales porteña, en sorgo se transaccionaron 103.084 toneladas con precio.
El Gobierno resolvió ayer cerrar los registros para exportar granos y subproductos agrícolas. La medida oficial se tomó, según pudo saber para evitar una especulación, ya que en el mercado se descuenta que habrá una devaluación del peso. Se busca que no se anote una venta al exterior con el pago de retenciones con precios más bajos de los granos.
“De conformidad con los términos del artículo 18 de la resolución N° RESOL-2019-128- APN-MAGYP de fecha 14 de noviembre de 2019 del ex-Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y habiendo recibido las correspondientes instrucciones del señor secretario de Bioeconomía; esta Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios y Negociaciones Internacionales pone en conocimiento del sector exportador de los productos agrícolas comprendidos en el régimen creado por la ley Nº 21.453, que a partir de las 17 del día 11 de diciembre de 2023 se procede al cierre del registro de las declaraciones juradas de venta al exterior hasta nuevo aviso”, afirmó la comunicación oficial de esa cartera.
Vale recordar que Bioeconomía es la secretaría que reemplazó a Agricultura en el marco del rediseño del Estado nacional.
Según trascendió de fuentes del sector comercial, la decisión se adoptó para “evitar que se anoten con retenciones a precios [de los granos] más baratos”, y podría haber una diferencia con las retenciones abonadas.
En rigor, se descuenta que con un corrimiento del tipo de cambio habrá un salto en el valor en pesos de los productos del sector. En este marco, ayer se habrían registrado más de 1,7 millones de toneladas de granos, un volumen importante según fuentes consultadas.
De acuerdo con una fuente de la actividad, en medio de la expectativa de una pronta devaluación, el ritmo de registro de declaraciones juradas por parte de los exportadores se venía acelerando en los últimos días. “En lo que va de diciembre hicieron DJVE por 6,7 millones de toneladas de maíz [1,6 millones de toneladas correspondientes a la pasada campaña 2022/23 y 5,1 millones de toneladas del ciclo próximo 2023/24]”, indicaron.
Además, precisaron a que de harina de soja se inscribieron 1,2 millones de toneladas [620.000 toneladas de la temporada 2022/23 y 620.000 toneladas de 2023/24]. En aceite de esta oleaginosa se anotaron 190.000 toneladas [mitad de la campaña 2022/23 y la otra mitad de 2023/24]. Respecto del grano de este producto, el registro fue de 450.000 toneladas para la campaña 2023/24. La fuente añadió: “En trigo, por primera vez en lo que va del año se anotaron 360.000 toneladas de la 2023/24”.
“Esto [por el cierre del registro] es porque declaran y fijan el tipo de cambio de los derechos de exportación que pagan antes de que se devalúe”, agregó.
Ante una consulta de en la agroexportación tras conocerse la medida, una fuente de la actividad solo indicó: “El cierre es para todo tipo de embarques; veremos hasta qué día dura”. Luego indicó que lo decidido por el Gobierno fue “espontáneo”.
El gobierno de Alberto Fernández hizo constantes intervenciones en los mercados de granos. De hecho, impuso la figura de “volúmenes de equilibrio”, que impide que se vendan al exterior maíz y trigo más allá de un determinado porcentaje. El propósito del gobierno de Javier Milei es terminar con ese sistema que distorsiona la actividad.
Dólar exportador
Por otra parte, ayer fue el último dólar exportador del exministro de Economía Sergio Massa. En su última modalidad, reportó operaciones agrícolas por US$738,8 millones, según se desprende de un relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Vencido el domingo, el extinto dólar exportador generó desde el 21 de noviembre pasado negocios por más de 4,6 millones de toneladas de granos, entre mercadería con precio y a fijar. Esta última modalidad implicó unas 3,15 millones de toneladas y la valuación quedó en los US$738,8 millones mencionados.
Vale recordar que el programa especial que finalizó implicó una liquidación del 50% al tipo de cambio oficial y el 50% restante al contado con liquidación (CCL). Eso implicaba un mix de más de $600.
“Esta última versión introdujo un nuevo esquema de liquidación. Bajo este programa, el 50% de la liquidación de divisas se realizaba a través del Mercado Único Libre de Cambios (MLC), mientras que el 50% restante quedaba a disposición para hacer operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local”, informó la Bolsa de Cereales porteña .
Según el informe, en soja se negociaron 1.115.340 toneladas y de ese volumen 574.562 toneladas correspondieron a con precio. En maíz fueron 1.722.013 toneladas con 1.208.739 toneladas con precio. Para el caso del trigo, se operaron 1.358.963 toneladas, de ellas 1.024.761 toneladas con precio.
Entre otros productos, para cebada se negociaron 242.446 toneladas con 206.290 toneladas con precio. En girasol se trató de 70.095 toneladas con 40.119 toneladas con precio. Finalmente, según la Bolsa de Cereales porteña, en sorgo se transaccionaron 103.084 toneladas con precio.
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