lunes, 27 de mayo de 2024

PRESIDENTE HE-MAN VS. LOS “ORCOS” DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA Y AITOR HERNÁNDEZ-MORALES


PRESIDENTE HE-MAN VS. LOS “ORCOS” DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA
LOS NUEVOS PERSONAJES DEL CASTING DE ENEMIGOS, EN EL ESCENARIO DEL TEATRO DE LA OFENSA texto de Pola Oloixarac


El presidente Milei no solo ama el conflicto: el conflicto lo ama a él. Siente que todas las batallas lo fortalecen porque lo ubican en una posición activa, masculina al extremo, blandiendo su fuerza sobre un escenario que se agranda hasta volverse planetario, como el He-Man de la libertad. Le encanta ese rol de He-Man (su idea de la política es un show iracundo que hasta puedan entender los niños), y también lo abraza porque está obligado a hacerlo: la capa de superhéroe debe hacernos olvidar su debilidad. Para mantener en vilo la atención, nada mejor que renovar el casting de orcos; cuanto más intensos e internacionales, mejor. Pedro Sánchez es la nueva adquisición. Una particularmente espectacular porque, además de ser el presidente de España, Sánchez recuerda a los orcos primigenios del kirchnerismo.
El episodio de la esposa de Sánchez resultó tan positivo para el español como para Milei; a Milei le granjea popularidad que se “defienda”, después de que un ministro llamado Puente lo llamara drogadicto y tendiera un puente listo para llenarse con el teatro de la ofensa. En efecto, existe toda una estrategia de guerra digital de la derecha populista centrada en las esposas como punto de ataque a los líderes enemigos. Ya lo había hecho Jair Bolsonaro con Macron en 2019, cuando trató a Brigitte Macron de hombre. En internet pululan las falsas teorías conspirativas acerca de que Michelle Obama y Brigitte Macron nacieron como hombres; ya antes del fin de semana circulaban fotos de la esposa de Pedro Sánchez que señalan una supuesta nuez de Adán en fotos poco agraciadas.
Se trata de publicaciones, fotos y videos estrafalarios que son demasiado ridículos como para ser tomados por ciertos, pero que promueven una conversación acerca de las preferencias íntimas de los líderes de centro y centroizquierda. Es como si la derecha global se hubiera apropiado de la temática trans con el solo fin de arrojársela a las cónyuges de sus enemigos.
Percibidas como una extensión personal, las esposas son blancos ideales para ataques de gran potencia viral, por los que prácticamente no se pagan costos. En este escenario, que Milei no conozca el matrimonio –y que se haya librado rápidamente de Fátima Florez después de un par de fotos/encuentros sobre un escenario– es una ventaja competitiva. Como He-Man, Milei tiene a su lado solo a She-Ra, su hermana, la brava guerrera rubia de pelo largo con quien defienden el castillo de Greyskull. En lugar de gritar “¡Yo tengo el poder!”, su grito termina en carajo. Veamos los nuevos integrantes del nuevo casting de enemigos del presidente argentino. A veces mirar la política española se siente como si los argentinos viniéramos del futuro.
PEDRO SÁNCHEZ es un personaje de telenovela. Es como si una IA hubiera diseñado un Maquiavelo actual a partir de perfiles del fenotipo ibérico: el resultado es que el presidente de España es la versión adulta de “Tino” de Parchís, la emblemática banda infantil española de los años ‘80. Es capaz de mentir con una perversidad tan encantadora, tan en control de su aura de inocencia, que hace parecer sus derivas cínicas apenas formas de la sensatez, de la austeridad.
Pedro cumple con el decálogo de la izquierda contemporánea y se mueve más allá del bien y del mal con una destreza que condimenta con un tono siempre afable, educadísimo y hasta soñador. Tino, el más alto y guapo de los niños, se caracterizaba por llevar siempre un mono rojo, y Pedro, espigado y apuesto, también se enorgullece de encarnar a “los rojos” de España.
Hace poco Pedro protagonizó un episodio maravilloso: escribió una carta en la que se tomaba unos días para pensar si seguiría en el Gobierno. Lo que motivaba la carta eran los ataques a la pobre Begoña (rebautizada “Vergoña” gracias al colectivo troll de Milei). La carta era cursi e inverosímil, pero tuvo un éxito fenomenal porque en definitiva España es la tierra de la zarzuela y, así como Milei ofrece conciertos de rock, Pedro Sánchez ofrece una telenovela donde él es el buen chico español defendiendo el corazón de España, luchando por los valores cervantinos del honor y en defensa de su Dulcinea. Al punto que el verdadero rey del melodrama español, Pedro Almodóvar, escribió una columna haciéndose eco del sufrimiento presidencial.
Como Milei, Sánchez no puede hacer aprobar las leyes que quiere. Como Milei, Sánchez representa una minoría en el parlamento; incluso sacó menos votos que Feijóo, pero la magia del sistema español le permitió hacer alianzas y quedarse en el poder, que es la gran especialidad de Pedro. Pedro Sánchez no tiene realmente nadie que se le compare en la política argentina, pero es lo que le hubiera gustado ser a Martín Lousteau, si el senador radical no hubiera cometido la torpeza de exhibir su personalidad demasiado pronto.
Massa tampoco se le acerca, aunque por supuesto hubiera aspirado a un uso del poder tan cínico y perverso como él; pero Sánchez tampoco hubiera ofrecido a los países árabes, en mal inglés, nuestro rústico shale gas, como hizo Massa. Sánchez directamente les abre el país, los invita a recuperar los territorios perdidos momentáneamente (desde 1492) de la Alhambra y más allá.
La astucia de Pedro lo lleva a levantar todas las banderas de la izquierda, no tanto por convicción sino porque confía en que debajo late la verdadera hiel de España: los rojos versus los azules, los republicanos socialistas versus los falangistas de Franco.
SANTIAGO ABASCAL. El “amigo español” de Milei es el líder de Vox, el partido de ultraderecha. Abascal viste camisas ajustadas azules, y a veces lleva un simbolito rojo al costado: es la ropa clásica de las brigadas falangistas. Es como si un político se dejara el bigote de Videla y saliera un domingo vestido de militar a pasear por las calles de Belgrano. Algo impensable.
Busca traccionar esta guerra silente que lleva casi noventa años y una dictadura de cuarenta, que es el tiempo que estuvo Franco en el poder hasta su muerte. Los misterios de lo “cutre” español, cierta buscada conexión con el pueblo o el mero gusto personal, llevan a Abascal a combinar sus camisas falangistas con pantalones chupines ajustadísimos que le prestan la elegancia de un pollo.
En el acto de VIVA24 al que acudió Milei, Abascal se dedicó a denostar a su enemigo electoral: la “derechita cobarde”, esto decir el PP. Hace lo mismo que hizo Milei cuando buscaba limar a Macri y al Pro, la centroderecha moderada. Pero, para Abascal, llamar “derechita” a sus competidores puede salirle por la culata de su fusil imaginario. “Derechita” sería una manera de decir: una derecha femenina, pequeña, peluda y suave.
El problema es que estos diminutivos pueden tener efectos adversos, como cuando la izquierdista Myriam Bregman acusó a Milei de ser no un león, sino un simple gatito (del FMI). Bregman no imaginó que así proyectaba un carácter tierno y sensible sobre Milei, en un momento en el que todos buscaban demonizarlo remarcando sus atributos más dementes. La “derechita” puede terminar configurando un sinónimo de mesura y sensatez.
Abascal tiene otro problema: carece dramáticamente de algún rasgo simpático o divertido. Milei, con su pelo, su locura y su tendencia al ridículo, consiguió instalar una idea de sí mismo entrañable y vulnerable, como un Pity Alvarez de la política. Abascal no tiene un lado soft; quizás por eso le da por los chupines. Su esposa, Lidia Bedman, es influencer de moda y, como está casada con el líder de la ultraderecha, no corre peligro de que alguien venga a decir que en realidad nació hombre.
YOLANDA DÍAZ. Es la vicepresidenta de Pedro Sánchez, del partido Sumar; en las últimas elecciones sacó menos del 2% en su provincia natal, Galicia. Yolanda busca ser la representación de las mujeres de clase media y media alta con sensibilidad social, como una especie de Victoria Donda rubia de largos cabellos. Le gusta hablar de una política de los afectos y la contrapone a la política del odio; está a un paso de armar, como Donda en sus tiempos dorados, mesas redondas con intelectuales para pensar qué hacemos con el odio, y por qué nos odian tanto si somos tan geniales. Mantiene intacta la película de moho sobre el discurso del kirchnerismo demodé.
ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO. Es el presidente del Partido Popular, y su comportamiento recuerda al Pro de 2016-2023. Siempre va detrás de la agenda que imponen otros y, cuando lo corren por izquierda, sale a aclarar una posición que busca ser equilibrada, pero es aburrida e intrascendente. Con todo, Feijóo carece de picardía, y está muy lejos de jugar al ajedrez en cuatro dimensiones como el eximio calabrés Mauricio Macri. Sabe que el plato fuerte del PP no es él, sino Isabel Díaz Ayuso, la rutilante alcaldesa de Madrid. Pero todavía no llegó su momento.

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Aitor Hernández-Morales: “En España, estas elecciones europeas serán un referéndum sobre Sánchez”
¿Por qué el presidente español llega acorralado a las elecciones de la UE? ¿Qué hay detrás del encontronazo con Milei? El periodista de Politico Europe hace su análisis
Luciana Vázquez
“Vox, el partido de extrema derecha que Milei apoya, no es un partido en auge sino todo lo contrario”, sostiene. “El comentario de Milei es inaceptable y despreciable porque nunca se debe atacar la familia de un adversario político, pero de ahí a decir que se ha atacado el honor de todos los españoles, hay un trecho bastante grande”, matiza. ”Las palabras de Milei sobraban pero también sobraban las reacciones”, subraya. “En España, estas elecciones europeas serán un referéndum sobre el liderazgo de Sánchez”, afirma. “Probablemente influya la reacción popular a la amnistía de los catalanes”, señala. “Para el 9 de junio, cuando voten los españoles para el Parlamento europeo, el tema Milei habrá quedado olvidado”, dice. “A Sánchez, el reconocimiento de Palestina como Estado le puede jugar a favor en las elecciones con la izquierda y la extrema izquierda”, sostiene. “Hemos visto antisemitismo en los partidos de extrema izquierda pero no en el PSOE”, distingue. “La mitad de los europeos no vota en las elecciones. Se queda en casa”, precisa.
Aitor Hernández Morales, periodista político europeoAugusto Famulari
El periodista especializado en política europea y asuntos ibéricos, Aitor Hernández-Morales, estuvo en La Repregunta. Hernández-Morales es reportero senior del medio Politico Europe, con sede en Bruselas. Desde 2009, cubre política de la Unión Europea (UE) y asuntos ibéricos.
De paso por Buenos Aires, dio su mirada sobre el affaire Milei vs. Sánchez; sobre por qué Sánchez llega acorralado a las elecciones de la UE y cómo impactará el giro del Parlamento europeo hacia la extrema derecha en inmigración, medio ambiente y gasto militar.
Aquí, la entrevista completa.
El affaire Milei vs. Sánchez. ¿Qué hay detrás del encontronazo entre los dos presidentes?
-Gran enfrentamiento entre las figuras presidenciales, Javier Milei por un lado y Pedro Sánchez por el otro. ¿Cuál es el primer análisis que hace de lo que sucedió y que encontró su punto culminante la semana pasada?
-Ha sido la crónica de una crisis completamente evitable por todas las partes. Por un lado, es verdad que el gobierno de Sánchez ha sido bastante crítico de Milei, incluso antes de que llegara al poder. Desde posiciones oficiales, se llegaron a hacer comentarios muy poco diplomáticos. Y durante la visita a Madrid, Milei ha devuelto un poco ese ataque. Son palabras que sobraban, no se necesitaba decir eso. Pero también sobraban las reacciones: es verdad que las frases de Milei en Madrid han sido muy dolorosas y han sido ataques directo a la familia del presidente Sánchez, pero se trató de comentarios en un rally de la extrema derecha en Madrid; no eran comentarios pronunciados formalmente como presidente de la República Argentina en una visita oficial. Sánchez podría haber ignorado los comentarios. Simplemente, podría haber dicho “mira, son comentarios de este señor en una visita privada. Vamos a pasar la página”. En cambio, se ha producido esta escalada que es francamente preocupante, y que se ve con bastante preocupación en ambos lados del Atlántico.
"El comentario de Milei es inaceptable y despreciable porque nunca se debe atacar la familia de un adversario político, pero de ahí a decir que se ha atacado el honor de todos los españoles, hay un trecho bastante grande"
-¿Es preocupante por el impacto político que puede tener en las próximas elecciones, entre el 6 y el 9 de junio en las elecciones europeas en España? ¿O es preocupante por el vínculo con la Argentina?
-Es preocupante por el vínculo con la Argentina. Es verdad que hay muchos analistas políticos en España y partidos políticos en España que piensan que Sánchez ha escalado este encontronazo para hacer precampaña antes de las elecciones europeas. Tengo mis dudas porque Javier Milei no es candidato en las europeas y VOX, el partido de extrema derecha que Milei estaba apoyando con esta visita a Madrid, no es un partido que esté en auge sino todo lo contrario. Es una excepción en la extrema derecha europea porque VOX no consigue despegar de la manera que se esperaba. Por tanto, este enfrentamiento se tiene que leer en clave de la relación entre España y Argentina. Son países hermanos, con unos vínculos económicos tremendos. España es el segundo mayor inversor extranjero en Argentina y cualquier tipo de ruptura diplomática es problemática para los negocios.
Javier Milei y Pedro Sánchez
Sánchez, del ataque al contraataque. ¿Cómo lo ven los españoles?
-Aitor, en este conflicto, Sánchez se ha movido en dos bandas. Por un lado ha tratado de recurrir a un llamado al respeto y a la tolerancia propia de los líderes de los distintos países en el concierto de naciones, pero también ha recurrido a herramientas muy a la Milei, por ejemplo, a través de su ministro de Transporte, Óscar Puente, cuando acusó a Milei de consumo de sustancias.
-Exacto.
-En España, ¿cómo es visto Sánchez en este conflicto? ¿Hay una adhesión a su posicionamiento o también se lo cuestiona?
-Es complicado y es interesante porque tenemos un precedente directo, de los años 2010, cuando el presidente (José Luis) Zapatero participó de una cumbre iberoamericana. Allí, Hugo Chávez se puso a atacar al expresidente Aznar (NdelE: miembro del Partido Popular (PP)) y Zapatero salió en su defensa pese a que Aznar detesta a Zapatero y a que son de corrientes políticas muy distintas. Pero Zapatero reclamó el derecho a defender el honor de un presidente de España que, al final, representa al pueblo español. Con el caso de Sánchez, es un poco más complicado precisamente por los episodios que citabas. Si los ataques de Milei hubiesen surgido sin que hubiera existido esa tensión previa, todos los partidos políticos españoles estarían apoyando a Sánchez y dirían “mira, es un ataque inaceptable al jefe del Gobierno”. Pero es verdad la campaña que Sánchez hizo, por ejemplo, para Massa en las elecciones argentinas; luego, los comentarios de la vicepresidenta del Gobierno español, Yolanda Díaz, tras la victoria de Milei, que dijo que era un día triste para los argentinos; y finalmente, los comentarios del ministro Puente: todo eso es muy problemático. Ahí se crea una tensión que hace que haya personas en España que dicen “bueno, también te lo has buscado”. O sea, los comentarios de Milei son inaceptables en todos los sentidos, pero también se han ido acumulando comentarios por parte de funcionarios del gobierno español que se entiende que eran muy problemáticos para una relación cordial entre los dos países.
-Ya en la Argentina, el presidente Milei llegó a la conclusión de que hay una especie de alianza entre el kirchnerismo y el Partido Socialista y Pedro Sánchez y su equipo de gobierno para minar el gobierno de Milei. En ese contexto, el ataque a Milei sería consensuado. ¿Cuál es el propósito de Pedro Sánchez de apoyar tan abiertamente al excandidato Massa y de atacar tan abiertamente, a través de distintas figuras de su gobierno, a Milei? ¿Qué le suma? ¿Y cuál es efectivamente su vínculo con Alberto Fernández o con Cristina Kirchner y el kirchnerismo?
-Hasta donde se conoce, no existe un vínculo a ese nivel conspiranoico que sugiere Milei. Es verdad que tradicionalmente los presidentes socialistas españoles apoyan mucho a los partidos hermanos en Latinoamérica y tienden a realizar más visitas, por ejemplo, a los países donde esos políticos gobiernan. Pero insisto, en España, ese tono conspiranoico que le atribuye a Sánchez la intención de intervenir en los asuntos internos de Argentina o que está colaborando con la oposición argentina hasta el punto de sugerir un intento de golpe de Estado es tomado como un comentario ridículo.
-Si la hipótesis de una suerte de entendimiento con el kirchnerismo queda descartada, ¿qué le suma a Sánchez la confrontación con Milei?
-Por un lado, la idea del gobierno español en esto era que todos iban a apoyar al presidente del Gobierno porque se estaba atacando a la institución de la Presidencia. Es una estrategia muy complicada porque los ataques de Milei han sido en parte dirigidos a la mujer de Sánchez, que no tiene un puesto oficial en el Gobierno español. No es una institución. Entonces, la reacción inicial del Gobierno de España en el sentido de plantear que han atacado a las instituciones ha sido un poco compleja. Es verdad que el comentario de Milei es inaceptable y despreciable porque nunca se debe atacar la familia de un adversario político, pero de ahí a decir que se ha atacado el honor de todos los españoles, hay un trecho bastante grande.

Pedro Sánchez durante un foro en el que se refirió a las acusaciones de Javier Milei
Esposa presidencial ante la Justicia. ¿Otro problema político para Sánchez?
-¿Por qué el gobierno español, a través del portavoz del PSOE en el Parlamento, Patxi López, por ejemplo, esquiva las preguntas acerca de por qué no piden disculpas? En la Argentina, circuló el video de este periodista (NdelE: Vito Quiles del medio EDATV) que le pregunta por qué no piden disculpas si los improperios contra Milei han sido tan o más graves que lo que dijo Milei sobre la esposa de Sánchez y no contesta nada. ¿Qué se está jugando ahí?
-Me queda la duda de si el portavoz hubiese respondido a esas preguntas si las formulaba un periodista de El País o de El Mundo o incluso de ABC. El Gobierno español tiene un choque bastante considerable con medios online que han surgido, que están en general muy vinculados a la extrema derecha o a una derecha mucho más populista, mucho más gamberra. Estos grupos empezaron a surgir durante la pandemia exigiendo el final del estado de alarma y del confinamiento, y llegaron a acusar a Sánchez de intentar ser un dictador. Muchos de estos ataques han sido muy personales, en contra de su mujer, por ejemplo. Se ha publicado calumnias sobre ella, incluso sugiriendo que era una persona transexual, que su familia tenía clubes de alterne, que estaban involucrados en el narcotráfico. Todo esto ha salido en estos medios y el gobierno ha tomado una posición de tolerancia cero con ellos.
-Pero este periodista está acreditado en estas conferencias de prensa. Se lo considera periodista.
-Están todos acreditados. La cuestión es que el Gobierno ha decidido dejar de hablar con ellos porque interpreta que están ejerciendo menos como periodistas y más activistas políticos. Es verdad que el Gobierno no tiene esa reacción con medios que son de la extrema izquierda.
-Claro, con el activismo de extrema izquierda. Hay sesgos. Sabemos que la esposa de Pedro Sánchez, Begoña, efectivamente enfrenta alguna investigación judicial por tráfico de influencias. ¿Eso es un hecho?
-Correcto. La investigación se ha lanzado. La cuestión a aclarar es que en España puede hacerse una acusación popular que puede formular cualquiera. Una denuncia que alguien puede hacer incluso si no es una parte agravada por el supuesto crimen. Lo raro de todo este caso es que la investigación surge porque un pseudosindicato, “Manos Limpias”, muy vinculado al franquismo, puso esta denuncia contra Begoña Gómez. Pero cuando finalmente se divulgó el informe que habían presentado, no se sostenía en nada.
-¿Pero está desestimada por la Justicia?
-Todavía no está desestimada. El juez decidió lanzar esta investigación para ver si había algo que valía la pena investigar. La Guardia Civil fue encargada de la investigación y el martes pasado publicó su informe diciendo que no hay indicios de absolutamente nada.
-¿Y se cerró entonces la causa o todavía no?
-Se espera que la causa se cierre próximamente. Desde el principio había muchas dudas. De hecho, los fiscales españoles, que se supone que son independientes, dijeron que no la investigación no tiene sentido e, incluso, que no tenía sentido lanzarla. Ahora bien, el proceso judicial y el cuerpo judicial español son independientes. Deben llevar a cabo todas sus investigaciones. Es verdad que el titular “La mujer del Presidente está siendo investigada” es extremadamente dañino para el gobierno, pero al final los procesos judiciales son lo que son. Sí creo que afectó al presidente Sánchez a nivel muy personal. Sánchez es un showman, pero también es una persona a la que todo este drama en torno a la mujer lo enfrenta a una parte verdadera: es una persona que realmente se ha enfadado mucho con estos ataques a una persona tan cercana.
"“Vox, el partido de extrema derecha que Milei apoya, no es un partido en auge sino todo lo contrario"
Sánchez, entre el PP y Vox. ¿Impactará el affaire Milei en las elecciones del Parlamento europeo?
-Este asunto llegó también al nivel de la Unión Europea, con pedidos del gobierno de España para que exprese apoyo a Pedro Sánchez. Habrá elecciones en pocos días, entre el 6 y el 9 de junio, en la Unión Europea para conformar el Parlamento Europeo. ¿Cuánto influye este encontronazo de Pedro Sánchez con Milei en el posicionamiento de la centroderecha del Partido Popular o la derecha de Vox? ¿Puede hacerle ganar más escaños en el Parlamento Europeo?
-En ese caso, la duda surge menos del conflicto con Milei y más de la interpretación de la actuación de Sánchez en todo eso. Si hablamos en clave interna española de cara a estas elecciones, todo depende de cómo el público vea todo esto. Hay partidos políticos, incluso partidos políticos aliados de Sánchez, que piensan que se ha sobreactuado un poco con todo esto de retirar al embajador y demás.
-Empezó a mezclar lo personal con lo institucional estatal.
-Sí, te puedes enfadar con una persona y condenar sus palabras sin romper relaciones diplomáticas. Ahora bien, ¿cuánto va a impactar esto en el votante español? Queda en duda porque ten en cuenta que la semana que viene España va a reconocer a Palestina; dos días después, el Congreso español va a aprobar finalmente la Ley de Amnistía de los catalanes y luego, diez días después, vamos a elecciones. Entonces, hay muchos factores.
-¿Tema Palestina mata tema Milei?
-A nivel internacional, sí. Llegado el 9 de junio, cuando votan los españoles, el tema Milei habrá quedado un poco olvidado. Ahora bien, en términos de esta campaña, en las elecciones europeas, por lo general, los ciudadanos votan no según asuntos europeos sino según temas domésticos. En cada momento, hay una intersección de los dos intereses. Por ejemplo, este año se espera que en los países bálticos la gente vote pensando en la defensa europea, pero porque para ellos es un tema local.
-Por el riesgo que representa un avance de Putin. Lo internacional es local, en ese caso.
-Exacto. En el caso de España, dudo de que muchos españoles vayan a decidir su voto por asuntos de defensa. Los españoles generalmente y los portugueses y los italianos votan en clave interna.

Sede del Parlamento Europeo en EstrasburgoPARLAMENTO EUROPEO/ MICHEL CHRIS - PARLAMENTO EUROPEO/ MICHEL CHRIS

-¿Qué tema decide su voto? ¿La economía? ¿El tema inmigración?
-Precisamente porque tienen tanta desconexión con el Parlamento Europeo y no entienden cómo funciona la Unión Europea, ven esta votación casi como una oportunidad de expresarse sobre la nación, casi como un referéndum sobre el partido gobernante. Lo que vemos en las encuestas es que el Partido Socialista, el Presidente Sánchez, no ganará estas elecciones. Ganará el Partido Popular Español. Eso va también en clave europea: se piensa que el Partido Popular Europeo ganará estas elecciones. Llevo cubriendo la política española y la intersección con la política europea desde 2009. Cuando se celebraron elecciones europeas ese año, el gran tema de las elecciones europeas en España fue el uso del jet del Estado por parte del presidente Zapatero.
-Claro, nada que ver con el Parlamento Europeo ni con la política de la Unión Europea.
-Absolutamente nada.
-El votante hace un juicio de valor, una condena o un premio para la gestión gobernante, en función de metidas de pata o de resultados y éxitos locales.
-Exactamente. Anticipo que estas elecciones serán un referéndum sobre el liderazgo de Sánchez, pero probablemente ahí influya, por ejemplo, la reacción popular a la amnistía de los de los catalanes. Tal vez favorezca mucho a Sánchez en Cataluña, pero no en el resto de España.
-¿Ese tema se sigue arrastrando?
-Es perpetuo pese a que la fórmula de Sánchez, al final, ha quedado vindicada. Sánchez siempre dijo esto de que la amnistía es muy dolorosa para todos los que creemos en el sistema judicial, pero que ayudaría a quitarle todo el fuego al tema catalán. Y tal como vimos en las elecciones regionales que se celebraron hace dos o tres semanas,el independentismo catalán ha caído en picada, ha perdido fuerza completamente porque ya no tienen mártires.
"A Sánchez, el reconocimiento de Palestina como Estado le puede jugar a favor en las elecciones con la izquierda y la extrema izquierda"
-Ya no tiene con quién polarizar.
-Exacto. En el momento en que dejas que toda esa gente vuelva a la legalidad, dejan de poder decir “qué terrible, el Estado español nos está castigando”. Al final, eso ha creado un cambio de apoyo que ha hecho que el Partido Socialista gane en Cataluña.
¿Qué es un ciudadano europeo hoy? Elecciones parlamentarias y el futuro político de la UE
-Quiero que nos brinde una mirada panorámica sobre el ciudadano que vota en estas elecciones parlamentarias europeas. ¿Qué es un ciudadano europeo? ¿Quiénes votan? ¿Cuánto es la participación electoral en la elección del Parlamento Europeo?
-Desde que se celebraron las primeras elecciones europeas en el 79′, la participación viene cayendo. Hubo una excepción en las últimas elecciones, en 2019, que tuvieron la tasa de participación más alta desde 1994: llegó al 50 por ciento. Por tanto, la mitad de los europeos no vota en las elecciones. Se queda en casa.
-Son obligatorias dependiendo del país. ¿En la mayoría son no obligatorios o, al contrario, son obligatorias?
-En la mayoría de los países no son obligatorias. Y de hecho, la tasa de participación más alta es en Bélgica, donde la elección es obligatoria. Te meten una multa si no vas a votar.
-¿Y en España?
-En España no es obligatoria. Sin embargo, España tiende a ser un país muy europeísta y por eso tiene una de las tasas de participación más altas. En la última elección, la participación fue del 60 por ciento. Los españoles generalmente se movilizan y van a votar, pero muy frecuentemente hacen un voto de protesta. O sea, pasan de largo del Parlamento Europeo, que les da absolutamente igual, pero les gusta la oportunidad de salir y censurar al gobierno con el voto.
-Un ejercicio del poder sobre el destino del gobierno.
-Totalmente, las elecciones europeas en España siempre se van a leer así, en esa clave interna.
-¿Cómo es el ciudadano que vota en las elecciones europeas en términos de su nivel socioeconómico, edad, género?
-Por lo general, votan más los hombres. Tienden a ser algo más mayores, por encima de los 25 años, y de nivel socioeconómico más alto. Cuanto más educado eres, más probable es que votes en las elecciones europeas. Luego, hay factores diversos que pueden condicionar la participación. Un tema tan básico cómo el tiempo del día de las elecciones puede ser decisivo.
-El clima.
-El clima. Por ejemplo, en las últimas elecciones en Portugal, hizo un día de sol magnífico. Fue el estreno de la temporada de playa. Los portugueses se fueron a la playa y solo el 30 por ciento votó.
-Desde este lado del mundo, hay un tema que solemos observar en Europa, la crisis migratoria, con la viralización de vídeos de inmigrantes que llegan a pueblos de España, de Italia o Alemania y agreden a mujeres o entran en conflicto con ciudadanos del lugar. Eso hace parecer que ese conflicto es muy cotidiano. La cuestión aquí es ésta: en esa representación parlamentaria europea, ¿hay algún estudio sobre cuánto pesa el voto de ciudadanos recientemente incorporados a partir de la inmigración de distintos momentos?
-Que yo sepa, no existe ese estudio. También hay que decir que cuando vemos los números, por ejemplo, en el caso de España, la mayoría de los crímenes está siendo cometido por españoles, no por migrantes.
-Ha habido mucho debate sobre eso. Algunos diputados de VOX sostenían que la mayor cantidad de crímenes de género es cometida por inmigrantes recién llegados.
-No tengo las últimas cifras de crímenes de género así que no sé. Pero en términos de crímenes en general, el Estado se ha preocupado mucho por señalar que los autores no son los inmigrantes sino los ciudadanos establecidos tanto cuando gobernaba el PP como cuando con el PSOE. En términos del voto del recién incorporado, no existen esos datos. Dado que la participación ya es bastante baja, esa participación depende mucho de si el voto es obligatorio o no. El recién llegado tal vez esté pensando en otras cosas.
Elecciones europeas. ¿Qué votan los españoles? De inmigración y Palestina a Sánchez
-En ese cruce de temas parlamentarios europeos con lo local, en España y en los países a los que prestamos más atención, como Italia, Alemania, Francia, ¿qué tipo de mirada se tiene sobre la crisis inmigratoria y cómo va a influir en el voto en favor de una centroderecha o de una derecha más extrema o de una centroizquierda?
-Volvemos al mismo tema de esa clave doméstica. En los países donde la migración está teniendo su impacto sobre la vida cotidiana, ahí es donde vamos a ver ese factor. Por ejemplo, en España no es un factor significante.
-Es decir que la política no está armando polarizaciones y discursos en torno al tema de inmigración?
-Con el tema de migración, la conversación ocurre en las grandes ciudades tipo Madrid y Barcelona, más en Barcelona que en Madrid. Pero un votante en Soria, por ejemplo, no está lidiando con inmigración; tampoco un votante en Navarra.
-¿Y los líderes políticos nacionales no están tocando el tema de inmigración?
-Vox toca el tema de migración porque es su bandera. El PP, por lo general, no pese a que en las elecciones catalanas, (Alberto Núñez) Feijóo, el presidente del PP, sí tocó un poco esa idea de que hay que mirar el tipo de inmigración. Fue una maniobra para intentar recuperar algún votante de VOX y quitarle terreno. En Cataluña, en Barcelona y en los suburbios, hay un fenómeno interesante: tiene que ver precisamente con la presión migratoria, pero también con la mala calidad de los servicios públicos y el vínculo entre esos dos factores.
-¿Están desbordados los servicios públicos?
-Correcto. O por lo menos se percibe así. Entonces se da un fenómeno interesante: el PP embanderado detrás de este tipo de discurso, VOX y luego el auge de un partido de extrema derecha independentista que es Alianza Catalana. Ellos quieren realmente una Cataluña para los catalanes, y punto.
-El tema de Palestina vs Israel es también otra cuestión clave. En la primera liberación de rehenes tomados por Hamas, Pedro Sánchez no tuvo mejor idea que estar ahí ese día, a unos metros de la frontera con Egipto, algo que pareció muy inoportuno. ¿Cómo juega ese debate en España? Desde la Argentina, se ven posiciones fuertemente propalestinas y fuertemente anti Israel, inclusive antisionistas y antisemitas. ¿Es una composición de lugar muy imprecisa la que estoy haciendo?
-Es muy complejo. Históricamente, España tiene una relación muy buena con las autoridades en Palestina precisamente porque España siempre ha apostado por la relación con el mundo árabe. Siempre hubo ese vínculo desde la época de Franco. Hubo una normalización de relaciones con Israel durante la época de Felipe González, el líder socialista. Desde entonces, el vínculo con el mundo árabe ha sido política de Estado. Si no recuerdo mal, en 2014, el Parlamento español, el Congreso de los Diputados, acordó el reconocimiento del Estado palestino cuando fuera oportuno, o sea, lo dejó a decisión del presidente del Gobierno.
-Esto es lo que va a suceder ahora
-Va a suceder la semana que viene.
-Por decisión de Pedro Sanchez.
-Correcto.
-¿Divide a la sociedad este tema?
-No la divide porque por lo general los españoles son bastante solidarios con la idea de no debe haber bombardeos sobre población civil. Este este conflicto ha ayudado concentrar bastante apoyo para el para el tema palestino. También tengo que insistir en que no es un tema que históricamente haya dividido a los partidos. De hecho, el Partido Socialista y el Partido Popular siempre han estado de acuerdo en ese reconocimiento, pero siempre lo condicionaron a la idea de que lo iban a ser junto con el resto de la UE.
-Pero ahora no lo están haciendo juntos.
-Parece claro que eso no va a pasar. La UE simplemente no va a tener un consenso sobre este tema. Entonces Sánchez ha decidido adelantarse junto a Irlanda y Noruega y están esperando a ver si se unen más países.
-¿A Sanchez le juega a favor políticamente en relación a su electorado?
-Le puede jugar a favor con el electorado de la izquierda y de lo que llamaríamos la extrema izquierda, o sea, quienes votaron antiguamente a Podemos, quienes están votando ahora a Sumar. Esto puede servir para llevarles un poco el voto.
-¿Hay un componente de cierta mirada negativa sobre la condición judía? ¿Hay algo de antisemitismo?
-Lo hemos visto en los partidos de extrema izquierda, pero no en el Partido Socialista, para nada.
-Últimas preguntas. ¿Cuál es el tema entonces que divide a los españoles a la hora de ir a votar en estas elecciones parlamentarias? Ese tema en el que a los españoles se les juega algo, y algunos están a favor y otros están en contra.
-Pedro Sánchez. Éstas son unas elecciones sobre Pedro Sánchez. Se ha convertido en la figura dominante del escenario político español hasta tal punto que cuando estaba amenazando con dimitir y tal vez marcharse, hubo pavor, por lo menos en la izquierda, porque no tienen un delfín, no tiene nadie que le pueda reemplazar.
-Es un referéndum a favor o en contra de Sanchez.
-Totalmente.
La extrema derecha y la Unión Europea. ¿Se viene un Parlamento más radical?
-La última cuestión: los análisis más instalados por lo menos en la Argentina sostienen que se va a terminar conformando un Parlamento Europeo sesgado hacia la derecha. Ya hay una presencia fuerte de la centroderecha. ¿En qué va a cambiar entonces?
-El cambio fundamental va a ser el auge de la extrema derecha. Tradicionalmente, la centroderecha ha dominado el Parlamento Europeo, precisamente por ese perfil de partidos centro, de centro derecha progresistas. Son firmemente capitalistas pero apoyan la transición ecológica, por ejemplo. Hay una visión bastante progresista en ese sentido.
-¿Cómo se viene posicionando respecto de los derechos de la mujer, el aborto?
-Es bastante más progresista incluso que las posiciones de los países miembros que envían a estos eurodiputados. Ahora bien, lo que vamos a ver, según los sondeos, es un aumento brutal de partidos de extrema derecha. En países como Alemania y en Francia será la fuerza más votada. En España, no vemos ese crecimiento, pero en Portugal sí y también en Italia. Lo que va a ser interesante ahí es la dinámica entre ellos, porque están completamente divididos. Por ejemplo, sabemos que la semana pasada, Marine Le Pen, de Francia, y Georgia Meloni de Italia indicaron que no se quieren sentar con la extrema derecha alemana, que no llega a desvincularse completamente de los nazis. Entonces han dicho hasta aquí.
-Es decir, hay una extrema derecha de la extrema derecha, en realidad.
-Exactamente. También están divididos entre quienes apoyan a Putin y quienes son fieles aliados a la OTAN. Hay muchas dinámicas en juego. Hay algunas extremas de derechas, como la de Países Bajos, que está muy a favor de los derechos homosexuales y que cuenta con ellos como su base electoral.
-Dada la futura conformación del Parlamento Europeo, ¿cuánto va a impactar? ¿Se endurecerán las políticas anti inmigratorias? ¿Se exacerbará el sentimiento nacionalista y aumentará el gasto en defensa en caso de una avanzada de Putin? ¿Se bajará la intensidad de la agenda verde para un comercio más irrestricto del sector de productores agropecuarios que es tan fuerte en Europa?
-Si la agenda verde fue el tema dominante de esta última legislatura, en la pandemia, claramente defensa va a ser el tema de los próximos cinco años. Veremos una reorientación de la industria europea para la defensa…
-Gasto militar.
-O sea, armas europeas a tope, a tope, a tope y va a crear muchos trabajos.
-¿Para eso hay una alianza entre las derechas, las derechas extremas y las izquierdas?
-Salvo la extrema derecha que apoya a Putin, todos los demás están a favor por todos sus motivos. Por ejemplo, porque crea trabajos. Puede ser, incluso, una industria sostenible. Ya se están metiendo los verdes, que dicen “oye, pues si tenemos que hacer esto, vamos a hacer que sea una industria armamentística que corra con energía verde”. La migración va a ser súper importante.
-¿Para restringirla?
-Sin duda iremos en ese camino. Y luego el tema de la agenda verde, tendremos que ver. La cuestión con Europa es que ya tiene compromisos que no puede romper. Es lo que en la burbuja de Bruselas llamamos el “corsé europeo”: muchas veces los líderes aceptan meterse en ese corsé porque queda muy bien. Es un compromiso que implica años, pero cada año se van apretando los lazos del corsé. Al final, tendrán que tomar decisiones muy difíciles.
-Enfrentar costos políticos.
-Absolutamente.

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