Para controlar los subsidios y los aumentos de tarifas, Caputo retiene Energía
Se había dicho que esa secretaría funcionaría dentro del futuro Ministerio de Infraestructura; el impacto en la inflación, clave
José Luis BreaRodríguez Chirillo, ayer, al salir del Hotel Libertador
En un cambio de último momento en el organigrama del Estado previsto, el futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, logró retener dentro de su órbita las secretarías de Energía y de Minería.
Los planes iniciales contemplaban que esas dependencias funcionaran dentro del nuevo Ministerio de Infraestructura, que conducirá Guillermo Ferraro (ver aparte). Ayer, en cambio, se decidió que ese traspaso, que se plasmaría mediante cambios en la ley de ministerios, será demorado hasta tanto no se tomen decisiones tarifarias y regulatorias.
Por eso, ambas áreas quedaron bajo el control de Caputo. Así lo confirmaron fuentes de La Libertad Avanza.
De esta manera, el futuro ministro de Economía busca asegurarse de que la estructura del Palacio de Hacienda funcione como lo venía haciendo hasta ahora en el gobierno de Alberto Fernández. Será él quien decida el sensible tema de la quita de subsidios a las tarifas de electricidad, gas y agua, por el impacto que esta medida tendrá sobre el índice de inflación.
Caputo probablemente haya tomado nota de los cortocircuitos que generaron la quita de subsidios y el consecuente aumento de tarifas de servicios públicos durante el gobierno de Mauricio Macri, ya que ese tipo de medidas las tomaba el ministro de Energía Juan José Aranguren con independencia de las metas de inflación del Banco Central o de la política antiinflacionaria del Ministerio de Economía.
Decisión de Posse
La decisión de dejar Energía y Minería dentro de Economía fue tomada por el futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse. “Jefatura de Gabinete es la que reparte las cartas”, confiaron las fuentes de LLA. “Como el aumento de tarifas incide en la inflación, quisieron tener todo el control bajo el comando de Caputo”, agregaron.
A cargo de la Secretaría de Energía estará Eduardo Rodríguez Chirillo, quien se ha manifestado partidario de una política de sinceramiento en materia de tarifas y de precios de los combustibles. Aquí también quedará por ver qué rol cumplirá de aquí en más la petrolera YPF, a la que hasta ahora el gobierno de Fernández usaba para marca “precios testigo” por ser la que controla la porción más grande del mercado.
En tanto, el área de Minería quedaría a cargo de la actual secretaria de Energía, Flavia Royon. En esta última área, se presume, se avanzaría en un nuevo marco legal y regulatorio que fomente inversiones en el sector.
El Gobierno postergó cualquier aumento de tarifas energéticas y de transporte tras perder las elecciones primarias. Para este año, se espera que los subsidios a la energía representen 1,7% del PBI, según el último informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la UBA y el Conicet. Esto significaría una reducción con respecto al 2,1% del PBI que representó en 2022, pero está explicado principalmente por los menores costos de energía, ya que bajó el precio internacional del gas luego de la disparada que tuvo en 2022, con la invasión de Rusia a Ucrania
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Infraestructura: algunas certezas en obra pública, pero pocas definiciones en transporte
El cordobés Luis Giovine manejará un área clave; incógnitas en Aerolíneas Argentinas y en los ferrocarriles que administra el Estado
Diego CabotLas obras de infraestructura están ralentizadas o paradas
En el dibujo del gabinete, Javier Milei tenía un par de áreas pintadas en colores fuertes. Una de ellas, Infraestructura, fue una de las primeras en tener confirmado a su ministro: Guillermo Ferraro. A poco de empezar a gobernar, el funcionario perdió dos áreas centrales –minería y energía–, mantiene varias incógnitas, pero ha logrado dejar satisfechos a los ansiosos contratistas de la obra pública, a quienes el presidente electo atacó duramente en toda la campaña.
Comosedijo,ferraro,unex-kpmg que tenía a su cargo el área de infraestructura de esa consultora, hace tiempo que trabaja en cinco áreas sensibles para la política que viene. Obra pública, transporte, comunicaciones y las ya perdidas, energía y minería (dependerán del ministro de Economía, Luis Caputo, ver aparte) eran los “ravioles” del organigrama de los que se ocupaba. Por ahora el mundo de la obra pública es el que despuntó con algo más de nombres propios y organización.
Ayer al mediodía, a la Cámara de la Construcción llegaron tres futuros funcionarios. Luis Giovine, un directivo de la empresa de electricidad cordobesa EPEC, se presentó como el próximo secretario de Obras Públicas. Lo acompañaban Bartolomé Heredia y Juan Ordoñez. El primero también viene de la provincia mediterránea y estaría a cargo del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (Enohsa); el segundo fue ejecutivo del grupo Roggio, de la YPF de Eskenazi, de Codere y de la minera Barrik, y apunta a ser el jefe de Gabinete de Ferraro.
Lo esperaban alrededor de 85 constructores, entre los que estaban en el lugar y los que se sumaron virtualmente. Fue una hora y media donde los anfitriones pusieron sobre la mesa los temas más importantes. Por un lado, quedó clara la enorme preocupación por la paralización y ralentización de las obras de las que tanto se ufana la actual gestión.
Eso no fue todo. De acuerdo con lo que pudo reconstruir la nacion, le comentaron otra realidad de la que dejaron como herencia el gobierno de Alberto Fernández y las gestiones de los ministros Sergio Massa y Gabriel Katopodis. Sucede que más allá del número de proyectos, pues resulta imposible que continúen, ya que los contratos están afectados por la deformación de los precios producto de la enorme inflación.
Mientras los constructores le comentaban a Giovine que, además, existe una enorme deuda del Tesoro con el sector, no solo por los atrasos en los pagos, sino también por la falta de ajuste por inflación, los tres emisarios de Ferraro escuchaban. Varios constructores comentaban que se percibió una “buena predisposición al diálogo”.
Desde hace tiempo, en La Libertad Avanza buscaban para ese puesto –que alguna vez ocupó José López, el hombre de los bolsos en el convento– al cordobés Fabián López, un hombre que pasó por el ministerio que condujo Julio De Vido. Pero, finalmente, optó por quedarse en el gabinete que diseñó el gobernador cordobés, Martín Llaryora.
Fue Fabián López el que recomendó a Giovine, un ingeniero civil que estuvo al frente de la Dirección Provincial de Aguas y Saneamiento (Dipas). También fue coordinador general de Proyectos Especiales en la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, que en ese momento era ocupada por el propio López (2006 a 2012). En marzo de 2017 Giovine fue designado presidente de la EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba). Fue el responsable de la reestructuración de la concesionaria, que, desde 2019, mostró superávit.
Entre las medidas que tomó se cuentan la denuncia del convenio colectivo en 2018 para recortar gastos operativos; un sistema de pasividad anticipada que achicó en unos 330 empleados el plantel y el cierre de dos centrales térmicas (Pilar y Las Ferias). Sus colegas del gabinete cordobés definen a Giovine como “más técnico que político”. Hay quienes recuerdan una pulseada con Luz y Fuerza donde les torció el brazo y fue amenazado por algunos gremialistas. Los llevó a juicio y les ganó.
En la reunión, Giovine les comentó a los constructores que no había una hoja de ruta clara aún ya que había que esperar los lineamientos presupuestarios. Algo se dijo de hacer un fuerte repaso de los contratos vigentes y, recién después, tomar decisiones. No quedó claro cómo iban a funcionar otras dependencias que responden a Obras Públicas, como Vialidad, donde rondan algunos nombres que también llevan a funcionarios de Córdoba. En la empresa Corredores Viales, que maneja las rutas nacionales con peaje, se afirma como candidato José Luis Acevedo, el presidente de Autopistas Urbanas (AUSA), un funcionario que varios destacan. Su nombre aún no está confirmado.
Algo similar ocurrió en Vivienda. Al momento de la reunión, el número puesto en el área, Inti Alpert, había dado un paso al costado después de que estuvo meses trabajando en un plan nacional. De hecho, llegó a tener reuniones con cámaras del sector. Un día después se conocía que ese lugar lo ocuparía Iván Kerr, secretario de Vivienda durante el gobierno de Mauricio Macri. No hubo mucho más y tampoco se habló de AYSA, otra de las grandes incógnitas. Había pasado una hora y media y, de pronto, gran parte de la desconfianza de los constructores se aplacó ante una postura dialoguista de los futuros funcionarios.
En transporte, la cuestión es distinta. La llegada de Franco Moguetta, también desde Córdoba, donde ocupa el puesto a nivel provincial, sorprendió a muchos. Sucede que en esa área, además del reparto de los millonarios subsidios a los colectivos, también están el sector aerocomercial, los ferrocarriles y el transporte de cargas y puertos y vías navegables. “Tiene una conflictividad muy grande”, dicen quienes pasaron por ese lugar.
Por ahora no hay grandes definiciones. De hecho, hubo algún aporte de equipos que trabajaban con Guillermo Dietrich, pero aún no los han sumado. “Falta colocar algunas fichas y me da la sensación de que por estos días contrastan el nivel de dificultad con las necesidades políticas. Hay temas muy sensibles en transporte y que tienen curvas de aprendizaje largas”, dijo un hombre que pasó por esas oficinas.
Otro de los temas que aún no tienen certezas es qué pasará con los proyectos de infraestructura que hay en el mundo del transporte. Es decir, si la secretaría estará dedicada a la operación o si también ejecutará la obra pública del área.
En los trenes, ahora manejados por gente de Sergio Massa, no se conocen los candidatos. Se trata, ni más ni menos, de la empresa con más empleados de la Argentina y, además, uno de los lugares a los que podría llegar la motosierra, ahora con cadena de goma, de Javier Milei.
Y, finalmente, la gran incógnita: Aerolíneas Argentinas. Nadie sabe cuál será el plan ni tampoco qué equipo lo ejecutará. Uno de los sillones más calientes del gobierno que viene aún no tiene dueño.
En el dibujo del gabinete, Javier Milei tenía un par de áreas pintadas en colores fuertes. Una de ellas, Infraestructura, fue una de las primeras en tener confirmado a su ministro: Guillermo Ferraro. A poco de empezar a gobernar, el funcionario perdió dos áreas centrales –minería y energía–, mantiene varias incógnitas, pero ha logrado dejar satisfechos a los ansiosos contratistas de la obra pública, a quienes el presidente electo atacó duramente en toda la campaña.
Comosedijo,ferraro,unex-kpmg que tenía a su cargo el área de infraestructura de esa consultora, hace tiempo que trabaja en cinco áreas sensibles para la política que viene. Obra pública, transporte, comunicaciones y las ya perdidas, energía y minería (dependerán del ministro de Economía, Luis Caputo, ver aparte) eran los “ravioles” del organigrama de los que se ocupaba. Por ahora el mundo de la obra pública es el que despuntó con algo más de nombres propios y organización.
Ayer al mediodía, a la Cámara de la Construcción llegaron tres futuros funcionarios. Luis Giovine, un directivo de la empresa de electricidad cordobesa EPEC, se presentó como el próximo secretario de Obras Públicas. Lo acompañaban Bartolomé Heredia y Juan Ordoñez. El primero también viene de la provincia mediterránea y estaría a cargo del Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (Enohsa); el segundo fue ejecutivo del grupo Roggio, de la YPF de Eskenazi, de Codere y de la minera Barrik, y apunta a ser el jefe de Gabinete de Ferraro.
Lo esperaban alrededor de 85 constructores, entre los que estaban en el lugar y los que se sumaron virtualmente. Fue una hora y media donde los anfitriones pusieron sobre la mesa los temas más importantes. Por un lado, quedó clara la enorme preocupación por la paralización y ralentización de las obras de las que tanto se ufana la actual gestión.
Eso no fue todo. De acuerdo con lo que pudo reconstruir la nacion, le comentaron otra realidad de la que dejaron como herencia el gobierno de Alberto Fernández y las gestiones de los ministros Sergio Massa y Gabriel Katopodis. Sucede que más allá del número de proyectos, pues resulta imposible que continúen, ya que los contratos están afectados por la deformación de los precios producto de la enorme inflación.
Mientras los constructores le comentaban a Giovine que, además, existe una enorme deuda del Tesoro con el sector, no solo por los atrasos en los pagos, sino también por la falta de ajuste por inflación, los tres emisarios de Ferraro escuchaban. Varios constructores comentaban que se percibió una “buena predisposición al diálogo”.
Desde hace tiempo, en La Libertad Avanza buscaban para ese puesto –que alguna vez ocupó José López, el hombre de los bolsos en el convento– al cordobés Fabián López, un hombre que pasó por el ministerio que condujo Julio De Vido. Pero, finalmente, optó por quedarse en el gabinete que diseñó el gobernador cordobés, Martín Llaryora.
Fue Fabián López el que recomendó a Giovine, un ingeniero civil que estuvo al frente de la Dirección Provincial de Aguas y Saneamiento (Dipas). También fue coordinador general de Proyectos Especiales en la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, que en ese momento era ocupada por el propio López (2006 a 2012). En marzo de 2017 Giovine fue designado presidente de la EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba). Fue el responsable de la reestructuración de la concesionaria, que, desde 2019, mostró superávit.
Entre las medidas que tomó se cuentan la denuncia del convenio colectivo en 2018 para recortar gastos operativos; un sistema de pasividad anticipada que achicó en unos 330 empleados el plantel y el cierre de dos centrales térmicas (Pilar y Las Ferias). Sus colegas del gabinete cordobés definen a Giovine como “más técnico que político”. Hay quienes recuerdan una pulseada con Luz y Fuerza donde les torció el brazo y fue amenazado por algunos gremialistas. Los llevó a juicio y les ganó.
En la reunión, Giovine les comentó a los constructores que no había una hoja de ruta clara aún ya que había que esperar los lineamientos presupuestarios. Algo se dijo de hacer un fuerte repaso de los contratos vigentes y, recién después, tomar decisiones. No quedó claro cómo iban a funcionar otras dependencias que responden a Obras Públicas, como Vialidad, donde rondan algunos nombres que también llevan a funcionarios de Córdoba. En la empresa Corredores Viales, que maneja las rutas nacionales con peaje, se afirma como candidato José Luis Acevedo, el presidente de Autopistas Urbanas (AUSA), un funcionario que varios destacan. Su nombre aún no está confirmado.
Algo similar ocurrió en Vivienda. Al momento de la reunión, el número puesto en el área, Inti Alpert, había dado un paso al costado después de que estuvo meses trabajando en un plan nacional. De hecho, llegó a tener reuniones con cámaras del sector. Un día después se conocía que ese lugar lo ocuparía Iván Kerr, secretario de Vivienda durante el gobierno de Mauricio Macri. No hubo mucho más y tampoco se habló de AYSA, otra de las grandes incógnitas. Había pasado una hora y media y, de pronto, gran parte de la desconfianza de los constructores se aplacó ante una postura dialoguista de los futuros funcionarios.
En transporte, la cuestión es distinta. La llegada de Franco Moguetta, también desde Córdoba, donde ocupa el puesto a nivel provincial, sorprendió a muchos. Sucede que en esa área, además del reparto de los millonarios subsidios a los colectivos, también están el sector aerocomercial, los ferrocarriles y el transporte de cargas y puertos y vías navegables. “Tiene una conflictividad muy grande”, dicen quienes pasaron por ese lugar.
Por ahora no hay grandes definiciones. De hecho, hubo algún aporte de equipos que trabajaban con Guillermo Dietrich, pero aún no los han sumado. “Falta colocar algunas fichas y me da la sensación de que por estos días contrastan el nivel de dificultad con las necesidades políticas. Hay temas muy sensibles en transporte y que tienen curvas de aprendizaje largas”, dijo un hombre que pasó por esas oficinas.
Otro de los temas que aún no tienen certezas es qué pasará con los proyectos de infraestructura que hay en el mundo del transporte. Es decir, si la secretaría estará dedicada a la operación o si también ejecutará la obra pública del área.
En los trenes, ahora manejados por gente de Sergio Massa, no se conocen los candidatos. Se trata, ni más ni menos, de la empresa con más empleados de la Argentina y, además, uno de los lugares a los que podría llegar la motosierra, ahora con cadena de goma, de Javier Milei.
Y, finalmente, la gran incógnita: Aerolíneas Argentinas. Nadie sabe cuál será el plan ni tampoco qué equipo lo ejecutará. Uno de los sillones más calientes del gobierno que viene aún no tiene dueño.
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