viernes, 15 de diciembre de 2023

ENCUENTRO DE BANQUEROS Y EN 1ª PERSONA


Bausili explicó el plan para la “bola de Leliq”
El presidente del Banco Central se refirió además a los anuncios de la noche anterior y a la deuda con los importadores
Javier BlancoLos banqueros ayer, al salir de la reunión con Bausili
“Este no es un programa de estabilización. Es el paso previo para ajustar precios relativos y limpiar distorsiones”, les señaló el nuevo presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, a los banqueros que había convocado ayer a primera mañana para explicarles las medidas anunciadas.
Fue el paso previo antes de avisarles que el ajuste del 2% mensual que tendrá el dólar oficial, tras el salto dispuesto ayer y que comenzó a regir hoy, será “temporal” y breve.
“En esta primera etapa, la política cambiaria será el ancla como herramienta complementaria del ancla fiscal, porque el ajuste del gasto que se decidió impactará en las cuentas con rezago”, les explicó. “La idea de los $800 más crawling del 2% fue para evitar que piensen que arrancamos con tipo de cambio fijo. Ese 2% sabemos que es bajo y se podrá ajustar en adelante”, se sinceró.
La reunión con los banqueros y presidentes de las cámaras del sector (Adeba, ABA, Abappra y ABE) fue multitudinaria y positiva para los convocados: allí se confirmó que el plan para desarmar la “bola de Leliq” (la enorme y costosa deuda remunerada que acumuló el BCRA por la sostenida emisión que realizó en los últimos cuatro años para asistir al fisco por distintas vías y en un marco de caída de la demanda real de pesos) será muy parecido al que habían sugerido mediante un documento técnico meses atrás.
Bausili admitió que la idea del nuevo equipo económico es alentar por vía de incentivos de tasa una relocación de pases pasivos (deuda que vence cada día) hacia las letras de liquidez (Leliq, que vencen a 28 días) que emite el BCRA y un traspaso a deuda del Tesoro nacional.
Para eso es el diseño, ya conocido ayer, de una nueva escalera de tasas que deja –por ahora– en punta al rendimiento de las Leliq (que se mantiene en el 133% nominal anual) y amplía la diferencia con los pases pasivos (baja del 126% al 100%).
Además, se agregará desde la semana próxima un nuevo escalón más alto: lo fijará el Gobierno al volver a ofrecer al mercado letras del Tesoro (Letes) a corto plazo para “invitarlos” a migrar parte de los pasivos remunerados hacia allí con una garantía: esos títulos tendrán opción de recompra por parte del BCRA y podrán ser considerados “riesgo BCRA”.
“Queremos estabilizar precios e ir hacia endeudamiento de largo plazo con el Tesoro y no con el BCRA: que lo que quede acá sea lo transaccional o de corto plazo, nomás”, explicaron los funcionarios.
Como la tasa del 133% anual de las Leliq representa una del 11% mensual y quedará rezagada con relación al pico inflacionario que se espera por unos meses, la idea es que esa migración se vea alentada por el riesgo de licuación. Incluso, en caso de que el traspaso sea fuerte, “podríamos evaluar una flexibilización en los límites de financiamiento al sector público”, admitieron.
Tasas negativas por unos meses
En esta primera etapa, se mantienen las tasas reguladas al 133% anual para los plazos fijos tradicionales. La idea es que los ahorristas que se animen a inmovilizar pesos a 90 días migren hacia plazos fijos UVA, lo que llevaría a los bancos a demandar deuda CER (inflación) para evitar descalce y aseguraría a la vez otra fuente de financiamiento para el Gobierno. “Más adelante podrían revisarse las tasas”, dijeron.
Desde lo conceptual, Bausili reafirmó que la idea de la nueva administración es “levantar el cepo y lograr la independencia del BCRA”, aunque repitió que esto requiere “lograr credibilidad para que puedan crearse los instrumentos necesarios para lograr estos objetivos”, razón por la que lo consideró un objetivo “principal, pero a largo plazo”.
“Por eso, hoy el foco está puesto en los equilibrios macro y no en los micro. Se fue a lo más importante y la idea en adelante es ir destrabando otras restricciones micro”, dijo Bausili, según reconstruyó la de consultas con distintos nacion asistentes al encuentro.
Entonces fue cuando confirmó que la idea oficial es conseguir financiamiento hasta marzo o abril. Por ello, “se está trabajando en un nuevo desembolso del FMI para cubrir pagos de enero a marzo, y luego se planea una negociación más a largo plazo con ellos”, detalló.
En la reunión no hubo alusiones a la situación creada con las Lediv, las letras ajustables por el tipo de cambio oficial que la anterior gestión del BCRA entregó a importadores como “seguro cambiario”.
Pero sí respecto de la deuda comercial impaga con ellos. Bausili confirmó que el flujo importador, con el dólar a $940 ($800 más 17,5% del impuesto PAIS) queda liberado, pero el stock de deuda acumulado (que será revisado mediante un peinado sobre los precios y cantidades efectivamente ingresadas al país, cruzando datos con AFIP tras pedir a los afectados que se presenten desde mañana a un registro) será reprogramado ofreciendo a las empresas afectadas bonos en dólares suscribibles en pesos.
También aquí habrá un esquema de incentivos: serán títulos de 1 a 4 años que se podrán suscribir al cambio oficial al mayor plazo y al tipo de cambio oficial más del 17,5% de impuesto PAIS al más corto.

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Milei-Caputo: primeras medidas
Juan Carlos de Pablo

El domingo pasado Javier Gerardo Milei habló como presidente de la Nación, no como ministro de Economía, secretario de Hacienda o director del presupuesto nacional. Planteó su visión del pasado, el presente y el futuro de la Argentina.
Sobre esto último, error tipo I, error tipo II, exageró. Con el mayor de los respetos, ni él sabe si los primeros meses de 2024 serán tan duros como lo plantea y menos aún si la tasa de inflación será de 20% o 40% mensual. Y ni que hablar de 15.000%. Es una estrategia que, según él, ayudará a digerir el impacto del arranque de su gestión.
El martes pasado, Luis Andrés Caputo anunció un conjunto de medidas. Arrancó en el plano fiscal, sin el cual nada de lo demás es creíble, y en el cambiario, por la urgencia del tema. En economía importa la dirección, pero también la intensidad y la velocidad. ¿Qué reducción del desequilibrio fiscal se conseguirá con esto y cuándo? Desde el punto de vista político, en el plano fiscal, la pregunta es la siguiente: ¿cuánto de este ajuste lo paga “la política” y cuánto la gente?
Enelp la nocambi ario, se tipo de cambio oficial y se eliminó el SIRA. Supongo que si hoy alguien quiere importar lo que sea y está dispuesto a pagar $800 por dólar, el BCRA le dirá “venga dentro de un ratito”. Porque en la situación actual, esto va de las exportaciones a las importaciones. ¿Crawling peg de 2% con tasa de inflación oficialmente anunciada de 20% o 40% mensual? ¿Qué “mirarán” las tasas de interés; el aumento del tipo de cambio oficial o la tasa de inflación?
Todo esto es muy dinámico, aun para estándares argentinos. Si el ajuste fiscal es severo y el aumento de la oferta monetaria, muy restringido, plantear tasas de inflación como las que dice el Gobierno genera recesión, porque les da pie a los exorbitantes cambios de las listas de precios. El traspaso del cambio en los precios relativos y el aumento del tipo de cambio oficial a los precios internos depende de si hay un cambio de régimen económico o no.
Última, pero no menos importante. Sangre, sudor y lágrimas no es un programa de gobierno. Es una porción. Milei y Caputo tienen que entusiasmar a los integrantes del sector privado que pueden gastar, para que lo hagan. Desde este punto de vista, exagerar lo que puede ocurrir a corto plazo tiene sus riesgos. ¿Qué tal inaugurar el siguiente eslogan?: “A gastar, carajo”.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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