lunes, 16 de septiembre de 2024

CRISIS Y CONGRESO


Los intendentes empiezan a ver una caída en su recaudación y no descartan judicializar la resolución de Caputo
Los ingresos por tasas se reducen o se estancan y la preocupación de los jefes comunales del PJ por la prohibición de cobrar tasas en las boletas de servicios públicos motiva reuniones en el conurbano y charlas permanentes
Javier Fuego Simondet
Una boleta de Metrogas en Lomas de Zamora, con tasas municipales incluidas
La confrontación del ministro de Economía, Luis Caputo, con los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires por la resolución ministerial que les prohíbe a todos los jefes comunales incluir el pago de tasas municipales dentro de las boletas de servicios públicos genera una inquietud creciente en los gobiernos municipales del conurbano bonaerense, bastión principal de los intendentes del PJ. Entre ellos prima la preocupación por la medida, que se conjuga con la caída en la recaudación de las arcas municipales por efecto de la situación económica. Las reuniones están a la orden del día y la judicialización del tema no se descarta.
El jueves, en Merlo, se reunió un grupo de intendentes de la primera sección electoral bonaerense (zonas norte y noroeste del Gran Buenos Aires) en un encuentro motivado por la inquietud ante la medida de Caputo. Entre otros, participaron Gustavo Menéndez (Merlo), Javier Osuna (Las Heras), Ricardo Curutchet (Marcos Paz), Mariel Fernández (Moreno), Leonardo Boto (Luján), Pablo Descalzo (Ituzaingó), Federico de Achával (Pilar), Juan Andreotti (San Fernando) y Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes).

Una boleta de Naturgy en San Martín, con tasas municipales incluidas
Si bien al cierre de esa reunión se difundió un mensaje de los jefes comunales contra el veto presidencial al aumento jubilatorio, se debatió una estrategia para enfrentar la prohibición que recayó sobre el cobro de tasas municipales. “En principio, [se definió] hablar con Edenor para ver qué interpretación hacen ellos de la resolución”, afirmó un intendente sobre el encuentro de Merlo.
El cobro de la tasa de alumbrado público dentro de la boleta del servicio eléctrico es una constante en casi todos los municipios del conurbano, que también incluyen otras tasas, por ejemplo, en boletas de gas (como la de Derecho por Ocupación de Espacios Públicos, o la de seguridad e higiene). “No se descarta”, contestó la fuente consultada ante la pregunta por una posible judicialización del tema.
Una boleta de Edenor en Hurlingham, con tasas municipales incluidas

“No tiene validez y se cae por inconstitucional, va contra la autonomía de los municipios”, fue la mirada de una autoridad bonaerense que le llegó a un intendente. “Todos los municipios se verán afectados. Más los del conurbano que los del interior [de la provincia de Buenos Aires], que se manejan más con lo que reciben de coparticipación”, describió un dirigente del peronismo provincial, que interpretó que la medida de Caputo tiene un fin específico: “Si las sacás [las tasas de la factura del servicio público], pagás menos por la boleta del servicio y parece que baja la tarifa”.
Según informaron fuentes municipales  en distritos como Tigre o Quilmes la caída en la recaudación municipal ronda el 10%; en casos como el de Esteban Echeverría, los ingresos por tasas a las arcas de la comuna se amesetaron y una reciente moratoria logra muy poca adhesión.
Una boleta de Naturgy en San Isidro, con tasas municipales incluidas
Lanús fue señalado por la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) por haber aumentado la tasa de seguridad e higiene del 2,36% al 6%, con una ordenanza del 30 de abril. Su texto, al que accedió este diario, establece “dejar sin efecto la totalidad de las disposiciones de la Ordenanza Impositiva vigente y Disposiciones Transitorias, para el período 2024, referidas al cálculo de la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene y sus liquidaciones asociadas, con excepción a la referida al RUC [por el Régimen Único de Comercio]”.
Desde un municipio del oeste del conurbano añadieron al panorama que el Gobierno “cortó el programa que tiene que ver con la provisión de luminarias públicas”, por lo que “no se tiene posibilidad de recambio de la luminaria porque es carísima”, a lo que se suma “la imposibilidad de contar con el financiamiento para pagar a Edenor [si se retira la tasa de alumbrado público de la boleta]”.
Cargos municipales en una boleta de Naturgy en La Matanza

La polémica se expande y llega a la Legislatura bonaerense, donde el diputado por la sexta sección electoral Guillermo Castello (del monobloque Libre) presentó la semana pasada un proyecto para prohibir la inclusión en las boletas de energía eléctrica de ítems municipales ajenos a esa área. En los considerandos de su iniciativa, enumeró que existen distritos que han sumado a esas facturas cargos por conceptos como “Actualización del servicio de Internet”, “Mantenimiento de ambulancia”, o “Tasa de Seguridad”. Señaló que se derivan de autorizaciones que realizó el Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (Oceba) a 27 cooperativas eléctricas bonaerenses.

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Las trampas electorales que erradicaría la boleta única
Acota el poder de los aparatos y limita el clásico robo de papeletas
Federico González del SolarBoleta única de papel: un modelo similar al que se utiliza en Mendoza desde 2022
El proyecto de ley que establece la boleta única de papel fue aprobado esta semana en el Senado y regresó en revisión a Diputados. Según los especialistas, su aplicación reduciría mucho las clásicas trampas, como el robo de papeletas o el voto en cadena, además de acotar la influencia de los aparatos territoriales de los partidos y el rol de los punteros barriales. También resaltan la importancia de minimizar la dependencia del control de los fiscales sobre lo que sucede en las mesas electorales.
“La principal denuncia el día de las elecciones es el robo de boletas, la rotura de boletas, el cambio de boletas, etc.”, apunta Claudio Bargach, director de la red Ser Fiscal, una de las organizaciones que promueven activamente la boleta única de papel (BUP), que en la madrugada del jueves avanzó varios casilleros en su camino para convertir en ley nacional electoral.
“Durante el día los fiscales prácticamente no son necesarios. No tienen que llevar boletas ni reponer”, agrega Lourdes Lodi, directora del Observatorio Político Electoral de la Universidad de Santa Fe, provincia en la que este sistema rige desde hace más de una década. “Lo que vemos acá es que los fiscales llegan a las cinco y media de la tarde”, grafica.
Cada uno de los promotores de la BUP consultados por la nacion destaca con especial énfasis alguna de las muchas ventajas que este mecanismo, según afirman, tiene por sobre la denominada boleta partidaria, el esquema que hoy rige a nivel nacional. Todos concuerdan en que una de sus principales virtudes de la BUP es que, al volcar toda la oferta partidaria en una sola papeleta, elimina de raíz un amplio espectro de prácticas ligadas a una lógica “punteril” -posibles solo con la multiplicidad de las boletas partidarias-, las cuales, a su vez, demandan a todos los partidos políticos un gran despliegue territorial, para bien o para mal.
La directora del Cippec, Gala Díaz Langou, advierte que estas prácticas no quiebran el rito electoral, pero sí alcanzan a empañarlo. “En la Argentina no hay evidencia de que hayan cambiado el resultado. El fraude, como tal, no existe. Existe la sospecha de fraude y eso deslegitima el proceso. La BUP sirve para hacer frente a eso“, explica y destaca que el instrumento “traduce mejor las preferencias del votante” y contribuye a mitigar la “crisis de representación” actual.
“La boleta única acaba con todas las prácticas informales propias de nuestro sistema”, agrega Lodi. “Si los que están a la mañana decidieron hacerte volar las boletas -ejemplifica-, en esa mesa no competís, porque los fiscales las tiraron a la basura, pasó uno con una mochila y se las llevó, o pusieron en las generales boletas de las elecciones primarias”.
La BUP, girada a Diputados para una segunda revisión, ofrece distintas variantes, cada una de ellas con luces y sombras, resaltan los consultados. Pero la lógica detrás de todos los modelos es la misma: si en el “cuarto oscuro” falta alguna de las fuerzas políticas, faltan todas. “Nadie las roba, nadie las trucha, nadie las clona”, insiste Lodi.
En ese sentido, entre las consecuencias saludables, la experta destaca el efecto “igualador” que tiene entre las distintas fuerzas políticas. “El partido pequeño que no tiene músculo económico, territorial o de militancia para sostener esa elección tiene su lugar en la boleta igual que el oficialismo”, explica.
“Sabés que llegás [al cuarto oscuro] y no vas a tener el problema que pasa muchas veces, de que tu boleta no está”, refuerza Josefina Canale, exlegisladora provincial de Cambia Mendoza, suelo en donde la BUP es realidad electoral desde el 2022. Al igual que Lodi señala que casi no se necesitan manos para supervisar el transcurso de la votación. “Necesitas fiscales para el recuento, pero no durante el día”, señala, lo que se traduce, añade, en una menor estructura, al no tener que garantizar, por ejemplo, el almuerzo o el traslado a la mañana. Bargach, de Red Fiscal, coincide y resalta que la boleta única impacta en el corazón de un esquema “punteril” con dos fases temporales: la distribución de la boleta propia -con el “bajo puerta” como emblema-, y el robo de la ajena.
“Con la boleta partidaria, quien tiene mayor estructura puede llegar a mayor cantidad de gente. Si soy intendente, por ejemplo, y tengo empleados municipales, puedo hacer un trabajo de mayor distribución de boletas que aquellos que no tienen siquiera un concejal”, explica. “Si se complementa esa distribución con el robo de la boleta, mucha gente se queda sin votar, sobre todo a los partidos más chicos”, agrega. Detrás de esta dinámica, se esconden distintos métodos para vigilar que los votantes sufraguen según el dictamen del puntero, explica.
“Esa estructura ‘punteril’ tiene que ver con una cuestión de cómo podemos mantener un empleo o mantener un ‘kiosco’”, asegura, sin dejar de distinguirla con la genuina militancia, degradada, según entiende, por esta dinámica clientelar. “No estamos hablando de los grandes dirigentes de los partidos políticos, sino de los punteros. Con ellos lo que está en juego es un empleo”, insiste.
Las ventajas de la BUP, según resaltan, no se agotan alrededor del sabotaje de boletas. “Limpia a aquellos políticos que ganan guita con la plata que les da el Estado para imprimir boletas que nunca imprimen”, precisa Bargach. “Algunos imprimen siete veces el padrón electoral, otros lo imprimen solamente la vez que les paga el Estado, y a veces ni siquiera eso, porque se quedan con la plata”, señala Lodi. “En Santa Fe -ejemplificahubo un partido que en una elección local presentó 10 listas internas para cobrar por la impresión de las boletas. No obtuvieron ni el 1,5% de los votos, pero claro, el padrón electoral de Santa Fe es de 2.800.000 electores y cobraron por imprimir eso 30 veces”.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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