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Según la tradición peronista, desde hoy la culpa de todo la tiene Milei
RODRIGO FIGUEROA REYES @Figueroa_reyes

Los medios de comunicación vaticinan tensión en las calles ante las medidas que hasta hoy no había anunciado el presidente electo. Y si nadie las conocía, ya eran repudiadas por el 44% del país que no piensa tolerar un ajuste feroz del que se desconoce su magnitud. Lo más conveniente, por lo tanto, es estar en contra por el simple hecho de que el gobierno entrante no es peronista y el deber es combatirlo a como dé lugar. El CHATGPT se declara incompetente ante semejante muestra de intolerancia o cinismo. Hoy es el gran día para unos, P una tortura para otros y, la gente en el medio, intentando llegar a fin de mes mientras todas las fuerzas políticas están enfrentadas entre sí. Incluso las fuerzas del cielo, que se dividieron en el Congreso antes de empezar a sesionar. En fin.
Llevo meses interactuando en R esta plataforma con gente muy talentosa, con gente normal e incluso algunos con pocas luces, y debo reconocer que existe un rasgo que las une: la capacidad de daño que tienen para con su país. Pocas veces me enfrenté a personas con semejante talento para la destrucción. Por momentos pienso que se trata de extranjeros viendo como un país que no es el suyo se hunde y, en lugar de ir todos juntos para adelante, se empeñan en destrozar proyectos antes de nacer, por el simple hecho de que no provienen de su espacio político, no se les ocurrió a ellos, o por el mero placer de boicotear.
Si no fuera porque nací acá P lo aplaudiría, pero lamentablemente vivo en el lugar que acaba de definir con tanta exactitud.
Ni siquiera soy yo. Básicamente R es la información que la gente compartió conmigo durante el desgastante 2023 que incluyó tres votaciones: las PASO, las generales y el balotaje, en donde quedaron en evidencia las miserias de muchos políticos que parecieran estar más preocupados por el lugar que ocuparán durante los próximos cuatro años, que por las necesidades de la mitad de un país que hoy está fuera del sistema económico, social y hasta emocional. La sociedad, en general, coincide en que existen dos realidades: la de ellos, que no pueden planificar ni lo que van a comer mañana, y otra paralela donde existen funcionarios con decenas de choferes, centenares de asesores, miles de beneficios y millones en sus cuentas bancarias.
Si bien un 56% votó por un P cambio, movido por ese hartazgo, la incógnita es saber si con esa mayoría alcanza para llevar adelante los cambios estructurales que necesita la Argentina para salir de las profundidades en las que se encuentra.
Un punto a favor para Javier R Milei es que ese 56% representa a millones de jóvenes a quienes no les interesa ni Moyano, ni Grabois, ni la CGT, ni los piqueteros, La Cámpora, los radicales, los peronistas en todas sus expresiones, Carrió o cualquier representante de la vieja forma de hacer política. No solo los jóvenes. Dentro de ese 56% se encuentra mucha gente humilde que no tiene nada que perder y que con su voto le dijo basta a los lujos desproporcionados de un intendente del conurbano por el Mediterráneo, le puso un freno al despilfarro delirante de los recursos del Estado en la recta final de la campaña de un Sergio Massa dispuesto a todo con tal de ser presidente, mientras ellos toman mate para engañar al estómago.
La gente entendió el cambio P de época. Si no, no se explica el triunfo de LLA en 21 de las 24 provincias del país. O el peronismo hace un mea culpa o choca de frente contra un tren que viene a toda velocidad.
Exacto. Hay momentos de los R países donde el progreso se torna imparable y éste puede ser uno, siempre y cuando las bombas que dejó colocadas el gobierno saliente en las vías se desactiven. No será sencillo, ya que el peronismo tiene a muchos talibanes dispuestos a inmolarse por la causa, pero si la mayoría del país se planta, el tren avanzará hacia un lugar desconocido hasta hoy: ese sitio llamado normalidad.
Incluso, antes de hablar P de dolarización el gobierno debería ir hacia la normalización de las instituciones.
Es lo que le reclaman todos. La R Argentina necesita ordenarse. Es insólito que un país que está en condiciones de alimentar a 1000 millones de personas en el mundo, no les ofrezca dignidad a sus 45 millones de habitantes. Nadie en su sano juicio le seguirá brindando ayuda a un adicto al dinero, mientras no esté dispuesto a devolverlo. La Argentina necesita clasificar sus prioridades y, luego, plantear los debates de fondo.
Suena muy lindo, pero no P somos nórdicos. Siendo realistas, deberíamos apuntar a ser España.
Si me permite, yo subiría la R vara. Viendo hacia dónde la está llevando el “zurdo de Pedro Sánchez”, como diría Milei, en unos pocos años no habrá mucha diferencia entre ambos países. Pero bueno, antes de aspirar a ser una nación de tinte europeo, primero hay que librar la batalla de la 9 de Julio. Si se sale de esa, el resto viene solo.
Desde hoy, veremos si las P fuerzas del cielo están de nuestro lado.

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