El gobernador de Santa Cruz sumó al periodista Markic como secretario de Turismo
Cambios en las provincias El cronista fue candidato de Pro y compitió con Vidal en el mismo frente electoral; quiere “expandir” las áreas turísticas
Mariela AriasMarkic se volcó a la política después de 30 años en la pantalla de eltrece y TN
EL CALAFATE.– Claudio Vidal inició su primer día como gobernador con una foto emblemática en la puerta de la gobernación y la frase que repite hasta el cansancio: “A trabajar”. Ayer puso en marcha el gabinete, que incluyó a referentes de los partidos políticos que constituyeron el frente Por Santa Cruz. Entre ellos, resalta el caso del periodista Mario Markic, quien asumió como secretario de Turismo de la provincia, luego de haber compartido el mismo frente electoral.
Markic fue la novedad electoral de la campaña, cuando se metió de lleno en la política santacruceña. Fue candidato a gobernador de Pro y sumó votos –por el sistema de lemas– para el ajustado triunfo de Vidal ante Unión por la Patria, logrando una de sus promesas de campaña: poner fin al dominio del kirchnerismo en la provincia.
“Hay que cuidar el recurso para convivir con el turismo, para que no se extralimite, porque también tiene que vivir bien la gente, no solamente los turistas”, expresó Markic anteayer, y adelantó que iniciaba la transición en las oficinas ubicadas en pleno centro de Río Gallegos.
“La provincia de Santa Cruz ingresa en una etapa sin duda de amplio desarrollo a partir de ahora, con una persona que va a comandar ese desarrollo”, afirmó el domingo, durante el acto de asunción de autoridades. Y agregó, siempre en referencia a Vidal: “Tiene características de hacedor, tiene un empuje que le da la fuerza de la juventud”.
En cuanto a gestión que él inicia en Turismo, dijo: “Lo que está bien seguirá y lo que haya que mejorar se mejorará. Las nuevas ideas que traigo son para expandir la oferta turística en la provincia, hacia otros sitios y no solamente focalizada en donde está”.
La foto de Vidal publicada en redes sociales se completa con el mensaje que dio en su discurso de asunción: “Tenemos que recuperar la cultura del trabajo. ¡Todos a trabajar, todos a trabajar!”, exclamó el gobernador, durante el acto en el gimnasio del sindicato petrolero, donde insistió en que la grave crisis de la provincia se explicaba, en parte, por la mala administración de los recursos. “Yo no pertenezco a la cultura del privilegio, sino a la cultura del esfuerzo. Soy un hombre con callos en las manos como mis padres, como mis abuelos”, aseguró el flamante mandatario.
En los cuatro meses que duró la transición desde las elecciones de agosto, los nombres del gabinete se fueron perfilando, pero recién anteayer hubo algunos que se confirmaron, como el del profesor Daniel Busquet, quien ocupará la cartera educativa, el área más sensible y la más deficitaria de la gestión de Alicia Kirchner. Un área atravesada por un alto grado de conflictividad gremial y por las polémicas medidas de promoción de alumnos con fines estadísticos. Vidal acordó el cargo con Busquet, presidente del partido provincial Encuentro Ciudadano, otro de sus aliados en la coalición oficialista.
Como a lo largo de su campaña, el gobernador reiteró en su discurso de asunción que la educación será el primer eje de gestión, junto con la producción y la generación de empleo. Busquet, con trayectoria en la carrera docente, aseguró: “No se pueden cambiar 30 años de deterioro en dos meses, pero ahora es la oportunidad de mejorar la educación de Santa Cruz”.
El resto del gabinete se encuentra integrado por hombres y mujeres de mucha cercanía a Vidal, tal es el caso del ministro de Trabajo, Julio Gutiérrez, actual secretario general de la Unión del Personal de Seguridad de la República Argentina (Upsra), que fue de los primeros gremialistas en acompañarlo cuando creó el partido. También el ministro de Gobierno, Pedro Luxen, quien llegó desde el gremio petrolero. O la ministra de Economía, Marilina Jaramillo, una joven contadora que era hasta ahora la tesorera de Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER), el partido fundado por Vidal en 2018.
También hay en el gabinete exfuncionarios de gobiernos kirchneristas, como la ministra de Desarrollo Social, Jazmín Macchiavelli, quien fue entre 2019 y 2021 subsecretaria de las Mujeres de la provincia. La nombró Alicia Kirchner en ese cargo, al que renunció para pasarse a las huestes de Vidal. “Dejo un gobierno provincial atravesado por demasiadas internas y desconfianzas, donde en la discusión de su propia grieta se olvidaron de la gente, del pueblo santacruceño”, afirmó entonces.
Además, el flamante mandatario sumó a un exfuncionario del gobierno de Daniel Peralta, que ahora estará a cargo del Ministerio de la Producción: el ingeniero Gustavo Martínez, que trabajaba hace tiempo con Vidal en los equipos técnicos y tendrá a su cargo una de las áreas que más desvelan al sindicalista petrolero.
Por la ley de lemas, Markic aportó votos para el ajustado triunfo de Vidal
En el gabinete hay exfuncionarios kirchneristas, como Jazmín Macchiavelli
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Carlos Torrendell, el secretario de Educación que es un gran defensor de la gestión privada
Un área sensible Es un referente del área liberal, católico; considera que el Estado solo debe tener un rol de control sobre los contenidos curriculares y cuestiona el sistema de vouchers en el sector
EL CALAFATE.– Claudio Vidal inició su primer día como gobernador con una foto emblemática en la puerta de la gobernación y la frase que repite hasta el cansancio: “A trabajar”. Ayer puso en marcha el gabinete, que incluyó a referentes de los partidos políticos que constituyeron el frente Por Santa Cruz. Entre ellos, resalta el caso del periodista Mario Markic, quien asumió como secretario de Turismo de la provincia, luego de haber compartido el mismo frente electoral.
Markic fue la novedad electoral de la campaña, cuando se metió de lleno en la política santacruceña. Fue candidato a gobernador de Pro y sumó votos –por el sistema de lemas– para el ajustado triunfo de Vidal ante Unión por la Patria, logrando una de sus promesas de campaña: poner fin al dominio del kirchnerismo en la provincia.
“Hay que cuidar el recurso para convivir con el turismo, para que no se extralimite, porque también tiene que vivir bien la gente, no solamente los turistas”, expresó Markic anteayer, y adelantó que iniciaba la transición en las oficinas ubicadas en pleno centro de Río Gallegos.
“La provincia de Santa Cruz ingresa en una etapa sin duda de amplio desarrollo a partir de ahora, con una persona que va a comandar ese desarrollo”, afirmó el domingo, durante el acto de asunción de autoridades. Y agregó, siempre en referencia a Vidal: “Tiene características de hacedor, tiene un empuje que le da la fuerza de la juventud”.
En cuanto a gestión que él inicia en Turismo, dijo: “Lo que está bien seguirá y lo que haya que mejorar se mejorará. Las nuevas ideas que traigo son para expandir la oferta turística en la provincia, hacia otros sitios y no solamente focalizada en donde está”.
La foto de Vidal publicada en redes sociales se completa con el mensaje que dio en su discurso de asunción: “Tenemos que recuperar la cultura del trabajo. ¡Todos a trabajar, todos a trabajar!”, exclamó el gobernador, durante el acto en el gimnasio del sindicato petrolero, donde insistió en que la grave crisis de la provincia se explicaba, en parte, por la mala administración de los recursos. “Yo no pertenezco a la cultura del privilegio, sino a la cultura del esfuerzo. Soy un hombre con callos en las manos como mis padres, como mis abuelos”, aseguró el flamante mandatario.
En los cuatro meses que duró la transición desde las elecciones de agosto, los nombres del gabinete se fueron perfilando, pero recién anteayer hubo algunos que se confirmaron, como el del profesor Daniel Busquet, quien ocupará la cartera educativa, el área más sensible y la más deficitaria de la gestión de Alicia Kirchner. Un área atravesada por un alto grado de conflictividad gremial y por las polémicas medidas de promoción de alumnos con fines estadísticos. Vidal acordó el cargo con Busquet, presidente del partido provincial Encuentro Ciudadano, otro de sus aliados en la coalición oficialista.
Como a lo largo de su campaña, el gobernador reiteró en su discurso de asunción que la educación será el primer eje de gestión, junto con la producción y la generación de empleo. Busquet, con trayectoria en la carrera docente, aseguró: “No se pueden cambiar 30 años de deterioro en dos meses, pero ahora es la oportunidad de mejorar la educación de Santa Cruz”.
El resto del gabinete se encuentra integrado por hombres y mujeres de mucha cercanía a Vidal, tal es el caso del ministro de Trabajo, Julio Gutiérrez, actual secretario general de la Unión del Personal de Seguridad de la República Argentina (Upsra), que fue de los primeros gremialistas en acompañarlo cuando creó el partido. También el ministro de Gobierno, Pedro Luxen, quien llegó desde el gremio petrolero. O la ministra de Economía, Marilina Jaramillo, una joven contadora que era hasta ahora la tesorera de Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER), el partido fundado por Vidal en 2018.
También hay en el gabinete exfuncionarios de gobiernos kirchneristas, como la ministra de Desarrollo Social, Jazmín Macchiavelli, quien fue entre 2019 y 2021 subsecretaria de las Mujeres de la provincia. La nombró Alicia Kirchner en ese cargo, al que renunció para pasarse a las huestes de Vidal. “Dejo un gobierno provincial atravesado por demasiadas internas y desconfianzas, donde en la discusión de su propia grieta se olvidaron de la gente, del pueblo santacruceño”, afirmó entonces.
Además, el flamante mandatario sumó a un exfuncionario del gobierno de Daniel Peralta, que ahora estará a cargo del Ministerio de la Producción: el ingeniero Gustavo Martínez, que trabajaba hace tiempo con Vidal en los equipos técnicos y tendrá a su cargo una de las áreas que más desvelan al sindicalista petrolero.
Por la ley de lemas, Markic aportó votos para el ajustado triunfo de Vidal
En el gabinete hay exfuncionarios kirchneristas, como Jazmín Macchiavelli
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Carlos Torrendell, el secretario de Educación que es un gran defensor de la gestión privada
Un área sensible Es un referente del área liberal, católico; considera que el Estado solo debe tener un rol de control sobre los contenidos curriculares y cuestiona el sistema de vouchers en el sector
Evangelina HimitianLos expertos consideran que Torrendell es un profesional que busca consensos
Carlos Torrendell es una rara avis del mundo de la política y la educación. Un fuera de libreto que proviene del pensamiento católico liberal, un acérrimo defensor de la educación de gestión privada, muy respetado entre los expertos, por su “ecuanimidad”. Siempre participa de los congresos sobre educación. Y aunque en esos ámbitos los progresistas son mayoría, Charly, tal como lo conocen, resulta alguien “entrañable”, para la mayoría. Puede ser divertido y muy agudo e irónico, y enrolarse en debates imposibles con quienes piensan lo contrario que él y, aún así, jamás se mostrará intransigente.
“Se lo respeta mucho, aun en las antípodas de su pensamiento. Se lo considera un hombre de la fe y, a la vez, de la ciencia, muy del consenso, lúcido, serio y pluralista, capaz de debatir con altura cualquier tema, un infrecuente”, afirma Mariano Narodowski, del Observatorio de Argentinos por la Educación.
Es un hombre que proviene de la educación privada y que promoverá un nuevo protagonismo de esta. Es una incógnita qué ocurrirá con las universidades públicas, ya que el nuevo gobierno se pronunció a favor del arancelamiento, aunque todavía no hubo una definición del nuevo secretario al respecto.
Se contactó con el flamante la nacion secretario y con la Universidad Católica Argentina (UCA), donde se desempeña como docente, para consultarlo sobre sus propuestas, pero no obtuvo respuesta.
La elección de su nombre como secretario de Educación del gobierno de Javier Milei resultó para muchos una buena noticia. No sin suspicacias, tanto por lo que va a hacer como por lo que no: más de uno se pregunta por qué un gobierno que llegó al poder haciendo una prédica de los vouchers y del arancelamiento de las universidades públicas elige como secretario a un especialista que es crítico de la teoría neoliberal y particularmente de la escuela de Chicago en materia de gestión educativa y que cuestiona la mercantilización del área.
No es menor el desafío que tiene, en una cartera que perdió su rango de ministerio. Torrendell es el gran defensor del rol de la sociedad civil en la educación. Es decir, con él la alicaída gestión privada, que atraviesa una larga agonía, con colegios que cierran en todo el país y que no se salvan ni con la subvención del Estado del ahogo de la inflación, tendrá una nueva vida. Pero no por los vouchers.
A lo largo de su carrera académica, Torrendell estudió en profundidad el sistema de vouchers y consideró, tal como plasmó en sus escritos, que había fracasado, que no lograba mejorar la oferta educativa y que aumentaba las desigualdades. Tampoco sirven, señaló en esos papers, las “escuelas chárter” y “tercerizadas”, como llama a las que tienen subvención del Estado, que no tienen autonomía para definir contenidos, sino que responden a la “bajada de línea” del gobierno. En cambio, es de esperar que el nuevo secretario impulse una rejerarquización del rol de las comunidades educativas, privadas o públicas, religiosas o asociaciones civiles que sostienen a las escuelas sin un ánimo de lucro.
Intentará revitalizar el protagonismo y la autonomía de estas para definir contenidos. El rol del Estado, según escribió, será el de acompañar, fomentar, supervisar, controlar, sin que eso significa un “disciplinamiento o control social”.
Esto puede ser una pista de qué ocurrirá con la Educación Sexual Integral, ya que Torrendell se manifestó en contra de la forma en que se imparte. Esto podría significar que se intente derogar la ley nacional o, incluso, que sin modificar el texto se cambien su interpretación y la forma de impartirla.
¿Por qué se lo eligió? Para muchos es una incógnita. Hay que reconocer que las opciones para el campo de pensamiento y acción política del nuevo gobierno no eran muchas, se dice por lo bajo, porque en materia de educación son mayoría los progresistas. Una vez que no se confirmó a Martín Krause en el puesto, no eran tantos los nombres para ocupar el cargo.
Según se lee en sus escritos, los resultados negativos de las pruebas PISA o Aprender no le preocupan. “El positivismo pedagógico reduce a la cultura a la sola dimensión de lo cuantificable”, escribió. La teoría del capital humano, agregó, “afecta a nuestras escuelas y a las políticas educativas en la actualidad y trata de reducir los problemas educativos al aprendizaje de contenidos restringidos. Esto se potencia a través de la implementación de un sistema político de medición de sucesivas variables, las más sofisticadas referidas al aprendizaje y la calidad de la educación a través de los famosos exámenes PISA y los operativos regionales y nacionales de evaluación”.
Opiniones
“Tiene una gran virtud, es una persona muy tranquila, muy sensata, muy de los consensos. Esto sorprendió gratamente al mundo de los referentes, porque La Libertad Avanza anunció en su campaña una serie de banderas y ahora estamos contentos porque vemos que no se van a cumplir. Específicamente su obsesión por el tema vouchers. Esto trajo tranquilidad”, evaluó Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050.
Torrendell tiene 53 años, tiene dos hijos y es viudo. Ana, su mujer, que también era docente de la UCA, falleció hace tres años y medio. Nació en la ciudad de Buenos Aires e hizo la primaria y la secundaria en el colegio La Salle. Cuando terminó sus estudios, quiso estudiar abogacía, pero desistió al poco tiempo y se cambió a la licenciatura en Educación, pero en la Universidad Católica de Chile, de donde egresó en 1995. Después, sumó una larga lista de especializaciones y posgrados y doctorados, siempre en universidades privadas y casi todas religiosas. Él va a decir que se formó en la escuela pública de gestión privada. Y quien conoce su pensamiento entenderá por qué. De hecho, hoy no solo es profesor de historia de la docencia en la UCA, sino que también es una figura muy relevante en el instituto de formación docente.
No es casualidad que su enfoque en educación sea justamente una reivindicación de la educación privada. La escuela privada, según describió en sus artículos académicos, es pública, como señala la ley federal de educación. Pero, escribió, una mala interpretación de este concepto significó que, por años, el Estado las haya tomado como servicios públicos privatizados y haya bajado contenidos sobre todo el sistema educativo. Él lo interpreta distinto: la escuela siempre es pública, porque es la sociedad (la llama “sociedad educadora”), y no el Estado, el que ejerce el derecho que garantiza la Constitución, la “libertad de enseñar y aprender”.
Esta es una idea que viene de los años de Arturo Frondizi, explicó Narodowski, que lo tuvo a Torrendell como alumno en la Universidad de San Andrés. El futuro secretario abraza una tradición intelectual que se remonta en la Argentina al pensamiento católico del siglo XIX, principalmente en la figura de José Manuel Estrada, y en el siglo XX, en las de Enrique Mayocchi y Alfredo van Gelderen. “Es una reivindicación de la libertad de enseñanza, de enseñar y de aprender, como garantiza la Constitución, pero que no es un derecho del Estado de impartir enseñanza, sino de la sociedad, de aprender”, indicó Narodowski. Esto refuerza la idea de que cada escuela tenga autonomía, dentro de un perfil general de contenidos. Y que la gente elija libremente, detalló.
Estos conceptos los explicó en su artículo “La educación privada: entre el neoestatismo y la sociedad civil”, en 2014, en el que, además, ya hablaba críticamente del sistema de vouchers. Las escuelas privadas, escribió Torrendell, fueron asimiladas a un servicio público. Están en manos privadas, pero la comunidad no decide. Eso tiene que cambiar, consideró.
“La educación privada se convierte en un servicio tercerizado o de franquicia, como si fuera el trasporte público. El Estado asigna funciones educativas a las escuelas privadas siempre que estas dependan y actúen por su delegación y no en nombre de las asociaciones o grupos de la sociedad civil, que en realidad son sus verdaderos inspiradores y quienes la sostienen. Se niega así, indirectamente, el derecho a educar de la sociedad civil”, agregó.
El modelo de los vouchers fue el caballito de la campaña electoral. “Torrendell tiene una postura escrita en contra de los vouchers”, apuntó Narodowski. No solo eso, sino que tiene una teoría “superadora”, que denomina “diversidad de propuestas”, que seguramente le gustará mucho al sector católico liberal. Justamente, serían quienes le acercaron el nombre a Sandra Pettovello, la flamante ministra de Capital Humano, de quien dependerá Educación.
El rol del Estado
En otro artículo, escrito en 2002, “School Choice, entre la libertad de enseñanza y la libertad de mercado”, Torrendell indicó: “No basta con dar mayores posibilidades de elección individual, por ejemplo a través del sistema de vouchers, sino que es necesario promover la diversidad de propuestas. La demanda aislada no parece un instrumento adecuado para generar ofertas (propuestas) que satisfagan a la sociedad en su conjunto y a la misma demanda”. En otro fragmento, agregó que un sistema tipo voucher podría afianzar las desigualdades existentes. Y sigue: “No se trata de que el Estado le traslade recursos al individuo (demanda) para que configure un mercado a su imagen, sino que parece adecuado insistir en la necesidad de promover una verdadera capacidad de elección, pero coordinadamente fomentar propuestas (ofertas). Lo contrario, paradójicamente, sería implantar una nueva homogeneización cultural, no ya en manos del Estado, sino en las del mercado”
La propuesta de Torrendell es “una política educativa subsidiaria y participativa”. Y justificó: “Una de las dificultades más graves que nuestra cultura padece es la ausencia, en vastos sectores, de la iniciativa personal y comunitaria en pos de objetivos comunes”.
¿Qué propone, entonces? “Es justamente la visión de una sociedad dinámica en donde cada integrante, individual y colectivo, provee al bien común con el máximo esmero los resultados de sus capacidades y talentos en alianza cooperativa. No se trata de buscar el interés egoísta motivado por el éxito individual”, escribió. Y añadió: “En este esquema, lo resaltamos, el Estado no es un convidado de piedra. Su labor es la de convertirse en un promotor, animador, colaborador, coordinador y contralor de las fuerzas sociales para que estas desarrollen sus capacidades y multipliquen los bienes y servicios a su alcance. El Estado pues tiene un rol central que consiste básicamente en ayudar a la sociedad a constituir nuevos protagonistas, nítidos en su identidad y con las fuerzas suficientes para llevar a cabo su misión incardinada en el bien común. (...) Coloca su poder al servicio de la sociedad en general colaborando, coordinando y, sin duda alguna, controlando”.
En este punto, un gran dilema es qué ocurrirá con la ley de educación sexual integral. El discurso del nuevo gobierno fue que iba a derogarse. Algunos creen que Torrendell podría avanzar en ese sentido. Otros, consideran que podría ser más estratégico, sin necesidad de derogarla, aplicar el texto que no habla de perspectiva de género, e incluso permite que cada comunidad aplique sus propios valores y creencias
Las cifras del “deterioro” educativo que trazó Milei
Señaló que el 70% de los chicos no resuelven problemas matemáticos
Entre la catarata de datos que Javier Milei enumeró anteayer en la explanada del Congreso en su primer discurso presidencial, se refirió al escenario educativo. “Para que tengan idea del deterioro que vivimos, solo el 16% de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela. Es decir, que el 84% no termina la escuela en tiempo y forma”, afirmó.
El dato no está actualizado. De hecho, solo 13 de cada 100 estudiantes completaron sus 12 años entre el nivel primario y secundario en el tiempo esperado y con conocimientos satisfactorios de lengua y matemática. Así surge del informe “Índice de resultados escolares: ¿cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, del Observatorio Argentinos por la Educación, que analizó la trayectoria de un grupo de alumnos que comenzó primer grado en 2011 y finalizó la secundaria en 2022.
La cifra supone un retroceso con respecto a 2009-2020, cuando el resultado había sido 16%, como había afirmado Milei.
“A su vez, el 70% de los chicos que sí terminan la escuela no pueden resolver un problema de matemática básica o comprender un texto”, siguió Milei en su discurso de asunción. En este caso, los números se desprenden de los resultados de las pruebas PISA publicados la semana pasada. Siete de cada diez estudiantes argentinos no logran el nivel mínimo de desempeño en matemática. En tanto, en lectura y ciencia, son cinco de cada diez los que no alcanzaron los niveles básicos. Después agregó: “De hecho, en las últimas evaluaciones PISA, la Argentina se encuentra en el puesto 66 de 81 y séptima en América Latina”. Otra vez, Milei volvió a referirse a los datos de matemática, el área en que este año decidieron hacer foco las pruebas. El país consiguió 378 puntos en la prueba 2022, uno menos que en 2018 y casi 100 menos de los que obtienen, en promedio, los países de la OCDE. Así, se ubica en el puesto 66 de los 81. Si ese universo se reduce a América Latina, sin embargo, ocupa la posición ocho, igual que en lectura.
El séptimo puesto en América Latina, al que se refirió Milei, es en el caso de ciencia, donde el país obtuvo 406 puntos y en la región, superó a Brasil y a los mismos cinco países que en lectura y matemática: Panamá, El Salvador, Guatemala, Paraguay y República Dominicana.
Carlos Torrendell es una rara avis del mundo de la política y la educación. Un fuera de libreto que proviene del pensamiento católico liberal, un acérrimo defensor de la educación de gestión privada, muy respetado entre los expertos, por su “ecuanimidad”. Siempre participa de los congresos sobre educación. Y aunque en esos ámbitos los progresistas son mayoría, Charly, tal como lo conocen, resulta alguien “entrañable”, para la mayoría. Puede ser divertido y muy agudo e irónico, y enrolarse en debates imposibles con quienes piensan lo contrario que él y, aún así, jamás se mostrará intransigente.
“Se lo respeta mucho, aun en las antípodas de su pensamiento. Se lo considera un hombre de la fe y, a la vez, de la ciencia, muy del consenso, lúcido, serio y pluralista, capaz de debatir con altura cualquier tema, un infrecuente”, afirma Mariano Narodowski, del Observatorio de Argentinos por la Educación.
Es un hombre que proviene de la educación privada y que promoverá un nuevo protagonismo de esta. Es una incógnita qué ocurrirá con las universidades públicas, ya que el nuevo gobierno se pronunció a favor del arancelamiento, aunque todavía no hubo una definición del nuevo secretario al respecto.
Se contactó con el flamante la nacion secretario y con la Universidad Católica Argentina (UCA), donde se desempeña como docente, para consultarlo sobre sus propuestas, pero no obtuvo respuesta.
La elección de su nombre como secretario de Educación del gobierno de Javier Milei resultó para muchos una buena noticia. No sin suspicacias, tanto por lo que va a hacer como por lo que no: más de uno se pregunta por qué un gobierno que llegó al poder haciendo una prédica de los vouchers y del arancelamiento de las universidades públicas elige como secretario a un especialista que es crítico de la teoría neoliberal y particularmente de la escuela de Chicago en materia de gestión educativa y que cuestiona la mercantilización del área.
No es menor el desafío que tiene, en una cartera que perdió su rango de ministerio. Torrendell es el gran defensor del rol de la sociedad civil en la educación. Es decir, con él la alicaída gestión privada, que atraviesa una larga agonía, con colegios que cierran en todo el país y que no se salvan ni con la subvención del Estado del ahogo de la inflación, tendrá una nueva vida. Pero no por los vouchers.
A lo largo de su carrera académica, Torrendell estudió en profundidad el sistema de vouchers y consideró, tal como plasmó en sus escritos, que había fracasado, que no lograba mejorar la oferta educativa y que aumentaba las desigualdades. Tampoco sirven, señaló en esos papers, las “escuelas chárter” y “tercerizadas”, como llama a las que tienen subvención del Estado, que no tienen autonomía para definir contenidos, sino que responden a la “bajada de línea” del gobierno. En cambio, es de esperar que el nuevo secretario impulse una rejerarquización del rol de las comunidades educativas, privadas o públicas, religiosas o asociaciones civiles que sostienen a las escuelas sin un ánimo de lucro.
Intentará revitalizar el protagonismo y la autonomía de estas para definir contenidos. El rol del Estado, según escribió, será el de acompañar, fomentar, supervisar, controlar, sin que eso significa un “disciplinamiento o control social”.
Esto puede ser una pista de qué ocurrirá con la Educación Sexual Integral, ya que Torrendell se manifestó en contra de la forma en que se imparte. Esto podría significar que se intente derogar la ley nacional o, incluso, que sin modificar el texto se cambien su interpretación y la forma de impartirla.
¿Por qué se lo eligió? Para muchos es una incógnita. Hay que reconocer que las opciones para el campo de pensamiento y acción política del nuevo gobierno no eran muchas, se dice por lo bajo, porque en materia de educación son mayoría los progresistas. Una vez que no se confirmó a Martín Krause en el puesto, no eran tantos los nombres para ocupar el cargo.
Según se lee en sus escritos, los resultados negativos de las pruebas PISA o Aprender no le preocupan. “El positivismo pedagógico reduce a la cultura a la sola dimensión de lo cuantificable”, escribió. La teoría del capital humano, agregó, “afecta a nuestras escuelas y a las políticas educativas en la actualidad y trata de reducir los problemas educativos al aprendizaje de contenidos restringidos. Esto se potencia a través de la implementación de un sistema político de medición de sucesivas variables, las más sofisticadas referidas al aprendizaje y la calidad de la educación a través de los famosos exámenes PISA y los operativos regionales y nacionales de evaluación”.
Opiniones
“Tiene una gran virtud, es una persona muy tranquila, muy sensata, muy de los consensos. Esto sorprendió gratamente al mundo de los referentes, porque La Libertad Avanza anunció en su campaña una serie de banderas y ahora estamos contentos porque vemos que no se van a cumplir. Específicamente su obsesión por el tema vouchers. Esto trajo tranquilidad”, evaluó Manuel Álvarez Trongé, presidente de Educar 2050.
Torrendell tiene 53 años, tiene dos hijos y es viudo. Ana, su mujer, que también era docente de la UCA, falleció hace tres años y medio. Nació en la ciudad de Buenos Aires e hizo la primaria y la secundaria en el colegio La Salle. Cuando terminó sus estudios, quiso estudiar abogacía, pero desistió al poco tiempo y se cambió a la licenciatura en Educación, pero en la Universidad Católica de Chile, de donde egresó en 1995. Después, sumó una larga lista de especializaciones y posgrados y doctorados, siempre en universidades privadas y casi todas religiosas. Él va a decir que se formó en la escuela pública de gestión privada. Y quien conoce su pensamiento entenderá por qué. De hecho, hoy no solo es profesor de historia de la docencia en la UCA, sino que también es una figura muy relevante en el instituto de formación docente.
No es casualidad que su enfoque en educación sea justamente una reivindicación de la educación privada. La escuela privada, según describió en sus artículos académicos, es pública, como señala la ley federal de educación. Pero, escribió, una mala interpretación de este concepto significó que, por años, el Estado las haya tomado como servicios públicos privatizados y haya bajado contenidos sobre todo el sistema educativo. Él lo interpreta distinto: la escuela siempre es pública, porque es la sociedad (la llama “sociedad educadora”), y no el Estado, el que ejerce el derecho que garantiza la Constitución, la “libertad de enseñar y aprender”.
Esta es una idea que viene de los años de Arturo Frondizi, explicó Narodowski, que lo tuvo a Torrendell como alumno en la Universidad de San Andrés. El futuro secretario abraza una tradición intelectual que se remonta en la Argentina al pensamiento católico del siglo XIX, principalmente en la figura de José Manuel Estrada, y en el siglo XX, en las de Enrique Mayocchi y Alfredo van Gelderen. “Es una reivindicación de la libertad de enseñanza, de enseñar y de aprender, como garantiza la Constitución, pero que no es un derecho del Estado de impartir enseñanza, sino de la sociedad, de aprender”, indicó Narodowski. Esto refuerza la idea de que cada escuela tenga autonomía, dentro de un perfil general de contenidos. Y que la gente elija libremente, detalló.
Estos conceptos los explicó en su artículo “La educación privada: entre el neoestatismo y la sociedad civil”, en 2014, en el que, además, ya hablaba críticamente del sistema de vouchers. Las escuelas privadas, escribió Torrendell, fueron asimiladas a un servicio público. Están en manos privadas, pero la comunidad no decide. Eso tiene que cambiar, consideró.
“La educación privada se convierte en un servicio tercerizado o de franquicia, como si fuera el trasporte público. El Estado asigna funciones educativas a las escuelas privadas siempre que estas dependan y actúen por su delegación y no en nombre de las asociaciones o grupos de la sociedad civil, que en realidad son sus verdaderos inspiradores y quienes la sostienen. Se niega así, indirectamente, el derecho a educar de la sociedad civil”, agregó.
El modelo de los vouchers fue el caballito de la campaña electoral. “Torrendell tiene una postura escrita en contra de los vouchers”, apuntó Narodowski. No solo eso, sino que tiene una teoría “superadora”, que denomina “diversidad de propuestas”, que seguramente le gustará mucho al sector católico liberal. Justamente, serían quienes le acercaron el nombre a Sandra Pettovello, la flamante ministra de Capital Humano, de quien dependerá Educación.
El rol del Estado
En otro artículo, escrito en 2002, “School Choice, entre la libertad de enseñanza y la libertad de mercado”, Torrendell indicó: “No basta con dar mayores posibilidades de elección individual, por ejemplo a través del sistema de vouchers, sino que es necesario promover la diversidad de propuestas. La demanda aislada no parece un instrumento adecuado para generar ofertas (propuestas) que satisfagan a la sociedad en su conjunto y a la misma demanda”. En otro fragmento, agregó que un sistema tipo voucher podría afianzar las desigualdades existentes. Y sigue: “No se trata de que el Estado le traslade recursos al individuo (demanda) para que configure un mercado a su imagen, sino que parece adecuado insistir en la necesidad de promover una verdadera capacidad de elección, pero coordinadamente fomentar propuestas (ofertas). Lo contrario, paradójicamente, sería implantar una nueva homogeneización cultural, no ya en manos del Estado, sino en las del mercado”
La propuesta de Torrendell es “una política educativa subsidiaria y participativa”. Y justificó: “Una de las dificultades más graves que nuestra cultura padece es la ausencia, en vastos sectores, de la iniciativa personal y comunitaria en pos de objetivos comunes”.
¿Qué propone, entonces? “Es justamente la visión de una sociedad dinámica en donde cada integrante, individual y colectivo, provee al bien común con el máximo esmero los resultados de sus capacidades y talentos en alianza cooperativa. No se trata de buscar el interés egoísta motivado por el éxito individual”, escribió. Y añadió: “En este esquema, lo resaltamos, el Estado no es un convidado de piedra. Su labor es la de convertirse en un promotor, animador, colaborador, coordinador y contralor de las fuerzas sociales para que estas desarrollen sus capacidades y multipliquen los bienes y servicios a su alcance. El Estado pues tiene un rol central que consiste básicamente en ayudar a la sociedad a constituir nuevos protagonistas, nítidos en su identidad y con las fuerzas suficientes para llevar a cabo su misión incardinada en el bien común. (...) Coloca su poder al servicio de la sociedad en general colaborando, coordinando y, sin duda alguna, controlando”.
En este punto, un gran dilema es qué ocurrirá con la ley de educación sexual integral. El discurso del nuevo gobierno fue que iba a derogarse. Algunos creen que Torrendell podría avanzar en ese sentido. Otros, consideran que podría ser más estratégico, sin necesidad de derogarla, aplicar el texto que no habla de perspectiva de género, e incluso permite que cada comunidad aplique sus propios valores y creencias
Las cifras del “deterioro” educativo que trazó Milei
Señaló que el 70% de los chicos no resuelven problemas matemáticos
Entre la catarata de datos que Javier Milei enumeró anteayer en la explanada del Congreso en su primer discurso presidencial, se refirió al escenario educativo. “Para que tengan idea del deterioro que vivimos, solo el 16% de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela. Es decir, que el 84% no termina la escuela en tiempo y forma”, afirmó.
El dato no está actualizado. De hecho, solo 13 de cada 100 estudiantes completaron sus 12 años entre el nivel primario y secundario en el tiempo esperado y con conocimientos satisfactorios de lengua y matemática. Así surge del informe “Índice de resultados escolares: ¿cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, del Observatorio Argentinos por la Educación, que analizó la trayectoria de un grupo de alumnos que comenzó primer grado en 2011 y finalizó la secundaria en 2022.
La cifra supone un retroceso con respecto a 2009-2020, cuando el resultado había sido 16%, como había afirmado Milei.
“A su vez, el 70% de los chicos que sí terminan la escuela no pueden resolver un problema de matemática básica o comprender un texto”, siguió Milei en su discurso de asunción. En este caso, los números se desprenden de los resultados de las pruebas PISA publicados la semana pasada. Siete de cada diez estudiantes argentinos no logran el nivel mínimo de desempeño en matemática. En tanto, en lectura y ciencia, son cinco de cada diez los que no alcanzaron los niveles básicos. Después agregó: “De hecho, en las últimas evaluaciones PISA, la Argentina se encuentra en el puesto 66 de 81 y séptima en América Latina”. Otra vez, Milei volvió a referirse a los datos de matemática, el área en que este año decidieron hacer foco las pruebas. El país consiguió 378 puntos en la prueba 2022, uno menos que en 2018 y casi 100 menos de los que obtienen, en promedio, los países de la OCDE. Así, se ubica en el puesto 66 de los 81. Si ese universo se reduce a América Latina, sin embargo, ocupa la posición ocho, igual que en lectura.
El séptimo puesto en América Latina, al que se refirió Milei, es en el caso de ciencia, donde el país obtuvo 406 puntos y en la región, superó a Brasil y a los mismos cinco países que en lectura y matemática: Panamá, El Salvador, Guatemala, Paraguay y República Dominicana.
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