domingo, 28 de julio de 2024

LA PÁGINA DEL DR. JUAN CARLOS DE PABLO




A cuánto debería crecer la oferta monetaria
Juan Carlos de Pablo
ricardo pristuplukLas prácticas adoptadas por el Banco Central, una cuestión clave en la Argentina 2024
El Gobierno pretende que la cantidad nominal de dinero no aumente nada; qué es lo óptimo, bajo la lupa de De Pablo

El gobierno presidido por Javier Gerardo Milei pretende que la cantidad nominal de dinero ¡no crezca nada! ¿Al servicio de qué? Hay que preguntar, para condicionar la respuesta al objetivo deseado. Aquí y ahora todo indica que al servicio de la eliminación de la inflación. Entonces, de manera algo pomposa, cabe preguntar: ¿cuál es la variación óptima de la cantidad nominal de dinero, para lograr la completa estabilización del nivel general de los precios, minimizando efectos indeseados sobre otras variables económicas?


Al respecto dialogué con el búlgaro Albert Aftalion (1874-1956), quien migró a Francia, donde enseñó en las universidades de Lille y París. Según Daniel Villey, su obra constituye un ejemplo de las revisiones impuestas, por los acontecimientos ocurridos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, a ciertos aspectos tradicionales de la economía clásica: la ley de Juan Bautista Say, la teoría cuantitativa del dinero y la que garantiza el equilibrio automático de las cuentas internacionales.
Aftalion dejó una huella en toda la generación de economistas académicos franceses que comenzaron su carrera entre las dos guerras mundiales. Criticó al socialismo, porque la distribución igualitaria de la riqueza debilita los estímulos al trabajo, y porque la supresión de la propiedad privada anula el ahorro y mata la formación de capital. Es uno de los pioneros del principio del acelerador, idea descubierta independientemente, y así bautizada, por John Maurice Clark en 1917.

–Su obra principal, titulada Las crisis periódicas de sobreproducción, publicada en 1913, plantea una explicación del ciclo económico. ¿En qué consiste?


–Se trata de una teoría real del ciclo, por oposición a la monetaria. Está basada en el desfasaje existente entre el aumento esperado en la demanda de bienes de consumo y en la producción del equipo necesario para elaborar dichos bienes; una idea inspirada en Eugen von Bohm Bawerk. Durante la transición no se mueven las cantidades, sino los precios. La respuesta del sector de bienes de capital es no solo tardía, sino también exagerada. Cuando bajan los precios por menor demanda, los inversores cancelan inmediatamente las ór–Así pero siguen las entregas de lo ya ordenado; hecho que fue luego analizado por Michal Kalecki.

–¿A qué tasa óptima debe aumentar la oferta monetaria?

–Un par de antecedentes vienen a cuento. La propuesta de Milton Friedman y el enfoque monetario de la balanza de pagos. En la década de 1960 y con referencia a Estados Unidos, Friedman propuso que la cantidad de dinero aumentara 4% anual. Pensando que el PBI real crecería 3% anual y estimando cierto aumento de la demanda real de dinero.

–¿De dónde surgió esta idea?

–Del análisis de las decisiones adoptadas por el FED, para morigerar la amplitud y la duración del ciclo económico. Como las ondas de recesión y reactivación no son uniformes, su desconocimiento, junto a la demora que los cambios en la oferta monetaria tienen sobre la actividad económica y el empleo, amplificaba el ciclo, en vez de morigerarlo.

–¿Cuál es el otro antecedente?


–El enfoque monetario de la balanza de pagos, según el cual, en un país cuyo mercado de cambios está liberalizado, la cantidad de dinero es endógena, porque si el sector privado le vende dólares al Banco Central es porque quiere tener más pesos en su poder; y si el Estado financia su déficit fiscal emitiendo dinero que la población no quiere tener en sus bolsillos o en las cuentas bancarias, le comprarán dólares al Banco Central, el cual perderá reservas.

–A propósito: en los viejos acuerdos celebrados entre la Argentina y el FMI, el compromiso monetario no se fijaba sobre la cantidad total de dinero, sino sobre la emisión por razones internas.

es, lo cual –en buen romance– implica limitar la emisión monetaria para financiar el desequilibrio fiscal.

–¿Qué tiene que ver todo esto con la Argentina 2024?

–El objetivo monetario del Poder Ejecutivo parece ser que la cantidad nominal de dinero aumente ¡cero!, lo cual implica que la emisión causada por la compra de dólares por parte del Banco Central será neutralizada por la venta de títulos públicos, con fines de esterilización, o con superávit fiscal primario, para que los intereses de la deuda pública no sean pagados con emisión monetaria y con el consiguiente impacto inflacionario.

–La existencia de bienes que no son objeto de comercio internacional aporta otra razón para que la cantidad nominal de dinero no aumente.

–Buen punto. Los modelos simplificados del enfoque monetario suponen que todos los bienes son objeto de comercio internacional. Si algún productor local del bien “X” quiere abusar fijando precios ridículamente altos, la importación lo pondrá en línea. Pero, ¿a quién se le ocurre viajar al extranjero para eludir al peluquero del barrio, si modificó el precio de sus servicios, “por las dudas”? Los economistas somos mandados a hacer para imaginar situaciones muy poco plausibles, en las cuales los peluqueros también pueden ser puestos en línea; pero basta recordar lo que ocurrió durante la década de 1990 con los precios de los bienes transables y no transables.

–¿Por qué dice esto?


–Porque, entendiblemente, el presidente Javier Milei quiere abatir la tasa de inflación, no simpledenes, mente el aumento sistemático de algunos precios.

–Perdone por lo elemental de la pregunta, pero, ¿cuál es la oferta monetaria que el Gobierno debería controlar, con vistas a que desaparezca la tasa de inflación?

–No tengo nada que perdonar, porque se trata de una cuestión técnica muy relevante, dado que, en el mejor de los casos, el Banco Central controla la base monetaria, tanto la convencional como la ampliada, es decir, la base convencional más el stock de pases. Friedman “numeró” las diferentes definiciones de oferta monetaria, distinguiendo entre M1 (variedades que no devengan interés, como efectivo y depósitos en cuenta corriente), M2 (M1 más otros tipos de depósitos), etcétera, indicando que es una cuestión empírica qué agregado monetario resulta relevante en cada país, en cada momento, cuando se tiene como objetivo la estabilización del nivel general de los precios. Y sobre cuestiones empíricas tienen que opinar los expertos, que están familiarizados con lo que está ocurriendo.

–Milei-Caputo-Bausili, ¿no estarán exagerando planteando “emisión cero, cualquiera sea la causa”?

–¡Qué difícil es saber esto! La toma de decisiones pública plantea el siguiente dilema: ¿me equivoco por exceso y dificulto la recuperación económica que comenzó en abril/ mayo pasado, o me equivoco por defecto, vuelve la inflación y tiro por la borda el sacrificio que hizo la población en lo que va de 2024? Para las actuales autoridades la respuesta es clara.

–Don Albert, muchas gracias.

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