miércoles, 31 de julio de 2024

OPINIÓN Y FINANCIACIÓN


Crisis en Venezuela, la medida de la presión sobre Milei
Si el presidente libertario no baja la inflación en serio y reactiva la economía, le habrá dado argumentos a una versión de la Argentina que añora opciones populistas
Luciana Vázquez
Javier Milei...Alfredo Sábat
La Argentina de Javier Milei está “condenada al éxito”: la frase célebre del Eduardo Duhalde modelo 2001 en su asunción presidencial en aquellos días de crisis histórica, resuena, inquietante, en esta coyuntura. Con otro sentido, y eso es clave: no vuelve a la memoria como augurio, fallido, de un futuro promisorio asegurado después de tantos sinsabores sino como requisito necesario e ineludible para el cambio profundo de época con el que sueñan Milei, la política que se alineó tras él y sus votantes: si el Presidente no baja la inflación en serio y reactiva la economía, la alternativa política que hoy no se avizora puede encauzarse eventualmente en una opción que confunde populismo económico con matriz macroeconómica y productiva sostenible y equitativa.
La crisis venezolana y las reacciones en torno a Venezuela son la medida del desafío que enfrenta la presidencia de Milei: después de veinticinco años de chavismo político, económico y social, sus crisis no logran todavía desmantelar su estructura de poder, ni la potencia que su relato ejerce en una parte significativa del autopercibido progresismo latinoamericano y algunos especímenes globales. Si Milei no logra entregarle en bandeja ese logro económico a sus votantes, le habrá dado argumentos a una versión de la Argentina perokirchnerista que sigue adorando una matriz conceptual Estado-céntrica, también en el caso venezolano, a pesar de las muestras claras de su fracaso. Hay datos de esa permanencia ideológica, a pesar de su ineficacia y sus crisis.
Más allá del triunfo del líder libertario en el balotaje del año pasado, el kirchnerismo, o un neo kirchnerismo, según sea el optimismo político, sigue vigente en el modelo mental de Axel Kicillof, quien talla fuerte, a pesar de todo, en el principal distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires: la solución a la crisis del sistema de salud provincial es, para Kicillof, el gobernador que cobija esa crisis, la creación de la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud. A una crisis del modelo de Estado kirchnerista, Kicillof le responde con más intervención estatal. Es echarle leña al fuego.
El expresidente Alberto Fernández insiste con una versión kirchnerista de la realidad económica que se niega a incorporar la evidencia de su fracaso. “Veo que Milei te convenció de que el principal problema de la inflación es exclusivamente el gasto público”, le dijo a Ernesto Tenembaum en su última entrevista. Sobre el “exclusivamente”, Fernández elaboró su coartada: en su mirada, la inflación tendría que ver con la escasez de dólares por sequía y otros avatares y en consecuencia, su precio al alza que se traduce en inflación. Después de cuatro años como presidente, una emisión de 31 billones de pesos en 2023, buena parte para financiar la campaña electoral del exministro de Economía, Sergio Masa, y una inflación que terminó en el 211,4 por ciento anual, Fernández se resiste a ver una conexión entre el déficit, la emisión de pesos, además de su uso político, y la inflación.
En la misma línea, en los últimos años, Cristina Kirchner insiste con la relativización del déficit fiscal. A veces, como mal menor ante la necesidad de una política pública que de extensión de derechos. Otras veces, como política fiscal que siguen países desarrollados. En ninguno de los casos, la expresidenta lo coloca como un problema central de la economía argentina. Como Fernández, opta por la hermenéutica de la escasez de dólares, aunque los argentinos sean los humanos con más dólares en el colchón. Por razones que el kirchnerismo se niega a elaborar, los argentinos no confían en colocar sus dólares en la Argentina.
Veedores y silencios
Entre los veedores argentinos que lograron obtener la autorización del gobierno de Venezuela para ingresar al país, están el sindicalista docente Roberto Baradel, hombre clave de la política y la pax social bonaerense que tranquiliza a Kicillof, y el sindicalista de la CTA Hugo Yasky, entre otros: imposible no interpretar esa venia como alineamiento con Maduro, cuando los otros veedores convocados por la oposición fueron deportados apenas pisaron suelo venezolano.
El silencio de los veedores enfilados tras el kirchnerismo, luego de la autoproclamación de Maduro como ganador de las elecciones, cuestionado por las democracias más o menos desarrolladas del mundo, es elocuente sobre sus lealtades. Las Madres de Plaza de Mayo, por su lado, no dudaron es mostrar su apoyo decidido al régimen de Maduro.
La realidad venezolana muestra que la disputa política e ideológica que en las últimas horas se sintetiza en Milei versus Maduro expone la necesidad de que Milei logre un éxito indiscutido si lo que busca es el cambio cultural. La revolución económica mileísta es módica: la concreción de la utopía del déficit cero y la inflación bajo control. Pero queda claro que para la Argentina es revolucionaria. Esa batalla está lejos de estar consolidada.
En el FMI y en los alrededores de Rodrigo Valdés, el funcionario clave del organismo en el caso argentino, hay una primera conclusión: “lo más difícil ya lo hizo, que es lo fiscal”. El superávit a martillazos que logró Milei despierta reconocimiento en Estados Unidos: que la política esté dispuesta a pagar costos no es lo más común. Obviamente, la Argentina vive una paradoja: cuanto más costos Milei está dispuesto a pagar por esa decisión, más ganancias políticas recibe del lado de la opinión pública.
Sobre la fase monetaria, hay más dudas. Los funcionarios del Fondo no estarían dispuestos a dar esa batalla. En su perspectiva, ven con mejores ojos dejar que el Gobierno cometa sus propias equivocaciones y aprenda de sus errores. El objetivo, al menos, es que se equivoque enseguida, antes de entrar en año electoral.
Por todo eso, la presión sobre Milei encuentra su escala en la historia de Venezuela y su dramática evolución, hasta la coyuntura urgente de las últimas horas: un recambio presidencial mileísta respecto de la hegemonía kirchnerista que se tope con las mismas limitaciones que enfrentó otro recambio presidencial como el que trajo Cambiemos y la presidencia de Mauricio Macri es un problema de cultura política para la Argentina. La dimensión del cambio es sobre todo de matriz conceptual económica y productiva.
El escenario venezolano es dificilísimo y superpone dramas: el drama político, con elecciones amañadas hasta el hartazgo; el económico, con un intervencionismo destructivo; el social, con futuros destruidos de los que se quedan y con exilios masivos; el de los derechos humanos, con una dictadura que recorta libertades desde hace años. Pero las elecciones del último domingo envían un mensaje más puntual hacia la Argentina de Milei. Mejor consolidada en su institucionalidad, la batalla estructural en juego en el escenario político argentino es en principio económica. En la Argentina, lo económico es profundamente cultural. Ese sentido se acentuó con el líder de La Libertad Avanza.
Jugadas y riesgos
Hay internas entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Pero el jefe de Estado tiene en sus manos la jugada ganadora y, por supuesto, el mayor riesgo: la política económica. Un cambio cultural que instale la racionalidad de la ortodoxia del balance fiscal como el único camino posible para consolidar cualquier democracia local lleva las de ganar. En los tiempos que corren, para la Argentina, inflación baja y déficit cero equivale a más democracia.
El proceso electoral venezolano subrayó todavía más la empresa que Milei tiene por delante: el silencio de Cristina Kirchner en relación a las elecciones venezolanas contrastó con el posicionamiento público del Presidente brasileño. El kirchnerismo sigue jugando en tándem con el chavismo venezolano a pesar de que otros países como el Brasil de Lula o la Colombia de Petro empiezan a trazar algunas distinciones.
Antes del fin de semana electoral, el mero llamado de Lula a respetar el resultado electoral, que las encuestas mostraban adverso a Maduro, se convirtió en un acto altamente significativo. La cercanía de la izquierda latinoamericana fue gran parte responsable de la consolidación del régimen chavista en Venezuela: esa sola mención de Lula, de respeto a la voluntad de los votantes, alcanzó para mostrar una disidencia y poner un límite. En cambio, Cristina Fernández, habituada a la sentencia política en ocasiones clave, optó por el silencio.
Alberto Fernández se mostró alineado con Lula en ese llamado al respeto de las reglas electorales, pero quedó offside en el frente económico en su insistencia en seguir tachando a la utopía argentina del déficit cero como utopía reaccionaria.
En las últimas horas, Lula se preocupó por manifestarle en dos sentidos, frente a la democracia, en su llamado de atención al gobierno de Maduro, y frente al capitalismo y la racionalidad económica. Ayer, Lula hizo un posteo clave en X. No se refirió al resultado electoral en Venezuela. Pero sí al balance de su gobierno a dieciocho meses de su asunción, y al déficit cero como política de Estado clave. “No renunciaré a la responsabilidad fiscal”, señaló. “Entre las muchas lecciones de vida que recibí de mi madre, la Sra. Lindu, aprendí a no gastar más de lo que gano. Es esta responsabilidad la que nos está permitiendo ayudar a la población de Rio Grande do Sul con recursos federales”.
Hubo debate sobre la veracidad de sus dichos y su oportunismo, pero el tema elegido es central: el balance fiscal como la prueba máxima de una visión democrática y equitativa de la gestión económica, alejada de la manipulación ideológica de las variables macro. En esa voluntad, Lula y Milei se parecen a pesar de sí mismos y se desmarcan de Maduro y del kirchnerismo. La macro balanceada como proxy de una democracia sustentable

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Por primera vez en 8 años, crece el crédito hipotecario
El dato surge de un sondeo del BCRA
Melisa ReinholdLos hipotecarios ajustables por inflación tuvieron una suba de 5,4% en junio
En el segundo trimestre del año, revivió la demanda de créditos en pesos al sector privado. En ese contexto, la creciente oferta de préstamos hipotecarios hizo que los bancos evalúen la situación como “positiva” por primera vez desde 2016, según la Encuesta de Condiciones Crediticias del Banco Central.
Por otra parte, un informe privado observó que los créditos para la vivienda ajustables por inflación subieron 5,4% mensual y 45,8% interanual en junio.
Entre la baja de tasas de interés y la proyección de una desaceleración inflacionaria, en el segundo trimestre del año revivió la demanda de créditos en pesos. No solo reaparecieron los préstamos hipotecarios, un fenómeno que no se observaba desde mediados de 2016, sino que los bancos también se mostraron predispuestos a incrementar su participación en el segmento empresarial, tras años de prestarle casi exclusivamente al Estado.
Los datos surgen de la Encuesta de Condiciones Crediticias, informe que elabora el Banco Central (BCRA) con base en las respuestas de los principales bancos del país. El mayor cambio que se observó en el segundo trimestre del año fue la tendencia que tuvieron las entidades financieras hacia una “significativa flexibilización de los estándares crediticios” para los préstamos hipotecarios, una situación “positiva” que no se registraba desde mediados de 2016, cuando el entonces presidente Mauricio Macri lanzó el programa de hipotecarios UVA (índice que ajusta por inflación).
“Las entidades indicaron que el movimiento en los préstamos hipotecarios se explicó principalmente por el aumento de la competencia en el sector y la intención de incrementar su participación en el mercado”, explicó el informe oficial.
A finales de abril, el Banco Hipotecario anunció una línea de crédito para compra, construcción, terminación o ampliación de una casa.
Un día después, se sumó el Banco Ciudad. Hoy ya son 20 las entidades financieras que lanzaron un préstamo para la vivienda.
La misma tendencia constató un informe de First Capital Group, en el cual observaron que los créditos hipotecarios ajustables por inflación tuvieron una suba mensual del 5,4% en junio, y acumuló un incremento interanual del 45,8% en términos nominales. De cara al próximo trimestre, desde el BCRA anticipan que esta línea seguirá creciendo con mayor intensidad.
“Por primera vez en los últimos ocho meses, observamos un crecimiento real en esta línea de préstamos. La aparición de oferta crediticia por parte de varios bancos privados y públicos y la demanda contenida por muchos años, empieza a encontrar una respuesta positiva en el mercado”, dijo Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Para consolidar esta tendencia de cara a los próximos meses, la semana pasada el Gobierno sacó las restricciones que regían sobre el dólar MEP. El objetivo es que los hipotecados puedan hacerse de moneda dura tras recibir el préstamo en pesos.
En cuanto a los términos y condiciones de los créditos aprobados a las familias, en el segundo trimestre del año se registró una tendencia hacia la reducción (aunque de distinta magnitud) de las brechas sobre el costo de fondeo para casi todas las líneas a los hogares, con excepción de las tarjetas de crédito. En cambio, los plazos de otorgamiento y las garantías se mantuvieron sin cambios de magnitud en todas las líneas de crédito familiar.
Créditos a empresas
Lo mismo sucedió con las compañías. Del relevamiento del BCRA se desprende que los estándares crediticios asociados a los préstamos empresariales se flexibilizaron moderadamente, un escenario positivo que no se observaba desde el tercer trimestre de 2021. Esta situación se extendió a todos los tamaños de empresas y plazos de financiación.
“Las entidades que informaron esta tendencia identificaron la decisión de incrementar su participación en el mercado, seguida de la mejora en la situación económica actual o a las perspectivas a futuro y del sector al que pertenece la empresa, y al incremento de la competencia, como los principales factores que originaron su movimiento en el margen”, remarcó el documento que publicó la autoridad monetaria.
A su vez, los bancos explicaron que este aumento de la demanda de crédito se dio principalmente por la disminución de las tasas de interés. En mayo, el Banco Central redujo (en dos ocasiones) la tasa de política monetaria hasta llevarla al 40% nominal anual que rige en la actualidad. Esto hizo que la tasa de los préstamos también tienda a la baja.
Al cierre de junio, el saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó un nivel de $28,8 billones, lo que representó una suba del 16,7% mensual, según el informe de First Capital Group. Se trató del segundo mes consecutivo en el que la demanda de créditos en pesos creció más que la inflación.
“Se mantiene el interés de los bancos en redireccionar su oferta crediticia hacia la cartera de préstamos, pero para que se configure una tendencia, deberemos esperar el paso de los meses y que la actividad privada absorba los fondos que antes se ofrecían al sector público”, cerró Barbero.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.